La trastienda tenebrosa del cuento, tráiler final para el «Gretel and Hansel» de Oz Perkins

Con tan solo dos trabajos tras las cámaras como fueron las notables The Blackcoat’s Daughter y I Am the Pretty Thing That Lives in the House el realizador estadounidense Oz Perkins no le costó mucho ponerse rápidamente en el radar del aficionado al género fantástico, razón por la cual no es de extrañar que su tercera película como realizador haya despertado bastante expectación y más tratándose de algo que puede dar tanto juego como una adaptación a la gran pantalla del cuento clásico de los hermanos Grimm Hansel & Gretel desde un punto más tenebroso aun si cabe del texto original, un poco a semejanza por ejemplo de aquella adaptación coreana a cargo de Yim Pil-sung de 2007.

Gretel and Hansel versión Oz Perkins, cuyo primer avance en forma de teaser vio la luz hace unos meses, acaba de estrenar el tráiler final que podéis ver a final de página junto a su póster oficial. La película que verá la luz en Estados Unidos el 31 de enero se estrenará comercialmente en España de la mano de Vértice 360 el próximo 17 de abril.

Gretel and Hansel nos sitúa en la Baviera de principios del siglo XIV, Gretel y Hansel son dos niños de 13 y 12 años respectivamente que viven en la miseria más absoluta. Su padre murió hace años y su madre ahora está casada con un malvado hombre. Debido a la falta de recursos y al creciente miedo que les produce su padrastro, Gretel y Hansel deciden huir del pueblo en busca de un futuro mejor. En el bosque se encuentran con varias personas que, de una forma u otra, intentan aprovecharse de ellos. Huyendo de unos y otros, conocen a un amigable cazador que por fin les indica cual es el camino seguro a seguir. Así, los dos hermanos llegan a la cabaña de Holda, una simpática mujer que decide acogerlos. Al principio disfrutan de la abundancia de comida y los juegos, pero pronto se dan cuenta de algo no acaba de encajar. Lo que Gretel y Hansel no pueden imaginarse es que en esa cabaña tendrán que enfrentarse a sus peores miedos si quieren llegar a sobrevivir.

El film que cuenta con un guion adaptado por parte de Rob Hayes está protagonizada por Sophia Lillis, Ian Kenny, Charles Babalola, Alice Krige, Abdul Alshareef, Jessica De Gouw y Samuel Leakey.

Ciclo anual de Juan Mariné en la Filmoteca Española

Entre diciembre de 2019 y de 2020 se proyecta, una vez al mes, una película elegida por él mismo representativa de su vida como director de fotografía y restaurador. El propio Mariné inaugura el ciclo el 29 de diciembre con la proyección de El gran Ziegfeld.

Con motivo del 100 cumpleaños de Juan Mariné, Filmoteca Española rinde homenaje a esta importante figura de nuestro cine con la puesta en marcha del ciclo El siglo Mariné, que incluye una sesión mensual a partir de las películas que forjaron su vida, escogidas por él mismo, entre este mes de diciembre de 2019 y el de 2020.

Su primera elección, que se proyecta el 29 de diciembre a las 17:30hrs. y que será presentada por el propio Mariné en compañía de Josetxo Cerdán, director de Filmoteca Española, ha sido El gran Ziegfield (Robert. Z. Leonard, 1936). Un musical escogido para mostrar la férrea voluntad de quien siente el pálpito de volver a hacer cine, actividad que había quedado interrumpida después de la Guerra Civil, cuando fue cámara para las autoridades republicanas. Después de un breve paso por el exilio, donde fue posiblemente el único español que escapó con vida del campo de concentración de Argelès-sur-Mer, y el prolongado internamiento en los campos de prisioneros a su regreso a la España de Franco, asistió a una proyección del musical de Leonard que le hizo recuperar la ilusión y el interés por trabajar en el mundo del cine y, más concretamente, la fotografía.

Más tarde, Juan Mariné lideraría durante varios años el trabajo de restauración fílmica de Filmoteca Española. Durante todo este tiempo y hasta nuestros días, cuando sigue teniendo un pequeño laboratorio de investigación en la ECAM, Mariné ha continuado investigando, trabajando y aportando nuevos conocimientos a la fotografía y la restauración fílmicas.

Una vida dedicada al cine

Juan Mariné Bruguera nació en Barcelona el 31 de diciembre de 1920. Su trabajo de fotografía y restauración recorre todo el cine español del siglo XX. Llegó al mundo del cine por casualidad, donde ha trabajado desde los 14 años. Empezó como ayudante en los estudios cinematográficos, pero el estallido de la Guerra Civil lo obligó a empuñar una cámara y trabajar en el frente recogiendo imágenes para noticiarios de Laya Films, la productora oficial de la Generalitat de Catalunya durante el conflicto.

A lo largo de su prolongada carrera ha trabajado en la fotografía de más de 130 películas y, lejos de jubilarse, sigue aportando su conocimiento para la restauración de películas de los orígenes en su laboratorio de la ECAM.

El historial de premios y reconocimientos de quien fuese también restaurador de Filmoteca Española se extiende a lo largo de los años: entre otros muchos, ha recibido el Premio Nacional de Fotografía (1966) y el Premio Nacional de Cinematografía (1994), además de haber sido objeto de diversos documentales con él como protagonista.

El ciclo que este mes inicia Filmoteca Española recogerá títulos tanto fotografiados como restaurados por él. Entre estos podemos desatacar: Orgullo (Manuel Mur Oti, 1955), La gata (Margarita Alexandre y Rafael Torrecilla, 1956), La gran familia (Fernando Palacios, 1962), Supersonic Man (Juan Piquer Simón, 1982), Currito de la cruz (Alejandro Pérez Lugín y Fernando Delgado, 1925), o La aldea maldita (Florián Rey, 1930).

«Répertoire des villes disparues» review

 

Simon Dubé muere en un accidente de coche que tiene lugar en un pequeño y remoto pueblo de Quebec de apenas 215 personas. Sorprendidos, los habitantes del pueblo procuran no hablar sobre las circunstancias de la tragedia. El suceso desgarra a la familia Dubé, y afecta psicológicamente al alcalde Smallwood, junto a otro grupo de aldeanos que no saben qué hacer para dejar atrás lo sucedido. Mientras la gente trata de digerir la desgracia, una serie de personas desconocidas comienzan a llegar al pueblo, a lo que poco más tarde le acompaña una espesa niebla. ¿Quiénes son? ¿Qué está sucediendo?

No deja de ser curioso, pero al mismo tiempo consecuente en lo relativo a programar, como en la pasada edición del Festival de San Sebastián y dentro de la sección Zabaltegi-Tabakalera se pudieron ver varios trabajos que indagaban a través del género fantástico realizado por autores en un principio no afines a dicha temática genérica expuestos todos ellos en un apartado del certamen destinado a obras arriesgadas que parten de una catalogación de difícil cuadratura. El realizador franco-canadiense Denis Côté fue uno de ellos y su particular Répertoire des villes disparues sería o vendría a ser su visión más cercana de realizar una película de terror, evidentemente el resultado final alejado de cualquier tipo de convencionalismos conceptuales es bastante sui géneris siendo una de las propuestas más ambiguas e interesantes del presente curso en lo concerniente a ese otro cine de género fantástico provisto de claras connotaciones autorales.

Répertoire des villes disparues, que toma solo como punta de partido la novela de Laurence Olivier del mismo título, podría transitar perfectamente a modo de drama hibrido provisto de una anómala, dada su peculiaridad, visión del terror, a la hora de buscar alguna aproximación o fuente que nos situé por tan atípico y por momentos hipnótico relato la referencia más cercana la podemos encontrar tanto en la película de Robin Campillo Les revenants como en su posterior traslación a la pequeña pantalla en la medida de retratar la difícil coexistencia entre vivos y muertos, sin embargo esta coincidencia argumental solo es ejecutada como un punto de inicio en una historia que aquí no solo se limita a reflexionar acerca de querencias afectivas hacia el retornado sino que indaga a través de espacios terrenales de devienen como crepusculares. Répertoire des villes disparues podría partir de la tesis de como un pueblo comienza a convertirse en algo fantasmagórico en referencia a un planteamiento sobre el desvanecimiento de un conjunto, no en relación a ninguna maldición digamos ancestral de un relato que nos habla principalmente de la desaparición de un entorno determinado que empieza a través de unas apariciones, curiosamente en dicha indagación temática de claros contornos genéricos el elemento social está integrado en el relato de una forma muy sutil, Denis Côté a través de esas acotaciones o derivas narrativas se vale continuamente de un fuera de campo que de alguna manera nos habla de la desconfianza hacia el desconocido, algo que deriva inevitablemente en la problemática de la xenofobia en la medida hablar acerca de cuerpos olvidados que de una forma inesperada necesitan de ser visibles y que actúan o representan en la historia simbolismos a modo de un horror que deviene como colectivo en referencia al concepto de la desconfianza a la hora de poder compartir un espacio que al final quedara abocado al éxodo del no participe en dicha correlación.

Digno de mención en este film de narrativa elíptica y tono ingrávido, que en todo momento sabe situarse a medio camino entre el realismo social y lo sobrenatural sin llegar a desvirtuar ninguno de ambos conceptos, es el referido a su tono formal, en unos tiempos en donde el virus Netflix en lo relativo a una desmesurada digitalización que se percibe como opulenta y globalizada a modo de déficit estilístico especialmente visible en según que visionados en pantalla grande, el film de Denis Côté deviene como una agraciada rara avis en lo concerniente a la autentificación casi artesanal de la imagen cinematográfica entendida como tal, la sensación de estar volviendo a ver cine de verdad se encuentra muy presente en Répertoire des villes disparues en parcelas tales como su fotografía granulosa en 16mm o la particularidad del uso del sonido en el relato, mimbres formales, ubicados a través de la desolación escénica de un invierno consumido por la nieve, que son aprovechados a la hora de retratar básicamente una vulnerabilidad, y que vienen a ser otros añadidos a la ecuación a tener muy en cuenta en una de las películas más peculiares e indescifrables de este recién acabado 2019.

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La puesta en imágenes. Conceptos de dirección cinematográfica

Se ha hablado mucho del cine como encrucijada de distintos medios artísticos, pero se ha profundizado muy poco en esta confluencia a la hora de estudiar la dramaturgia cinematográfica, lo que podríamos denominar la puesta en imágenes. A medio camino entre el manual y el ensayo, este libro se propone sentar las bases de una aproximación al cine que aúne los campos, a veces considerados antitéticos, de la teoría y la práctica. Para ello, se propone la incorporación del fenómeno cinematográfico a las corrientes expresivas de la literatura, el teatro, la pintura y la música, así como un acercamiento esencial a la fenomenología de la imagen, una operación está que no siempre ha sido contemplada teniendo en cuenta su esencial complejidad.
Desde la primera edición de este escrito, el cine ha experimentado transformaciones muy significativas que lo han llevado a sumergirse en lo que se denomina el audiovisual, donde su esencia se expande a través de todo tipo de nuevas experiencias, muchas de ellas propiciadas por la digitalización. Pero se mantiene la vigencia de las operaciones fílmicas fundamentales, si se quiere comprender el alcance de la contemporánea expresión audiovisual. El cine sigue siendo la base de todas las transformaciones audiovisuales posibles, el camino para poder pensarlas adecuadamente.
Este libro se dirige por igual a los que buscan la reflexión y a quienes les seduce la praxis. Los caminos de ambas actividades se cruzan en sus páginas a través del entramado compuesto por una operatividad que requiere ser pensada y un pensamiento que culmina necesariamente en la práctica del rodaje. Se trata de aprender a pensar la labor fílmica, poniéndola en contacto con otros medios, con el fin de alimentar esa imaginación que tan necesaria es para hacer cine.
El autor
Josep M. Català Domènech. Catedrático emérito de Comunicación Audiovisual de la Universidad Autònoma de Barcelona. Doctor en Ciencias de la comunicación por la UAB. Licenciado en Historia Moderna y Contemporánea por la Universidad de Barcelona. Master of Arts in Film Theory por la San Francisco State University de California. Premio Fundesco de ensayo por La violación de la mirada (1993) y premio de ensayo del XXVII Certamen Literario de la ciudad de Irún por Elogio de la paranoia (1996). Premio de la Asociación Española de Historiadores de Cine (2001). Mención especial en el Premio “Escritos sobre Arte” de la Fundación Arte y Derecho por Pasión y conocimiento (primera versión, 2007). Ha sido coeditor del volumen Imagen, memoria y fascinación: notas sobre el documental en España (2001), y editor de Cine de pensamiento. Formas de la imagen tecno-estética (2014). Asimismo es autor, además de los libros premiados, de La puesta en imágenes (2001), La imagen compleja (2006), La forma de lo real (2008, traducido al portugués en Brasil, 2011), Pasión y conocimiento: el nuevo realismo melodramático (2009), La imagen interfaz. Representación audiovisual y conocimiento en la era de la complejidad (2010), El murmullo de las imágenes. Imaginación, documental y silencio (2012), Estética del ensayo. De Montaigne a Godard (2014), La gran espiral. Capitalismo y paranoia (2016), Viaje al centro de las imágenes. Introducción al pensamiento esférico (2017) y Visionarias (2019). Ha sido decano de la facultad de Ciencias de la comunicación de la UAB y director académico del Máster de Documental Creativo de esta misma universidad.
Autor; Josep M. Català Domènech, Editorial: Shangrila, Colección [Encuadre] libros, Páginas: 490

«The Audition» review

Anna es una profesora que enseña violín en una escuela para jóvenes músicos de Berlín. En contra del criterio de sus colegas, la maestra aprueba el ingreso de Alexander, un niño en el que detecta un notable talento. Le instruye con gran dedicación y afecto, y pronto le dedica más atención que a su propio hijo de diez años. Surge la rivalidad entre ambos chicos, y el matrimonio de Anna se tambalea. Pero donde ella falló, su talentoso alumno debe tener éxito, y a medida que se acerca una audición importante, Anna se obsesiona cada vez más con llevarle a lo más alto.

El segundo largometraje como directora de la alemana Ina Weisse (The Architect 2008), para un servidor la mejor película a competición de este año vista en el pasado Festival de San Sebastián, vino a representar uno de los puntos álgidos del certamen en referencia a la calidad de las propuestas exhibidas en esta edición dentro de su sección oficial, en The Audition vemos como Anna (una espléndida Nina Hoss presente en la práctica totalidad de planos del film y que por fin parece llegarle los reconocimientos, merecida Concha de Plata a la mejor actriz, en un año que hace doblete en papeles que indagan en derivas maternas con la también notable Pelican Blood) vuelve a ponerse en la piel de uno de esos personajes complejos provistos de unos pensamientos que se perciben como contradictorios.

En The Audition, como buen retrato de una deriva interna, todo lo que llegamos a percibir se encuentra soterrado, un film que de alguna manera queda enmarcado a través de una narrativa tan equilibrada como fría que inevitablemente nos remite al cine de Michael Haneke, las semejanzas y  los paralelismos con La pianista resultan inevitables, también a un nivel de ubicación social que aquí vuelve a indagar en esa característica burguesía plagada de aristas emocionales situada en escenarios clásicos y elegantes provistos de atmosferas gélidas tan recurrente en el cine del responsable de 71 fragmentos de una cronología al azar, sin embargo en el film de Ina Weisse el tono deviene como bastante más sutil en referencia a su representación, cuestiones tales como la culpa o una autoexigencia en relación a un personaje principal que deviene como toxico para todas las personas que le rodean, también la insatisfacción personal están muy presente en un trama que hace de la inseguridad (ojo a esa escena tan premonitoria y tan bien resuelta a un nivel formal que vemos en el restaurante cuando la protagonista y su ex pareja han quedado para comer y que nos pone sobre aviso de lo que estar por llegar) una patología de la paranoia interna en base a una narrativa que en algunos momentos llega incluso a bordear el thriller psicológico, en este aspecto el notable trabajo de Ina Weisse es ciertamente admirable a la hora de mostrarnos una tensión siempre latente a través de una puesta en escena que nunca llega a eclosionar pero que sin embargo a la larga tendrá unas consecuencias tan inquietantes como desgarradoras en un relato en donde subyace una implícita violencia, nunca escenificada pero muy presente  a modo de premonición a través de una narrativa que en ningún momento recurre a los golpes de efecto en relación a según qué intimidades derivadas de una debilidad ajena en un principio a unos espectadores que al final terminan de alguna manera convirtiéndose en cómplices.

Como certero análisis visto a través de un prisma familiar que indaga en la hondura psicológica provista de obsesiones a cual más inquietantes y recónditas The Audition, que anida en todo momento a través de una indefinición genérica, de alguna manera encuentra su mejor virtud en lo extremadamente austera y rigurosa que resulta ser a la hora de circunvalar un entorno determinado a un imaginario personal que deviene como quebradizo, la enfermedad mental de la protagonista principal está ligada inevitablemente a un sistema social, cultural y económico que da la impresión de imponer el éxito o la superación por encina de cualquier otro tipo de cuestión, el ultimo y magistral plano de la cinta no deja de ser una síntesis casi perfecta de todo lo que se nos ha explicado con anterioridad, a tal respecto no hay lugar a la hora de emitir juicios de valor sobre según qué actos cometidos por el personaje principal de los que hemos sido testigos a lo largo de la trama, tampoco diálogos que sobre expliquen la terrible disociación mental que nos es mostrada.

Valoración 0/5:4

El Synthwave documentado, tráiler de «The Rise of the Synths»

Fue uno de los platos fuertes en la pasada edición del Inedit, el español Iván Castell tras aquel otro interesante documental musical titulado Trovadores (2014) indaga en esta ocasión con The Rise of the Synths en el movimiento musical denominado synthwave, una corriente electrónica de índole subterránea que basan su estructura en composiciones realizadas generalmente con sintetizadores inspirados en el imaginario de los años 80 con una especial atención a las bandas sonoras de aquella época en donde los teclados y los sintetizadores eran parte fundamental a la hora de su creación. Situado a medio camino entre el homenaje y la nostalgia y aprovechando como el mainstream actual indaga a modo de fenómeno cultural emergente con ejemplos dentro del audiovisual como Drive y Stranger Things esta corriente ha hecho que nazca una generación de músicos cuyas creaciones quedan situadas en base a dichas referencias culturales.

El surgimiento del synthwave se atribuye principalmente al hartazgo dentro del panorama musical que les ha tocado vivir a un buen número de artistas y les ha hecho de alguna manera reapropiarse del pasado,  italo-disco, tecnopop, krautrock, heavy metal, las bandas sonoras de Moroder, Tangerine Dream o la sintonía de Jan Hammer para Miami Vice y referentes más cercanos como pueden ser Daft Punk y Justice por poner solo unos ejemplos. Un documental que también formulan interesantes reflexiones acerca de su rechazo a la industria musical tradicional, su apego por el anonimato, experimentar una nostalgia por unos tiempos que no llegaron a vivir, el sentimiento de comunidad y el peligro que en parte puede suponer que el synthwave muera de éxito.

Rodado a lo largo de dos años en ocho distintos países y antes de su paso por el IFFR The Rise of the Synths estrena un primer tráiler que podéis ver a final de página junto a su póster oficial. Como narrador y constituyendo uno de los máximos atractivos del documental encontramos a una presencia fundamental en eso de combinar música pop y electrónica dentro del cine como es John Carpenter, una voz plenamente autorizada a la hora de desgranar o más bien guiar en base a un generoso desfile de testimonios un género musical y cultural cada día más emergente.