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Cuatro años han pasado desde Réalité, su último trabajo tras las cámaras y su mejor película hasta la fecha en opinión de un servidor, el irreverente realizador de origen francés Quentin Dupieux en tiempos pretéritos más conocido en las pistas de baile con el nombre de Mr. Oizo que nos ha ofrecido delicias tan inclasificables como Rubber o Wrong tiene lista una nueva película, el film titulado Au poste!, cuyo primer teaser tráiler y póster oficial podéis ver a final de página, supone una nueva vuelta de tuerca al muy particular imaginario (comedias a medio camino entre lo absurdo y lo surrealista lo llaman algunos) de un autor que con partidarios o detractores con respecto a su cine este no deja indiferente a prácticamente nadie.
La sinopsis del film es tan escueta como lo es su duración (73 minutos), en ella se nos cuenta como los miembros de una comisaría deben resolver un caso de asesinato. La película que se estrenará el próximo 4 de julio en Francia y que cuenta con un guion del propio Quentin Dupieux está protagonizada por Anaïs Demoustier, Benoît Poelvoorde, Grégoire Ludig, Orelsan, Cidney Khosta y John Sehil.
Que David Lynch sea la cabeza visible de un evento artístico denominado Festival de la Perturbación, demuestra sobre qué elementos se ha construido su obra cinematográfica, pictórica y musical, y qué es lo que se espera de él cuando anuncia un nuevo trabajo. Pero el universo lynchiano es más que una amalgama de obras vanguardistas y el propio David Lynch. Tras la cortina roja surge para desvelar esas facetas mundanas que pueden ser igual de influyentes que Twin Peaks o Terciopelo azul.
El estudio relata de forma novelada los pasajes biográficos del americano, desde su nacimiento hasta nuestros días, centrándose en la cara humana del personaje y sin dejar de detallar los entresijos producidos en los rodajes de sus largometrajes o los misterios ligados a los entresijos de sus imágenes.
En este libro podrás leer sobre:
. La influencia de la Música Industrial en el cine de Lynch.
. Su tortuosa vida familiar que le marcará a la hora de estudiar al ser humano.
. El desprecio recibido por parte de las estrellas de Hollywood en alguno de los rodajes.
. ¿Cuál es el significado del anillo de Laura Palmer en Twin Peaks?
Y mucho más…
Autor; Juan M. Corral, Editorial: Dolmer, Páginas; 288
Siguen viendo la luz primeros avances de muchas de las películas que estuvieron presentes en el recientemente terminado Festival de Cannes, en esta ocasión es turno para el nuevo trabajo tras las cámaras de Jia Zhang-Ke, Ash Is Purest White suponía la sexta vez que el cineasta de origen chino competía en la Sección Oficial por la Palma de Oro en el certamen galo, el film cuyo primer tráiler y póster oficial podéis ver a final de página y que se estrenará comercialmente en Francia el próximo mes de septiembre vuelve a transitar a través de una reflexión sobre el paso del tiempo haciendo especial hincapié en los cambios sociales acontecidos durante estos últimos años en China.
Ash Is Purest White nos cuenta la historia de Qiao es una joven bailarina que reside en los suburbios industriales de la periferia de una gran ciudad, una zona conocida con el nombre de Datong, es allí donde se enamorará de Bin, un mafioso de la zona. Tras una disputa entre bandas en la que se ve mezclado Bin, Quiao dispara para poder protegerle, a raíz del incidente es condenada a cinco años de prisión. Después de ese largo periodo entre rejas y una vez libre ella volverá a buscar a Bin para poder reanudar su apasionada historia de amor desde el punto en que la dejaron.
La película con guion del propio Jia Zhang-Ke y fotografía a cargo de Éric Gauthier está protagonizada por Zhao Tao, Liao Fan, Xu Zheng, Casper Liang, Feng Xiaogang y Diao Yinan.
As boas maneiras nos cuenta como la misteriosa y adinerada Ana (Marjorie Estiano) contrata a Clara (Isabel Zuaa), una solitaria enfermera que vive a las afueras de São Paulo, para ser la niñera de su hijo aún no nacido. Conforme el embarazo va avanzando, Ana comienza a presentar comportamientos cada vez más extraños, al igual que unos siniestros hábitos nocturnos que afectan directamente a Clara, a partir de ese momento una malsana relación cada vez más intensa se desarrollará entre ambas mujeres.
Como ya hemos venido indicando en anteriores reseñas el cine de género proveniente de Latinoamérica, en este caso de Brasil, irrumpió con fuerza en el pasado Festival de Sitges, el dueto formado por Juliana Rojas y Marco Dutra que en el año 2011 ya habían planteado con Trabalhar Cansa unos insólitos y muy disfrutables mecanismos que derivaban el drama al terror social presentaron en la pasada edición del certamen tras algunas aventuras fílmicas realizadas por separado As boas maneiras, otra peculiar indagación genérica que vuelve a transitar a través de una evidente raíz social, en este caso su adscripción al fantástico es mucho más clara y reconocible que en su anterior trabajo tras las cámaras al valerse en ella de inequívocos códigos genéricos y referencias múltiples, aunque siempre elaborados de una forma ciertamente trasgresora como no podía ser de otra manera conociendo la trayectoria de sus autores.
No es la primera vez en estos últimos años en donde vemos como el cine brasileño acostumbra a impregnar sus historias, en un principio realistas, con claros elementos de índole sobrenatural, en As boas maneiras (justo premio de la crítica a la mejor película compartido con El sacrificio de un ciervo sagrado de Yorgos Lanthimos en Sitges 2017) como buena película poseedora de un carácter abiertamente onírico que intenta y consigue ir un paso más allá de sus propios postulados nos topamos con una inquietud autoral bastante evidente, un film que nunca deja de mutar o mejor dicho de evolucionar conforme avanza, de forma tan caótica como desinhibida, en ningún momento, bajo la apariencia de ser una fábula de contornos realistas Juliana Rojas y Marco Dutra se apoyan en una referencia genérica variada (terror, melodrama e incluso hasta el musical) para contarnos una historia en donde la dualidad juega un papel muy importante en la trama, la aparición de ese un niño-lobo como resultado de una unión no aceptada socialmente en lo racial o social por ejemplo, una dualidad la citada que también es muy notoria en el retrato de las dos protagonistas principales en la primera parte de la película, Clara y Ana son personajes que por un motivo u otro por fuerza mayor terminarán enfrentándose contra la misma sociedad que las creo y en parte las abandono, viviendo a través de una oscuridad social de alguna manera estamos ante esa clase de personajes que buscan refugio donde menos habitual pueda parecer en un principio el encontrarlo, más tarde vemos como la unión de ese doble retrato funciona a modo de elemento fantástico, igualmente contestatario con respecto a los demás pero expuesto desde un punto de vista bastante más heterogéneo en donde entra en juego esa revalida de personajes que nunca dejan de luchar por poder coexistir dentro de una sociedad que le niega de forma sistemática la aceptación.
As boas maneiras cuya larga duración posiblemente actúa por momentos en su contra funciona también a modo de cuento clásico aunque siempre con el trasfondo social y político (en este caso el de la actual sociedad brasileña) muy presente a lo largo de un historia que conforme avanza se hace más íntima y salvaje, lo de Juliana Rojas y Marco Dutra es de alguna manera pervertir una serie de códigos en un principio de naturaleza convencional, es aquí cuando entra en escena lo complejo y rico en matices de esa supuesta reinterpretación que nos plantean sus autores, síntesis narrativa que por fortuna huye del psicoanálisis o el trazo argumental críptico, es en ese marco metafórico de clara raíz fantástica del que se vale As boas maneiras en donde encontramos lo muy estimulante que resulta ser la propuesta en cuestión, un cuento de hadas que termina convirtiéndose en un relato de terror provisto de un mensaje ciertamente envenenado, una inusual historia de licantropía enternecedora por momentos pero sin perder en ningún momento a su naturaleza de índole agresiva, algo que no le impide renunciar a ciertos elementos clásicos que estructuran el relato, es ahí done As boas maneiras escenificar a la perfección a ese tipo de cine de autor que se arriesga a transitar por nuevos caminos muy poco explorados en la actualidad.
De forma más que evidente Solis el debut en la dirección de Carl Strathie nos puede derivar de una forma inmediata al Gravity de Alfonso Cuarón, solo en apariencia pues pese a sus bastantes similitudes argumentales estamos ante un producto de ciencia ficción minimalista muy low cost (solo cuatro semanas de rodaje), puestos a buscar semejanzas estas posiblemente las encontremos de una forma más clara en un film a reivindicar como es el Love de William Eubank. Solis, cuyo primer tráiler y póster oficial podéis ver a final de página, cuenta con un guion del propio Carl Strathie estando protagonizado por Steven Ogg, recientemente visto en la serie The Walking Dead y Alice Lowe, actriz británica que debutó en la dirección hace un par de años con la estimable Prevenge.
Solis que tendrá su premier mundial en el próximo Festival de Edimburgo nos cuenta como el astronauta Troy Holloway se despierta repentinamente de un accidente y se ve atrapado a bordo de una cápsula de escape a la deriva que se dirige hacia el Sol, rápidamente se da cuenta de la gravedad de su situación. Con una cada vez más escasez de oxígeno, la comandante Roberts lidera un grupo de rescate con la intención de poder salvar a Holloway antes de que se acabe el tiempo. Después de haber perdido recientemente a su hijo y enfrentado a un trágico final, Holloway se siente cada vez con menos fuerzas para sobrevivir. Sin embargo Roberts, hablándole solo a través de una débil transmisión de radio está decidida a salvarle la vida, con el paso de las horas ambos se dan cuenta de que sus vidas se asemejan mutuamente de manera algo inesperada.
Por cuarto año consecutivo, el festival de Sitges apadrinará la sección “Pantalla Sitges” en el certamen de Roda de Berà. Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya ha renovado, un año más, su acuerdo con el FIC-CAT, que se celebrará entre el 4 y el 10 de junio en Roda de Berà (Tarragonès). Esta alianza permite al certamen programar diferentes títulos de ciencia ficción, terror y fantasía que han pasado por Sitges.
La undécima edición del Festival Internacional de Cinema en Català Costa Daurada (FIC-CAT) muestra una apuesta clara por el cine fantástico rodado en catalán. El convenio entre ambos festivales consolida una colaboración que permite poner de manifiesto la importancia del cine fantástico dentro del audiovisual catalán, y contribuye a hacer visibles y reivindicar las películas y cortometrajes estrenados durante el 2017.
Por cuarto año consecutivo, la sección Pantalla Sitges aparece de nuevo apadrinada por el Festival de Sitges, dentro de la programación del FIC-CAT. Ángel Sala, director del Festival, estará en Roda de Berà el martes 5 de junio por la tarde para presentar la sección. Sala es conocedor del Festival, puesto que ha participado como miembro del jurado en numerosas ocasiones.
Las tres producciones que se podrán ver, y que serán presentadas por sus propios realizadores son Una capsa tancada, el documental de Anna Agulló que ganó el premio SGAE Nova Autoria al mejor guion en Sitges 2017; Celebració, un cortometraje de ficción de Pau Cruanyes y Gerard Vidal, Premio SGAE Nova Autoria a mejor dirección-realización en Sitges 2017, y Cunetas, corto dirigido por Pau Teixidor presentado también en la pasada edición del Festival de Sitges.
La entrada a las proyecciones será gratuita, y toda la programación se puede consultar en la web del FIC-CAT.
Será indiscutiblemente uno de los acontecimiento televisivos del próximo año, Too Old To Die Young cuyo primer teaser acaba de ver la luz y podéis ver a final de página supone una nueva incursión en el medio catódico por parte de Nicolas Winding Refn tras su participación en las dos entregas de Miss Marple. Too Old To Die Young nos sitúa al igual que en su anterior The Neon Demon en la exploración de los bajos fondos de la ciudad de Los Ángeles, presentado aquí a modo de saga criminal en donde se sigue los pasos de un joven policía que junto al hombre que disparó a su compañero tendrá que entrar en contacto con una serie de personajes que van desde los cárteles mexicanos, yakuzas y demás criminales que operan en la ciudad californiana. Too Old To Die Young que verá en 2019 de la mano de Amazon Prime constará de diez episodios dirigidos en su totalidad por Nicolas Winding Refn.
La serie con guion del propio Nicolas Winding Refn junto a Ed Brubaker y Halley Wegryn Gross y música compuesta por Cliff Martinez esta protagonizada entre otros por Miles Teller, Jena Malone, John Hawkes, William Baldwin, Nell Tiger Free, Callie Hernandez, Babs Olusanmokun, Celestin Cornielle, Kegn Matungulu, Cristina Rodlo, Dereck Smith, Augusto Aguilera, Hart Bochner, Natasha Sims, Rigo Sanchez, Maxine Bahns, Alejandro Barrios, Anthony M. Bertram, Miguel Angel Caballero, Kristin Carey, Sarah Chaney, Chris Coppola, Shawna Della-Ricca, Ethan Flower, Christine Horn, Yoshio Iizuka, Zee James, Carlotta Montanari, Stephen Quadros, Zabeth Russell y David Terrell.
El realizador italiano Matteo Garrone vuelve de alguna manera con su nuevo trabajo tras las cámaras titulado Dogman, cuyo primer tráiler y póster oficial podéis ver a final de página, al costumbrismo social que le otorgó un más que merecido status crítico con cintas como Gomorra y Reality tras su fallido salto a producciones habladas en inglés y de una mayor envergadura económica como fue The Tale of Tales, cinta que no me cansaré de reivindicar. Dogman tras el buen sabor de boca que dejo en el recientemente finalizado Festival de Cannes en donde fue premiada con el premio al Mejor actor para Marcello Fonte nos vuelve a ubicar al igual que en anteriores películas de Matteo Garrone dentro de un costumbrismo napolitano en un relato que en esta ocasión se mueve a través de una muy sórdida atmosfera.
Dogman nos sitúa en el año 1988, Pietro De Negri es un hombre corriente que regenta una peluquería canina a las afueras de Roma. Pero bajo esta tranquila profesión se esconde un oscuro pasado, y es que Pietro asesinó a Giancarlo Ricci, un ex boxeador que además ejercía como delincuente. Lo peor de todo fue el modo de acabar con su vida, mediante una tortura que se alargó durante siete horas, consiguiendo así un puesto entre los crímenes más crueles de la historia de Italia.
La película con guion del propio Matteo Garrone junto a Maurizio Braucci, Ugo Chiti y Massimo Gaudioso está protagonizada por Marcello Fonte, Edoardo Pesce, Nunzia Schiano, Adamo Dionisi, Francesco Acquaroli, Alida Baldari Calabria y Gianluca Gobbi.
Será el próximo 26 de octubre cuando se estrene en cines la esperada Quién te cantará, la nueva película del director español Carlos Vermut, tras el rotundo éxito que supuso su anterior Magical Girl, con la que obtuvo 7 nominaciones a los Goya en el año 2014, incluida mejor película. Quién te cantará es el tercer proyecto en el que se embarca Carlos Vermut, guionista y dibujante de cómics, y uno de los directores más originales de nuestro país. Con su primer largometraje Diamond flash, Vermut rompió moldes con una innovadora y exitosa distribución online. Magical Girl su segundo trabajo tras las cámaras obtuvo la Concha de Oro a la mejor película y la Concha de Plata al mejor director en el Festival Internacional de San Sebastián de 2014, consiguiendo ser ese mismo año la segunda película española más nominada en los Premios Goya.
Quién te cantará nos cuenta como Lila Cassen (Najwa Nimri) era la cantante española con más éxito de los noventa hasta que desapareció misteriosamente de un día para otro. Diez años después Lila prepara su triunfal vuelta a los escenarios pero, poco antes de la esperada fecha, pierde la memoria al sufrir un accidente. Violeta (Eva Llorach) vive dominada por su conflictiva hija Marta (Natalia de Molina). Cada noche escapa de su realidad haciendo lo único que la hace feliz, imitar a Lila Cassen en el karaoke donde trabaja. Un día Violeta recibe una fascinante propuesta: enseñar a Lila Cassen a volver a ser Lila Cassen.
La película con guion del propio Carlos Vermut y música compuesta por Alberto Iglesias está protagonizada por Nawja Nimri, Eva Llorach, Carme Elías y Natalia de Molina siendo una coproducción hispano-francesa de Enrique López Lavigne entre APACHE FILMS, LAS PELÍCULAS DEL APACHE, ÁRALAN FILMS, LES FILMS DU WORSO, en asociación con LE PACTE y FILM FACTORY ENTERTAINMENT, y cuenta con la participación de RTVE, CANAL SUR RADIO Y TELEVISIÓN, ORANGE, VODAFONE, CANAL + FRANCE y CINÉ +, el apoyo de ICAA y la JUNTA DE ANDALUCÍA, y la financiación de ICO.
Fue una de las cintas que no llego a tiempo al recientemente terminado Festival de Cannes, The Sisters Brothers (Les Frères Sisters) cuyo primer tráiler subtitulado al francés y póster oficial podéis ver a final de página supone el film más ambicioso realizado hasta la fecha por parte del francés Jacques Audiard, el responsable de Un prophète y Dheepan entre otras realiza su primera película de habla inglesa adaptando la novela homónima de Patrick Dewitt, un western con toques de humor negro rodado el pasado año en localizaciones de Navarra, Almería y Aragón. The Sisters Brothers tiene previsto su estreno comercial para el próximo otoño.
Ambientada en la California de finales del Siglo XIX en plena fiebre del oro The Sisters Brothers nos cuenta como los hermanos Charlie y Eli Sisters trabajan para el Comodoro haciendo de asesinos a sueldo, en esta ocasión tendrán que viajar por el desierto de Oregón para cumplir un nuevo encargo de su jefe, acabar con la vida de Hermann Kermit Warm, un buscador de oro, sin embargo durante el viaje Eli comenzará a dudar acerca del sentido de su trabajo.
La película con guion adaptado del propio Jacques Audiard junto a su habitual Thomas Bidegain y música a cargo de Alexandre Desplat está protagonizada por Joaquin Phoenix, John C. Reilly, Jake Gyllenhaal, Riz Ahmed, Rebecca Root, Jóhannes Haukur Jóhannesson, Ian Reddington, Philip Rosch, Rutger Hauer, Carol Kane, Creed Bratton, Duncan Lacroix y Niels Arestrup.
Cuando John Cassavetes decide filmar una segunda versión de Shadows este ejercicio de reescritura nace del deseo —que a su juicio no había logrado con la primera versión— de alcanzar una comunión entre un cine hecho en libertad y que rompiera con las convenciones del cine de Hollywood y, por otro lado, el anhelo urgente de narrar, de establecer contacto con sus personajes y con el público. Esos dos objetivos acompañaron toda la obra de Cassavetes. Desde entonces su director se ha convertido en referencia trascendental de las siguientes generaciones del cine contemporáneo más inquieto. Pero igualmente no sería contradictorio afirmar que una trayectoria como la suya no ha tenido apenas verdaderos herederos. En los diversos capítulos de este trabajo se abordan cuestiones como la tensión presente en su obra entre escritura y el borrado de sus huellas; la construcción de unas narraciones en las que conviven tantas ficciones como personajes; el trascendental trabajo desarrollado por Cassavetes con sus intérpretes, y en el diseño de sus personajes; el diálogo mantenido entre exceso y caos, y entre individuo y grupo, así como también con una serie de géneros canónicos. Asimismo, este volumen se ocupa de perfiles de la obra cassavetiana poco atendidos —las relaciones que mantiene con Hollywood— o casi ignorados —sus trabajos como director para la televisión—. Por último, sendos capítulos se ocupan de forma particular de filmes especialmente relevantes en la evolución de su carrera, ya sea por su carácter inaugural —Shadows—, ya sea por alcanzar en ellos una suerte de madurez —Faces y Una mujer bajo la influencia. En el momento de escribir sobre Cassavetes una sospecha recorre toda la empresa: la de que nos encontremos ante uno de los cineastas que pone de manifiesto de forma más intensa la condena a que está sometido todo aquel que se acerque a la escritura sobre cine, una frustración insoslayable. En la traslación del texto cinematográfico al texto escrito, acaso —¿por qué no?— se han aportado cosas a las que solo el lenguaje escrito puede acceder, pero mucho de la experiencia original, del diálogo mudo que hemos mantenido con la película, se ha perdido irremediablemente. Este libro es también una invitación a enfrentarse a sus películas, a aquello resistente al lenguaje que le dan su inimitable personalidad. Pero también nace con la esperanza de que constituya un instrumento valioso para enriquecer, aunque sea modestamente, la experiencia del espectador del cine de Cassavetes.
SUMARIO
Introducción a John Cassavetes en seis escenas
José Francisco Montero
Retorno a Shadows
Ray Carney
Promesa y despedida. A propósito de John Cassavetes y la televisión
Concepción Cascajosa Virino
Estilos de vida, formas de muerte. El cine como electroshock
Josep M. Català Domènech
Escribir hasta desaparecer
José Francisco Montero
John Cassavetes. Representaciones: ficciones y simulacros
Ángel Santos Touza
Multiplicidad de voces: construir con los actores
Luis Miranda
La madurez de Cassavetes: Faces y Una mujer bajo la influencia
Ray Carney
Lógica(s) del sentido: exceso y caos en el cine de John Cassavetes
Aarón Rodríguez Serrano
El complejo de Jano: John Cassavetes y Hollywood
Diego Salgado
Escenario de la vida, escenario de la ficción: sobre los personajes de John Cassavetes
Ignacio Pablo Rico
Géneros fluidos: familias, amores, sueños
Albert Elduque
Las reuniones del solitario. Individuo y grupo en el cine de Cassavetes
Miguel Ángel Muñoz
Bibliografía
Autores de los textos
Autor; José Francisco Montero (coord.), Editorial: Shangrila Ediciones, Páginas; 386
Viena, 1777. Maria Theresia Paradis, niña prodigio, pianista ciega de 18 años, perdió la vista de la noche a la mañana cuando tenía tres años. Tras innumerables experimentos médicos fallidos, sus padres la llevan a la finca del polémico ‘doctor milagro’ Franz Anton Mesmer, donde se une a un grupo de estrafalarios pacientes. Disfruta del ambiente liberal de la casa en un mundo rococó y conoce la libertad por primera vez, pero empieza a notar que, mientras el tratamiento de Mesmer le está devolviendo la vista, está perdiendo su apreciado virtuosismo musical…
Barbara Albert responsables de cintas tan sugerentes como Böse Zellen, Fallen o The Dead and the Living presento en el D’A 2018 tras su paso por el Festival de San Sebastián Mademoiselle Paradis, el film parte de una premisa histórica situada en la Viena del siglo XVIII ciertamente interesante, la ceguera de la protagonista (extraordinaria interpretación a cargo de Maria Draguscomo, posiblemente lo mejor de la película) le otorga una valía artística que se pone en riesgo al ir recuperando la visión y perdiendo poco a poco la concentración y calidad interpretativa que atesoraba a raíz al parecer de dicha disfunción visual, podríamos decir que la película cuestiona la necesidad de elegir entre dos importantes y vitales conceptos por el que se rige el ser humano ¿arte o vida?, bajo esta premisa el núcleo dramático se diversifica en varias disquisiciones de la época en que transcurre la trama, hay varias cuestiones ciertamente jugosas y hasta por momentos reflexivas, el papel de la ciencia dentro de este contexto histórico, el cruel juego de clases y normas sociales que definen dicha época o el arte como sustento de una parte de la burguesía, disquisiciones estas que sin embargo se quedan muy en la superficie, Barbara Albert es incapaz de analizar o profundizar en ellas de una manera convincente, la narrativa ciertamente plana del film se encamina hacia lo contemplativo pero desde una óptica algo equivocada, no hay rastros de ese conflicto latente entre la autenticidad interior y la falsedad que anida en el exterior de personajes y escenario, podemos percibir levemente eso si un intento de observación de todo lo que se deriva a través su incuestionable academicismo, lástima que ese lujoso diseño de producción y ambientación exquisita se decante más por la rigurosa estética en detrimento de una mirada algo más personal del relato.
Valoración 0/5: 1’5
The Charmer
Como emigrante a Copenhague y residente en la ciudad durante ya dos años, Esmail, un joven iraní encantador, lleva una doble vida: por la mañana, trabaja en una empresa de mudanza para poder mandar dinero a sus familiares en Irán; por la noche, busca desesperadamente a mujeres. Su intención no es dinero sino un hogar, una relación duradera que le asegure su presencia en Dinamarca, dado que pende sobre su cabeza una amenaza de deportación. Todo cambiará cuando conozca a una joven de 26 años de edad llamada Sara, estudiante de derecho descendiente de iraníes, y a su madre, Leila. Al mismo tiempo, su pasado empezará a asaltarlo bajo la forma de un extraño.
El cineasta sueco de origen iraní Milad Alami tras inaugurar el pasado año la sección Nuev@s Director@s del Festival de San Sebastián presento Charmøren, una película que desde un principio nos introduce en el drama social de la inmigración visto en primera persona, a través de una ansiedad de un solo personaje, de hecho la historia que se nos cuenta parece bascular básicamente en lo concerniente a una desesperada lucha contrarreloj, la del protagonista principal con intentar arraigarse de una forma legal en Copenhague. La ansiedad de Esmail conforme avanza el metraje dota a la historia de oscuros tintes psicológicos en detrimento del inicial conflicto social expuesto, algo que deriva al producto por momentos en el pantanoso terreno del psicodrama paranoico, en la narrativa impuesta por Milad Alami vemos como el protagonista principal trata de conseguir por todos los medios posibles lo que cada vez parece más difícil, para más inri tendrá que lidiar internamente con un sentimiento de culpa ocasionado por los supuestos daños colaterales de sus acciones como nos muestra la contundente escena inicial con que Milad Alami abre el film.
Charmøren no solo se conforma con representar una radiografía social sobre un problema tan candente a día de hoy, a parte Alami nos ofrece una estimulante visión por momentos perspicaz y detallada en lo concerniente a la creciente comunidad iraní asentada en Escandinavia, indagando en las sutiles divisiones internas que imperan en dicho colectivo, todo ello expuesto a medio camino entre la asimilación y la orgullosa preservación cultural. El final de claras connotaciones circulares por el que transita Charmøren con ese traje convertido en vehículo metafórico hacia lo imposible deja bien claro el mensaje que expone Milad Alami en esta muy digna opera prima.
Valoración 0/5: 3
Princesita
Una película inspirada en hechos reales sucedidos en el sur de Chile. Tamara, de once años, vive en una secta que está regida por las reglas y creencias de Miguel, su líder, quien le impone un destino a la niña: procrear junto a él a su sucesor. Pero ella se enamora de un compañero y esa relación estará reñida con el propósito de Miguel.
El segundo trabajo de la realizadora chilena Marialy Rivas Princesita al igual que su opera prima Joven y alocada transita a través del peliagudo mundo de las sectas y el abuso a menores, la película se presenta a modo de una introspectiva pesadilla interior contada desde la temerosa psique de una niña de doce años que contra viento y marea se verá en la obligación de luchar por una liberación tanto física como emocional.
Princesita más que una denuncia en lo relativo a las sectas es una defensa de la feminidad como tal o al menos así parece desprenderse de unas imágenes que por momentos abusa de una reiteración formal que termina desvirtuando en parte un relato construido a modo de cuento de hadas que va mutando conforme avanza el metraje en algo mucho más siniestro, hay un énfasis muy evidente por parte de la realizadora en lo concerniente a la fabricación de un imaginario propio (el de la joven protagonista) que intenta contrarrestar la amenaza de todo lo masculino que le rodea de una forma no natural, y que sirve al mismo tiempo como metáfora de como las mujeres siempre han estado supeditadas de alguna manera a los deseos y a los sueños masculinos. El posicionamiento del film con respecto a un tema tan sórdido es algo distante, en cierta manera rehúye de lo escabrosa jugándoselo todo a una carta al presentar dos visiones que son estructuradas a través de una doble voz en off, la de la niña protagonista y la del Miguel, el líder de la secta presentado bajo los rasgos siempre inquietantes de un solvente Marcelo Alonso, dicha dualidad tiene la intención de crear una cierta ambigüedad en el espectador en lo concerniente al relato, lo consigue solo a medias pues uno termina teniendo la ligera sensación de estar ante una película que quizás se ampare demasiado en lo preconcebido a la hora de desvelar sus propios recursos narrativos.
Valoración 0/5: 3
PREMIOS
PREMIO TALENTS
El jurado de la sección oficial del festival otorga el premio Talents -dotado con 6000 euros- a Village Rockstars dirigida por la directora Rima Das “por su luminosidad y sencillez en el retrato del paso a la pubertad de una niña de un pueblo de la India a lo largo de las estaciones”. El jurado oficial del festival ha estado formado por Pablo Derqui, actor de cine, teatro y televisión, Lois Patiño, cineasta y videoartista, y Hebe Tabachnick, programadora del Festival Internacional de Cine de Seattle y directora artística del festival Cine Latino de Minneapolis Saint Paul. El premio Talents se concede al mejor film de la sección del mismo nombre, formada por obras de directores con menos de dos films en su filmografía.
PREMIO DE LA CRÍTICA
El jurado de la crítica, formado por Ignasi Franch, Daniel Jiménez Pulido y Daniel Pérez Pamies, y concedido con la colaboración de la ACCEC (Asociación Catalana de Crítica y Escritura Cinematográfica) concede el premio de la crítica a Trinta lumes de la directora Diana Toucedo “por su diálogo entre el cine fantástico y el documental, conjurando fantasmas y capturando formas de vida en peligro de extinción”.
El jurado de la crítica ha hecho también una mención al film Ava de la directora iraní-canadiense Sadaf Foroughi “por su dominio de una tradición cinematográfica y por incorporar un estimulante dispositivo visual a su retrato social”.
PREMIO DEL PÚBLICO SALA JOVEN
Este año se concede por primera vez el Premio del Público Sala Jove, el espacio diseñado especialmente para un público de 16 a 25 años que, con sus votos, ha considerado Night is Short, Walk on Girl, el film anime de Masaaki Yuasa, la mejor película de la sección Sala Jove.
PREMIO DEL PÚBLICO
El Premio del Público, concedido a partir de las votaciones de los espectadores a todas las películas del festival, ha recaído en el film italiano A Ciambra de Jonas Carpignano. Precisamente, este film podrá verse en el Tour D’A 2018 que empieza el 8 de mayo y llevará una selección de films del festival a nueve poblaciones catalanas y ocho ciudades del resto del estado.
Seis años han pasado desde el estreno de su reivindicable Red Lights para que Rodrigo Cortés se vuelva a poner tras las cámaras, lo hace con la muy esperada adaptación del best-seller de Lois Duncan Down a Dark Hall, el film que tendrá como título Blackwood acaba de presentar en sociedad un primer tráiler y póster oficial que podéis ver a final de página. El responsable de Buried que vuelve a rodar en inglés se sitúa en esta ocasión a medio camino entre el thriller sobrenatural y el clásico gótico con unas primeras imágenes las que nos muestran el tráiler que curiosamente parecen remitirnos en temática al Suspiria de Dario Argento, film que a finales de año tendrá una nueva versión por parte de Luca Guadagnino. Blackwood que se estrenará en España el próximo 3 de agosto de la mano de eOne Films Spain tendrá una distribución en cines de Estados Unidos por parte de Lionsgate.
Blackwood nos cuenta como cinco adolescentes problemáticas se ven obligadas a acogerse a un programa experimental de enseñanza impartido por la enigmática Madame en el internado Blackwood. Pronto empiezan a mostrar talentos singulares que no sabían que poseían, y a tener extraños sueños, visiones, lagunas de memoria. Cuando la frontera entre realidad y sueño comienza a hacerse demasiado difusa, todas comprenden al fin el motivo por el que han sido llamadas a Blackwood. Aunque ya puede ser tarde..
La película con producción de Nostromo Pictures y participación de Atresmedia Cine y Movistar+ cuenta con un guion adaptado por parte de Mike Goldbach y Chris Sparling y música a cargo de Víctor Reyes estando protagonizada por Uma Thurman, AnnaSophia Robb, Isabelle Fuhrman, Noah Silver, Rosie Day, Kirsty Mitchell, Taylor Russell, Victoria Moroles, Jim Sturgeon, Rebecca Front y David Elliot.
Esta tragicomedia cuenta la historia de Setsuko Kawashima (Terajima), una mujer solitaria, fumadora, que trabaja en una oficina en Tokyo y que no está en su mejor momento. Tras apuntarse a clases de inglés, descubre una nueva identidad en su alter ego americano, ‘Lucy’, y se enamora de su profesor John (Hartnett). Cuando John desaparece repentinamente, Setsuko decide buscarlo, una aventura que la llevará hasta el sur de California.
La ópera prima de la realizadora Atsuko Hirayanagi basado en su multipremiado corto homónimo de igual título nos sitúa en ese tipo de películas cuya comicidad da la impresión de ir bastante por delante de lo que es su propia historia, un relato en apariencia y a primera vista amable pero que esconden en su fachada argumental un mensaje bastante más agridulce de lo que pueda parecernos en un primer lugar.
Partiendo de unas reconocibles pautas que nos sitúan en lo que podríamos denominar como la prototípica producción de naturaleza indie, en este caso de índole internacional al estar situada a medio camino entre Japón y Estados Unidos aprovechando al máximo esa comicidad derivada del choque cultural, Oh Lucy! destaca principalmente por ser de esas producciones en donde su ensamblaje genérico no se pisa, una comedia cuyos apuntes dramáticos no se diluyen entre sí, a este respecto sin embargo habría que aseverar también su condición de film en donde la práctica total de personajes dan la impresión de transitar a través de un acantilado emocional algo dispar, una sensación de incertidumbre cuya narrativa de tono irregular parece contagiarse pues llegados a un punto determinado esta no parece saber a ciencia cierta que camino a de tomar. Oh Lucy! expone básicamente su discurso en lo relativo a la soledad y en como a través de falsas identidades e incluso de ideales impostados se puede llegar a combatir dicho trauma emocional, una falsa trasformación que sin embargo da pie a una nueva reinvención para alejar una supuesta insatisfacción personal. El film de Atsuko Hirayanagi que parece funcionar exclusivamente a través de una crónica acerca de la persecución de un ideal termina de manera algo caprichosa, en cierta manera a semejanza de que sus propias incertidumbres tonales, pues en lo que puede parecer en un principio como un final satisfactorio en él hay un mensaje bastante más profundo e incluso si se me permite la expresión críptico, lástima que en toda la película no se llegue a escarbar de forma más concienzuda unos contornos que van mucho más allá del tono amable del que hace gala está elaborada aunque algo irregular película.
Valoración 0/5: 2’5
Bienvenida a Montparnasse
Arruinada y solo con un gato como propiedad, una chica impulsiva, libre y vitalista vuelve a París decidida a reinventarse sin casi ningún objetivo aparte de reafirmarse en su individualidad. Enfrentada a la soledad de la gran ciudad, en lugar de ponerse nostálgica, se sumerge en la vida parisina, su viaje será caótico pero decidido, y nos arrastra de manera irresistible en un camino que la llevará hacia la madurez.
Otra de las óperas primas vistas este año en el D’A 2018 fue la estimulante Bienvenida a Montparnasse de la francesa Léonor Serraille, al igual que la anteriormente citada Oh Lucy! estamos ante un relato que se mueve en el reconocible terreno de la tragicomedia de lo que podríamos denominar como cine-retrato. Bienvenida a Montparnasse también conocida con el título de Jeune femme se presenta como un filme hecho de principio a fin por mujeres, incluso en lo relativo a los apartados técnicos, aparte de atesorar la virtud de contar con una inconmensurable Laetitia Dosch como personaje de salvaje y desbordante de energía sin cuya presencia el film no existiría como tal. De alguna manera estamos ante un film en donde la libertad feminista se erige como básica a la hora de elaborar un en apariencia sencillo retrato femenino que más que ahondar en unos supuestos motivos de rebeldía o auto reafirmación los expone a modo de trayecto vital, en este aspecto de alguna manera recorremos el mismo camino que la protagonista no habiendo una predeterminación en lo referente al errante pero consensuado desarrollo de dicha narrativa, Léonor Serraille tiene la virtud de saber moverse con soltura a través de una diversa y rica amalgama genérica, un relato en donde se nos puede hace reír con lo que podría hacernos llorar y viceversa siempre sin perder esa perspectiva acerca de la exposición de una serie de sensaciones contradictorias en donde la joven protagonista encuentra su mejor definición a modo de una libertad femenina de naturaleza bastante indefinible. Con momentos ciertamente ingeniosos Bienvenida a Montparnasse elabora un relato en apariencia convencional pero que va más allá de las historias de reivindicaciones feministas tan en uso hoy en día en la gran pantalla convirtiendo el debut en la dirección de Léonor Serraille como uno de los más prometedores vistos durante el pasado año.
Ha sido uno de las películas más aclamados en la recientemente terminada edición del Festival de Cannes cosechando el Premio a la Mejor Dirección, Cold War (Zimna wojna) cuyo primer tráiler y póster oficial podéis ver a final de página supone el nuevo trabajo tras las cámaras del realizador de origen polaco Pawel Pawlikowski tras su muy estimable y multipremiada Ida, Oscar a la mejor película de lengua no inglesa en el año 2013. Rodada en un académico blanco y negro Cold War transita a través de un profundo drama romántico en el contexto de la guerra fría con un claro trasfondo político musical en donde destacan especialmente sus dos actores principales, unos extraordinarios Tomasz Kot y Joanna Kulig. Aún sin fecha de estreno comercial en España Cold War verá la luz en su país de origen el próximo mes de junio.
Cold War nos sitúa en la Polonia de después de la Segunda Guerra Mundial, a un reconocido pianista se le encarga formar una academia de talentos a modo de grupo musical formados para poder promocionar la música popular del país, en dicho proceso se enamora de una de las candidatas dando lugar a una apasionada historia de amor entre dos personas de diferente origen y temperamento que son totalmente incompatibles pero cuyo destino les condena a estar juntos.
La película con guion del propio Pawel Pawlikowski junto a Janusz Glowacki y fotografía a cargo de Lukasz Zal está protagonizada por Joanna Kulig, Tomasz Kot, Agata Kulesza, Borys Szyc, Adam Woronowicz, Adam Ferency y Adam Szyszkowski.
Una mujer que se crió en una familia ortodoxa judía regresa a su hogar con motivo de la muerte de su padre, un rabino. La controversia no tardará en aparecer cuando ella comienza a mostrar interés por una vieja amiga del colegio.
Mucha expectación había levantado el nuevo trabajo tras las cámaras del realizador chileno Sebastián Lelio tras su multipremiada Una mujer fantástica, para más inri Disobedience supone su primera experiencia a nivel internacional, la primera hablada en lengua inglesa, desgraciadamente este drama romántico que nos habla de supuestas libertades personales denota una enorme falta de compromiso en relación a lo que tendría que ser su propio discurso.
Por desgracia Disobedience supone un muy evidente paso atrás en la trayectoria de Sebastián Lelio, pese a sus suculentas en un principio intenciones y posibilidades del relato en cuestión nos encontramos ante un film que hace de la redundancia su máxima forma de ser, aquel que deriva irremediablemente por códigos muy sobados, de esos films en donde el espectador siempre parece estar un paso por delante de la narrativa, pese a algunas matizaciones técnicas acertadas su tono formal y comedido no deja de ser un claro indicio de crear una cierta sensación de piloto automático en un temario que requería de bastante más profundidad en lo relativo a su desarrollo. No hay dudas al respecto del buen trazo por parte de Sebastián Lelio a la hora de transitar por complejos retratos en la creación de personajes femeninos, si con anterioridad había abordado especialmente la marginación social en Disobedience, adaptación de la novela homónima de Naomi Alderman, afronta un discurso más cercano a la identidad sexual, un pulso entre el deber, el deseo y el sacrificio que se ha de asumir en según qué ocasiones, sin embargo esta historia de amores prohibidos ubicada en un opresivo escenario (meritoria fotografía a cargo de Danny Cohen en lo referido a crear una atmósfera angustiosa) como es la comunidad de judíos ortodoxos del norte de Londres resulta previsibles hasta la extenuación, lindando por momentos con clichés de forma algo alarmante e incluso bordeando en algunos tramos la peligrosa línea del ridículo en según qué situaciones, podríamos hablar de un film buque cuya enunciado no pasa de ahí, previsibilidad por delante de profundidad en una película que abraza lo convencional otorgando una sensación ciertamente frustrante al menos en lo referido a un servidor, más propia de un cine de estructura conservadora y tranquilizadora en su finalización que de un relato que sepa explorar convenientemente matices emocionales más intrínsecos y gratificantes.
Valoración 0/5: 1’5
I hate New York
Nueva York, post 11-S: con una cámara doméstica y sin guion, el director se adentra durante 10 años en las vidas íntimas de cuatro mujeres artistas y activistas transgénero de la subcultura underground de la ciudad. Sus testimonios van desvelando poco a poco retazos de su pasado, sus vivencias y sus luchas por una identidad propia. Una serie de revelaciones llevará al espectador a convertirse de intruso a cómplice de sus destinos.
La amplia oferta de documentales vistos en esta edición del D’A tuvo como pequeño colofón la proyección de I hate New York del debutante Gustavo Sánchez, un relato que sigue los pasos de cuatro artistas transexuales a través de la evolución underground del Nueva York post 11-S. Diez años de visitas con más de cuarenta horas rodadas dan como resultado unos escuetos setenta minutos de duración en donde se parte de la más absoluta experimentación formal colindando incluso con manierismos que parecen derivar por momentos con el movimiento Dogma, en este aspecto es muy evidente como el tono improvisado nos deriva posiblemente de manera algo involuntaria más que al análisis de una subcultura sí misma, o a paramentos del movimiento trans nocturno, al retrato personal de una serie de personajes que se mueven a través de dicho escenario, el dar voz a aquellos que transmiten mejor que nadie esa esencia del underground de la Gran Manzana, que Amanda Lepore, Sophia Lamar, Chloe Dzubilo y T de Long atesoran el magnetismo del testimonio es algo bastante evidente, otra cosa diferente es que dichos personajes representen y difundan un alegato en base a vivencias que parecen subsistir a contra corriente al atreverse a ser lo que desean, posiblemente sobre lo que pueda parecer inabarcable para según qué gente, afortunadamente dicho posicionamiento se aleja del retrato frívolo y morboso al uso, incluso parece apartarse del discurso militante pues nunca se da paso a una voz en of que condicione un supuesto mensaje. I hate New York más que indagar en un estudio pormenorizado encuentra su principal virtud a través de su narrativa en arco cuya argumentación y discursiva quiere ir más allá del circuito LGTBI, aquella que como en el caso que nos ocupa, parece solo poder funcionar en base a su propio desarrollo, el que en definitiva transita en paralelo aunque bastante distanciado de lo que conocemos como sistema establecido.
En Madame Hyde somos testigos de cómo la señora Géquil es una excéntrica profesora que es despreciada tanto por sus compañeros de trabajo como por sus alumnos. Una noche de tormenta, un rayo la alcanza y pierde el conocimiento, cuando recobra el sentido, Madame Géquil se siente completamente cambiada… Pero, ¿podrá controlar a la poderosa y amenazadora Madame Hyde que habita en su interior?
No estaría de más el preguntarse a estas alturas que un director de las características del francés Serge Bozon en este su último trabajo tras las cámaras titulado Madame Hyde siga sin renunciar a su inconfundible estilo visto en sus anteriores La France y Tip Top sea considerado como una buena o mala noticia, evidentemente dicha respuesta va en función de la interpretación por parte del espectador en referencia a un cine en donde realidad y absurdo tienen una complicada asimilación genérica.
Para los que nunca hemos comulgados con el cine perpetrado por Serge Bozon posiblemente Madame Hyde sea uno de sus films menos irritantes de su corta pero intensa trayectoria, seguramente en gran parte debido a la presencia de una Isabelle Huppert que parece estar en un continuo estado de gracia últimamente, la película que parte de una muy libérrima adaptación trasladada a nuestra época de la novela de Robert Louis Stevenson El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde empieza siendo una especie de comedia social, que divierte solo a su manera, cuya extraña satirización la van convirtiendo en una tragedia de contornos casi metafísicos conforme avanza la acción. Lo más curioso de una película como Madame Hyde es que uno detecta en su interior apuntes suficientemente atractivos (el cómo indagar en el ansia de conocimiento o el aplicar un razonamiento por mera deducción a través de un razonamiento en extremo lógico) que quedan algo diluidos en referencia a su propia excentricidad, tan ligeramente intrigante como extremadamente confusa en buena parte de su metraje en la que se sustenta la propuesta pues como en todo el cine de su autor este está provisto de vías o subdivisiones que no terminan de estar bien encauzadas en lo relativo a su desarrollo narrativo, evidentemente ante tales mimbres estructurales que imposibilitan un mensaje bien trenzado el espectador que quiera indagar en cuestiones cuyas reflexiones tienden a un tono más clásico terminara desquiciado por un autor cuya idea del concepto cinematográfico parece no admitir medias tintas, Madame Hyde como síntesis de cine de cambios bruscos es un buen reflejo de todo ello.
Valoración 0/5: 2
En attendant les hirondelles
En la Argelia actual, el pasado y el presente chocan en las vidas de tres personas, tres historias que se cruzan sutilmente para ofrecernos un agridulce caleidoscopio de la Argelia contemporánea. En la primera de ellas, la vida familiar y profesional de un promotor inmobiliario ya veterano se desmorona cuando asiste a un incidente que le hará replantearse sus códigos morales. En la segunda, un viaje en coche en circunstancias chocantes desemboca en una historia de amor imposible entre dos jóvenes a los que el destino les tiene reservados caminos divergentes. En la tercera, un neurólogo algo quemado verá como su pasado le visita inesperadamente, abriendo heridas de los tiempos de la guerra que ya creía cerradas.
En attendant les hirondelles opera prima del realizador argelino Karim Moussaoui fue otro de los films que podríamos denominar como corales vistos en esta edición del D’A 2018, tres historias expuestas no ya como un puzle narrativo al uso a modo de vidas cruzadas sino más bien como una especie de enlace de relevos en modo sucesivo en donde una historia da pie a otra, una realidad que termina derivando en otra, todas ellas a su manera indagan sobre la Argelia contemporánea retratada bajo la insondable sombra del pasado, a través de personajes y situaciones vislumbramos desde la pérdida de un idealismo a la tradición como obstáculo de lo anhelado, en el posiblemente mejor segmento que curiosamente se aparta en algo del mensaje estrictamente social para lindar con un trazo romántico apuntalado con brillantes interludios musicales, para terminar indagando en las heridas irreparables de un conflicto bélico pasado, en este aspecto es más que evidente que En attendant les hirondelles como retrato social que se adentra en lo estrictamente moral se mueve dentro de las coordenadas de un relato de tono agridulce, aquel que se mueve a través de un escenario a medio construir mostrado a modo de calidoscopio general de un país que sigue lamiéndose las heridas en torno a su propia memoria. Como mucho films de narrativas divididas este deviene por momentos como algo irregular en su desarrollo, desequilibrios que pese a cierta elegancia escénica crean la sensación de un naufragio bastante evidente, posiblemente su elevado tono divagatorio tenga bastante que ver en dicha apreciación, al igual que en lo referido a su distanciamiento formal, apartado este que seguramente requería de un acercamiento algo más profundo pues la complejidad por la que en apariencia transita En attendant les hirondelles la sitúan muy a medio camino de sus supuestas intenciones.
El Festival Nits arranca una campaña en Verkami para publicar su nuevo libro, Stephen Show! El cine espectáculo de Stephen Chow. L’obra se presentará en la 15ª edición del Festival Nits de cinema oriental de Vic, donde se hará un homenaje a esta estrella cómica del cine chino y hongkongés con una retrospectiva de sus películas más emblemáticas.
Stephen Show! El cine espectáculo de Stephen Chow es el cuarto libro de la Biblioteca FesNits, una colección que el Festival inició en el año 2015 y que anteriormente ha tratado el western asiático (Wild Wild East) el cine de monstruos (Kaijû! Quadern de camp) y las actrices del cine de acción (Kung Fu Girls!). Todas estas publicaciones se financiaron a través de campañas de micromecenazgo en Verkami y aún se pueden comprar a través del web del Festival.
Stephen Chow es conocido en nuestro país por haber dirigido y protagonizado grandes éxitos como Desde Pekín con Amor (1994), Shaolin Soccer (2001), Kung Fusión (2004), CJ7 (2008) o The Mermaid (2016). Este libro descubrirá a los cinéfilos la carrera de Chow desde sus inicios en televisión, sus años de gloria al lado de directores como Wong Jing, Jeff Lau o Johnnie To, y si consolidación como el actor y director más taquillero del cine chino. Revisaremos toda su filmografía y las herramientas con las que ha conseguido crear un estilo propio de cine.
El libro, escrito por Domingo López, contará con ilustraciones originales de Mr. Yuen Tai-Yung, creador de más de 200 carteles de películas emblemáticas de la época dorada del cine de Hong Kong (de 1975 al 1992). Yuen Tai-Yung visitó Vic durante la última edición del Festival Nits para presentar el documental sobre su vida, The Posterist (Hui See-Wai, 2016), y ha cedido dibujos de Stephen Chow para esta edición, una de las cuales ilustrará la portada del libro.
Wang Bing filma los últimos momentos de la vida de Fang Xiuyan, una granjera nacida en Huzhou (Fujian) a finales de los 40 y que fue diagnosticada hace mucho tiempo con el síndrome de Alzheimer. El realizador conoció a la hija de Fang en 2014, y fue invitado a la casa de su madre al año siguiente. Su encuentro con la señora, que para entonces estaba ya grave, conmovió profundamente al cineasta, que no se separó de ella desde que en 2016 supo que su salud estaba empeorando. Bing decidió convertir su último aliento en una forma de poesía, dando voz a personas como ella que viven la vida en los márgenes de una historia que parece haberlas olvidado.
Wang Bing al igual que en anteriores trabajos suyos vuelve a indagar en la vida y la muerte de gente corriente y lo hace como no podía ser de otra manera a través de un formato que el maneja a la perfección como es el documental de naturaleza y consonancias cotidianas, en Mrs. Fang (Leopardo de Oro en la última edición del Festival de Locarno) nos acerca siempre desde el pudor y a una distancia respetuosa a la inminencia de la muerte, a partir de esta premisa el responsable de Bitter Money extrapola cuestiones ciertamente interesantes pues asistimos no ya solo a una muerte física sino también simbólica, en este aspecto Wang Bing en torno a este minimalista retrato genera desde la más absoluta observabilidad de tal acto una serie de digresiones tales como una supuesta deshumanización creciente en el hábitat social del país, también podemos encontrar una curiosa reflexionar en lo referido a la tradición como símbolo en vías de desaparición de todo una población que son víctimas crecientes por parte del gobierno al confinamiento de un espacio cada vez más diminuto a la hora de subsistir. A través de la muerte Mrs. Fang termina hablando de los profundos cambios ocurridos en la sociedad china durante estos últimos años, un tiempo en donde la tradición parece estar sustituida por una carencia de valores o la perdida de unas señas de identidad cada vez más visibles, Wang Bing como uno de los actuales baluartes de la actual realidad narrativa de la no ficción nos lo muestra a través de una premisa soterrada, del espectador depende el descubrir o reflexionar sobre todo lo que parece estar en la trastienda de tal en apariencia minimalista exposición.
Valoración 0/5: 3’5
Hannah
Hannah es una mujer habituada a la rutina y a depender de todo el mundo que se verá obligada a luchar contra ella misma tambaleándose entre la realidad y el rechazo cuando se quede sola después de que su marido ingrese en prisión.
El segundo trabajo tras las cámaras del realizador de origen italiano Andrea Pallaoro tras su estimulante Medeas (2013) es una de esas apuestas unitarias a un solo elemento, un personaje, una actriz, evidentemente este en principio riesgo formal queda diluido en parte al constatar que todo el film en su totalidad se sustenta con una red de seguridad personificada en esta ocasión en la magnificencia de una actriz de la talla de Charlotte Rampling.
Podríamos aseverar que Hannah es el retrato de una condena social reflejado en primera persona de principio a fin, una historia breve pero demoledora, como hemos comentado más arriba la película de Andrea Pallaoro recurre en todo momento al dolor psíquico del personaje interpretado por Charlotte Rampling, presencia omnipresente en toda las secuencias del film, las razones de dicho estigma curiosamente son narradas de forma sutil en base a pequeños gestos y detalles, no es intención el desvelar las consecuencias o el enigma como meta final, ni llegar hasta el fin para descubrir el porqué de una condena física (la correspondiente al marido) y psíquica (Charlotte Rampling), dicho misterio si se le puede llamar de ese modo nos es desvelado a mitad de la película bajo el estigma de la pederastia, llegados a este punto la única intención de Andrea Pallaoro por fortuna no es un alegato ante y contra tal lacra, es el retrato personal y contemplativo de una vergüenza y culpa, el reverso del ojo de huracán, en algunos tramos posiblemente algo autocomplaciente, de esa otra víctima que ha cometido un error imperdonable, bajo una mirada distante solo en apariencia es en este apartado es donde podemos encontrar la auténtica razón de ser de un film de las características de Hannah, el contemplar el talente humilde pero totalmente autoritario de la performance a cargo de Charlotte Rampling, dicho cometido expuesto a modo de estudio sobre una identidad ya vacía que no requiere apenas de dialogo, puramente gestual, miradas y convulsiones a través de intrascendentes gestos cotidianos que nos muestra un descenso tortuoso, una radiografía de una desolación bajo la rigurosísima exploración actoral de una magistral Charlotte Rampling.
Valoración 0/5: 4
Gutland
Gutland comienza con la llegada de un forastero a la comunidad agrícola de Schandelsmillen. La temporada de cosecha está ya avanzada, pero Jens, un vagabundo alemán, está buscando trabajo. Allí es tomado por granjero y pronto seducido por Lucy, una madre soltera que le recoge en la cervecería del pueblo para llevarlo hasta su cama. Taciturno y solitario por naturaleza, Jens no se mezcla con los lugareños, y aun así ellos le toman por amigo al instante, llevándole a fiestas, regalándole una trompeta e invitándole a unirse a la banda del pueblo. Los primeros días de Jens en su nuevo hogar fluyen con una tranquilidad bucólica, pero con el tiempo comenzará a descubrir pistas sobre el lado oscuro de Schandelsmillen, justo cuando los aldeanos se van acercando poco a poco al también sombrío pasado de Jens.
Gutland opera prima de Govinda Van Maele es esa clase de películas que conforme avanza van mutando hacia algo aparentemente distinto de lo que parecía en un principio para volver en su parte final a un comienzo de cual parecía que ya no íbamos a volver, todo ello narrado bajo un contexto de constante intriga cuya condición de noir en apariencia convencional requiere de más lecturas de las que en un principio pueda parecer atesorar.
Esa condición de film multi género (incluso con ligeros apuntes sociopolíticos) que ostenta Gutland tiene la virtud de posicionarse en las antípodas del relato policial frenético al uso al saber dosificar su tempo narrativo en referencia a personajes y situaciones a la hora de no incidir en la sobre explicación de una trama argumental que parte de lo que podríamos denominar como un noir rural con claras reminiscencias clásicas que va mutando conforma avanza la trama hacia un relato de sutiles connotaciones fantásticas que por momentos parece beber de la fundamental The Wicker Man de Robin Hardy, en ese vaivén narrativo empezamos por desconfiar de las intenciones y naturaleza del protagonista para trasladar esa duda según avanza el metraje hacia la siniestra comunidad que lo acoge, colectivo que da la impresión de querer someter al extraño a una identidad comunitaria cueste lo que cueste, en este aspecto Gutland podría denominarse como un estudio acerca de la claustrofobia, en primera instancia física, de alguna manera autoimpuesta en la historia, más tarde mental mediantes acertados interludios de tono surrealista acerca de la alteración de la realidad que parece sufrir el personaje principal, la elipsis en dicha cuestión deviene como clave a la hora de recabar la suficiente información para poder discernir ese juego de máscaras que Govinda Van Maele propone en una de las óperas primas más estimulantes y sorprendentes del pasado curso.
Los fans del grupo Queen están de enhorabuena, acaba de ver la luz de la mano de 20th Century Fox un primer tráiler oficial que junto a su póster podéis ver a final de página de la esperada Bohemian Rhapsody, biopic sobre el mítico grupo británico y su líder Freddie Mercury interpretado para la ocasión por el actor estadounidense de origen egipcio Rami Malek conocido por su papel en la serie televisiva Mr. Robot. Ciertamente Bohemian Rhapsody ha sido un proyecto bastante accidentado desde su gestación, no solo en lo referente al despido en pleno rodaje del director Bryan Singer sustituido por Dexter Fletcher (Eddie the Eagle) sino en referencia a lo que uno intuye como una versión blanca del personaje de Mercury obviando al parecer temas tan delicados como su homosexualidad o el sida, al parecer la historia de la banda termina en el concierto Live Aid de 1985 en Estadio Wembley, sea como fuera el próximo 2 de noviembre día de su estreno en cines saldremos de dudas a tal respecto.
Bohemian Rhapsody narra la etapa de Freddie Mercury en Queen, la mítica banda británica que el cantante lideró junto a Brian May, Roger Taylor y John Deacony, los años de gloria de la formación que creó éxitos tales como Somebody to Love, Dont’ Stop Me Now, We Are the Champions o We Will Rock You.
La película con guion de Anthony McCarten, Peter Morgan, Stephen J. Rivele y Christopher Wilkinson está protagonizada por Rami Malek, Joseph Mazzello, Ben Hardy, Gwilym Lee, Lucy Boynton, Aidan Gillen, Tom Hollander, Allen Leech, Aaron McCusker, Michelle Duncan, Ace Bhatti, Max Bennett, Devlin Lloyd y Johanna Thea.
Abel Ferrara encabeza una retrospectiva cinematográfica y una serie de conciertos en Francia dedicados a las canciones y la música de sus películas. Preparativos con su familia y sus amigos conforman el material de este autorretrato, mostrando otra cara del director.
A la práctica habitual de giras musicales realizadas por parte de compositores de bandas sonoras se le está uniendo últimamente la de cineastas que han ejercido como tal en sus propias películas, si hace bien poco hablábamos de los conciertos por parte del maestro John Carpenter durante el pasado año el documental Alive in France retrata el día a día de la mini gira de Abel Ferrara por París y Toulouse durante octubre de 2016, una ocasión o escusa ideal para intentar descubrir facetas no tan conocidas del venerado cineasta neoyorkino.
De Alive in France lo primero que habría que aclarar es que no estamos ante un documental que aprovechando un evento indague en la trayectoria de un autor, de alguna manera podríamos aseverar que estamos ante un trabajo que se ampara en lo meramente anecdótico, pudiendo servir como complemento a un futuro retrato más desarrollado que esperemos que llegue algún día, no es la primera vez que Abel Ferrara se adentra en el formato documental, trabajos como Chelsea on the Rocks, Napoli, Napoli, Napoli, Mulberry St. o la reciente Piazza Vittorio así lo atestigua aunque en el caso de Alive in France su naturaleza deviene como casi casual y no pactada de antemano, se rueda sin tener la certeza de que el material final sirva para un documental y un servidor echa en falta un repaso más ecuánime en lo relativo a su profundidad. Acompañado por sus antiguos colaboradores Joe Delia y Paul Hipp y con un Abel Ferrara siempre delante de la cámara asistimos un itinerario de tono espontáneo, recesos familiares, promociones, tiempos muertos detrás del escenarios, pocos testimonios y mucha música en vivo, llegados a este punto cabria el preguntarse la importancia de la música y las canciones en la carrera de un autor tan heterogéneo, es una cuestión que puede generar bastantes dudas incluso a los más fieles seguidores del director de Bad Lieutenant. Como uno de los cineasta que mejor ha sabido retratar las adicciones en la gran pantalla Alive in France lejos de su función de retratar una faceta en particular o la idiosincrasia de un personaje tan multidisciplinar sirve como una congratulación amable, de connotaciones frescas y naturales, una reunión de viejos amigos que veinte años atrás era difícil de imaginar, pese a todo el trayecto pretérito la sobriedad de Abel Ferrara (al menos lo era en otoño del 2016) es motivo de celebración, Alive in France va precisamente de eso.
Valoración 0/5: 3
Trinta Lumes
Un relato entre el documental y la ficción que transcurre en una aldea de Galicia donde «la vida no se acaba, sino que se transforma en otra cosa». El film acompaña a los habitantes de una aldea en la sierra de O Courel (Lugo) en sus rutinas diarias, intentando, al mismo tiempo, captar lo imperceptible para el ojo humano en un lugar donde los muertos están entre los vivos y, a veces, es posible que los vivos desaparezcan. El espectador se adentra en un mundo con fronteras difuminadas entre la realidad y la ficción, entre el mundo de los vivos y de los muertos, y la cámara la acompaña en su exploración del «otro lado».
Una de los apartados más agradecidos en el D’A es la oportunidad de visionar trabajos de jóvenes talentos patrios de difícil difusión fuera del circulo de festivales, Trinta Lumes opera prima de la montadora y directora Diana Toucedo representa lo que podríamos denominar como un cine sonámbulo, una obra de connotaciones tremendamente personales, a través de la fantasía ensamblada en la cotidianidad estamos ante ese tipo de cine trasdosado que se desdobla en varios, muy lejos de un trazo que atisbe lo convencional la película de la realizadora gallega afincada en Barcelona nos sitúa entre lo real y la ficción, un documento sobre un estilo de vida próximo a desaparecer contado a modo de viaje a medio camino entre lo onírico y lo real direccionado a un mundo en vías de extinción pues lo que valida una propuesta tan estimulante como Trinta Lumes es ver como desarrolla un alegato mágico en referencia a la despoblación y el aislamiento, aparte de la simbología de extrapolar la definición de muerte como concepto, en la unión de contar el cómo y el por qué esta su importancia, un trayecto en donde naturaleza, ruralidad y ciclo vital deviene por momentos como fascinante, una visión de la narrativa en donde parece no haber distinción entre ficción y documental, en ese aspecto el film nos presenta a personajes, lugares y situaciones reales pero tratados como claros elementos cinematográficos. Un debut ciertamente fascinante el de Diana Toucedo con esta hipnótica Trinta Lumes, un cine alejado de manierismos y efectismos al uso que pone sobre el tapete aquella máxima de cómo lo cinematográfico no es tanto de lo que vislumbramos como de lo que se esconde tras sus imágenes, todo un logro hoy en día el dar voz a un sentimiento a través de esta manera.
En un futuro próximo e incierto, un brusco cambio climático ha conducido a la extinción de la vida en la Tierra. En un mundo de fronteras redibujadas, los inmigrantes son aparcados en campos en los que esperan poder integrarse en las ciudades protegidas por escudos magnéticos. Un especialista en semillas que, tras una crisis terminal de la agricultura, decide emprender un viaje de imprevisibles consecuencias a la búsqueda de Cemil Akman, un antiguo compañero de trabajo que, tras formular una tesis revolucionaria, fue apartado de la empresa y tuvo que retirarse a las inhóspitas Tierras Muertas. Allí, Erin aprenderá a desprenderse de su ego, en un camino iniciático que, con la guía de Akman, lo llevará a replantearse todas sus ideas sobre la creación y la evolución de la especie humana.
El cineasta de origen turco Semih Kaplanoglu conocido a nivel internacional principalmente por su trilogía Huevo (2007), Leche (2008) y Miel (2010) presento en esta edición del D’ A la que es posiblemente su película más ambiciosa realizada hasta la fecha, con Grain aparte de ser su primer film en coproducción se adentra por primera vez en el cine de género a través de un relato de ciencia ficción distópica ambientado en un futuro post-apocalíptico con Andrei Tarkovsky en el horizonte como gran referente.
Rodada en un majestuoso blanco y negro a través de un monocromo de alta definición Grain aborda grandes temas universales plagados de reflexiones filosóficas, sustentándose en un tratamiento alegórico de los 29 versículos del Corán Semih Kaplanoglu nos ofrece una particularísima versión sui géneris del apocalipsis y posterior renacimiento situándose a medio camino entre el Children of Men de Alfonso Cuarón y el Stalker de Andrei Tarkovsky, de hecho en su anterior trilogía podíamos ya encontrar alguna que otra referencia al maestro ruso. Grain siempre adherido a un cierto misticismo religioso termina deviniendo como un producto que por momentos se desborda así mismo en lo referente a sus propósitos, una empresa de quizás demasiada envergadura a la hora de poder explayar con ecuanimidad una serie de cuestiones que indagan en reflexiones sobre la culpa, las limitaciones humanas y una supuesta seudoliberación a través de la tecnología, amén de otros aspectos de índole más terrenales como por ejemplo la migración, cambios climáticos o crisis alimentaria, evidentemente antes tales mimbres narrativos el film transita casi en todo su argumentación bajo una delgada línea que separa lo fascinante del mensaje en sí y una cierta pretenciosidad a la hora de cómo abordar dicha tesis, sin ser un mensaje críptico sí que deviene como complejo, esto puede dar lugar a una narrativa algo farragosa, posiblemente lo mejor de este interesante acercamiento a un supuesto apocalipsis radica en que en ningún instante trata de ofrecernos unas respuestas que seguramente nunca lleguen a existir, una no divagación que abre un camino a otras grandes cuestiones que aunque soterradas están muy latentes a lo largo de todo su metraje.
Valoración 0/5: 3’5
The Green Fog
The Green Fog nace de un encargo por parte del Festival Internacional de Cine de San Francisco, para ello el autor de The Saddest Music in the World junto a Galen Johnson con el que participo en el mediometraje Bring Me the Head of Tim Horton (2015) y Evan Johnson coautor de la extraordinaria The Forbidden Room (2015) aúnan esfuerzos para realizar un collage de imágenes a partir de un ingente material de películas y series de televisión rodadas en la ciudad de San Francisco para construir un metraje que reinterpreta la clásica película de Alfred Hitchcock Vértigo.
Que las mejores propuesta de según qué certámenes cinematográficos vengan encabezadas habitualmente por nombres como el del canadiense Guy Maddin empieza a ser ya una norma hasta cierto punto generalizada, el D’A 2018 no fue una excepción en este aspecto y The Green Fog fue posiblemente una de las mejores sino la mejor propuesta vista en esta edición del Festival de cine de autor, de alguna manera el mérito es doble pues The Green Fog no deja de ser un experimento fílmico a modo de collage cinematográfico que se aparta en cierta forma del resto de su filmografía, aunque claro hablar de experimentación en según qué trabajos de alguien tan iconoclasta como es Guy Maddin no deja de ser un contrasentido.
Acompañado en esta ocasión por Evan Johnson y Galen Johnson Guy Maddin nos introduce en un montaje continuo de imágenes varias en forma de relectura de la fundamental Vértigo de Alfred Hitchcock, de hecho podríamos hablar de un tratado acerca de la construcción y manipulación cinematográfica, en The Green Fog Guy Maddin y los hermanos Johnson parecen estar poseídos por el espíritu juguetón de Bill Morrison (posiblemente el actual tótem del tratamiento mix de la imagen) a través de un fascinante y divertido concepto de relectura cinematográfica que derivan en nuevos imaginarios a explorar. Llegados a un punto podríamos preguntarnos qué sentido tiene hacer un remake u homenaje al uso de algo como Vértigo, con respecto a The Green Fog si el espectador es fiel conocedor de la base original este nuevo código se vuelve accesible y claro, de alguna manera el film le da la vuelta a dicho concepto ofreciéndonos posiblemente la única vía de reinterpretación de dicho material, el resultado cuando menos resulta sorprendente, tan extraño como magnético pese a su aparente bisoñez, si nos paramos a discernir sobre los orígenes del cine este a lo largo de la historia no ha dejado de ser en cierta manera una copia de una copia, la creación de un lenguaje propio basado en uno anterior, The Green Fog como viaje tan irresistible como por momento agotador en referencia a yuxtaposiciones que consiguen crear conexiones vitales entre el material y su reinterpretación consigue su propósito, una osadía autoral al alcance de muy pocos, Guy Maddin como cineasta único e insobornable en referencia a tratados es indudablemente uno de ellos.
Valoración 0/5: 4
Les fantômes d’Ismaël
Les fantômes d’Ismaël nos cuenta como un director de cine ve cómo su vida sufre un vuelco inesperado cuando su ex amante después de 20 años de estar desaparecida regresa al poco de iniciar el rodaje de la que será su próxima película, situación está que se volverá algo comprometida dada su actual situación al encontrarse en el inicio de una nueva relación sentimental con una mujer.
Les fantômes d’Ismaël podría considerarse como la síntesis o incluso el compendio perfecto del cine perpetrado hasta la fecha por el realizador francés Arnaud Desplechin, un tipo de cine que parece perpetuado en querer transitar siempre a través del exceso autoral, aquel desarrollado a través de múltiples vías que parece no tener miedo o no ser consecuente del todo de estar continuamente intentando equilibrar una supuesta trascendencia junto a una auto parodia o viceversa pues el resultado aparte de circular es sobradamente ambivalente. He de confesar mí no adscripción al prestigio que parece gozar en determinados círculos el cine de Arnaud Desplechin, de alguna manera me pierdo de la forma menos agradecida en él, un cineasta que parece continuamente dispuesto a no dejar nada fuera de sus películas, ni a nivel temático, en Les fantômes d’Ismaël vemos dramas existenciales, triángulos amorosos, apariciones espectrales e imposibles tramas de espionaje, ni tampoco en relación a las obsesiones que han ramificado prácticamente toda su filmografía, personificado en el film en la figura Mathieu Amalric a modo de álter ego. Les fantômes d’Ismaël termina siendo un viaje laberintico tan interesante como irregular, de narrativa por momentos desquiciante que deviene como un gran monumento a la imperfección, del espectador depende el concernir que ese trazo caótico en vez de carencia sea definida como la definición de un estilo muy particular, en este caso el que suele desplegar en ese continuo y perpetuo todo o nada Arnaud Desplechin.
Podrá gustar más o menos lo que es incuestionable es el que el cine de Gaspar Noé no deja indiferente a prácticamente nadie, un posicionamiento llamado por algunos provocación y por otros innovación algo que dado los tiempos que corren no deja de ser una virtud en sí misma. Climax cinta psicodélica narrada a través de un viaje al infierno de las drogas es su ultimo trabajos tras las cámaras, la película ha sido presentada estos días en la Quinzena de realizadores del Festival de Cannes en donde ha sido bien recibida por parte de la crítica después de la decepción de hace tres años que tuvo en el mismo escenario su última y algo fallida Love, aprovechando su pase por el festival galo la película acaba de presentar en sociedad un primer teaser tráiler que podéis ver a final de página junto a su póster oficial.
Climax conocida anteriormente con el título de Psyche nos sitúa a mediados de los años noventa, un grupo de veinte jóvenes bailarines de danza urbana que se habían reunido para unas jornadas de tres días de ensayos en un internado en desuso situado en el corazón de un bosque, hacen su último baile común y luego festejan una última fiesta de celebración alrededor de una gran fuente de sangría. Pronto, la atmósfera se vuelve eléctrica y una extraña locura los atrapará toda la noche. Les parece obvio que han sido drogados, no saben por quién o por qué.
La película con guion del propio Gaspar Noé y fotografía a cargo de Benoît Debie está protagonizada por Alaia Alsafir, Mamadou Bathily, Ashley Biscette, Lakdhar Dridi, Romain Guillermic, Taylor Kastle, Smile Kiddy, Claude Gajan Maude, Kendall Mugler, Giselle Palmer, Thea Carla Schott, Adrien Sissoko, Sharleen Temple y Lea Vlamos.
Cryptshow Festival ha decidido premiar el compositor inglés ya que su trabajo en las películas de género de terror, en especial en los giallo italianos que fueron clave. Produjo Elton John, Dolly Parton, Marianne Faithful, The Kills, Orbital, Andrea Boccelli y muchos otros. Fue, sin embargo, Dario Argento quien cambió su carrera cuando le ofreció componer, junto a Goblin, la banda sonora de Phenomena. También lo encontramos en Lord of Illusions de Clive Barker, con pequeñas incursiones; Perdita Durango de Álex de la Iglesia o Hardware y Dust Devil de Richard Stanley. Precisamente esta última será proyectada durante el festival.
Aparte de la proyección, Simon Boswell ofrecerá una charla para los amantes de su música y un concierto con su actual banda The And. Formación formada en 2014, con The And, Boswell interpreta la música que ha compuesto para diferentes películas acompañada de un audiovisual, inversiva y psicodélico, del video artista David Sagberg. Sintetizadores, percusión y electrónica llenarán el escenario del teatro El Círcol la noche del sábado 30 de junio.
Premio honorífico Cryptshow Festival 2018 para Simon Boswell
Sábado 30 de junio
-Charla con el compositor.
-Proyección de Dust Devil de Richard Stanley (El Círcol)
Cléo y Paul son dos gemelos de tres años que, en un día de recreo en el parque, se pierden cada uno por su lado en la inmensidad de París. Mientras se buscan mutuamente, emprenden una aventura poética y a la vez claustrofóbica que les llevará a tener experiencias aún no vividas.
Cléo & Paul también conocida como originalmente como Allons enfants supone el segundo trabajo tras las cámaras del francés Stéphane Demoustier después de Terre battue. Presentada en la pasada edición del Festival de Berlín Cléo & Paul transita al igual que otra reciente cinta como es la notable The Night I Swam de Kohei Igarashi y Damien Manivel a través de una estricta y trasparente mirada infantil a un mundo adulto, la excusa narrativa de los dos films parten de una perdida casi acontecida de forma casi involuntaria, si en The Night I Swam era un niño de seis años en la película de Stéphane Demoustier son dos hermanos gemelos de edad parecida los que quedan separados de forma algo traumática a consecuencia de un inocente juego en un parque parisino.
Cléo & Paul despojado de cualquier tipo de artificio y a partir del naturalismo más extremo bascula a través de la exploración de un universo y una mirada infantil, en este aspecto y a diferencia del film perpetrado por Kohei Igarashi y Damien Manivel no nos encontramos ante un relato puro en lo concerniente a tal tesis, dicho hincapié narrativo lo encontramos en la aparición y posterior interactuación en gran parte del metraje de un adulto caracterizado en el personaje interpretado por Vimala Pons, un intervalo y percepción adulta que en ese espacio de tiempo hace que los auténticos protagonistas del film pasen a ocupar un segundo plano, dicho paréntesis estructural sin embargo lejos de ser un lastre en sí mismo enriquece la historia pues dicho personaje actúa de manera casi liberadora en una trama de contornos bastantes minimalista reflejada en una mirada tan ingenua como inocente, el descubrir en cualquier espacio o recoveco posible de un particular microcosmos ubicado en un mundo adulto que nos es reflejado y descifrado como ciertamente complejo.
Valoración 0/5: 3
Frost
Rokas e Inga, una pareja de jóvenes lituanos, se ofrecen voluntarios para conducir un vehículo con ayuda humanitaria a Ucrania. Cuando los planes cambian y se quedan abandonados a su suerte, tienen que cruzar una zona nevada para encontrar refugio y aliados, implicándose a la vez en la vida de los afectados por la guerra.
Uno de los platos fuertes vistos en esta edición del D’A 2018 fue la nueva película del realizador lituano Sharunas Bartas Frost, film que nos retrata en esencia un viaje en forma de road movie de contornos gélidos en donde somos testigos de las diferentes actitudes tomadas por un variopinto grupo de personajes con respecto al conflicto bélico que acontece en Ucrania.
Como suele ser habitual en su director es evidente que estamos ante un trabajo de características muy densas en lo referente a lo que es su supuesta exposición, en este aspecto sus más dedos horas de duración sirven como un perfecto ejemplo a la hora de calibrar su algo irregular narración, Frost es primordialmente una película de contornos desiguales que va de menos a más, ese inicio en donde vemos como los dos jóvenes emprenden un viaje desde Lituania a Ucrania deviene en un principio como algo farragoso, al igual que la joven pareja el espectador se pregunta por las posibles motivaciones existentes en realizar una misión tan peligrosa a cambio de nada, en esa primera hora el film se sitúa en tierra de nadie, es conforme avanza la trama en donde encontramos una razón de ser en lo que es la propia historia, una vez abandonada esa relativa zona de confort por parte de los dos protagonistas principales estos se adentran en una especie de continuo descenso al infierno bélico con un marchamo de trágico destino, es ahí donde podemos comprobar la síntesis de la locura irracional inherente a cualquier conflicto de dichas características, al respecto Sharunas Bartas generaliza interrogantes sobre la propia naturaleza de la guerra, un discurso expuesto a medio camino entre lo psicológico y lo filosófico todo ello aderezado de un extraño lirismo que por momentos parece colindar con el nihilismo, como en él es habitual posiblemente encontremos un exceso de verborrea en el discurso en sí, algo que a mi entender no lastra del todo la contundencia de un film que retrata en ocasiones el muy pesimista estado actual en que se encuentran ciertas partes de un mundo supuestamente moderno.
Valoración 0/5: 3’5
The Day After
Areum se dispone a vivir su primer día de trabajo. Bongwan, su jefe, mantenía una relación amorosa con la mujer a la que Areum está sustituyendo. Esa relación acaba de romperse. Ese día, como todos, Bongwan abandona el domicilio conyugal mucho antes del alba para ir a trabajar. No deja de pensar en la mujer que se ha marchado. Ese mismo día, la mujer de Bongwan encuentra una carta de amor. Se presenta en el despacho sin avisar y confunde a Areum con la mujer que se ha marchado.
Dada la fecundidad a la hora de dirigir por parte del coreano Hong Sang-soo (tres películas en el pasado 2017) soy de la firme opinión de que cualquier festival que se precie tiende a quedarse de alguna manera cojo o desprotegido si no presenta alguno de sus trabajos en cada una de sus edición, The Day After (que junto a La cámara de Claire estuvieron este año presente en el D’A 2018)sin ser la mejor película de su director fue en mi opinión una de las indiscutibles cimas autorales más estimulantes vista este año en el certamen de cine de autor de Barcelona.
La gran virtud del cine de Hong Sang-soo es hacer de lo aparentemente simple algo que en apariencia parezca complejo en el buen sentido de la palabra, en The Day After posiblemente encontremos uno de sus trabajos más depurados, tres únicos escenarios y cuatro personajes, clásicos zooms y una fotografía en un austero blanco y negro próximo en tono al cine del francés Philippe Garrel , tal es la complejidad del film que llegados a un punto no sabemos a ciencia cierta si estamos ante una comedia o un drama existencial, si transitamos a través de un discurso convencional o trascendental, posiblemente sean todo ello pero el mérito radica en como Hong Sang-soo se mueve a través de parámetros de auto ficción y evidentemente auto biográficos, como no podía ser de otra manera, en un film que en apariencia pueda parecernos uno de los más lineales de su carrera, solo en apariencia, pues la importancia esta en los detalles y ahí es donde Hong Sang-soo vuelve a exhibir musculo, en como algo en apariencia banal muta en trascendental sin apenas percibirte, todo ello y mucho más convierten a The Day After en una de las mejores películas presentes en el festival amen de atesorar el plano secuencia (la extraordinaria Min Hee-kim vislumbrando la nevada en un trayecto en taxi) más memorable visto este año en el D’A 2018.
En mitad de la taiga siberiana, a 450 millas del pueblo más cercano, viven dos familias: los Braguine y los Kiline. Ninguna carretera llega hasta allí. El único modo de alcanzar Braguino es un largo viaje por el río Ienissei, primero en barco, después en helicóptero. Autosuficientes, ambas familias viven según sus propias normas y principios. En mitad del pueblo hay una barrera. Las dos familias se niegan a hablarse. En el río se asienta una isla en la que se está construyendo otra comunidad: la de los niños. Libres, impredecibles, salvajes.
Clément Cogitore ya había dado muestras en 2015 de su talento con una de las fantasmagorías bélicas más perturbadoras ofrecida en estos últimos años como es la casi aún desconocida por muchos a día de hoy Ni le ciel, ni la terre, una de esas películas que de forma algo lastimosa se escapa del cuadrante del seguidor del fantástico más mainstream, dos años más tarde el realizador de origen galo da un golpe de timón no solo en lo referente al género sino también en lo referido al formato con la fascinante Braguino, film ganador del premio Zabaltegi-Tabakalera en la pasada edición del Festival de San Sebastián, un trabajo en donde amplia virtudes en una de las cintas documentales más definitorias vistas el pasado año a la hora de circunvalar la fusión entre lo mágico y lo siniestro.
A Braguino le bastan unos precisos 49 minutos (no sobra ni falta nada en lo concerniente a dicha duración) para ofrecernos unos de los documentales más hipnóticos vistos en muchos años, un film cuya estructura se sustenta a partir de una sencillez que termina derivando en poética, calificar la cartografía expuesta por Clément Cogitore en Braguino como una simple radiografía de un enfrentamiento es quedarse muy en la superficie, de echo pese estar muy latente dicho concepto en la narrativa uno piensa que no deja de ser una excusa utilizada como punto de partida, Cogitore no juzga comportamientos solo los contempla, en este aspecto ese posicionamiento resultaría infructuoso pues somos receptores de un solo punto de vista, lo que nos muestra el documental es un mundo sin muchas concesiones pero plagado de sutilezas, en pocos minutos somos testigos de la caza y descuartizamientos de un oso, secuencia que no le haría ascos al Cannibal Holocaust de Ruggero Deodato, dando paso casi a continuación a una de las secuencias más hechizantes vista en un largo periodo de tiempo, aquella en donde vemos alejados del enfrentamiento entre las dos clanes y situados en la misma orilla del río que los separa a los niños de ambas familias convivir desde la más inocente curiosidad y observación dentro de un mismo escenario y paisaje, en este sentido la reflexión posteriori va dirigida al respetable, pues en Braguino hay multitud se simbologías por explorar, del espectador depende el desentrañar tan suculento mangar cinematográfico.
Valoración 0/5: 4
First Reformed
En First Reformed vemos como un antiguo capellán de las Fuerzas Armadas que ejerce en una pequeña iglesia situada en las afueras de Nueva York vive devastado por la muerte de su hijo en la Guerra de Irak. Una joven mujer cuyo marido se suicidó acude a dicha parroquia en busca consuelo, la relación entre el capellán y la mujer se hará cada vez más fuerte al mismo tiempo que empezaran a desvelarse secretos poco éticos llevados a cargo por la propia iglesia.
No deja de tener un mérito enorme ver a estas alturas a alguien como Paul Schrader a resistirse a bajarse del burro, en este sentido First Reformed su último trabajo tras las cámaras no es solo su mejor películas realizada en años, posiblemente desde la notoria Auto Focus, sino que sirve como perfecta compilación temática, siempre desde un tono feroz, de prácticamente todo su cine e imaginario pretérito.
Siempre he sido de la opinión que a un cineasta de las características de Paul Schrader no es del todo inteligente por parte del cinéfilo con pedigrí el perderlo de vista aunque solo sea por un corto periodo de tiempo, es evidente que en estos últimos años sus películas no han tenido una ecuanimidad artística que las equipare con anteriores trabajos suyos, de todos modos no soy de la opinión de que films como The Walker, The Canyons o Dog Eat Dog sean tan peyorativos como muchos se han apresurado en afirmar, sea como fuera es evidente que con la espléndida First Reformed aparte de demostrar el destello de su talento el guionista de Taxi Driver vuelve a indagar en base a un compendio temático de autodestrucción con el que se suele desenvolver a la perfección, en este aspecto la película se sumerge en un tratado acerca de la desesperación espiritual expuesto sin medias tintas como suele ser habitual por parte de Paul Schrader. First Reformed tan emotiva como implacable transita a través de una tremenda represión espiritual a lo largo de todo su metraje representado en la figura de un gran Ethan Hawke, es por ello que esa parte final en donde somos testigos de uno de los tramos de tono más excesivo vistos en la carrera de Schrader tenga toda su razón de ser a modo de catarsis fílmica, para más inri Schrader se permite el lujo de rodar con una frialdad absoluta, rozando incluso en muchas ocasiones continuos trazos narrativos de contornos gélidos, una serie de largos planos fijo que otorgan a First Reformed la calificación de película lenta en el buen sentido de la palabra, algo que curiosamente choca con la desmesura interna que nos es mostrada al final, como película espiritual que pone en duda las convicciones este desarrollo planteado por Schrader termina teniendo toda la lógica del mundo.
Valoración 0/5: 4
Dede
Es 1992. Tras un proceso de independencia de la Unión Soviética que derribó sus cimientos sociales, Georgia se desangra lentamente con el comienzo de una lucha fratricida cuyo final se antoja una quimera. Un conflicto bélico que somete a la anatomía poblacional de la nación y cuya resonancia arriba a los lugares más recónditos de una orografía agreste e inmisericorde. Justo en una de las zonas montañosas de Svanetia, una coyuntura más cruel si cabe le espera a la joven Dina; esclava de la férrea tradición de su etnia, espera al que será su futuro marido, David, combatiente en la guerra civil que los consume. Un matrimonio acordado por el padre de Dina que se irá al traste cuando ella se enamore del mejor amigo de su futuro esposo, el atractivo y carismático Gegi. Un giro vital que cuestionará su propia doctrina y cultura y que la desterrará del mundo en el que se crió.
Proveniente de Georgia se pudo ver en el D’A 2018 la opera prima de la realizadora Mariam Khatchvani Dede, un film que basa parte de su gran atractivo en intentar no mostrar un conflicto de ideología política, como suele ser muy habitual en gran parte del cine que nos llega de dichas latitudes, sino patriarcal, un relato de hombre y mujeres y el rol asignado a cada uno de ellos dentro de una sociedad de duras tradiciones al respecto. Dede de características más conservadoras de lo que pueda parecer en un principio se sustenta en como toda esta argumentación nos es contado a través de un escenario que deviene como clave a la hora de entender según qué acciones de las que somos testigos, las espectaculares montañas del Gran Cáucaso en este caso, Khatchvani como oriunda de esa región nos ofrece información detallada y por momentos privilegiada de la vida cotidiana y las rígidas tradiciones que la sustentan, a partir de dicha tesis asistimos a una suerte de odisea en forma de una rebelión personal con respecto a esas culturas de índole tan tradicionalistas, lástima que pese a ese principio tan interesante en referencia a la exploración de una microcultura se detecte bajo su tamiz argumental un melodrama romántico de tono fatalista cuya narrativa por momentos parece derivarnos a un trazo de claro calado folletinesco.
Narra la vida de Ely, que tiene 17 años. Va al colegio por la mañana y trabaja unas horas por la tarde, en una veterinaria. Cuando se entera que está embarazada su mundo interior estalla aunque por fuera se empeñe en mantener su rutina como si nada ocurriera. Ely tiene miedo, está angustiada, sabe que cualquier decisión que tome no tiene vuelta atrás.
Está claro que Pablo Giorgelli no es un cineasta al uso, o lo que entendemos por tal termino, no ya en lo referido a la representación de su cine sino más bien a su modus operandi o mejor dicho a su manera de concebir y desarrollar el medio. Después de irrumpir con fuerzas en el panorama cinematográfico con la laureada Las acacias el cineasta de origen argentino ha tardado siete años en volver a ponerse detrás de las cámaras con esta Invisible, un film tan intimista como minimalista en lo referente a una concepción que nos deriva a un cine perpetrado por los hermanos Dardenne en tiempos pretéritos principalmente en lo concerniente a su tratamiento dramático.
Invisible bascula a través de un retrato de claro talante silencioso con el desamparo, institucional y social, como principal protagonista de la historia, posiblemente la virtud más destacable que podemos encontrar en el film de Pablo Giorgelli este en el posicionamiento de este a la hora de exponer y no juzgar ni tomar partido en lo referente a personajes, situaciones y actos, el no pertenecer en definitiva a ese grupo de películas militantes tan habitual en este tipo de historias es algo digno de agradecer como también lo es que no incida en el trazo sórdido de lo que se nos cuenta, en este aspecto Invisible se beneficia de un tono claramente contemplativo que invita al espectador a la reflexión posterior, e incluso al debate público y no al revés. En el film somos testigos de una desidia silenciosa (elogiable trabajo de una omnipresente y contenida Mora Arenillas) expuesto por parte de Giorgelli con una extrema austeridad y control de todo lo que llegamos a ver, en este aspecto conviene puntualizar que quizás al relato le hubiera beneficiado algo más de soltura en referencia a esa maniatada narrativa, es evidente que hay un excesivo control sobre prácticamente todos los materiales al que tiene acceso Giorgelli, por el contrario el film se beneficia de una elegante y minuciosa puesta en escena en este elaborado y por momentos sugerente drama íntimo sobre la adolescencia.
Valoración 0/5: 3
Sollers Point
Keith, un joven de 24 años, está en libertad condicional tras haber pasado un año en la cárcel y vive en casa de su padre. Keith recorre su barrio de Baltimore, profundamente dividido en estratos sociales, en busca de trabajo y de algo que dé un nuevo sentido a su vida. Aunque el mundo exterior tiene sus propias amenazas, los grandes enemigos de Keith son los demonios que alberga en su interior.
Una de las tapadas vistas en la sección oficial del último festival de San Sebastián fue Sollers Point de Matthew Porterfield, el D’A 2018 tuvo para bien el rescate una de las mejores muestras del cine independiente norteamericano que se pudieron ver el pasado año, un relato dual de transito inherente en lo descriptivo expuesto a medio camino entre el retrato escénico de una desoladora periferia de Baltimore que incide en tensiones raciales y marginalidad social y el personal representado en la película en la figura de un joven empático que acaba de terminar un largo arresto domiciliario, en este aspecto Sollers Point es una película que camina narrativamente sin mucho disimulo entre la ficción y la realidad.
No deja de ser casual ver al comienzo del film al joven protagonista desprenderse de la pulsera que le ha mantenido en confinamiento en casa durante un largo periodo de tiempo, lo que vemos a continuación no dista mucho de ser otro cautiverio, más crudo si cabe, una especie de retorno a la nada, Sollers Point transita de manera casi fantasmal a través de un relato circular plagado de degradación y promesas rotas, de alguna manera empieza donde acaba, poco importa los esfuerzos llevados a cabo por el protagoniza a la hora de poder integrarse y reinsertarse a una sociedad que no le ofrece ninguna vía de salida a una marginalidad de la que es difícil escapar, en este aspecto el film de Matthew Porterfield incide con inusual acierto en la observación sociológica de unos personajes en donde su ubicación resultan clave para que entendamos dicha coyuntura, lejos de un tono abrupto a semejanza de algunos congéneres que han llevado a la gran pantalla historias similares la dirección deviene como sutil en lo concerniente a la exposición de una desesperanza, de una imposibilidad de poder evolucionar en donde las muy limitadas libertades vitales adyacentes en periferias y pueblos deviene como un mal endémico de difícil solución social.
Valoración 0/5: 3’5
Person to Person
Sigue a una serie de personajes por Nueva York durante un día, según desarrollan sus relaciones personales y van surgiendo problemas inesperados. Lo mundano y lo excepcional confluyen con lo banal y lo trascendente, en un retrato que aborda el devenir de personas corrientes y sus circunstancias.
Otro segundo trabajo tras las cámaras que estuvo presente en esta primera jornada del D’A fue Person to Person del realizador estadounidense Dustin Guy Defa tras su prometedora ópera prima Bad Fever. Por estructura narrativa la primera referencia que nos puede venir a la cabeza viendo Person to Person posiblemente sea la fundamental Short Cuts de Robert Altman, con ella comparte su condición de relato coral, en esta ocasión ambientado en la ciudad de Nueva York a lo largo de un día. Sin embargo aquí la correlación entre personajes esta vez no deja de ser simplemente anecdótica, poco importa los lazos y si la intención y posterior unificación del supuesto mensaje que nos quiere trasmitir Dustin Guy Defa, un mosaico que a través de un tono de tragicomedia se exponen las inseguridades afectivas y sociales de diferentes personajes. Si hay algo que beneficia a un multirelato de las características de Person to Person es un adscripción a un trazo no trascendental, mucho más cerca de la comedia urbana ligera que al concienzudo drama intimista, algo que le confiere a la cinta unas connotaciones que parecen devenir como plenamente lúdicas, al respecto no deja de ser algo contradictorio el ver como esa intrascendencia de tono muy presente en una película tan entretenida como irregular parece ir claramente en contraposición a un desarrollo que posiblemente requería ser algo más minucioso y profundo en lo referente a sus personajes dando la impresión final de estar ante un entretenido y amable anecdotario de resultas de una por momentos muy caprichosa unión de diferentes historias.
Este libro se sitúa en dos tiempos: el presente, donde se efectúa un recorrido por la experiencia que ha significado The Return, y el pasado, donde se recorren las huellas que dejaron Laura Palmer, los últimos siete días de su vida, y el agente Cooper intentando descubrir los secretos de su existencia. Para lo segundo me he apoyado en un viejo libro que escribí en 1999 llamado Twin Peaks: 625 líneas en el futuro. Si lo leyeron en su día, puede que lo encuentren un poco cambiado y que no sea exactamente como lo recordaban. El recorrido por la tercera temporada me ha llevado inevitablemente a hacer conexiones con el pasado, y cuando me he visto obligado a volver a andar aquel camino he encontrado también un montón de afluentes que llevaban a su versión futura, por lo que en gran parte ha sido reescrito, actualizado y en algunos segmentos ampliado (y en otros reducido, los tiempos han cambiado mucho desde entonces y algunas partes ya no tenían mucho sentido). Incluye 13 ilustraciones a toda página, obra de Aine.
El autor
Javier J. Valencia Javier J. Valencia nació en Bilbao (Vizcaya) en 1977. Realizó un curso de Realización cinematográfica en 1997 en la Academia Microbert de Barcelona donde trabajó en un par de cortometrajes efectuando tareas de jefe de producción (Sabor Rojo, Lluís Elías, 1997) y asistente de montaje (Con un pie en la tumba, Vinicious Gomes, 1998). Especializado en el mundo del guion, ha escrito los libretos de los cortometrajes Velada presencia (Dani Morell, 2011), Doble Angoixa (Dani Morell, 2017) y el multi-premiado en todo el mundo The Only Man (Jos Man, 2013). A través de CPA Salduie (Universidad de San Jorge) completó además un curso de Guion y Desarrollo de series de televisión. Además, Valencia es uno de los responsables de la página El pajaro burlón, web sobre cine, series y libros, que lleva en funcionamiento desde el año 2012 con éxito.
En su faceta paralela de divulgador cultural, editó el primer fanzine sobre Twin Peaks en España, “Ghostwood”, que tuvo cinco números entre 1995 y 1997. Para la editorial Recerca escribió primero un dossier sobre la obra de David Lynch El James Stewart de Marte (1997), y después el libro Twin Peaks: 625 líneas en el futuro en el año 2000.
Ha colaborado en páginas web sobre cine como Miradas de cine, Revista Fantastique o Phenomena Experience, y en revistas de papel como Caimán-Cuadernos de cine. También escribió David Lynch: el zar de lo bizarro, un libreto que se editó en el año 2006 junto con el DVD de “Fuego camina conmigo” de la distribuidora Cameo. Forma parte del staff que ha elaborado el volumen La guerra de los clones – Más allá de Star Wars (Applehead, 2018).
Autor; Javier J.Valencia, Editorial: Dilatando mentes, Páginas; 700
Reputada en el ámbito del cortometraje con trabajos como The Queen, Flow o I Am John Wayne el debut en el largometraje por parte de Christina Choe se saldó en la pasada edición del Festival de Sundance aparte de una buenas críticas con el premio a Mejor guion, Nancy cuyo primer tráiler acaba de aparecer y que podéis ver a final de página junto a su póster oficial parte de una premisa argumental que nos puede remitir inicialmente al The Imposter de Bart Layton aunque adentrándose en esta ocasión en un tono que la sitúa en el terreno del thriller psicológico. Aún sin fecha de estreno en España el film verá la luz de forma limitada en las salas comerciales de Estados Unidos el próximo 8 de junio.
La película nos cuenta como Nancy una mujer de 35 años de edad no parece distinguir entre realidad y ficción y está cada vez más convencida de que fue secuestrada cuando era niña. Cuando conoce a una pareja cuya hija desapareció hace 30 años, las dudas cogen peso y el poder de las emociones amenaza con sobreponerse a lo racional.
Nancy con guion de la propia Christina Choe y música a cargo de Peter Raeburn está protagonizada por Andrea Riseborough, J. Smith-Cameron, Steve Buscemi, Ann Dowd, John Leguizamo, Marinda Anderson, Lorenzo Beronilla, Owen Campbell, Samrat Chakrabarti, Olli Haaskivi, René Ifrah, Linda Kutrubes y T. Sahara Meer.
La imagen, elaborada por el estudio donostiarra TGA, aúna visibilidad y modernidad. El Patio del Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera acogió en la mañana de ayer la presentación de la nueva imagen del Festival de San Sebastián y los carteles de las secciones de la 66 edición. La renovación de la identidad gráfica tiene como objetivos actualizar la marca y ganar en visibilidad, para lo que el estudio donostiarra TGA, autor tanto de la nueva imagen como de los carteles, ha recurrido a una concha de trazos más sintéticos y de mayor contundencia visual para mostrar un Festival moderno, que se repiensa constantemente y se adapta a un contexto cambiante.
Los carteles de las secciones, donde prevalece el dinamismo, la luminosidad y la viveza, comparten un mismo tratamiento e identidad gráfica a partir de una composición de fotografía e ilustración, lo que proporciona unidad y coherencia al conjunto. Al mismo tiempo, cada sección preserva su identidad a través de un color característico. El cartel de la Sección Oficial se presentará más adelante, a la espera de confirmar los derechos de la imagen elegida para ilustrarlo.
El logo está compuesto por la concha, el acrónimo –para el que se ha recurrido a la tipografía helvética- y el nombre del Festival en tres idiomas (euskera, castellano e inglés).
El estudio de diseño donostiarra TGA, liderado por Nagore García Pascual, Julen Cano Linazasoro y Txema García Amiano, aúna los campos del diseño gráfico e interactivo, la arquitectura y el interiorismo. En su recorrido de quince años, su fusión de funcionalidad y estética y su característico lenguaje visual han dado forma a la identidad de Donostia Kultura, Fundación Kutxa, Elías Querejeta Zine Eskola o Aquarium. Entre sus carteles figuran el del 75 aniversario de la Quincena Musical, la competición de remo Bandera de La Concha 2017, el montaje escénico de Sueño de una noche de verano o la imagen de Culinary Zinema en la pasada edición del Festival.
En la rueda de prensa, el director de Festival, José Luis Rebordinos, avanzó algunas claves de la edición, la apuesta consolidada por la industria y los nuevos talentos y el buen momento del cine español en general y del vasco en particular, y los retos a los que se enfrenta el Festival, como la apertura de Elías Querejeta Zine Eskola y la puesta en valor de las mujeres cineastas.
NEW DIRECTORS
Dos rostros impersonales, erguidos y desafiantes para la sección que acoge las primeras y segundas obras de sus realizadores y sus miradas inéditas.
HORIZONTES LATINOS
Una palmera, un perro y un niño que mira al otro lado del muro, dando paso a la idea de una doble realidad o percepción ilustran la sección de largometrajes producidos total o parcialmente en América Latina, dirigidos por cineastas de origen latino o que tengan por marco o tema comunidades latinas del resto del mundo, que busca el reflejo de la realidad latinoamericana sin estereotipos.
ZABALTEGI – TABAKALERA
El estilo libre del trampolín y el triple salto mortal, el más difícil de los ejecutados en natación, representa a la sección más abierta, donde no hay normas, ni limitaciones de estilo o tiempo: cortos, medios, largos, ficciones, no ficciones, animaciones, series, instalaciones audiovisuales, descubrimientos de futuro y clásicos contemporáneos.
PERLAK
El cartel juega con la idea de piezas especiales, una retícula en la que destacan aves sobre peanas cuadradas, triangulares o circulares, para la sección en la que el jurado es el público y las películas que compiten por el premio son películas ya avaladas por la crítica y/u otros festivales.
NEST. FILM STUDENTS
La ilusión pura de la infancia, también su imaginación y talento sin barreras mentales, representa a la sección competitiva de cortometrajes del Festival, firmada por estudiantes procedentes de escuelas de cine de todo el mundo, que este año se renombra como Nest (nido en inglés), un vocablo que contiene el ‘est’ de estudiantes y la ‘n’ de nuevo y propone un juego fonético con next (siguiente).
CULINARY ZINEMA
En primera línea, dos cocineros japoneses troceando alimentos; de fondo, una cámara. Son los dos planos de Culinary Zinema, sección que presenta películas de ficción y no ficción vinculadas a la gastronomía y la alimentación desde ámbitos como la educación, la ciencia, la agricultura o la propia restauración, acompañados de cenas temáticas.
RETROSPECTIVA
La imagen de la directora y guionista británica Muriel Box y el característico guiño para hacer más precisa la mirada a través de la cámara presiden el cartel de la retrospectiva, que juega con la ilustración en la parte del aparataje cinematográfico.
Curiosamente ha sido una de las cintas que contra todo pronóstico no estará presente en la inminente edición del Festival de Cannes, Vision cuyo primer tráiler y póster oficial acaba de ver la luz de la mano de la productora LHD Pictures y que podéis ver a final de página supone el nuevo trabajo tras las cámaras de una realizadora dotada de una exquisita sensibilidad como es la japonesa Naomi Kawase. La película que un mes antes se estrenará en Francia llegará a las salas niponas el próximo 8 de junio, en España lo hará el 17 de noviembre de la mano de BTEAM Pictures que ya distribuyó en nuestro país su anterior y estupenda Hacia la luz.
En Vision vemos como en la región japonesa de Nara, una ensayista francesa (Juliette Binoche) busca en esa zona una planta única y legendaria que parece solo existir en esa región y que ve la luz una vez cada 997 años, allí conoce a un misterioso hombre que vive en las montañas (Masatoshi Nagase). A pesar de la barrera del lenguaje y la cultura, ambos sentirán la necesidad de acercarse el uno al otro.
La película con guion como viene siendo habitual por parte de la propia Naomi Kawase está protagonizada por Juliette Binoche, Masatoshi Nagase, Takanori Iwata, Minami, Mirai Moriyama, Mari Natsuki y Min Tanaka.