“As boas maneiras” review

As boas maneiras nos cuenta como la misteriosa y adinerada Ana (Marjorie Estiano) contrata a Clara (Isabel Zuaa), una solitaria enfermera que vive a las afueras de São Paulo, para ser la niñera de su hijo aún no nacido. Conforme el embarazo va avanzando, Ana comienza a presentar comportamientos cada vez más extraños, al igual que unos siniestros hábitos nocturnos que afectan directamente a Clara, a partir de ese momento una malsana relación cada vez más intensa se desarrollará entre ambas mujeres.

Como ya hemos venido indicando en anteriores reseñas el cine de género proveniente de Latinoamérica, en este caso de Brasil, irrumpió con fuerza en el pasado Festival de Sitges, el dueto formado por Juliana Rojas y Marco Dutra que en el año 2011 ya habían planteado con Trabalhar Cansa unos insólitos y muy disfrutables mecanismos que derivaban el drama al terror social presentaron en la pasada edición del certamen tras algunas aventuras fílmicas realizadas por separado As boas maneiras, otra peculiar indagación genérica que vuelve a transitar a través de una evidente raíz social, en este caso su adscripción al fantástico es mucho más clara y reconocible que en su anterior trabajo tras las cámaras al valerse en ella de inequívocos códigos genéricos y referencias múltiples, aunque siempre elaborados de una forma ciertamente trasgresora como no podía ser de otra manera conociendo la trayectoria de sus autores.

No es la primera vez en estos últimos años en donde vemos como el cine brasileño acostumbra a impregnar sus historias, en un principio realistas, con claros elementos de índole sobrenatural, en As boas maneiras (justo premio de la crítica a la mejor película compartido con El sacrificio de un ciervo sagrado de Yorgos Lanthimos en Sitges 2017) como buena película poseedora de un carácter abiertamente onírico que intenta y consigue ir un paso más allá de sus propios postulados nos topamos con una inquietud autoral bastante evidente, un film que nunca deja de mutar o mejor dicho de evolucionar conforme avanza, de forma tan caótica como desinhibida, en ningún momento, bajo la apariencia de ser una fábula de contornos realistas Juliana Rojas y Marco Dutra se apoyan en una referencia genérica variada (terror, melodrama e incluso hasta el musical) para contarnos una historia en donde la dualidad juega un papel muy importante en la trama, la aparición de ese un niño-lobo como resultado de una unión no aceptada socialmente en lo racial o social por ejemplo, una dualidad la citada que también es muy notoria en el retrato de las dos protagonistas principales en la primera parte de la película, Clara y Ana son personajes que por un motivo u otro por fuerza mayor terminarán enfrentándose contra la misma sociedad que las creo y en parte las abandono, viviendo a través de una oscuridad social de alguna manera estamos ante esa clase de personajes que buscan refugio donde menos habitual pueda parecer en un principio el encontrarlo, más tarde vemos como la unión de ese doble retrato funciona a modo de elemento fantástico, igualmente contestatario con respecto a los demás pero expuesto desde un punto de vista bastante más heterogéneo en donde entra en juego esa revalida de personajes que nunca dejan de luchar por poder coexistir dentro de una sociedad que le niega de forma sistemática la aceptación.

As boas maneiras cuya larga duración posiblemente actúa por momentos en su contra funciona también a modo de cuento clásico aunque siempre con el trasfondo social y político (en este caso el de la actual sociedad brasileña) muy presente a lo largo de un historia que conforme avanza se hace más íntima y salvaje, lo de Juliana Rojas y Marco Dutra es de alguna manera pervertir una serie de códigos en un principio de naturaleza convencional, es aquí cuando entra en escena lo complejo y rico en matices de esa supuesta reinterpretación que nos plantean sus autores, síntesis narrativa que por fortuna huye del psicoanálisis o el trazo argumental críptico, es en ese marco metafórico de clara raíz fantástica del que se vale As boas maneiras en donde encontramos lo muy estimulante que resulta ser la propuesta en cuestión, un cuento de hadas que termina convirtiéndose en un relato de terror provisto de un mensaje ciertamente envenenado, una inusual historia de licantropía enternecedora por momentos pero sin perder en ningún momento a su naturaleza de índole agresiva, algo que no le impide renunciar a ciertos elementos clásicos que estructuran el relato, es ahí done As boas maneiras escenificar a la perfección a ese tipo de cine de autor que se arriesga a transitar por nuevos caminos muy poco explorados en la actualidad.

Valoración 0/5: 4