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Todo el mundo conoce el Studio Ghibli y sus fundadores, Hayao Miyazaki e Isao Takahata, de los cuales existen varios libros que han desentrañado ya sus trabajos. Sin embargo, poco o nada existe en relación a sus vidas personales, por lo que este libro llena un hueco en el mercado al plantear la biografía completa de estos personajes con un estilo novelizado. De esta manera, Juan Manuel Corral no solo concreta amplios tratados de las películas del Studio Ghibli, sino que además documenta el día a día de sus creadores, desde la infancia hasta ahora, manejando información referente a sus etapas de aprendizaje, o de la consagración en el anime japonés de los años 70.
En este libro descubrirás:
. El modo de supervivencia adoptado por la familia Miyazaki en la II Guerra Mundial.
. La envidia de Miyazaki a su futura esposa, al enterarse de que ella cobraba más como animadora.
. El apoyo de Toshio Suzuki a la hora de montar el Studio Ghibli.
. Y mucho más…
El autor:
Juan Manuel Corral, colaborador habitual en la prensa especializada, es conocida su faceta como propulsor de la cultura asiática en España, dando charlas en instituciones como el Centro Cultural Coreano, colaborando en blogs de fuerte presencia como Japonismo. Ha escrito más de una docena de libros, entre los que destacan Los estudios Ealing. Cómicos a go-gó o Humphrey Bogart. De la A a la Z. Como escritor de ficción, sus relatos han sido publicados en libros como La primera vez del Grupo Sial Pigmalión, editorial para la cual también ha escrito en su libro colectivo Cine y Moda. Sus últimos libros hasta la fecha son Christopher Lee. Más allá del cine de terror, Cine erótico a la japonesa, Cine de Samuráis. Bushido y Chambara en la Gran Pantalla, y Quentin Tarantino. Glorioso bastardo.
Autor; Juan Manuel Corral, Editorial; Dolmer: Intempestivas; Páginas; 288
Corea, década de 1930, durante la colonización japonesa. Una joven (Sookee) es contratada como mucama de una rica mujer japonesa (Hideko), que vive recluida en una gran mansión bajo la influencia de un tirano. Sookee guarda un secreto y con la ayuda de un estafador que se hace pasar por un conde japonés, planea algo para Hideko.
Fue indiscutiblemente uno de los platos fuertes de la presente edición del festival de Sitges, aunque The Handmaiden no sea propiamente una película de género como tal de alguna manera el cine de Park Chan-wook sí que lo es a su propia manera, un género en sí mismo bastante afín al imaginario que rodea Sitges.
Basada en la novela de Sarah Waters titulada Fingersmith y situada en la época victoriana el nuevo film del coreano Park Chan-wook cambia de ubicación y nos traslada a la colonización japonesa de Corea en los años 30 para contarnos un elegante y sofisticado cuento gótico de falsas apariencias y tono perverso, The Handmaiden, primera película de época de Park Chan-wook bascula a través de un virtuosísimo narrativo al alcance de muy pocos, en donde al igual que ya vimos en Stoker de forma visible hay un mayor grado de sutileza en contraposición a la amoralidad y la brutalidad vistos en anteriores trabajos suyos, en una historia formulada de manera equidistante desde diferentes puntos de vista y que nos es reinventada hasta en tres ocasiones por parte de sus personaje, The Handmaiden aparte de entretener como pocas películas lo hacen tiene la maestría y virtud de que en ningún momento uno tiene la sensación de estar ante un pastiche genérico pues en el film vemos como Park Chan-wook deriva constantemente la trama en base a referentes y contrastes narrativos tan dispares como el drama de época de claro trasfondo político-social, una incursión en el sexo soft lésbico o el relato negro de misterio, todo ello en base a la virtud de ofrecer una deslumbrante puesta en escena tan elegante como sensual, toda esta dispar amalgama de texturas en manos de cualquier otro director se hubiera convertido seguramente en un compendio de irregularidades, sin embargo Park Chan-wook consigue dotarla de un sentido propio muy característico, una apasionante lectura de los universos sadianos desde una visión completamente personal, en donde ese elegante maniqueísmo visual tan habitual en su cine se erige como su principal activo, un trabajo en definitiva que no hace más que confirmar al director coreano como uno de los grandes autores cinematográficos de la actualidad.
Valoración 0/5: 4
Trash Fire
Para desgracia de todos, Owen e Isabel esperan un hijo. Aún peor: ella quiere conocer a la familia de él. Así que los dos se plantan en el pequeño pueblo donde viven la abuela y la hermana de Owen, herida tanto física como emocionalmente por un incendio, con la intención de enterrar el hacha de guerra. Sin embargo, hay cosas que deberían permanecer bajo tierra.
Es evidente que Richard Bates Jr es un autor muy particular, con un imaginario muy reconocible tanto en la película que nos ocupa como en sus anteriores Excision (a día de hoy su mejor película) y su algo más alocada e irregular Suburban Gothic, Trash Fire se sitúa de alguna manera a medio camino de ambas.
En Trash Fire vemos nuevamente un claro intento por satirizar y criticar el puritanismo existente en la Norteamérica profunda especialmente ubicado dentro del núcleo familiar, al igual que en su notable opera prima Excision el film empieza a modo de comedia negra de claro tono irreverente en donde hay un discurso que anida en lo políticamente incorrecto, para terminar en algo mucho más trágico, oscuro e incluso en el territorio de un terror de claro índole religioso. Esa particularidad a la hora de exponer un discurso que casi siempre se sustenta en un principio en lo irónico de su mensaje validan en cierta manera las propuestas realizadas por parte de Richard Bates Jr, estas siempre giran alrededor de personajes al límite que terminan curiosamente logrando una empatía por parte del espectador que no llegan a merecerla dada su propia naturaleza, todos ellos ubicados en torno al drama y la disfuncionalidad familiar ya sea a través de un hecho trágico del pasado o por la propia y atípica naturaleza de la que son participes. Trash Fire termina convirtiéndose en un perfecto ejemplo de cómo películas inicialmente inclasificables a un nivel estrictamente genérico son mostradas en cierta manera de forma coherente, siempre y cuando uno este habituado al particular imaginario de su director.
Valoración 0/5: 2’5
Your name
Taki despierta de lo que parece haber sido un sueño muy importante. Pero en una habitación desconocida y no en su cuerpo… sino en el de una chica. Por otro lado, Mitsuha es una adolescente aburrida de vivir en un pueblo en las montañas, que ruega a Dios poder ser un apuesto chico de Tokio en su próxima vida. A la mañana siguiente, Mitsuha despierta convertida en un estudiante de bachillerato. Gracias a la información que va recopilando a su alrededor, descubre a quién pertenece el cuerpo que está habitando. Se llama Taki. Sus cuerpos se han intercambiado. Cuando vuelven a despertar, descubren que han regresado a su yo anterior. Pero el sueño trae consigo el intercambio de cuerpos una y otra vez. Misteriosamente, se repite el mismo patrón todos los días. Los dos actúan dando palos de ciego en esos cuerpos que les resultan tan poco familiares, pero comienzan a dejarse notas para comunicarse. Torpemente, consiguen ir superando un reto tras otro y se va creando entre ellos un vínculo que poco a poco se convierte en algo más. Sin embargo, hay algo que todavía no saben… Algo inesperado está a punto de ser revelado.
Makoto Shinkai en Your Name vuelve a incidir en el amor en la distancia como principal eje narrativo, a partir de esta premisa asistimos como es habitual en los trabajos del director nipón a una serie de códigos genéricos que pueden llegar a resultar un tanto ajenos en lo referente a su conocimiento para el público occidental, esto no significa que estemos ante una película de clara naturaleza localista, eso sí los personajes responden a un patrón muy concreto y determinado por eso sería conveniente el tener un mínimo de conocimiento con respecto a según qué tipo de animación japonesa como para emitir según qué análisis, independientemente de que pueda gustar más o menos a estas alturas resulta algo incomprensible que se llegue a apelar a una cierta extrañeza a la hora de subrayar un marcado e inherente romanticismo exacerbado muy presente en el imaginario pop juvenil en el que se sustentan muchas de estas propuestas. Your Name para el que esto suscribe posiblemente sea la mejor película de Makoto Shinkai, el empaque visual del que está dotado el film resulta por momentos impactante dada su mastodóntica variedad en los detalles, un film rotundamente hermoso, certeramente construido a través de una narrativa que logra funcionar a la perfección en base a todos los elementos de los que parte desde su inicio, una verdadera maravilla.
Valoración 0/5: 4
Pet
Seth y Holly, son dos personas aisladas que tienen mucho más en común de lo que creen. Una oscura historia de amor que examina cuánto estamos dispuestos a hacer en nombre del amor.
Segundo trabajo como director del catalán Carles Torrens ya en territorio norteamericano tras su aproximación al falso documental de terror con la curiosa Emergo, el responsable del celebrado corto Sequence presento Pet, un film en donde cambia de registro por completo para explicarnos una peculiar y enfermiza historia de amor de naturaleza poco convencional.
A la hora de preguntarle a Carles Torrens las principales referencias cinematográficas en las que se sustenta Pet este indico al momento Átame de Almodóvar y Lunas de hiel de Roman Polanski, se podría incluir perfectamente a la ecuación la también la genial The Collector de William Wyler, evidentemente ante estas conexiones está bastante claro que Pet transita a través de las relaciones antinatura de claro tono enfermizo aquí expuesta con algún esporádico y tímido acercamiento al torture porn, un thriller de suspense con unos giros muy pronunciados, quizás demasiados, en lo referente a los roles de sus dos protagonistas. Pet escrita por Jeremy Salter (premio al mejor guion) es un producto visiblemente austero en lo económico, de clara naturaleza lowcost que lanza al aire varias preguntas que quizás no logre desarrollarlas de una forma del todo convincente, el descubrimiento de una propia identidad, la soledad y como esta puede llegar a influenciar en la psique de una persona, el enfrentamiento de dos mentes dañadas, llegados a un momento en concreto da la impresión de que Carles Torrens se decante de alguna manera a una cierta tendencia hacia lo truculento y el contundente golpe de efecto narrativo en vez de continuar y estructurar el relato psicológico del que parte, aun así Pet desprende un cierto aroma a cine honesto, aquel que desde la más estricta base se le detecta un intento por alejarse de lo convencional, algo que bien mirado ya es digno de elogio dado los tiempos que corren.
Valoración 0/5: 2
In a Valley of Violence
Paul, un cowboy solitario siempre en compañía de su perro, llega a un pequeño pueblo en un intento por acortar su camino hacia México. Un acto de violencia desencadena una ola de violencia que arrastra a toda la ciudad en una batalla sangrienta.
Había una cierta expectación por ver la incursión de Ti West en el western, In a Valley of Violence es un trabajo que se muestra en base a claros contornos minimalistas, un único espacio escenificado en un pequeño pueblo de naturaleza casi fantasmagórica en un ejercicio que se sostiene principalmente en el homenaje al euro-western, es ahí donde bebe de forma nada disimulada de autores como por ejemplo Don Siegel o Sergio Corbucci con el añadido por parte del director de llevar en parte a territorio propio tal concepto.
La primera pregunta que a uno le puede venir a la cabeza es si Ti West ha logrado llevar a su terreno un producto de las características de In a Valley of Violence, la respuesta es un sí con ciertos reparos, con todo lo bueno y malo que ello puede conllevar, especialmente a los no habituados al cine de Ti West, estamos ante un autor que dados los tiempos que corren podríamos denominarlo como peculiar en el buen sentido de la palabra, siempre alejado de una forma voluntaria de la maquinaria hollywoodiense, su carrera ha incidido principalmente en una relectura o reinterpretación de ciertos engranajes claves dentro del género de terror, aunque ya en su último trabajo The Sacrament mostraba un intento por traspasar ciertas barreras genéricas. In a Valley of Violence deviene casi como una rara avis en sí misma, un producto de naturaleza atípica completamente alejado del sentido de la convencionalidad, aun apoyarse en una estructura clásica es una película de personajes más que de historia (perfectamente escenificada en la escena inicial), aunque posiblemente sea en lo referente a esos personajes en donde ese juego de tensiones que deriva en violencia ubicado en un escenario cerrado es cuando de una manera más notoria vemos la particular personalidad de un cineasta aun en claro crecimiento, que basa gran parte de su imaginario cinematográfico en una referencialidad bastante bien definida a un nivel creativo, pues al fin y al cabo In a Valley of Violence pese a sus evidentes derivas es pura y dura referencia genérica .
Valoración 0/5: 3
The Greasy strangler
En “The Greasy strangler” vemos como Ronnie, un hombre que realiza un tour por las discotecas de Los Ángeles junto con su hijo Brayden conoce a una mujer sexy y seductora llamada Janet, enseguida entra en competencia con su hijo por sus atenciones. Al mismo tiempo un grasiento e inhumano maníaco toma las calles en plena noche asesinando a inocentes. Es conocido como The Greasy Strangler.
The Greasy Strangler se erigió como la propuesta más provocativa e irreverente de las presentadas este año en el festival de Sitges, evidentemente incluida como no podía ser de otra manera dentro de la sección Noves Visions, un ejercicio podríamos denominarlo de un claro tono anti-narrativo.
Más que lo que nos muestra una película de las características de The Greasy Strangler cabria el preguntarse la razón de ser del producto en sí mismo, ejercicio de provocación al uso?, el detallarnos a través de lo bizarro y lo escatológico la singular relación de amor-odio-dependencia entre un padre y su hijo?, puede que sea en esta segunda pregunta en donde el director Jim Hosking abraza como no podía ser de otra manera el sentido más abstracto del surrealismo freak del que parte el relato, especialmente visible en su inenarrable tramo final. También puede darse el caso de que The Greasy Strangler no tenga una función de comedia subjetiva como tal, un inicio prometedor con algún que otro gag resultón pero que al poco que va transcurriendo su metraje se agota dicha fórmula por una muy manifiesta reincidencia temática para a continuación verse dirigido hacia en ese tono de absurdez postmoderna que podía quedar perfectamente emparentado al cine Quentin Dupieux. Personalmente creo que The Greasy Strangler no se atiene a ninguna directriz en concreto, lo suyo es un puro ejercicio de subversión cinematográfica, y en cierta manera cumple con tal cometido, como prueba de ello a día de hoy una gran mayoría de público que visiono el film (entre los que me incluyo) sería incapaz de discernir si les gusto o no la propuesta de Jim Hosking, pues básicamente lo que intenta y logra de alguna manera The Greasy Strangler es anular cualquier posible intento de catalogar tan atípica propuesta.
Sony Pictures acaba de lanzar un primer tráiler oficial que podéis ver a final de página de una de sus grandes apuestas para el próximo año, Life, un thriller de ciencia ficción con algún que otro elemento de terror que está dirigido por Daniel Espinosa responsable entre otros de títulos como Easy Money, Safe House, Child 44, el guion corre a cargo del dueto formado por Paul Wernick y Rhett Reese (Zombieland, Deadpool). La película que inicialmente tenia fecha de estreno para el 24 de marzo de 2017 verá la luz finalmente en Estados Unidos el próximo 26 de mayo.
Life narra la historia de los seis miembros de la tripulación de la Estación Espacial Internacional que están a punto de lograr uno de los descubrimientos más importantes en la historia humana: la primera evidencia de vida extraterrestre en Marte. A medida que el equipo comienza a investigar sus métodos tendrán consecuencias inesperadas, la en teoría primigenia forma de vida demostrará ser bastante más inteligente de lo que cualquiera podría esperar.
La película está interpretada por Jake Gyllenhaal, Rebecca Ferguson, Ryan Reynolds, Hiroyuki Sanada, Ariyon Bakare, Olga Dihovichnaya y Alexandre Nguyen.
“Under the Shadow” nos sitúa en el Tehrán de 1988, cuando la guerra entre Irán e Iraq llega a su octavo año, una madre y su hija son lentamente separadas por las campañas de bombardeos a la ciudad. Mientras intentan sobrevivir juntas al terror un misterioso espíritu maligno las empieza a acechar en su apartamento..
Otro de los films más esperados de la presente edición de Sitges fue la iraní Under the Shadow (premio a la mejor película de la sección Noves Visions ONE), la opera prima a cargo Babak Anvari coproducida entre Reino Unido, Qatar y Jordania tiene la virtud de exponer un compendio hacia el terror que queda equilibrado de manera notable a medio camino entre la clara alegoría socio-política y el relato folclórico tradicional de tono sobrenatural.
A la hora de hablar de Under the Shadow se le ha remitido de forma constante al Babadook de Jennifer Kent, lo cierto de que aparte de partir de una premisa bastante parecida, una joven madre e hijo-a aislados ante una amenaza sobrenatural la mirada de ambas es bastante diferente, si la cinta australiana se direccionaba más hacia el trauma psicológico aquí nos encontramos ante un drama doméstico de contornos casi intimistas revestido de cuento de terror que contextualiza su acción durante la guerra Irán-Irak. Babak Anvari indudablemente sabe cómo generar atmósferas opresivas, ya sea a través del uso depurado de las claves del género o como espejo de las asfixias sociales representadas en el film en base a fracturas de las sociedad iraní de la época, sin embargo hay momentos en que uno tiene la clara sensación de que Under the Shadow entra en un claro conflicto a la hora de asimilar o conjugar ambas percepciones, se agradece que ese denominado tren de la bruja funcione a modo de vehículo hacia la inquietud como funcional elemento genérico, por el contrario uno echa en falta un mayor grado de sutileza en lo referente a exponer su supuesta metáfora ideológica, hay tramos en el film en donde quizás no hacía falta poner con tanto énfasis el acento, aun así Under the Shadow por su condición de relato de puro terror de clara naturaleza bicéfala deviene como una de las óperas primas más vigorosa y estimulante del presente año.
Valoración 0/5: 3’5
Dog Eat Dog
Cuenta la historia de tres ex convictos contratados para llevar a cabo un secuestro en la ciudad de Los Ángeles. Tras el intento fallido de cumplir esta misión, el trío se verá envuelto en una huida que provoca que sus vidas estén fuera de control, lo que les compromete a echarse a la carretera e intentar no volver a la cárcel cueste lo que cueste.
Presentada en la pasada edición del festival de Cannes dentro de la Quincena de realizadores el nuevo trabajo como director del incombustible Paul Schrader Dog Eat Dog es una muy particular adaptación de la novela de Edward Bunker, bajo la apariencia de un ejercicio de neo noir muy al estilo de los años 80 Paul Schrader construye una película de claro tono psicodélico provisto de un tratamiento sincopado en lo referente a sus imágenes, plagado de múltiples derivas oníricas y poseedor de una muy manifiesta tendencia hacia la incorreción ya sea a través de lo formal o de lo meramente narrativo.
Una propuesta que no acabo de ser lo suficientemente aceptada o comprendida en Cannes, como tampoco lo fue en Sitges de una manera generalizada, tachada de un cierto anacronismo a medio camino entre el sinsentido y la socarronería, un servidor viendo la película tuvo la continua sensación de estar ante un trabajo ciertamente menor por parte de su autor, pero también ante la perspectiva de estar frente al resultado de alguien que seguramente ya le ha dado al cine todo lo que tenía que ofrecerle, posiblemente desde este punto de vista Dog Eat Dog puede llegar a ser disfrutada a partir de su innegable referencialidad expuesta en esta ocasión a través de su característica inclinación hacia lo tortuoso en lo referente a sus personajes, una de esas películas que en definitiva navegan a partes iguales entre el despropósito y la genialidad, una libertad creativa que con gustos afines o no merece la pena el ser alabada en su justa medida.
Valoración 0/5: 3
Blair Witch
Black Hills de Maryland para intentar descubrir qué pasó en la desaparición de la hermana de James, relacionada con la leyenda de la bruja de Blair. Pronto una pareja de lugareños se ofrece a ser sus guías en los bosques.
Una nueva secuela (seguimos olvidándonos conscientemente de la curiosa Book of Shadows: Blair Witch Project 2 de Joe Berlinger) del fundamental y seminal found-footage The Blair Witch Project, Blair Witch eso sí podría considerarse una secuela argumental como tal, un film que posiblemente tuvo una equivocada contextualización por los que esperaban algo novedoso dentro de un formato cinematográfico a día de hoy ya muy viciado en lo referente a su creatividad, pero también un equivocado recibimiento de una gran parte del respetable, pues Blair Witch no fue ni mucho menos la peor película vista este año en Sitges como muchos se apresuraron en indicar.
Blair Witch evidentemente defraudara a quienes consideran a Adam Wingard y a su habitual guionista Simon Barrett como a unos genios, siempre he sido de la opinión de que el subgénero del found-footage suele funcionar adecuadamente a la hora de intuir, insinuar, alejarse en definitiva de lo explicito, eso funcionaba a las mil maravillas en The Blair Witch Project, Adam Wingard sin embargo opta de manera forzada por algo más palpable y tangible y por consiguiente algo mucho más obvio, ampliando e incluso diversificando la mitología e imaginario del concepto genérico que no es narrado, siempre dentro de unos límites pues como ya he comentado el formato cinematográfico en el que se sustenta es bastante limitado en sí mismo, hay un acople ligeramente interesante a la hora de ubicar y utilizar las nuevas tecnologías a la trama sin embargo Blair Witch da la impresión de estar más influenciadas por todo lo que provoco a posteriori el concepto moderno del found-footage que por la fuente original de la que parte. Como anécdota no deja de ser curioso y en parte sintomático de como Blair Witch funciono a modo de hype a la hora de desvelarse el proyecto de cara al público (hasta hace poco más de cuatro meses titulada por aquel entonces como The Woods no se tenía constancia de su auténtica naturaleza argumental), unas expectativas que sin embargo desaparecen por completo ante su visionado, lo dicho más arriba, solo era cuestión de contextualizar mínimamente la propuesta a la hora de valorarla de una forma coherente.
Valoración 0/5: 2
Creepy
“Creepy” nos cuenta como el ex detective Takakura recibe la petición de un antiguo colega suyo de investigar el caso de una familia desaparecida seis años atrás. Takakura empieza a indagar en la memoria de Saki, el único miembro de la familia que ha quedado con vida. Mientras tanto, Takakura y su esposa Yasuko se acaban de mudar recientemente a una nueva casa, su nuevo vecino, Nishino tiene a su esposa enferma y una hija adolescente joven llamada Mio, un día esta salta a la casa de Takakura y le dice que el hombre que aparenta ser su padre no es tal y que ella no lo conoce en absoluto.
Kiyoshi Kurosawa fue indiscutiblemente el nombre propio de la presente edición del festival de Sitges, mientras otros autores solo consiguen escarbar de manera muy superficial en el fantástico el director nipón a cada nuevo trabajo suyo consigue reescribir y ampliar nuevos conceptos genéricos de forma tan inusual en lo creativo como brillante en lo referente a sus formas, por momentos uno tiene la impresión de que Kiyoshi Kurosawa juega en otra división, dos excelentes trabajos suyos tuvimos la suerte de ver este año en Sitges, curiosamente ambos emparentados de alguna manera u otra al universo Hitchcockoriano, Daguerreotype vista en Noves Visions y Creepy la película que nos ocupa vista en la sección oficial a competición, un film que inexplicablemente se quedó fuera del palmarés, a priori un thriller al uso que esconde una tremenda reflexión acerca de la desestructuración familiar.
Creepy puede que sea la película que más se acerque en lo más puramente genérico a la extraordinaria Cure, sin embargo bajo su algo engañosa apariencia de thriller transita al igual que lo hacia el Borgman de Alex van Warmerdam aunque desde perspectivas diametralmente opuestas a través de lo más estrictamente psicológico, o mejor dicho desde la dominación psicológica, y como está sustentándose en las relaciones cotidianas dentro y alrededor del núcleo familiar llegan a reinterpretarse en forma de cambio de roles bajo un acercamiento que lo remite y colinda hacia lo más puramente terrorífico, pues lo que nos explica Kurosawa es básicamente cómo un hombre logra invadir como si de un virus se tratase la vida de otro hasta tomar por completo el control de ella, una síntesis argumental que Kurosawa ya había abordado en anteriores trabajos suyos como Cure o la menos conocida Doppelganger en donde incidía en la suplantación de roles a través de la figura del doble. Creepy vertebrada en dos tramas que acaban confluyendo en su final nos habla de la ambigüedad moral y como esta anida como ente maléfico a través de la más estricta cercanía, casi sin darnos cuenta, todo ello posiblemente a consecuencia de la alienación emotiva al que el ser humano parece estar abocado en la actualidad, el ultimo, extraordinario y desgarrador plano que vemos en Creepy detalla a la perfección tan doloroso despertar.
Valoración 0/5: 4
Desierto
Moisés (Gael García Bernal) junto con otros indocumentados están cruzando a pie un estrecho camino de la frontera entre México y Estados Unidos buscando tener nuevas oportunidades del otro lado y reencontrarse con sus seres queridos. Este grupo es descubierto por Sam (Jeffrey Dean Morgan) un «vigilante» demente que disfruta eliminando a los migrantes. Ante la inclemencia del desierto, Moisés y Sam se enrolan en una persecución en la que el más fuerte sobrevivirá.
Desierto, segundo trabajo tras las cámaras de Jonás Cuarón (Añouña) traslada la premisa del The Most Dangerous Game al desierto ubicado en la frontera entre México y EE.UU, aunque en un principio la trama del film nos pueda emplazar hacia una disección del drama migratorio en ningún momento se analiza o profundiza sobre el tema, Desierto funciona a modo de un simple thriller encuadrable dentro del subgénero survival, bastante tradicional y por momentos incluso convencional en lo referente a su desarrollo, una película provista de muy poco dialogo y mucha acción que expone y se ubica en un escenario de claro trasfondo político-social pero que no llega a recurrir a un discurso propio, lo suyo es intentar mantener la tensión casi desde el inicio de un relato con un argumento que transita a través de lo sencillo y lo minimalista. Tampoco se indaga en las motivaciones del personaje de Jeffrey Dean Morgan, hay ligeras pinceladas expuestas de forma muy evidente (esa amistad-compasión hacia su perro en contraposición a su total falta de remordimientos a la hora de matar a un ser humano) y poco más. Desierto termina convirtiéndose en una película de persecuciones al uso, con ritmo y secuencias muy bien logradas pero con personajes representados de forma muy unidimensional, no hubiera estado de más ampliar esa paleta de matices, prácticamente inexistentes en un film necesitado de forma muy evidente de mucha más sutileza.
Valoración 0/5: 2
Arès
París, futuro próximo. El orden mundial ha cambiado, siempre ha habido países ricos y pobres pero con 10 millones de desempleados Francia está ahora entre los pobres. La población oscila entre la rebelión y la resignación y encuentra una salida en peleas televisadas ultra violentas, donde los combatientes se dopan legalmente y todo es permitido.
Otras de las cintas que se pudieron ver en esta edición como rigurosa primicia mundial fue la francesa Arès, el director Jean-Patrick Benes nos propone una cinta tan inocua en lo relativo a sus pretensiones como ligeramente disfrutable a modo de claro producto de serie B destinado al más llano y simple entretenimiento.
Ubicada en un futuro utópico la película transita de manera algo torpe en lo narrativo (como suele ser inherente en este tipo de productos) entre la ciencia ficción y el cine de acción, matizada a través de un trasfondo de revuelta social que no deja de ser un simple apunte o excusa argumental ante un producto que para poder encontrar su propia razón de ser hay que contextualizarlo de forma ecuánime, una película que salvando las distancias bien pudiera entrar en el catálogo de la añorada Cannon, ese tipo de films en definitiva que en Sitges siempre han tenido cabida de una manera bastante natural, Arès encuentra su propia razón de ser en su clara función evasiva como vehículo de entretenimiento, y más si en el mismo día has podido visionar trabajos de Werner Herzog o Kiyoshi Kurosawa, de hecho a uno no se le ocurre mejor manera de acabar una jornada festivalera de estas características.
La vida de un pueblo coreano es trastornada por una serie de asesinatos, salvajes y misteriosos, que azota por casualidad a la pequeña comunidad rural. Los rumores y las supersticiones se propagan a causa de la presencia, desde hace poco tiempo, de un anciano extranjero que vive como un ermita. Ante la incompetencia de la policía para encontrar al asesino y sin tener una explicación racional, algunos habitantes del pueblo buscan a un chamán. Jong-Gu, un policía cuya familia está directamente amenazada, también cree que se trata de crímenes sobrenaturales…
Había mucha expectación por ver el nuevo trabajo del director Na Hong-jin, tras sus dos pulcras y muy interesantes en lo formal incursiones en el género negro con The Chaser (2008) The Yellow Sea (2010), en esta su tercera película cambia completamente de registro, The Wailing (Gokseong) nos ofrece una tremenda y por momentos apasionante reformulación del horror cultural dentro de la sociedad (en el caso que nos ocupa de un ámbito escénico rural) a través de la fatalidad final del individuo que forma parte de dicho enclave territorial, un film que del mismo modo se permite el lujo de reflexionar de un modo acertado acerca de la maldad como concepto intrínseco del ser humano apoyándose argumentalmente en el folklore y en la misma mitología oriental como propio eje percutor del mal representado en el film a modo de concepto de un tono casi abstracto, posiblemente este sea uno de los principales activos de The Wailing pero hay mucho más matices a tener muy en cuenta en una película de estas características, por todo esto la nueva película de Na Hong-jin se convierte por méritos propios en la que en mi opinión es la mejor película de terror, o mejor dicho de horror del presente año, una de esas piezas que se atreven mediante a unos mecanismos y referencias genéricas bastantes identificables a formular mediante diversas metáforas reflexiones que van mucho más lejos de simples apuntes no desarrollados convenientemente como nos suele ser bastante habitual en la mayoría de films de una naturaleza en apariencia equidistante a la película que aquí nos ocupa.
Al mismo tiempo The Wailing funciona como simple y puro deleite fan del fantástico, la genérica apuesta de Na Hong-jin es ciertamente tan indiscutible como arriesgada teniendo al mismo tiempo la virtud de desmarcarse del algo desangelado cine de género de su país visto en estas últimas décadas, para ello se sustenta en múltiples referencias a otras cinematografías como por ejemplo el cine de horror de la Shaw Brothers perfectamente escenificada en el film en esa impagable escena como es el duelo entre los dos chamanes, The Wailing termina convirtiendo el exceso de su propuesta en una de sus principales virtudes ya sea por su duración (más de dos horas y media) o por sus inacabables y variadas referencias.
Siempre he tenido la sensación de que en el cine actual cine proveniente de Corea del sur ha habido y hay una divisoria muy acentuada en lo concerniente a lo que son sus principales artífices, entre los grandes nombres como pueden ser Chan-wook Park, Kim Ji-Woon, Bong Joon-ho o los que han imprimido una mirada de un tono más autoral como pueden ser por ejemplo Ki-duk Kim, Hong Sang-soo o Lee Chang-dong, unos nombres estos que con respecto a prácticamente todo el resto han sabido construido una barrera bastante infranqueable en lo referente a conceptos y resultados, es por eso que no deja de ser una digamos agradable novedad la incursión por derecho propio en dicha lista de un director como Na Hong-jin, The Wailing su tercera y mejor película hasta la fecha sirve como un inmejorable billete de acceso a tan selecto grupo de creadores.
Valoración 0/5:4
The Eyes of my Mother
Un forastero llega a una apacible granja. Ahí viven Francisca y su madre, una cirujana de origen portugués que enseña a su hija los secretos de la anatomía. La inesperada visita terminará en tragedia y traumatizará, a la par que despertará la curiosidad, de la pequeña Francisca.
El director neoyorkino Nicolas Pesce presento dentro de la sección Noves Visions una de las películas más esperadas después de las buenas sensaciones y criticas de las que venía precedida tras su premiere en el pasado festival de Sundance, la estilizada The Eyes of my Mother nos ofrece una particular y muy estimulante visión de horror gótico a través de una mirada autoral tan fascinante como atípica.
Rodada en portugués e inglés y provista de una imponente fotografía en blanco y negro The Eyes of My Mother transita básicamente a través de una pesadilla de contornos minimalistas, su apuesta es tan clara en este sentido que puede jugarle alguna que otra mala pasada como por ejemplo ejercer una cierta sensación de estar más ante un cuidado mediometraje que voluntariamente obvia el profundizar en lo referente de los personajes secundarios, sin embargo la opera prima de Nicolas Pesce (27 años) no llega a desperdiciar ni una sola de sus imágenes, cuidando al máximo todas sus costuras, una pequeña y cuidada pieza de orfebrería de síntesis genérica muy ambivalente, su supuesta catalogación podría ser la de una piece arty de horror de tono malsano, de hecho la historia que nos es contada no es nueva, si lo es en la manera que lo hace, a raíz de un hecho traumático la pequeña Francisca queda marcada en lo psicológico, a partir de ese momento su dañado imaginario anidara a través de una locura de la que ella no parece ser plenamente consciente. The Eyes of my Mother es una de las propuestas más interesantes del presente curso, una apuesta atípica que basa su principal potencial en que su incuestionable buen gusto a un nivel estrictamente técnico y audiovisual no entra en ningún momento en conflicto en lo concerniente al tono retorcido y enfermizo que nos llega a exponer.
Valoración 0/5: 4
The Transfiguration
Queens, Nueva York. Milo tiene 14 años, es huérfano y su único refugio en el apartamento que comparte con su hermano mayor. El chico es solitario y pasa su tiempo mirando películas de vampiros. La llegada de una vecina despertará sentimientos desconocidos…
La cinta independiente The Transfiguration del debutante Michael O’Shea nos ofrece una visión del vampirismo a través de una óptica claramente urbana y realista, un realismo expuesto a modo de contrapunto de la fantasía en que el protagonista se acomoda y sustenta de alguna manera a modo de refugio emocional ante el panorama devastador en lo emotivo y social que le rodea en su día a día. La película no deja de ser una suerte de actualización o variante temática del Martin de George A Romero, a diferencia de aquella su apuesta por un supuesto elemento fantástico es prácticamente nulo, de una forma clara no hay lugar a la sutileza o ambivalencia genérica pero si en lo que respecta a su función de metáfora del desarrollo psicológico de un inadaptado en la sociedad.
The Transfiguration, moderna fabula de vampiros adolescentes que no lo son termina teniendo una narración y estructura tan previsible como honesta, de marcado ritmo sosegado la película plenamente consiente de su pequeño envergadura no parece querer ir más allá de lo que es su propio enunciado, aun así el debut en la dirección del norteamericano Michael O’Shea cumple el expediente en lo referente a su sentido referencial pese a que su manifiesta y nada disimulada apuesta por la veracidad evidencie una falta de riesgo en la propuesta bastante palpable.
Valoración 0/5: 2’5
Museum
Un asesino en serie que luce una máscara en forma de rana tiene aterrorizada la ciudad de Tokio con sus crímenes, a la vez crueles y elaborados. El inspector Sawamura, encargado del caso, tratará de descifrar qué mueve al psicópata, sin sospechar que este le tiene preparada una desagradable sorpresa.
Si en la pasada edición de festival se pudo ver y disfrutar en rigurosa premier mundial (algo cada vez más difícil de ver en un certamen de las características de Sitges) la entretenida epopeya zombie I am a hero este año fue el turno para Museum, adaptación del manga de Ryousuke Tomoe que tuvo el honor de ser visionada por primera vez en el festival, aunque eso sí, los resultados y las sensaciones de ambos films fueron diametralmente opuestos.
Museum del japonés Keishi Otomo (responsable de la trilogía samurái Kenshin) se traslada en esta ocasión a la temática del psycothriller, a medio camino ente las catalogaciones de Se7en y la saga Saw la película discurre entre la previsibilidad y el descontrol más absoluto (especialmente visible en su tramo final), hay tantas situaciones forzadas y comportamientos totalmente inverosímiles que no merece mucho la pena en detenerse en un producto tan deficitario como finalmente llega a ser Museum, una película visiblemente carente a la hora de exponer adecuadamente una contención formal o una síntesis argumental, para más inri su epilogo final roza el ridículo de la forma más escandalosa, un auténtico desastre y una de las propuesta más fallidas vistas este año en Sitges.
Valoración 0/5: 1’5
David Lynch: The Art Life
¿De dónde le vendrán esas ideas a David Lynch? Cualquier persona que haya visto una película del director de Terciopelo azul se ha hecho esta pregunta. Lynch, The Art Life ofrece algunas respuestas a esta cuestión, entrevistando en profundidad al cineasta mientras trabaja en sus cuadros. El resultado es una reveladora mirada a la intimidad de uno de los grandes genios de nuestro tiempo.
Adentrarse en modo documental en el amplio universo de un artista de las características de David Lynch no es tarea fácil, hay tanto en lo que detenerse dentro de ese particular imaginario que irremediablemente uno puede acabar teniendo la sensación de quedarse a medias. Vista en la siempre ecuánime sección Seven Chances David Lynch: The Art Life tiene la virtud de no ser un documental al uso, más bien transita a través de la voz y reflexión del propio autore lo referente a lo íntimo y lo personal, narrado por el mismo en base a episodios que le marcaron de alguna manera en su infancia y adolescencia y como a partir de ahí empezó sus años formativos como artista haciendo especial énfasis en lo concerniente a su obra pictórica, un inicio, desarrollo y posterior formación que termina en 1977 con la plasmación del rodaje de la icónico Eraserhead. Aunque posiblemente el mayor beneplácito del trabajo documentado por parte de Jon Nguyen, Olivia Neergaard-Holm y Rick Barnes sea su rico y propio debate y posterior reflexión, a partir de aquí las posibilidades que se entrevén son tan ilimitadas como creativamente insondables, muy a semejanza con el imaginario de tan genial artista.
Valoración 0/5: 3’5
Always Shine
Las dos son actrices. Y amigas. O, al menos, lo eran. De hecho, han decidido tomarse unos días de asueto en el Big Sur para reconectar después de un periodo de envidias mutuas. Allí, no solo comienza a aflorar la auténtica naturaleza de su amistad, sino que también se pone en entredicho la identidad de cada una.
La sección Noves Visions volvió a demostrar un año más ser una inmejorable plataforma genérica a la hora de presentar propuestas que indagan de una forma clara en un atrevimiento de tono formal y original bastante visible, Always Shine segundo trabajo de la directora Sophia Talak (Green) es un perfecto ejemplo de todo ello.
Hay varias vías y múltiples matices que llega a explorar Always Shine, calificarla como una simple actualización de un film como Single White Female es quedarse muy en la superficie, sin embargo la aseveración de versión perversa de la extraordinaria Queen of Earth de Alex Ross Perry sí que sería algo más adecuado, y si me apuran incluso podemos encontrar claras y definidas reminiscencias al Mulholland Drive de David Lynch. Always Shine es un retrato y estudio profundo de la mujer, un film que anida a través del terror psicológico en base a la relación de dos personajes femeninos completamente antagónicos que ven y encuentran totalmente supeditado su día a día tanto en lo laboral como en lo cotidiano de su propia explotación ya sea a través de su imagen o de su sexualidad, el film expone de forma brillante en su trama la perversidad de los roles femeninos dentro de la sociedad actual, ese juego de espejos e identidades cambiantes a cargo de las dos protagonistas que sirven de igual manera a modo de oscuro juego de identidades en lo relativo a la sumisión y dominación, todo ello expuesto desde un punto de vista eminentemente feminista. Pese a alguna bajada de ritmo narrativo bastante evidente Always Shine supone una de las propuestas más definidas y personales vistas este año en Sitges, habrá que seguir muy de cerca la carrera como directora de Sophia Talak, en este su segundo trabajo tras las cámaras percibimos una voz autoral muy a tener en cuenta en un futuro.
Primer tráiler que podéis ver a final de página para la nueva adaptación del relato Yuki onna que incluyera el escritor Lafcadio Hearn en su antología literaria Kwaidan, el film supone la opera prima en la dirección de la actriz Kiki Sugino. Una clásica ghost story nipona que ya ha sido llevada a la gran pantalla en varias ocasiones, Kwaidan de Masaki Kobayashi, Dreams de Akira Kurosawa, aunque posiblemente su mejor recreación al cine fuese la genial Ghost Story of the Snow Witch realizada en 1968 por Tokuzo Tanaka.
Yuki-Onna (Snow Woman) nos sitúa en una noche de gran nevada, dentro de una cabaña en la montaña, Minokichi, un cazador, ve a una fantasmagórica mujer matar a su mentor Mosaku, ella le susurra de que en caso de que diga algo de lo sucedido se llevara su vida. Un año más tarde, Minokichi conoce y se casa una bella mujer llamada Yuki. Ella le da una hija llamada Ume. Catorce años después Ume en una dama radiante que se hace amiga del enfermizo Mikio, el hijo del líder de la aldea y pariente lejano de Mosaku. Mikio pronto muere en la misma cabaña como tiempo atrás lo hizo Mosaku, con su cuerpo mostrando las mismas cicatrices de congelación. Minokichi se acuerda de aquella noche horrible, y se pregunta qué fue lo que vio y quien es realmente Yuki.
La película está protagonizada por Kiki Sugino, Munetaka Aoki, Mayu Yamaguchi, Shiro Sano, Kumi Mizuno, Yoshiko Miyazaki y Takeshi Yamamoto.
El legendario explorador Jacques Cousteau y su hijo Philippe, que mantienen una relación distanciada, se embarcan en su mayor aventura. A bordo del Calipso, se encontrarán el uno al otro, antes de que la tragedia les golpee.
El biopic del famoso oceanógrafo Jacques Cousteau fue la encargada de clausurar la 64 edición del festival de San Sebastián, la difícil tarea de condensar en poco menos de dos horas la vida, obra y milagros de un personaje como Cousteau corrió a cargo del francés Jerôme Salle (Largo Winch, Zulu).
L’Odyssée poseedora de una factura impecable (35 millones de presupuesto) termina convirtiéndose en un minucioso, por momentos incluso ameno y liviano compendio vital del personaje aunque claramente desprovisto de un discurso que le otorgué al producto una identidad que sea definida y marcada, por otra parte resulta muy visible ese conflicto de intereses a la hora de dramatizar y documentar la historia, uno tiene la impresión viendo L’Odyssée de que aunque se intenta alejar del retrato de características amables en ningún momento se consigue profundizar adecuadamente en lo referente al personaje, Jerôme Salle intenta equilibrar el retrato del legendario explorador partiendo como eje principal de su visión desde el ángulo esencial de la familia, también indaga en el hombre de negocios, su defensa del medio ambiente o su algo complicada vida sentimental, aunque posiblemente sea esa relación con su hijo Philippe en donde vemos más claramente un intento de abordar un discurso que pueda resultar coherente o al menos interesante, una relación marcada por dos visiones antagónicas que sirven como clara metáfora del cambio que debe producirse en la mirada de la sociedad con respecto a la conservación y mejora del medio ambiente, lástima que prácticamente todo lo demás que vemos en L’Odyssée deambule a través de una muy manifiesta falta de una personalidad propia.
Valoración 0/5: 2
Palmarés de la 64 edición del Festival de Cine de San Sebastián
Concha de Oro a la Mejor Película: «I am not Madame Bovary«, de Xiaogang Feng
Premio Especial del Jurado: «El invierno» de Emiliano Torres ex aequo «The giant» de Johannes Nyholm
Concha de Plata al Mejor Director: Hong Sang-soo por «Yourself and yours«
Concha de Plata al Mejor Actor: Eduard Fernández por «El hombre de las mil caras»
Concha de Plata a la Mejor Actriz: Fan Bingbing por «I am not Madame Bovary»
Premio a la Mejor Fotografía: «El invierno«
Premio al Mejor Guión: Rodrigo Sorogoyen e Isabel Peña por «Que Dios nos perdone«
Premio Kutxa-Nuevos Directores: «Park«, de Sofia Exarchou
Premio del Público: «I, Daniel Blake«, de Ken Loach
Premio Horizontes Latinos: «Rara«, de Pepa San Martín
Premio Eroski de la Juventud: «Bar Bahar«, Maysaloun Hamoud
Premio Fipresci: «Lady Macbeth«, de William Oldroy
Premio Cine en Construcción: «La educación del rey«, de Santiago Esteves
Premio Zabaltegi Tabakalera (nuevo): «Eat that question: Frank Zappa in his own words«
Premio «Otra mirada», de TVE: «Bar Bahar«, Maysaloun Hamoud
Premio Irízar del Cine Vasco: «Pedaló«, de Juan Palacios
Premio del Público a la Mejor Película Europea: «Ma vie de courgette«, de Claude Barras
Premio Feroz Zinemaldia: «El hombre de las mil caras«, de Alberto Rodríguez
Premio Cooperación Española: «Oscuro animal«, de Felipe Guerrero
Tras los trágicos atentados del 11 de septiembre de 2001 contra el World Trade Center de Nueva York, a muchos testigos les quedó una inquietante sensación de déjà vu: el cine de catástrofes, de ciencia ficción y el thriller político se habían transformado en una amenazadora real thing. La llegada del Armaggedon, del fin de los tiempos, tantas veces profetizada por Hollywood, se estaba retransmitiendo por la CNN y por FOX News. A partir de ese momento histórico, y hasta la actualidad, el cine de horror norteamericano post 11-S ha profundizado de forma perturbadora en la paranoia y el miedo que, a todos los niveles, se enseñoreó de la vida estadounidense. Un cine que ha provocado una vasta catarsis social similar a la que causó en los años treinta el cine de terror de la Universal respecto a la Gran Depresión o el American Gothic en relación con la Guerra de Vietnam y el Watergate.
Antonio José Navarro, autor de este lúcido y documentado ensayo, examina el enorme impacto cultural que los ataques terroristas del 11-S han tenido en el cine de horror norteamericano. Un ensayo donde se estudian pormenorizadamente títulos tan relevantes como La casa de los 1.000 cadáveres (2003) –convertida en cult movie capaz de generar la secuela Los renegados del diablo (2005)–, la serie Saw (2004-2010) y la trilogía Hostel (2005-2011), «remakes» como La matanza de Texas (2003), Las colinas tienen ojos (2006) o Amanecer de los muertos (2004), y cintas de la categoría de Expediente Warren: The Conjuring (2013), El exorcismo de Emily Rose (2005), La tierra de los muertos vivientes (2005), Paranormal Activity (2007), Los extraños (2008), La cabaña en el bosque (2011), La Bruja (2015) o No respires (2008). Sobresalientes ejemplos de un cine de horror lúgubre, violento, erigido en representación mitológica, alegórica, del angustioso trauma social provocado por el 11-S, el cual ha cuestionado y quebrado los límites establecidos entre lo pensable y lo impensable, lo tolerable y lo intolerable, lo humano y lo inhumano, y entre el Bien y el Mal absoluto.
ANTONIO JOSÉ NAVARRO (Barcelona, 1966). Historiador y crítico cinematográfico, miembro de la Asociación Española de Historiadores del Cine (A.E.H.C.) y del consejo de redacción de la revista especializada Dirigido por. Actualmente colabora en Imágenes de actualidad, Blow Up (Italia) y el suplemento cultural del diario Ara. Es autor de los libros Alien/Los inconquistables (1995) y, en colaboración con Tomás Fernández Valentí, de Frankenstein. El mito de la vida artificial (2000). Fue miembro del comité de selección del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya-Sitges (2001-2002 y 2007-2011) y responsable del Departamento de Publicaciones, donde coordinó y participó, entre otros, en los siguientes libros publicados en VALDEMAR: La nueva carne. Una estética perversa del cuerpo (2002), El demonio en el cine (2007), Explorando mundos: el cine de ciencia-ficción (2008), King Kong 75 años después (2008), Las sombras del horror, Edgar Allan Poe en el cine (2009) y Pesadillas en la oscuridad. El cine de terror gótico (2010).
Autor; Antonio José Navarro, Editorial; Valdemar Colección: Intempestivas; Páginas; 528
En una de las paredes de una habitación donde encuentran unos cuerpos brutalmente asesinados, aparece la palabra “ira” escrita con la sangre de las víctimas. Un año después, todavía no han encontrado al asesino. El caso erosiona la capacidad de la gente para confiar en los demás, especialmente la de tres parejas en una pequeña población pesquera, en Tokio y en Okinawa, que acaban de hacer amistad con una persona de misterioso pasado. Más allá de la confianza está la ira, una emoción que tiende a convertirse en violenta y a revelar de un modo imprevisible el misterio que se esconde tras un asesinato.
IKari del coreano afincado en Japón Lee Sang-il venía a cerrar la sección oficial a competición de este año en el festival de San Sebastián, un film coral basado en la novela homónima de Shuichi Yoshida que empieza a modo de thriller con un asesino sin rostro, a continuación vemos como la película se vertebra narrativamente en tres tramas diferenciadas pero con un denominador común, en cada una de ellas un desconocido aparece ya sea en un núcleo familiar, sentimental o de amistad respectivamente, uno de esos estos tres extraños será supuestamente el asesino.
IKari deja muy claro a las primeras de cambio que funciona más y mejor a modo de drama intimista (quizás dilatado en exceso) que como thriller de investigación policial al uso, la película mediante un ritmo y pulso bastante irregular, acrecentado por su excesiva duración, indaga en el concepto de la desconfianza y la aceptación, una radiografía que parece dirigida hacia la actual sociedad japonesa, poco dada a confiar en los desconocidos, y como se llega a erosionar la capacidad de la gente para confiar en los demás, sin embargo Lee Sang-il termina acentuando en demasía el componente dramáticodentro de la trama, exagerando para más inri las expresiones de sus actores especialmente en su tramo final, curiosamente una tendencia bastante inherente en cierto tipo de cine surcoreano, una lástima que debido en parte a estos manierismos IKari acabe diluyéndose y no termine de estar a la altura de una premisa que en principio resultaba bastante interesante.
Valoración 0/5: 3
Fuocoammare
Samuele tiene 12 años y vive en una isla en medio del mar. Va al colegio, le gusta lanzar su tirachinas e ir de caza. Le gustan los juegos en tierra firme, a pesar de que vive en un lugar en el que todo gira alrededor del mar y de los hombres, mujeres y niños que intentan atravesarlo para llegar a su isla. Pero la suya no es una isla cualquiera. Es Lampedusa y es la frontera más simbólica de Europa, que en los últimos 20 años atraviesan miles de inmigrantes en busca de la libertad.
Dentro de la sección Perlas se pudo ver la ganadora del Oso de Oro a la mejor película en el pasado festival de Berlín Fuocoammare, film que transita a través del drama humanitario de los refugiados en la isla de Lampedusa, retratándonos con una austeridad conmovedora tanto la tragedia como la vida cotidiana de un pueblo en base a muy diversas pinceladas que conforman un reflexivo retrato de la isla como enclave territorial, el documental de Gianfranco Rosi anida básicamente a través de la contemplación, se nos muestra una realidad desprovista de un juicio moral, una postura que nos puede derivar hacia una exposición que parece reflejar una clara indiferencia con respecto a la problemática a la que asistimos, repetidos y angustiosos rescates en embarcaciones, recuperación de cuerpos sin vida de emigrantes que han huido de países de África y el Medio Oriente. Fuocoammare se sirve de la mirada de Samuele, un niño que convive con su familia de pescadores, de esta manera asistimos a una doble visión de lo que ocurre en la isla, el de la vida cotidiana y el del drama humanitario, vida y muerte, sin embargo observaremos a medida que avanza la trama documental como dentro de la tragedia que rodea a la isla la visión que vemos a través de los ojos del protagonista nos dejará alguna que otra sonrisa, su inherente inocencia nos ofrecerá una especie de contrapunto ante tanto dolor, una dicotomía persistente en la que solemos vivir dentro de la más absoluta indiferencia.
Valoración 0/5: 3
Arrival
Cuando misteriosas naves espaciales aterrizan en diferentes lugares del planeta, un equipo de élite liderado por la experta lingüista Louise Banks (Amy Adams) es reclutado para investigar. Mientras la especie humana se encuentra al borde de una guerra global, Banks y su equipo buscan respuestas a contrarreloj, y para encontrarlas, Banks correrá un riesgo que podría amenazar su vida y posiblemente a la humanidad.
Había la sensación (algo infundada) de que la primera incursión de Denis Villeneuve en la ciencia ficción podía servirle a modo de preparatoria con vistas al rodaje de la muy ambiciosa Blade Runner 2 como una primera toma de contacto dentro del género fantástico, Arrival, drama adulto de ciencia ficción y adaptación algo libre del relato corto «The Story of Your Life» del escritor Ted Chiang que clausuraba la sección Perlas no solo fue la mejor película vista este año en San Sebastián por lo que respecta a un servidor sino que además pone el listón muy alto, quizás demasiado en lo referente a los futuros trabajos del director franco-canadiense.
Arrival protagonizada por una incuestionable Amy Adams no deja de ser un rotundo triunfo como concepto genérico, ciencia ficción de primer nivel provista de ambiciosas y múltiples tesis, una película fascinante que no nos habla de invasiones extraterrestres sino de reflexiones transcendentales, a medio camino entre el drama psicológico y la ciencia ficción de tono minimalista y tesis existencialista y plagado de un variado catálogo de ecos al cine de Kubrick el film nos plantea la celebración de la comunicación como herramienta de claro sostén político-social, indagando de la misma manera en su repercusión a través de la moral y la futura existencial de la humanidad. Denis Villeneuve (maestro a la hora de crear ambientes perturbadores a través del sonido, ojo a esa resolución musical a cargo de Johan Jóhannsson en la primera incursión en la nave extraterrestre) tiene aparte la virtud de no llegar a perder la noción de verosimilitud del relato en ningún momento de la narración, basando su poderosa solidez en la fuerza que otorga las imágenes en relación a los sentidos. Más adelante y con vistas a su estreno comercial el próximo mes de noviembre hablaremos con más detenimiento de esta fascinante obra destinada no solo a ser la mejor película de vista en este 2016 sino a ser una pieza clave y referencial a la hora de entender la evolución de la ciencia ficción en el cine en un futuro.
Valoración 0/5: 4’5
El rey del Once
Ariel cree haber dejado atrás su pasado tras construir una nueva y exitosa vida como economista en Nueva York. Convocado por su padre, cuya misión en la vida es dirigir una fundación judía de ayuda en el barrio del Once, vuelve a Buenos Aires. Allí conoce a Eva, una mujer muda e intrigante que trabaja en la fundación. La visita coincide con la fiesta judía del Purim, una ocasión para celebrar que forma el subtexto de una comedia de errores, encuentros, y reflexión en la medida en que no siempre podemos dejar atrás nuestro pasado.
Daniel Burman (El abrazo partido, El misterio de la felicidad, La suerte en sus manos) presento dentro de la sección Horizontes Latinos su último trabajo tras las cámaras, El rey del Once, una cinta que anida a través de la comedia costumbrita y que representa de algún modo una especie de retorno a las raíces del director, posiblemente estemos ante el trabajo más personal de Daniel Burman, pero también el menos definido pues la película indaga de forma algo abstracta e incluso por momentos de manera errática en un submundo muy propio, recurriendo a personajes y símbolos que entran y salen dentro de un escenario común, Burman utiliza de la misma forma mucho apéndices, quizás demasiados, todos ellos enclavados dentro de la comunidad judía de Buenos Aires.
El rey del Once logra en parte interpretar el caos dentro de una determinada comunidad y de cómo sin tu saberlo perteneces a ella, en este aspecto la película da la sensación de que el propósito del director está en la función de ponernos a la altura y semejanza de su protagonista, un hijo que no termina de asimilar del todo bien cómo se puede vivir en ese mundo caótico de la fundación benefactora que lidera su ausente padre y administra su tía. El rey del Once es prisionera y al mismo tiempo benefactora de una narración algo oblicua, de esas que parece no conducir a ninguna parte en concreto pero que en el fondo te hablan de la vida misma como concepto principal.
Después de poder disfrutar el pasado año de su notable Sangue del mio sangue el veterano realizador italiano Marco Bellocchio tiene ya listo su nueva película titulada Fai bei sogni (Sweet Dreams), film que estuvo presente en el pasado festival de Cannes dentro de la sección la Quincena de Realizadores ahora nos presenta un primer tráiler que podéis ver a final de página. Fai bei sogni, adaptación del bestseller homónimo de Massimo Gramellini nos relata a través de la autobiografía del periodista y escritor turinés y fragmentada temporalmente el devenir de un ciclo vital enmarcado por la ausencia de la figura materna. La película que vera la luz en Italia el mes de noviembre tiene previsto su estreno en España para el próximo 10 de febrero.
Fai bei sogni nos sitúa en Turín, 1969. La idílica niñez de Massimo, 9 años, se quiebra por la misteriosa muerte de su madre. El joven se rehúsa a aceptar esta brutal pérdida, incluso si el cura dice que ella ahora está en el Cielo. Años después en los 90s, Massimo, ahora adulto, se ha convertido en un habilidoso periodista. Luego de reportar sobre la guerra en Sarajevo, empieza a sufrir de ataques de pánico. Mientras se prepara para vender el departamento de sus padres, Massimo es forzado a revivir su trauma pasado. Elisa, una doctora compasiva, podrá ayudar al atormentado Massimo a abrirse y confrontar sus heridas del pasado.
La película está interpretada por Bérénice Bejo, Valerio Mastandrea, Fabrizio Gifuni, Guido Caprino, Linda Messerklinger, Ferdinando Vetere y Barbara Ronchi.
Un cazador va con su perro a dar una vuelta por el bosque y se pierde por completo, experimentando al cabo de unas horas extraños encuentros con enigmáticas criaturas.
The End fue una de las más interesantes propuestas vistas este año dentro de la siempre rica en matices genéricos sección Noves Visions, el francés Guillaume Nicloux (L’enlèvement de Michel Houellebecq, Valley of Love) nos propone una fábula forestal de tono pesadillesco en donde somos testigos de los pensamientos y divagaciones de un hombre perdido y completamente desorientado en mitad del bosque, un personaje bajo los rasgos físicos de Gerard Depardieu (voluntariamente o no pocos actores en la actualidad como el francés representan tan ceñidamente su interpretación mediante la gesticulación de su físico como bien pudimos comprobar no hace tanto en el Welcome to New York de Abel Ferrara).
The End como bien indica su titulo transita a través de un final de recorrido vital en donde la soledad convive de forma inherente con el protagonista, una expiación expuesta a modo de introspección personal , un trayecto escenificado en la oscuridad de un bosque de contornos hostiles, en donde realidad y ensoñación transitan a través de una delgada línea que las delimita de forma muy difusa, todo ello expuesto mediante un muy definido estilo experimental, Guillaume Nicloux lanza diversas metáforas al espectador, de el en parte depende el intentar desgranarlas tras su más que sugerente visionado.
Valoración 0/5: 3’5
Hell or High Water
“Hell or High Water” nos cuenta como tras la muerte de su madre, dos hermanos organizan una serie de rodos, limitándose a las agencias de un mismo banco. Tienen pocos días para evitar que la propiedad familiar sea incautada y ven como única opción de poder pagar perpetrar dichos atracos. Les perseguirá un ranger que está a punto de jubilarse que junto a su asistente están decididos a arrestarlos cueste lo que cueste.
Hell or High Water es de esos films que sin abordar la temática fantástica por ningún lado suelen estar presente durante en estos últimos años dentro del certamen sin que nadie alce la voz de una manera airada, en esencia no hay motivo para ello, da la impresión de que exista una especie de consenso aceptado entre el público y este tipo de programación alternativa, pues a fin de cuentas estamos ante una película que si bien no es fantástica si es claramente de un genero (un árido western crepuscular con un marcado carácter de denuncia económica) que parece cohabitar sin excesivos problemas con ese marcado abanico genérico que suele estar presente últimamente en Sitges.
De hecho el británico David Mackenzie hace un par de años ya había estado presente en Sitges con otra película que tampoco incidía en el fantástico, el notable drama carcelario Starred Up, Hell or High Water da la impresión de funcionar casi a la perfección a la manera de un reloj suizo, no parece de necesitar de ningún añadido a la ecuación, ese sencillez y aparente seguridad en lo referente a su propuesta también deviene como su principal obstáculo a la hora de dar un paso más hacia adelante, hay unos personajes visiblemente arquetípicos enclavados dentro de un escenario bastante reconocible, el hoy denominado Nearwest, una sustentación del western clásico en donde se suele incidir en una feroz dosis de realismo socio-cultural, dando la impresión de que esa referencialidad (que bebe de forma muy clara de por ejemplo el No Country for Old Men de los hermanos Coen) le reste algo de originalidad a la propuesta, pues Hell or High Water pese a una manifiesta y correcta funcionalidad esta no llega a impedir que el producto transite de una forma clara hacia una convencionalidad bastante palpable pese a la indudable austeridad de la que hace gala a lo largo de todo su metraje.
Valoración 0/5: 2’5
Melanie. The Girl With All the Gifts
En un futuro distópico la humanidad se ha visto asolada casi en su totalidad por un tipo de hongo que contiene un virus «zombie». En medio de este apocalipsis total un grupo de científicos están investigando sobre una segunda generación de nacidos bajo estas circunstancias los cuales son mitad «hambrientos» mitad humanos.
Melanie. The girl with all the gifts adaptación del best-seller homónimo de Mike Carey (quien también se ocupa del guion) era uno de los platos fuertes presentes este año en la edición del festival, el film del escoces Colm McCarthy aplica una por momentos inteligente vuelta de tuerca a la temática zombie dentro de un futuro distópico (de hecho esta no deja de ser una mera excusa argumental) para ofrecernos algo diferente a través del género de presupuesto medio-alto que solemos ver hoy en día.
Melanie. The girl with all the gifts aporta conceptos interesantes a partir de un tono parecido al visto años atrás tanto en el 28 días después de Danny Boyle como en el Children of Men de Alfonso Cuarón pero subrayando más los elementos de la ciencia ficción discursiva y otorgando al producto un inconfundible y agradecido aroma british (el impecable diseño de producción en la recreación de un Londres post apocalíptico y continuos guiños argumentales que remiten al universo Quatermass entre otros apuntes), la película explora a si mismo cuestiones tales como los límites de la humanidad y su posible y hasta utópico relevo generacional o la ética científica expuesta en situaciones límites, todo ello sin embargo en un producto que termina siendo de clara condición híbrida (poe ejemplo las referencias al videojuego The Last of Us son muy visibles), una hibridez que por momentos le llega a pasar factura al film en lo referente a una narración que en algún momento puntual se llega a desvirtuar hacia tierra de nadie, su moralista y algo arrítmico epilogo final no deja de ser una clara muestra de esa irregularidad antes referida.
Valoración 0/5: 3
Sweet, Sweet Lonely Girl
Adele debe cuidar de su rica tía Dora, víctima de una enfermedad que la recluye en su mansión. Pero la joven empieza a descuidar sus obligaciones cuando conoce a Beth, una chica de magnetismo irresistible y quizá peligroso. Esta situación precipitará a la protagonista hacia una espiral insana, que acaba tomando una forma a medio camino entre el thriller psicológico y el horror gótico.
El muy prolífico director de origen argentino A.D Calvo presento dentro de la sección Panorama Fantàstic Sweet, Sweet Lonely Girl, thriller psicológico de terror con ciertas reminiscencias góticas que bebe sin disimulo tanto de cierto tipo del cine de Mario Bava como de producciones de los 70 como por ejemplo el Symptoms de José Ramón Larraz (film cuyo edición en Blu-ray a cargo de Mondo Macabro recomiendo encarecidamente).
El mayor problema de Sweet, Sweet Lonely Girl es que las referencias en las que intenta sustentarse están muy por encima de los resultados ofrecidos, A.D Calvo a diferencia de por ejemplo Ti West en su revisitación del terror USA de los ochenta con The House of the Devil no logra adecuar su discurso a la fuente en cuestión, no hay una narrativa adecuada en lo referente a sus personajes, en cambio la película si denota un claro esfuerzo a la hora de recrear un escenario en donde la atmósfera de tono inquietante deviene como algo primordial. Pero posiblemente lo peor de Sweet, Sweet Lonely Girl sea que en momentos puntuales no sepa diferenciar lo que es la referencia al saqueo más simple, una parte muy notoria de su argumento bascula bajo un concepto narrativo muy notorio que ya veíamos en la extraordinaria Burnt Offerings, expuesta en el film de Dan Curtis a diferencia de la película que nos ocupa de manera tan sutil como perturbadora.
Valoración 0/5: 2
The Age of Shadows
Sigue las actividades de una organización independiente contra el Japón que existía en el marco del periodo colonial japonés en Corea del Sur. El grupo se hizo mundialmente conocido por el excesivo uso de la violencia para lograr la independencia de Corea.
Muy bien le ha sentado la vuelta a su país de origen a Kim Jee-woon después de su algo decepcionante incursión en territorio norteamericano con la descafeinada The Last Stand. En The Age of Shadows, superproducción en forma de thriller de espías dentro de un contexto histórico, aparte de recobrar pulsaciones autorales que parecían en parte olvidadas asistimos a lo que debería de ser una clase magistral de planificación técnica y talento visual al alcance de muy pocos directores en la actualidad (conceptos escenificados a la perfección en la mastodóntica escena del tren), en la que posiblemente sea su película más clásica y elegante Kim Jee-woon no se limita al sentido del espectáculo tan característico suyo visto en anteriores películas suyas, en The Age of Shadows asistimos a la representación de un discurso muy particular, el de unos personajes de conducta ambivalente o el de un variado catalogo de tratados político-sociales, todo ello haciendo que de cada escenario o situación a la que asistimos se presente como un complemento muy adecuado para acompañar un relato ya de por sí bastante consistente en lo referente a su estructura. Ni siquiera un mal al parecer endémico en el actual cine surcoreano como suelen ser las largas duraciones de metraje llega a ser un impedimento para una película de las características de The Age of Shadows pues da la impresión de que no hay un solo minuto de sus 140 que le sobren.
Valoración 0/5: 4
La autopsia de Jane Doe
The Autopsy of Jane Doe nos cuenta como Tommy y Austin Tilden regentan una pequeña morgue y un crematorio en Virginia. Un día, el sheriff local les entrega un cadáver, al que han apodado Jane Doe y que fue encontrado en un sótano. Pronto, padre e hijo descubrirán que el nuevo encargo no es mera rutina y que, aunque por fuera el cuerpo está intacto, el interior de Jane Doe ha sido violentamente trasteado, víctima, quizá, de una terrible fuerza ritual.
El noruego André Ovredal tras su simpático mockumentary Trollhunter presente en Sitges hace ya algunos años debuta en los Estados Unidos con The Autopsy of Jane Doe, film de terror mortuorio ubicado en un único escenario e interpretado por unos acertados Brian Cox y Emile Hirsch, una película que logra funcionar como un inmejorable ejercicio de estilo en lo concerniente a la gestación y utilización de unos reconocibles engranajes prototípicos del género de terror, seguramente por ello fuese la película más honesta en lo referente a su intencionalidad vista este año en el festival de Sitges.
Hoy en día cualquier película de terror que se precie con alguna que otra aspiración parece situarse en la obligación de sorprender por todos los medios al espectador ya sea a un nivel técnico o narrativo, es por eso que no deja de sorprender positivamente la naturaleza de un producto de las características de The Autopsy of Jane Doe, un film que se mueve más por su trayecto que por su finalidad, aquella máxima de intentar generar terror a través de una mirada o de una percepción expuesta desde una perspectiva casi primigenia, André Ovredal maneja a la perfección dichos mecanismos genéricos, sabe cuándo mostrar y cuando ocultar, manejando muy bien todos los tiempos y desvelándolos con ingenio. Sería una lástima juzgar The Autopsy of Jane Doe por un final algo precipitado que puede decepcionar a más de uno, estamos principalmente ante un tipo de cine que intenta recuperar su capacidad a la hora de perturbar y hacer del terror algo más que un conjunto de manierismos de genero e imágenes conceptuadas esclavas dentro de un tiempo concreto, todo ello sitúa a André Øvredal como un nombre a seguir con atención y detenimiento a partir de este momento.
Han, de 90 años, vive con su hijo de 60 años con discapacidad mental en el sur de Beijing. Mientras que sus dos hijas codician su apartamento y se apropian de su pensión, la mayor preocupación de Han es qué le ocurrirá a su hijo después de su muerte. Un día, el yerno abandona al hijo de Han en los suburbios, alegando que ha desaparecido.
One Hundred and Fifty Years of Life primer film de ficción a cargo del realizador Liu Yu (tras su documental The Blinding Sunlight también presente en su día en la sección Nuevos Directores) nos presenta un retrato de contornos realistas, poseedora al mismo tiempo de una puesta en escena que llega a incidir en un tono minimalista sin atisbo de ningún tipo de adorno estilístico, más bien todo lo contrario, se opta de una forma evidente por una sobriedad de naturaleza casi documental en base a su estructura narrativa, nos habla principalmente de lo complicada que puede resultar a día de hoy la vida en el entorno de una urbe como el actual Pekín para gente mayor de escasos recursos económicos, un nuevo enclave urbano como implacable ente devorador hacia los menos favorecidos.
La película adopta el estandarte de cine económico-social de denuncia muy característico últimamente en un tipo de cine proveniente de China. One Hundred and Fifty Years of Life no inventa nada nuevo en lo referente a sus postulados pero tiene al menos la virtud de aposentarse en un aceptable tono de características claramente contemplativas, plagados de espacios llenos de silencios, que le llegan a otorgar en determinados momentos al producto una corrección formal que le aleja para bien de ese cine social tan manido que solemos ver con demasiada frecuencia en los últimos tiempos.
Valoración 0/5: 2’5
La reconquista
Manuela y Olmo se reencuentran en un futuro que se habían prometido quince años antes, cuando eran adolescentes y vivieron su primer amor. A partir de esta premisa romántica, La reconquista es, en realidad, una película en busca del tiempo; o sobre la conciencia del tiempo: del tiempo perdido y del tiempo recuperado; sobre lo que recordamos de nosotros mismos y sobre lo que no recordamos; sobre las palabras, los gestos y los sentimientos a los que seguimos guardando fidelidad, porque nos definen y nos interpelan en el presente, el pasado y el futuro.
La reconquista, cuarto trabajo como director de Jonás Trueba nos habla a través de un discurso de connotaciones claramente “rohmerianas” del discurrir del tiempo y sus consecuencias en una relación sentimental pasada y como esta es rememorada en el presente en una primera parte del film (la más interesante) en base a largos diálogos y acciones que transcurren en un limitado y corto espacio de tiempo.
Posiblemente una de las mayores virtudes de un film de las características de La reconquista sea su propia particularidad como producto de clara raíz emotivo, tan sencilla en sus postulados como efectiva en todo lo que se nos cuenta, una exposición que a sin prevista puede parecer poco pero llega a ser mucho, Jonás Trueba nos habla de cómo nos relacionamos con los demás en una historia contada a través de finales, dotada de finas capas de comedia asistimos a ese concepto de sentir pasar el tiempo en donde cobra una vital importancia tanto lo que se dice, como lo que no se llega a decir. Pese a una manifiesta irregularidad narrativa y alguna que otra excesiva reincidencia musical todo resulta especial en esta notable película, uno termina con la sensación de que ojala hubiera más gente como Jonás Trueba en el actual panorama cinematográfico patrio, un tipo de propuestas como las que expone La reconquista que son muy necesarias en el cine español.
Valoración 0/5: 3
Your name
Taki despierta de lo que parece haber sido un sueño muy importante. Pero en una habitación desconocida y no en su cuerpo… sino en el de una chica. Por otro lado, Mitsuha es una adolescente aburrida de vivir en un pueblo en las montañas, que ruega a Dios poder ser un apuesto chico de Tokio en su próxima vida. A la mañana siguiente, Mitsuha despierta convertida en un estudiante de bachillerato. Gracias a la información que va recopilando a su alrededor, descubre a quién pertenece el cuerpo que está habitando. Se llama Taki. Sus cuerpos se han intercambiado. Cuando vuelven a despertar, descubren que han regresado a su yo anterior. Pero el sueño trae consigo el intercambio de cuerpos una y otra vez. Misteriosamente, se repite el mismo patrón todos los días. Los dos actúan dando palos de ciego en esos cuerpos que les resultan tan poco familiares, pero comienzan a dejarse notas para comunicarse. Torpemente, consiguen ir superando un reto tras otro y se va creando entre ellos un vínculo que poco a poco se convierte en algo más. Sin embargo, hay algo que todavía no saben… Algo inesperado está a punto de ser revelado.
Sin en la pasada edición del festival de San Sebastián se contó con un peso pesado de la animación dentro de su sección oficial (Mamoru Hosoda y su The Boy and The Beast) este año le tocó el turno Makoto Shinkai que presento la extraordinaria fábula romántica Your Name (Kimi No Na Wa).
Makoto Shinkai en Your Name vuelve a incidir en el amor en la distancia como principal eje narrativo, a partir de esta premisa asistimos como es habitual en los trabajos del director nipón a una serie de códigos genéricos que pueden llegar a resultar un tanto ajenos en lo referente a su conocimiento para el público occidental, esto no significa que estemos ante una película de clara naturaleza localista, eso sí los personajes responden a un patrón muy concreto y determinado por eso sería conveniente el tener un mínimo de conocimiento con respecto a según qué tipo de animación japonesa como para emitir según que análisis, independientemente de que pueda gustar más o menos a estas alturas resulta algo incomprensible que se llegue a apelar a una cierta extrañeza a la hora de subrayar un marcado e inherente romanticismo exacerbado muy presente en el imaginario pop juvenil en el que se sustentan muchas de estas propuestas. Your Name para el que esto suscribe posiblemente sea la mejor película de Makoto Shinkai, el empaque visual del que está dotado el film resulta por momentos impactante dada su mastodóntica variedad en los detalles, un film rotundamente hermoso, certeramente construido a través de una narrativa que logra funcionar a la perfección en base a todos los elementos de los que parte desde su inicio, una verdadera maravilla.
Valoración 0/5: 4
After the Storm
Ryota vive en el pasado, en sus momentos de gloria como premiado autor. Tras divorciarse, gasta en las carreras todo el dinero que gana como detective privado y no puede pagar la pensión alimenticia de su hijo. Tras la muerte de su padre, trata de retomar las riendas de su vida y hacerse un hueco en la de su hijo. Un inesperado tifón obligará a toda la familia a pasar la noche juntos en casa de la abuela y les dará la oportunidad de reencontrarse.
La nueva película de Hirokazu Kore-eda, un habitual del festival, volvió a estar presente un año más dentro de la sección Perlas tras su paso por el festival de Cannes de hace unos meses, After the Storm vuelve a incidir en el temario costumbrista tan característico del director nipón, en esta ocasión a través de una particular reflexión sobre la felicidad por parte de una familia desestructurada, todo ello expuesto mediante el choque cultural entre el viejo y el nuevo Japón con todo lo que ello puede conllevar.
Aquí el tratado que nos propone Kore-eda vuelve a funcionar en base a una serie de simpáticos y amenos diálogos, la premisa sigue siendo la misma, transitar en base a una sencillez y sutileza en lo referente a su narración que nos deriva finalmente hacia lo emotivo casi sin darnos cuenta, esa profundidad emocional de la que está dotada la película adquiere una importancia muy a tener en cuenta, básicamente porque After the Storm no es de lo mejor de Hirokazu Kore-eda, en el film vemos claramente cómo se alargan innecesariamente algunas subtramas que no llevan a ninguna parte, sin embargo pese a tener uno la sensación de estar ante un trabajo algo menor por parte de su director el film a la hora de argumentar su historia denota sobradamente el talento de un autor que posee una capacidad innata a la hora de crear momentos íntimos, una incuestionable habilidad que ya quisieran muchos directores que sustentan sus trabajos a través de las pautas más comunes de la comedia dramática.
Valoración 0/5: 3’5
American Pastoral
Seymour Levov, el «Sueco”, un atleta legendario en el instituto se ha convertido en un exitoso hombre de negocios casado con Dawn, una ex reina de la belleza. Pero, tras la apariencia impecable de la vida del “Sueco”, se fragua la tormenta. Cuando su hija Merry desaparece tras ser acusada de cometer un acto violento, el «Sueco” se dedica a buscarla y a reunir a su familia. Lo que descubre remueve sus cimientos, obligándole a mirar más allá de la superficie y afrontar el mundo caótico que le rodea: Ninguna familia americana volverá a ser la misma.
Mucha expectación dentro de la Sección Oficial había levantado el ambicioso proyecto de la adaptación a la gran pantalla de la novela homónima de Philip Roth a cargo de un primerizo Ewan McGregor en su primer trabajo tras las cámaras. American Pastoral como película no consigue ni mucho menos estar a la altura de la ambiciosa novela en la que se basa deviniendo como un film ligeramente correcto pero pesimamente adaptado si nos atenemos a su base. Hay una evidente corrección en sus formar a la hora de exponer situaciones y personajes que sin embargo quedan totalmente desprovistos de la profundidad requerida, pero sobre todo se atisba una imposibilidad y por momentos una negación en mostrar un contexto histórico-social definido, esa otra cara del sueño americano expuesta a modo de fresco histórico en el film carece por completo de una visión y unos matices que requería la historia. La apuesta de American Pastoral era arriesgada en un principio, el resultado final no puede ser más decepcionante, la sensación de oportunidad perdida que uno tiene durante el visionado de todo el metraje del film llega a ser continuo, una verdadera pena, posiblemente Ewan McGregor haya apuntado demasiado alto en su debut como director.
Valoración 0/5: 1’5
La región salvaje
El sexo y el amor pueden resultar frágiles en ciertas regiones donde existen fuertes valores familiares, hipocresía, homofobia y machismo. Una misteriosa joven está convencida de que algo sobrenatural podría ser la respuesta a todos sus problemas…
Era uno de los platos fuertes presentes este año dentro de la sección Horizontes Latinos, tras su merecido premio como Mejor Director en el reciente festival de Venecia, el mejicano Amat Escalante presentaba la esperada La región salvaje, una rompedora y muy particular incursión en el género fantástico que transita a través de la realidad mexicana por parte de uno de los principales talentos del llamado nuevo cine latinoamericano.
La región salvaje utiliza al igual que lo hacia Possession de Andrzej Zulawski (con la que guarda unos inequívocos y muy interesantes puntos de conexión) la metáfora social dentro del género fantástico para incidir el devenir en esta ocasión del relato de un país en pleno proceso de autodestrucción moral, un conclave plagado de carencias afectivas y sexuales, en el film todo esto llega a ser expuesto de una manera alienante, como casi de una autoral sci-fi sexual se tratase Amat Escalante prescinde en esta ocasión del hiperrealismo tan característico visto en anteriores trabajos suyos para exponer en modo genérico las pulsaciones más primarias del ser humano dentro de un contexto determinado, un monstruo de tentáculos fálicos venido del espacio es utilizado como ente liberador y al mismo tiempo castigador de los males de una sociedad visiblemente enferma, la hipocresía, homofobia, misoginia o machismo son síntomas inequívocos de la oscura realidad mexicana de hoy en día, aquí vistos a través de un doble juego de espejos en donde el realismo social de la urbe choca frontalmente con el elemento fantástico e incluso fabulario del bosque, más adelante y con más tiempo volveremos a hablar con más detenimiento de esta arriesgada y fascinante obra, para el que suscribe esto una de las películas más ambiguas y rompedoras del presente curso.
Del 7 al 16 de octubre se celebró la 49 edición del festival de Sitges, una edición que estuvo marcada por el homenaje a la saga de culto creada por Gene Roddenberry en 1966 Star Trek, un certamen que en líneas generales tuvo un nivel en lo referente a la calidad de las películas proyectadas bastante elevado, nuevamente esa fórmula a modo de amplio cajón de sastre genérico de la abundante producción fantástica expuesta desde diferentes vertientes que ha dado este 2016 sirvió como inmejorable termómetro del actual estado de salud del género. A la hora de señalas las pautas de la presente edición subrayar el inmejorable momento que goza el cine asiático (una parcela que domina a la perfección el festival pues prácticamente todo la producción disponible que encaja dentro de ese imaginario tan propio del festival volvió a estar presente en año en Sitges), nombres consagrados como los coreanos Kim Jee-woon, Park Chan-wook o Na Hong-jin y muy especialmente los japoneses Sion Sono y Kiyoshi Kurosawa (ambos con dos extraordinarias propuestas cada uno presentes dentro del certamen) demostraron estar a un nivel de creatividad muy superior al resto.
Una edición que conto con grandes homenajeados, una coexistencia de pesos pesados de la interpretación de alto calibre como Max von Sydow y Christopher Walken, autores de pedigrí como el gran Paul Schrader o personalidades varias para puro disfrute fan como Barbara Crampton, Dolph Lundgren o Bruce Campbell, algo que sirvió como perfecto reflejo de esa coexistencia de perspectivas y miradas genéricas cada vez más amoldadas dentro de un festival en cuyo palmares se premió y condiciono el riesgo y la originalidad (Swiss Army Man) en contraposición a una mayor calidad (The Wailing, The Handmaiden, Creepy).
A modo de reflexión señalar la difícil coyuntura a que la que se enfrentan los festivales de serie B como el de Sitges en un presente y futuro, este año se proyectaros un elevado números de films ya disponibles en plataformas de consumo doméstico (VOD), la mayoría de ellas disponibles de forma ilegal por estos lares, esa añorada exclusividad a la hora de proyectar en la que anteriormente se sustentaban los festivales parece cada vez parece más diluida y lo que es más preocupante de una difícil solución sino habituamos una renovada mirada a la hora de consumir cine ya no solo en lo referente a certámenes como Sitges sino a un nivel mucho más generalizado, el desangelado pase de prensa matinal de The Neon Demon no hizo sino subrayar esta problemática por increíble que parezca.
Señalar del mismo modo el buen nivel exhibido este año dentro de la sección Noves Visions, con muchas propuestas de un mayor nivel de las vistas en algunas películas vistas en la sección oficial, por otra parte la estimulante selección ofrecida este año en Seven Chances, seguramente la más puramente genérica desde su puesta de largo en el ya lejano 1993, algo que siempre es de agradecer y más en Sitges, en contraposición detectar en Panorama Fantàstic una sensación muy palpable de films no aceptados dentro de la sección oficial por su calidad, algo que la deriva en una especie de gueto poco agraciado con respecto a sus propuestas. Resaltar a sí mismo la necesaria tarea de rescatar clásicos restaurados como las esenciales Dawn of the Dead, Phantasm, Terrore nello spazio o la seminal Solaris proyectada esta última dentro de la muy interesante retrospectiva Red Planet Marx.
El próximo año Sitges celebrara su cincuenta aniversario y lo hará por todo lo alto, una serie de actividades servirán como preámbulo de la edición, el primero de ellos el concierto de Fabio Frizzi previsto el próximo 1 de noviembre en la sala Phenomena de Barcelona. El festival contara como padrino de este aniversario con Guillermo del Toro,un director muy afín al festival, además el personaje literario y cinematográfico Drácula, de la novela de Bram Stoker y adaptado en numerosas ocasiones al cine será homenajeado en un certamen que con casi toda seguridad contara como película inaugural con el Blade Runner 2 de Denis Villeneuve el próximo 4 de octubre de 2017. A continuación y como viene siendo habitual y a modo de crónica diaria desgranaremos todo lo que dio de sí la presente edición del festival, más adelante y aprovechando en muchos de sus casos su futuro estreno comercial nos detendremos más detenidamente en las propuestas más interesantes vistas este año en Sitges.
Inside
Una joven viuda, embarazada y deprimida, intenta reconstruir su vida después del fatídico accidente de tráfico en el que perdió a su pareja y su oído de manera parcial. Ahora, a punto de dar a luz, vive en una casa aislada de un suburbio cuando, una noche de Navidad, recibe la visita inesperada de otra mujer con siniestras intenciones…
Muy diluida resulto la inauguración de la presente edición del festival de Sitges, Inside, producción catalana rodada en inglés y tercer trabajo del sevillano Miguel Ángel Vivas tras sus más que aceptables Secuestrados y Extinction, en esta ocasión adentrándose en el pantanoso terreno de los remakes de producciones recientes, una nueva versión de À l’intérieur, opera prima de los franceses Alexandre Bustillo y Julien Maury que dirigieron en el 2007 y que con el paso de los años ha adquirido un pequeño estatus de culto entre los aficionados al género de terror.
Nunca he sido muy partidario de esa militancia extrema por parte del aficionado en la no aceptación de nuevas versiones ya de antemano, siempre he sido de la opinión de la legitimidad de rehacer desde una mirada renovada y diferente trabajos ya expuestos con anterioridad, lamentablemente Inside pese a esa legitimidad antes mencionada e incluso una supuesta validez como adecuado producto para su comercialización internacional fracasa en su cometido de una forma muy evidente, Inside es diferente a À l’intérieur pero para peor, pues despoja de las principales virtudes del original, esa contundencia y truculencia de contornos hiperrealistas enclavado en una historia muy minimalista desaparece por completo para ofrecernos un producto de naturaleza light, incidiendo más en un torpe uso del thriller en forma casi de drama que en aplicar e incidir en la perversión de tono pesadillesco de su predecesora, un peaje inherente en los remakes es el de hacer comparaciones con el original, y en este aspecto Inside sale bastante mal parada.
Valoración 0/5: 1
Proyecto Lázaro
Año 2084. Un grupo de médicos logra resucitar por primera vez a un hombre que fue criogenizado 60 años atrás. Marc (Tom Hughes) fue diagnosticado con una enfermedad cuyo pronóstico era de un año de vida. Incapaz de aceptar su final, decide congelar su cuerpo. Seis décadas después Marc se convierte en el primer hombre resucitado de la Historia. Entonces descubrirá que el gran amor de su vida, Naomi (Oona Chaplin), le ha acompañado durante todo ese tiempo de una forma que él no esperaba.
Mucha expectación había por ver el nuevo trabajo tras las cámaras del director canario Mateo Gil, Proyecto Lázaro pilla su concepto a modo de spin-off ya expuesto en su guion para Abre los ojos, definiéndose como un drama futurista de ligera estética new age e incluso heredera de la poética evanescente al estilo Malick acerca del desaparecer de tu momento y entorno para renacer en un ámbito al que ya no perteneces, un ritmo que curiosamente se trunca de manera algo abrupta con un giro final más propio de un fabulario en modo Twilight Zone.
Proyecto Lázaro no deja de ser un producto atípico, a contracorriente en el prácticamente inexistente género de la ciencia ficción intimista patria, una película de amor disfrazada en un entorno de género distópico, algo que en cierta manera le da una validez y una razón de ser a la propuesta pese a sus evidentes fallas, por citar solo algunas hay un abuso algo exagerado de la narración en off para subrayar cosas que las imágenes ya explican sobradamente, esa redundancia visual e incluso discursiva choca frontalmente con posibles reflexiones de mucha mayor relevancia que nos intenta lanzar la película, como por ejemplo los dilemas morales que expone Mateo Gil en la trama. Proyecto Lázaro termina siendo un producto ambicioso en sus postulados, no pedante como algunos llegaron a aseverar, aunque muy irregular en lo referente a sus resultados, aun así no deja de ser una película muy a tener en cuenta dada su valentía al adentrarse en un género inexistente en España, algo que dado los tiempos actuales en los que vivimos es digno de aplauso.
Valoración 0/5: 2’5
Train to Busan
Un desastroso virus se me expande por Corea del Sur, provocando importantes altercados. Los pasajeros de uno de los trenes KTX que viaja de Seúl a Busan tendrán que luchar por su supervivencia.
Si en la pasado edición del festival de Sitges la película “zombie” fue la muy disfrutable cinta japonesa I Am a Hero este año otra producción asiática tuvo tal merecido honor, Train to Busan (Premio a la mejor dirección y a los mejores efectos especiales) supone el debut en imagen real del surcoreano Yeon Sang-ho que junto a su animada Seoul Station también presente en el festival forman parte de una particular e interesante franquicia zombie, ambas funcionando como una moneda de doble cara. Vista Train to Busan puede llegar a sorprender en algo si lo comparamos a los anteriores trabajos de su directos, las animadas y claramente sustentadas dentro de unas coordenadas de lectura social The King of Pigs (2011) y The Fake (2013).
Train to Busan se aparta de dicho concepto para adentrarse en un pulcro blockbuster de terror-acción que funciona como un perfecto y disfrutable vehículo de entretenimiento, teniendo como principal virtud el que las ligeras pinceladas de crítica social expuestas en el film (deteriorada relación paterno filiar, ese apunte de que la unión de los individuos hace la fuerza ante las adversidades o la crítica velada ante la total ausencia gubernamental responsables del desaguisado en el conflicto) no logran diluir lo que es de una forma evidente una diversión genérica sin complejos de aplicado ritmo narrativo, y que utilizando al mismo tiempo y de manera inteligente una coordenadas modernas dentro del género de terror se posiciona en resultados muy por encima de productos yanquis de parecida naturaleza como por ejemplo la muy decepcionante World War Z.
Valoración 0/5: 3’5
Tickled
El periodista David Farrier, especializado en buscar en Internet cosas raras y bizarras, se topó con una misteriosa competición de cosquillas online. A medida que se sumergió más en ella, se encontró cada vez una resistencia más feroz a investigar, incluyendo insultos, pero nada le detuvo para intentar llegar al fondo de una historia más extraña que la ficción.
Se echó en falta en la presente edición del festival trabajos de la índole de Tickled, interesante documental de la HBO a cargo de los debutantes David Farrier y Dylan Reeve que se aleja de dicho concepto genérico que suele analizar o homenajear algún aspecto relativo al séptimo arte como la gran mayoría de documentales presentados en el certamen de este año.
Tickled se adentra en la realidad a través de una premisa fundamentada en la anécdota, siguiendo unas pautas narrativas muy parecidas a las de Catfish partimos de una premisa curiosa (competiciones de cosquillas online) en donde lo atípico de ella nos direcciona en primer lugar en una travesía hacia lo inverosímil para a continuación adentrarse en algo mucho más oscuro y perturbador, para terminar descubriendo patologías de desviación sexual y sobre todo ese conclave social que es internet y que deviene como campo abonado a la hora de suplantaciones de identidad y acoso psicológico por parte de sociópatas. Tickled funciona más en lo relativo a su trayecto (aunque este aspecto requiere el ir lo más virgen posible por parte del espectador dado la naturaleza del producto) que en lo referente a su supuesta finalidad, esa investigación periodística que termina enseñándonos que la más simple realidad siempre supera la ficción logra una mayor solidez en contraposición con su exposición de los peligros que puede conllevar contactar con monstruos ocultos tras una aparente y engañosa inocencia.
Valoración 0/5: 3’5
The Sion Sono
No hace falta presentarle: es nuestro provocador favorito. Lo que sí se antoja necesario es ver este documental para descubrir más sobre el poeta, el pintor, el guionista, el cineasta, el niño, el esposo… Arata Oshima (hijo de otro gran irreverente, Nagisa Oshima) se adentra en el complejo e inabarcable universo de Sion Sono mientras este rueda The Whispering Star.
Se suele decir que los documentales que desgranan el día a día de un artista suelen funcionar en lo referente al interés que la persona retratada pueda infundir al espectador en cuestión, Sion Sono (autor clave en estos últimos años dentro del certamen) es un artista muy particular, lleno de matices, unos matices ambivalentes que quedan perfectamente retratados en este interesante trabajo a cargo de Arata Oshima acerca de uno de los autores más validos e interesantes del actual panorama cinematográfico. El Sion Sono poeta, pintor y finalmente director de cine quedan perfectamente definidos en un documental en donde el proceso creativo del artista queda equilibrado en base a un ameno anecdotario bañado en alcohol y tabaco, un magnífico retrato de la vida y obra del misterioso mundo que habita Sion Sono, un genio en cuyo imaginario puedes llegar el aceptar entrar en el o rechazarlo (perfectamente plasmado en el documental en la confección de su mujer y musa Megumi Kagurazaka) pero un genio al fin y al cabo como bien nos muestra The Sion Sono.
Valoración 0/5: 4
The Whispering Star
Yoko (Megumi Kagurazaka), es una especie de repartidor interestelar de UPS . Su trabajo es simple: debe hacer entrega de paquetes y correspondencia a los seres humanos esparcidos por diversos planetas. Pero con tanto tiempo libre entre las entregas, Yoko comienza a preguntarse qué hay en esos paquetes.
En The Whispering Star encontramos al Sion Sono más autoral, aquel que se lanza al vacío sin red, un posicionamiento artístico en donde solemos encontrar casi siempre los mejores trabajos por parte del director nipón, The Whispering Star (film que nace de un guión que escribió hace más deveinte años) no es una excepción en lo referente a semejante aseveración, presentándose como una de las propuestas más validas e interesantes vistas este año en el festival de Sitges.
Sion Sono reviste la tragedia del 11 de marzo de 2011 en Fukushima en una inusual dramatización minimalista de ciencia ficción para hablar de los recuerdos, la perdida y la memoria, aunque no lo parezca a primera vista estamos ante una película dotada de una gran trascendencia en lo referente a su estética y narración, expuestas mediante un maravilloso juegos de lentes, luces y sonidos que la derivan directamente hacia una dramatización casi fantasmagórico. El extraordinario final que vemos en The Whispering Star sirve casi a la perfección para dicha reflexión, un final en donde vemos a un serie de personas viviendo sus cotidianas vidas bajo una aparente y absoluta normalidad detrás de una especie de paneles blancos, a semejanza de unas sombras chinas, una existencia reflejada como si la realidad les fuera tan insoportable de llevar que sólo pueden enfrentarse a ella a través de un futuro inicuo, completamente alejado de cualquier resquicio que muestren la dolorosa realidad.
Yoon-ju es una estudiante de posgrado de Bellas Artes, que tiene trabajos a tiempo parcial para llegar a fin de mes, y vive en la casa de su amiga Young-eun por un pequeño alquiler. A diferencia de Young-eun, que disfruta de sus relaciones sin compromiso, Yoon-ju busca algo más serio. Un día, mientras está buscando materiales para su proyecto, se encuentra con Ji-soo en una tienda de segunda mano. Al ver a Ji-soo en un lugar extraño, Yoon-ju se siente atraída por ella.
Our love story debut en el largo de la directora Lee Hyun-ju vino a escenificar de manera muy palpable el nivel visto en esta edición dentro de la sección Nuev@s Director@s, films sobradamente correctos en lo referente a su estructura en mayor o menor medida pero algo desprovisto de una originalidad o riego dentro de la temática expuesta. Our love story nos cuenta el descubrimiento sexual de una joven estudiante dentro de una relación homosexual en una sociedad como es la surcoreana en donde a día de hoy dichas relaciones siguen siendo un tabú dentro de un sector muy específico de habitantes. Lee Hyun-ju realiza un trabajo en lo referente a la construcción dramática de ambos personajes bastante notorio, su puesta en escena resulta solvente con algún que otro detalle a tener en cuenta, lástima que estas diversas virtudes no sean lo suficientemente validas a la hora de estar ante un producto que destila una evidente falta de originalidad en lo concerniente a su propuesta.
Valoración 0/5: 2’5
Jesús
Santiago, Chile. Jesús, de 18 años, vive con su padre Héctor en un apartamento donde la televisión compensa su incapacidad para comunicarse. El resto del tiempo baila en un grupo de K-pop, sale con sus amigos y toma drogas, mira clips cutres y practica sexo en lugares públicos, buscando emociones fuertes. Una noche, las encuentra con sus amigos, cuando se ve envuelto en un incidente irreversible. Este acontecimiento unirá más que nunca a Jesús y a Héctor, pero también los separará para siempre.
El chileno Fernando Guzzoni que ya ofreció buenas maneras con su anterior y contundente Carne de Perro, ahora nos ofrece una nueva crítica social y coyuntural en Jesús, un crudo retrato acerca de las inseguridades de una juventud a la deriva, una desorientación generacional (confusión sexual incluida) expuesta mediante el retrato de una herencia violenta y machista que se hereda de padres a hijos y las consecuencias que todo ello finalmente acarrea.
Fernando Guzzoni se aparta conscientemente de la sutileza o el tan socorrido fuera de campo a la hora de visualizar mediante un verismo cinematográfico muy palpable en su puesta en escena el errante día a día del joven protagonista, un hecho violento servirá como definitorio punto de inflexión en lo concerniente a mostrar ese vínculo paterno-filial ubicado en el centro de una crisis a partir de este hecho radical y extremo, a partir de aquí ambos personajes tendrán que enfrentarse en una relación antes de ese hecho prácticamente inexistente y es ahí en donde la película revela que las bases de los supuestos vínculos familiares no son tan sólidos, todo lo contrario, es a partir de esta idea final en donde Fernando Guzzoni parece encontrar un sentido valido a todo lo antes expuesto ¿cómo poder asumir la culpa de un acto terrible a raíz de un estirpe hereditaria que no llegas a reconocer del todo?, una síntesis perfecta direccionado al apocalipsis adolescente que Jesús nos llega a mostrar.
Valoración 0/5: 3
Something In Blue
Cuatro jóvenes, una ciudad. Por amor o idealismo, divertidos y algo desconcertados. A medida que cambian las estaciones, ellos entran en la película desde la vida; después vuelven a sus vidas desde la película. Se interpretan a sí mismos en la película, sus papeles transforman sus vidas. Una improvisación original en el cine chino, una nueva forma de narrar la vida urbana.
Something in blue primer largo de Yunbo Li presentada en la sección Nuev@s Director@s transita en base a una frustración generacional bastante definida, cine documentado dentro de cine supuestamente friccionado mediante el retrato fragmentado en la vida de varios jóvenes a través de los vaivenes económicos, laborales y emocionales, en cierta manera las dudas existenciales de los jóvenes retratados en Something In Blues acaban siendo muy semejantes a los de cualquier otro lugar del mundo a día de hoy, el mayor problema de Something In Blue viene dado en que la fórmula empleada por Yunbo Li se llega a agotar demasiado pronto, el acercamiento al día a día en el retrato de esta juventud contemporánea llega a ser por momentos algo tedioso, la eterna quimera a la que se tiene que enfrentar la juventud moderna ofrecida en modo de catálogo con ciertas improvisaciones tampoco es que llegue a ser precisamente novedoso, quedando finalmente como una suerte de reflexión de los ideales no perpetrados que marcan una parte de la sociedad actual.
Valoración 0/5: 2
I, Daniel Blake
Por primera vez en su vida, y víctima de problemas cardíacos, Daniel Blake, carpintero inglés de 59 años, se ve obligado a acudir a las ayudas sociales. Sin embargo, a pesar de que el médico le ha prohibido trabajar, la administración le obliga a buscar un empleo si no desea recibir una sanción. En el transcurso de sus citas en el centro de trabajo, Daniel se cruza con Katie, una madre soltera de dos niños que tuvo que aceptar un alojamiento a 450 kilómetros de su ciudad para evitar que la envíen a un hogar de acogida. Prisioneros de la maraña de aberraciones administrativas actuales de Gran Bretaña, Daniel y Katie intentarán ayudarse mutuamente.
Ken Loach presento en la sección Perlas una de las películas más esperadas en la presente edición del festival, I, Daniel Blake flamante Palma de oro en el pasado Cannes, el cineasta británico vuelve a incidir una vez más en la crónica social y humana, en esta ocasión ubicada en la región de Newcastle, podríamos aseverar sin riesgo a equivocarnos que la película es la quintaescencia de Loach, con todo lo que ello conlleva, para arrastrarnos a través de ese choque emocional tan característico suyo, aquí nos habla de la precariedad laboral actual, pero sobre todo del carácter deshumanizado hacia la clase obrera por parte de leyes, estamentos y actual sistema de prestaciones sociales británico que tratan a este colectivo de forma humillante como simples números y no como en lo que realidad son.
En I Daniel Blake la cámara de Loach sabe encontrar el modo casi perfecto a la hora de resaltar a base de la sencillez costumbrista un suave tono de tragicomedia, el saber contar historias sencillas de gente ordinaria pero sin retratarlos como tales. No deja de ser algo sorprendente que tras su merecida Palma de oro un grupo bastante amplio de críticos pusieran el grito en el cielo señalando al director británico de autor maniqueo y en basarse en un tipo de cine militante en exceso repetitivo, puede que estas aseveraciones tengan algo de verdad, como también lo es que por muy manido que sea el repertorio de Ken Loach (80 años, no nos olvidemos) este y más en la película que nos ocupa llega a ser eficaz y fluido, el cine como forma de protesta contra un mundo cada vez menos tolerante, en definitiva un maestro del realismo social aplicado a la cinematografía pese a quien le pese.
Valoración 0/5: 4
Snowden
Cuando Edward J. Snowden desveló los documentos del programa de vigilancia mundial secreto de la NSA, abrió los ojos del mundo y cerró las puertas de su propio futuro, renunciando a su carrera, a su novia de toda la vida y a su patria. ¿Qué le llevo a perpetrar el mayor caso de divulgación de documentos clasificados de la historia?
Desde que en 1986 Oliver Stone dirigiera Salvador el director norteamericano se ha convertido en un aventajado cronista de las miserias que han acontecido en mayor o menor medida en los Estados Unidos, por tanto que se responsabilizara de llevar a la gran pantalla la historia de Edward Snowden no solo no cogió a nadie por sorpresa sino que en cierta manera se vio hasta algo lógico.
Snowden es una película correcta pero desprovista de garra, e incluso por momentos bordeando el tono más puramente naif en su narrativa, da la impresión de que Oliver Stone con el paso de los años ha ido perdiendo fuelle como cineasta político, uno de los mayores problemas del film es su muy escaso debate político, Stone se centra más en el personaje, no parece interesarle tanto el glorificarlo pero si el exculparlo de sus actos, el otorgarle una legitimidad según su propia moral. En Snowden hay pequeños detalles, demasiado leves, del buen cine que en su día ofreció Oliver Stone, esos momentos de tono conspirativo-paranoide que sufre el protagonista (un competente Joseph Gordon- Levitt) son de largo lo mejor de la cinta, si uno busca una información más detallada del caso lo mejor que puede hacer es visionar el documental Citizen Four (2014), en este aspecto Oliver Stone da la sensación de querer equilibrar el producto dando paso a la vertiente (poco interesante) más familiar- romántica del personaje en la historia, todo resulta demasiado correcto y previsible en su exposición, una trayectoria la expuesta en Snowden muy alejada de la naturaleza reivindicativa de los primeros trabajos de su director.
Dos hermanos vuelven a Pinamar después de la muerte de su madre para darle su último adiós y vender el apartamento familiar. Mientras que Pablo quiere terminar lo antes posible, Miguel quiere disfrutar de la visita. Durante su estancia en Pinamar el pasado vuelve a la vida a través de Laura, una vieja amiga de Miguel que les gusta a los dos, y mientras tratan de conquistarla, redescubren su relación y se dan cuenta de que cada final es siempre el comienzo de algo nuevo.
Segundo film del realizador argentino Federico Godfrid tras La Tigra, Chaco codirigido junto a Juan Sasaín, en Pinamar presentado en la sección Nuev@s Director@s asistimos a una premisa en principio nada novedosa, dos jóvenes hermanos (Juan Grandinetti y Agustín Pardella) regresan a la casa materna tras la muerte de esta con la intención de venderla y no regresar al lugar, una venta que supondría decir adiós a un enclave importante en la vida de ambos jóvenes. Un relato en donde lo que a priori puede parecer sencillo se diversifica a nivel casi extrasensorial, aquella premisa en donde lo supuestamente menor significa más, dando paso a una honestidad en su narrativa de tono melancólico que llega a funcionar en base a su propia naturalidad, Pinamar se toma su tiempo a la hora de hacernos artífices de un pensamiento direccionado a un dilema básico, el pasar página o el aferrarse a unos recuerdos y vivencias, Federico Godfrid lo hace uso mediante continuos silencios y abundantes planos fijos en un film honesto en lo referente una tesis de sobrada de empatía en lo que es su exposición.
Valoración 0/5: 3
As You Are
Jack es un estudiante de instituto que vive con su madre soltera, Karen, en una ciudad anodina. Considerado un marginado social y un solitario, Jack no tiene amigos hasta que el nuevo novio de Karen, Tom, se muda a vivir con ellos e introduce en sus vidas a su hijo Mark. Los dos outsiders no tardan en hacerse buenos amigos y, tras un encuentro casual en un restaurante, incluyen a su compañera Sarah en el grupo. Los tres encuentran su salvación en el grupo, hasta que ciertos cambios en las relaciones y la aparición de algunos secretos les obligan a pararse a pensar y ver hasta dónde están dispuestos a llegar para vivir las vidas que han elegido.
En la presente edición del festival varias fueros las propuestas de óperas primas vistas dentro de la sección oficial a competición, una iniciativa valiente pero algo arriesgada por razones bastantes obvias, As You Are (Premio Especial del Jurado en el pasado Festival de Sundance) del estadounidense Miles Joris-Peyrafitte incide en ese tipo de cine independiente norteamericano que refleja la desorientación y el desarraigo de un sector de la adolescencia yanqui dentro de un ambiente poco afín, As You Are alterna tramos interesantes con otros que la derivan hacia una argumentación bastante previsible y manida, apoyada en una premisa muy socorrida en los últimos años dentro de este tipo de cine.
El film tiene la ligera virtud de un comienzo al menos algo novedoso en su concepto, ese arranque insertado con interrogatorios a modo de thriller funciona como preámbulo a la presentación de los personajes otorgando al relato un aura de connotaciones trágicas, sin embargo su utilización resulta baldía por completo, lo que veremos a continuación conforme avanza su argumento no da razón de una forma coherente a ello, la película cae en una reiteración de situaciones y sucesión de clichés que hacen que esos flashbacks antes mencionados sean completamente innecesarios. As You Are termina siendo una película fallida, con un montaje muy disperso y una sensación de pastiche generacional que hacen que sus ligeros y bienintencionados aciertos sean de muy difícil apreciación.
Valoración 0/5: 2’5
Summer Lights
Akihiro, un cineasta japonés que vive en París, vuelve a Japón a entrevistar a supervivientes para un documental conmemorativo del 70 aniversario de la bomba atómica de Hiroshima. Profundamente conmovido por las entrevistas, decide tomarse un descanso, y deambulando por la ciudad, conoce a Michiko, una joven alegre y enigmática. Michiko se lo lleva en un improvisado y alegre recorrido desde la ciudad hacia el mar, donde los horrores del pasado se mezclan con la simplicidad del presente.
Lumières d’été del francés Jean-Gabriel Périot (la mejor película vista por un servidor dentro de esa abigarrada sección que es Nuev@s Director@s) aborda desde una perspectiva que transita a medio camino entre el documental y el tradicional relato oral japonés el fatídico bombardeo de Hiroshima vista a través de la sociedad nipona tanto desde una prespectiva de presente como de pasado. Lumières d’été nos ofrece una mirada hacia atrás plagada de melancólica, dotada de una narrativa muy localista, una fábula de contornos casi fantasmagóricos que sirve al mismo tiempo como clara fricción entre diferentes culturas (Francia y Japón), ese choque generacional y cómo afrontar el recuerdo de una ciudad que pese al paso de los años sigue estando conectada con el pasado de una manera irrefutable, un trayecto el del film que sirve como perfecto viaje iniciático a Akihiro, por otra parte Michiko (genialmente interpretada por Akane Tatsukawa) será su particular guía, personificada a modo de ancestro cuya misión es el mostrarnos el peso del pasado de un lugar, de una mirada. Lumières d’été es una pequeña joya a degustar de forma muy plausible, un film en donde llegados a un preciso momento el documental y la ficción se hacen casi imperceptibles, pues al fin y al cabo la memoria histórica y los sueños que lo acompañan tendrían que sustentarse de ambos conceptos.
Valoración 0/5: 4
A Monster Calls
Conor sólo tiene trece años, pero sabe perfectamente qué va a pasar poco después de la medianoche. Va a tener la misma pesadilla otra vez, esa «pesadilla llena de oscuridad, de viento y de gritos». Ha sido así desde que su madre cayó enferma. Aunque esa noche parece diferente. Conor escucha una voz que le llama desde el jardín. Frente a la casa hay una antigua iglesia, con su cementerio… y un viejo árbol, un tejo que se ha transformado en un monstruo ante los ojos de Conor. De la mano de esa criatura, Conor emprende noche tras noche una nueva aventura para huir de sus propios miedos… hasta que reúna el valor suficiente para enfrentarse a su peor pesadilla, a su propia historia: la verdad.
Vaya por delante que nunca he sido muy partidario de los trabajos perpetrado por Juan Antonio Bayona, un servidor siempre ha tenido la sensación de estar ante un tipo de cine manufacturado hacia una globalidad en concreto, no fundamentado desde unos cimientos autorales sino apoyado de una forma muy visible (y este sería entrar en otro debate que daría mucho que hablar) en base a referentes y estamentos de diferente índole. A Monster Calls es con diferencia el peor trabajo de Bayona, de echo si miramos con detenimiento las tres películas dirigidas por él estas han ido en una clara regresión en lo referente a su calidad. A Monster Calls tiene la dolorosa particularidad de estar apoyada en un prestigioso texto guionizado por el propio autor.
A Monster Calls es una fábula fantástica de cómo debemos aceptar la muerte de un ser querido y como saber enfrentarnos a ella, el principal problema entre otros muchos de la cinta dirigida por Bayona es que nos es presentada como una quintaescencia del maniqueísmo dirigido hacia una emocionalidad artificial enormemente torpe, todo en la película parece haber estado trazado a golpe de mazo, no hay una lógica construcción argumental en lo referente a sus personajes, para más inri el empleo de los efectos especiales no llegan a estar conceptuado de una manera lógica a su narrativa, todo parece una sucesión de segmentos sin ningún tipo de fluidez ni unión entre ellos, un auténtico desastre fílmico que con toda seguridad batirá records de taquilla en España, otro cantar será ver como es recibida fuera de nuestras fronteras esta lastimosa película que nos es vendida como el mejor film de la historia del cine patrio por parte de Mediaset por increíble que parezca.
Valoración 0/5: 1
Frantz
En una pequeña ciudad alemana después de la I Guerra Mundial, Anna va cada día al cementerio a lamentar la pérdida de su novio Frantz, que murió en una batalla en Francia. Un día se encuentra con Adrien, un joven francés que ha ido a depositar flores en la tumba de Frantz y cuya presencia en un país que acaba de perder la guerra encenderá pasiones encontradas.
François Ozon presento dentro de la sección Perlas su último trabajo visto en el pasado festival de Venecia, en Frantz (nueva versión extendida en su tercer acto del Broken Lullaby de Ernst Lubitsch con una espléndida y matizada interpretación por parte de la actriz alemana Paula Beer, de asombroso parecido físico a la icónica Sylvia Kristel) nos encontramos ante la película más clasista y académica del director francés y posiblemente su trabajo más maduro relatado a través de un muy sutil melodrama ejecutado de forma concisa y a modo de manual, una mesurada reflexión atemporal sobre las consecuencias morales acontecidas después de un conflicto bélico en la sociedad de ambos bandos.
François Ozon demuestra un tacto exquisito a la hora de contar la historia, tan exquisito como acertado podríamos definir también un uso cromático para nada gratuito, el blanco y negro para reflejar la tristeza y añoranza de los protagonistas, el color para resaltar momentos puntuales de exaltación emocional. Frantz despliega toda la elegancia del melodrama académico establecido dentro de un contexto temporal determinado, aquel en donde la soledad, la culpa y el desarraigo son las consecuencias más directas de un enfrentamiento bélico, especialmente para los que les toca quedarse y convivir con el recuerdo de lo perdido. François Ozon parece haber llegado a una madurez narrativa y de puesta en escena bastante palpable, el cineasta francés en Frantz parece haber encontrado en la represión emocional de una sociedad histórica un altavoz ideal para difundir su peculiar y notabilísimo discurso cinematográfico.
Richard Matheson, la leyenda. Una retrospectiva completa de la obra de un gigante. La bibliografía y la filmografía de Richard Matheson, nuestro moderno de todos los géneros, tiene muchísimas caras, y en todas y cada una de ellas nos ha dejado historias que se han grabado a fuego en nuestro inconsciente. Matheson fue el artífice oculto de incontables iconos culturales y de estrategias narrativas rabiosamente modernas.
El volumen consta de tres partes. En la primera, «Prolegómenos», Sergi Grau y Joan Renter hablan de la vida de Richard Matheson. En la segunda, «Narrativa», Lluís Vilanova, David Roas, Carlos Díaz Maroto, Álvaro San Martín, Tomás Fernández Valentí, Sergi Grau, Jordi Ardid y Juan Manuel Santiago analizan sus obras literarias. En la tercera, «Guiones para cine y televisión», José María Latorre, Juan Carlos Vizcaíno Martínez, Lluís Vilanova, Jordi Ardid, Joaquín Vallet Rodrigo, Tomás Fernández Valentí, Adrián Sánchez, Tonio L. Alarcón, Sergi Grau, Carlos Díaz Maroto y Álex Barba analizan a fondo la inabarcable faceta de Matheson como guionista de cine y televisión. En la cuarta, «Inédito en español a cargo de Adrián Sánchez, Álvaro San Martín, Sergi Grau, Lluís Vilanova, Jordi Ardid, Joaquín Vallet Rodrigo y Sergi Grau le dan un repaso al resto de la obra del autor. Y, además, como extras, la bibliografía y la filmografía del autor, cerca de veinte páginas, son de las que aturden por la cantidad y la calidad.
Autor; Coordinado por Sergi Grau, Editorial; Gigamesh; Páginas; 344
La Inglaterra rural de 1865. Katherine vive angustiada por culpa de su matrimonio con un hombre amargado al que no quiere y que le dobla la edad y de su fría y despiadada familia. Cuando se embarca en un apasionado idilio con un joven trabajador de la finca de su marido, en su interior se desata una fuerza tan poderosa que nada le impedirá conseguir lo que desea.
Pulcra adaptación de la novela rusa “Lady Macbeth en Mtsensk” escrita por Nikolái Leskov en 1865 a cargo del realizador británico William Oldroyd, siendo uno de los films que en determinados círculos más se lamentó que no estuviera presente en el palmarés de la presente edición, Lady Macbeth tiene la gran virtud de alejarse de forma consiente de preciosismo y el academismo escénico tan habitual en las adaptaciones de época llevadas al cine, William Oldroyd en cambio hace valer un dominio en la composición del plano muy calculado, casi de contornos minimalistas, de tono oscuro y crudo, sin embargo la plasmación visual otorgada muy reforzada con el acertado uso de los elementos de vestuario va muy por delante de la narrativa utilizada en el desarrollo de sus personajes.
Lady Macbeth nos habla de transformaciones, no acontecidas de forma natural sino más bien forzadas dadas las circunstancias, la de un personaje que empieza sufriendo una opresión y que termina convirtiéndose en una opresora o más bien dicho en una especie de femme fatale de época, derivado todo a través de una tensión dramática de contornos casi hitchockianos que termina manifestándose como un ejercicio feminista en donde la monstruosidad adquirida da paso a la supervivencia y la cuestionable moral de los hechos queda omitida para dar paso a un estado de rebelión y liberación con la particularidad de huir de la ambigüedad de los actos acometidos.
Valoración 0/5: 3
Playground
Último día de colegio en una pequeña ciudad polaca. Es la última oportunidad para Gabrysia, de 12 años, de declararse a un compañero de clase. Gabrysia organiza una cita secreta y chantajea al objeto de su amor para que se presente. Pero lo que se esperaba que fuera una charla íntima se descontrola y conduce a un final inesperado. La película, más allá de plantear una pregunta obvia —¿qué se esconde tras los crímenes cometidos por niños?—, cuestiona si somos realmente capaces de encontrar una respuesta.
Playground opera prima del polaco Bartosz M. Kowalski cubrió la cuota de polémica en esta edición del festival, un film que transita acerca de la violencia en nuestra sociedad, ubicado más concretamente en el inicio de la adolescencia, una polémica que vino dada por la crudeza de una última escena de cerca de diez minuto duración rodada en un plano fijo desde la distancia, algo que provoco que durante dicha secuencia se produjera una huida bastante importante por parte del público en su pase en el Kursaal, produciéndose incluso algún que otro improperio hacia a los responsables de la película, una apuesta valiente y coherente por parte del festival el programarla en contraposición con una actitud por parte de ese sector de público ciertamente lamentable, algo retrograda e incluso gratuita, curiosamente algo que independientemente de la calidad del film este no posee.
Bartosz M. Kowalski en Playground intenta indagar sin conseguirlo en los motivos de la crueldad en los niños en el retrato de tres personajes adolescentes, expone dicha tesis en base a un enfoque extremadamente frío que bebe sin disimulo de una atmósfera realista de tono malsano muy al estilo de Michael Haneke pero expuesta sin ninguna posible reflexión sobre el trasfondo real de la problemática, no creo como se comentó de forma bastante generalizada que Playground anide en lo referente a la provocación o la gratuidad sobre lo que expone, simplemente estamos ante un producto bastante torpe, incapaz de articular sobre su propia argumentación e imposibilitado al mismo tiempo en poder actuar supuestamente como un golpe seco dirigido hacia nuestra propia conciencia.
Valoración 0/5: 2
A Taste of Ink
Vincent no ha vivido ni un tercio de su vida, pero ya se ha tatuado la mitad de su cuerpo y ha enronquecido su voz con su banda post-hardcore. Desde que murió su madre, divide su tiempo entre su trabajo haciendo piercings, con el que no es feliz, y su padre pescadero, que está intentando empezar una nueva vida con una mujer más joven. Y eso le está volviendo loco.
A Taste of Ink ópera prima del francés Morgan Simon presentada en la sección Nuev@s Director@s (mención especial del jurado) nos cuenta el devenir de unas relaciones paternas filiar y como la aparición de un tercer personaje en la ecuación sirve como detonante clave a la hora de exponer la necesidad o la imposibilidad de una carencia afectiva requerida por parte de uno de los protagonista, una afectividad que solo encuentra a modo de liberación y de manera casi catártica en los conciertos de música rock en los que actúa. Morgan Simon pese alguna que otra carencia narrativa expuestas en A Taste of Ink maneja con cierta solvencia un retrato actual de una juventud rebelde y sobre todo desorientada dentro de un entorno determinado, una frustración generacional que busca de forma irremediable una figura paterna en la que confiar contada en la película en forma de paradoja costumbrista, aquella en donde vemos como el protagonista es capaz de realizarse plenamente delante de un micrófono ante una gran audiencia, pero que no puede ni siquiera expresarse de manera normal delante de su propio padre.
Valoración 0/5: 2’5
Porto
Jake (Anton Yelchin) y Mati (Lucie Lucas) son dos extraños en la ciudad portuguesa de Porto que una vez tuvieron una breve conexión. El misterio en torno a los momentos que compartieron permanece, y en la búsqueda a través de sus recuerdos, reviven las profundidades de una noche sin inhibiciones.
Porto de Gabe Klinger y con Jim Jarmusch en calidad de productor ejecutivo fue una de las propuestas más interesantes que se pudieron ver este año dentro de la sección Nuev@s Realizador@s, film que bebe en conceptos del Antes del amanecer de Richard Linklater, una melancólica y triste historia de amor acerca de un breve romance furtivo fundido en tiempos y espacios a través de la percepción de dos miradas, Porto es uno de esos film en donde la atemporalidad está plenamente presente a lo largo de todo su metraje, estando estructurada no solo en lo concerniente a una narrativa no convencional sino también a través de distintos formatos cinematográficos, hay un evidente trabajo de experimentación por parte de Gabe Klinger a la hora de exponer esa fractura emocional a partir de un romance que nace por casualidad y que aunque breve deja un poso en el inconsciente de los protagonistas difícil de disipar, Porto termina funcionando como una experiencia sentimental vital vivida por parte de los protagonistas a modo casi de ensoñación, un posicionamiento formal que no deja de ser toda una declaración de intereses por parte de un director del que habrá que estar muy atento en todo lo que nos depare en un futuro próximo.
Valoración 0/5: 3’5
Colossal
Una chica que se pasa todo el día de juerga en juerga (Anne Hathaway) descubre que tiene una misteriosa conexión con un monstruo gigantesco que está provocando el caos en el otro extremo del globo.
Dentro de la sección oficial pero fuera de concurso se pudo ver el nuevo trabajo de Nacho Vigalondo Colossal, película por momentos inclasificable a nivel genérico pero plenamente consecuente con el imaginario que el director español que ya había plasmado en anteriores trabajos suyos, posiblemente una película en donde de una manera más clara quedan reflejadas sus principales virtudes pero también sus evidentes carencias. Si en Extraterrestre Vigalondo utilizaba una invasión extraterrestre como excusa a la hora de transitar a través de una comedia de tono romántico-absurdo en Colossal tampoco veremos los monstruos que uno espera ver en un film de esta supuesta premisa, aquí se utiliza el Kaiju-eiga como una simple lectura de género acerca del posicionamiento de la mujer dentro de la sociedad, lo que ocurre cuando las cosas se tuercen y que derivan en la crisis existencial de una treintañera o la dificultad de esta a la hora de crecer emocionalmente a través de un catálogo anómalo, bizarro, extravagante e incuestionablemente original.
Pese a sus evidentes imperfecciones, especialmente en lo referente a su descompensada y algo errática narrativa Colossal posee la virtud de abordar sin ningún tipo de complejos y de una forma original temas supuestamente complejos, Nacho Vigalondo no deja de ser un «rara avis» dentro del actual panorama cinematográfico, capaz de asumir de manera consiente un riego en lo referente a sus propuestas, Colossal es puro funambulismo creativo no apto para todo los paladares pero en mi opinión infinitamente superior en muchos conceptos a productos supuestamente mainstream dirigidos por directores españoles sin ningún ápice de talento y encumbrados de forma generalizada por campañas invasivas televisivas.
Valoración 0/5: 3
Bigas X Bigas
Bigas Luna era, por encima de todas las cosas, un narrador de imágenes, tanto cinematográficas como pictóricas. Este voyerismo tan intrínseco en él cultivó un inmenso deseo por hacer una película verista: rodar a alguien sin guión y sin ningún tipo de parafernalia, mostrando al personaje en toda su pureza. Probablemente esto fue lo que le impulsó a captar la realidad que le rodeaba mediante un vídeo-diario. Un cuadro formado por diferentes escenas únicas de su vida. Más de 500 cintas, diversos vídeos, textos pictóricos y archivos de audio por los que desfilan escenas familiares, reflexiones íntimas y charlas cómplices con actores y amigos. Bigas x Bigas es una película verista experimental que pretende abrirnos una ventana a esos momentos. Un viaje a través de sus vivencias y reflexiones en el que Bigas se desmonta a sí mismo mostrando su yo más íntimo y personal no sólo como artista, sino como ser humano.
Decepción podría ser la palabra adecuada por parte de un servidor ante el visionado del documental Bigas X Bigas, posiblemente la causa principal fue debido a las erróneas características que uno creía otorgarle al producto en cuestión, pues no estamos ante un trabajo que analice con detenimiento la trayectoria de Bigas Luna sino más bien nos encontramos ante una suerte de anecdotario acerca de sus gustos, ideas, recuerdos o vivencias, una especie de diario personal interesante en su supuesta tesis pero totalmente descoordinada y muy dispersa en lo referente a su exposición. Uno personalmente piensa que el resumen de las más de 600 horas recogidas en esta especie de videodiario de los últimos años en la vida del artista catalán podían haber dado para mucho más, evidentemente encontramos referencias básicas a esas obsesiones que hacían tan particular a Bigas Luna, el sexo, la leche materna, el ajo..pero poco más, un retrato en definitiva que anida a través de lo más cercano y familiar pero que al mismo tiempo pone de manifiesto la imperiosa necesidad de que algún día se llegue a realizar un trabajo que indague con más detenimiento en la vida y obra de un autor ciertamente irrepetible.
El realizador noruego André Øvredal responsable de aquel notable mockumentary titulado Troll hunter, curioso hibrido de mitología nórdica y humor negro, nos presenta su primer trabajo en inglés, The Autopsy of Jane Doe, película de terror con premisa argumental casi minimalista cuyo primer tráiler que acaba de ver la luz y que junto a su póster oficial podéis ver a final de página. El film tras su reciente paso por Fantastic Fest de Austin en donde ha cosechado muy buenas críticas estará presente en el inminente festival de Sitges dentro de su sección oficial.
The Autopsy of Jane Doe nos cuenta como Tommy y Austin Tilden regentan una pequeña morgue y un crematorio en Virginia. Un día, el sheriff local les entrega un cadáver, al que han apodado Jane Doe y que fue encontrado en un sótano. Pronto, padre e hijo descubrirán que el nuevo encargo no es mera rutina y que, aunque por fuera el cuerpo está intacto, el interior de Jane Doe ha sido violentamente trasteado, víctima, quizá, de una terrible fuerza ritual.
La película está protagonizada por Emile Hirsch, Brian Cox, Ophelia Lovibond, Michael McElhatton, Parker Sawyers, Jane Perry, Yves O’Hara, Adrian Palmer y Mark Badham.
Una mañana en París. Un puñado de adolescentes de diversa procedencia. Cada uno de ellos comienza a ejecutar una extraña danza en el laberinto del metro y las calles de la capital. Parecen seguir un plan. Sus gestos son precisos, casi peligrosos. Se reúnen en el mismo lugar, unos grandes almacenes, a la hora del cierre. París entra en erupción. La noche comienza…
Nocturama del francés Bertrand Bonello fue uno de los platos fuertes del festival, rebotada por su no inclusión en el festival de Cannes debido a lo incomodo de su premisa, el film anida en el análisis más puramente abstracto del terrorismo o más bien en el de la revolución a un nivel puramente sociológico, poco sabemos de las motivaciones del acto, lo suponemos..hastió y negación global frente a la sociedad que vive a través de un capitalismo voraz, Bertrand Bonello transita a través de la ambigüedad del mundo en el que viven los protagonistas, muy visible en su segunda parte, ese encierro en el centro comercial que sirve como clara metáfora acerca de un lugar destinado al lujo que deseamos pero que no estamos a su alcance.
Nocturama a falta de un mensaje o un juicio claro transmite básicamente un sentimiento generalizado, más direccionado en el cómo que en el porqué, hay una primera parte en la película rodada de forma prodigiosa, aquella en donde los jóvenes protagonistas recorren la ciudad de Paris, ese ritmo físico define a la perfección el estado de indefensión del escenario. Nocturama es un portentoso ejercicio de valentía creativa, tan reflexivo como perturbador, una de esas películas en donde se expone a través de lo explícito pero también de lo sutil, de los contrastes y de la ambigüedad, de una actualidad en definitiva en donde la juventud de hoy en día puede anhelar el mismo deseo de consumismo como de terrorismo por muy estremecedor que nos pueda parecer.
Valoración 0/5: 4
Jätten / The Giant
Rikard es un autista con deformidades graves que fue separado de su madre al nacer. Treinta años después, está convencido de que su madre volverá con él si gana el campeonato de petanca de Escandinavia. Su frágil físico y un entorno hostil y criticón no van a conseguir pararlo. Además, cuenta con la ayuda de un gigante de 60 metros…
El sueco Johannes Nyholm reconocido cortometrajista presento su opera prima Jätten (Premio Especial del Jurado), un hibrido de comedia excéntrica y drama intimo con momentos curiosos, poblado de personajes marginados y humor ridículo, en donde se nos presenta a un individuo con notorias deformidades físicas y mentales y como este intenta a través de la ensoñación llegar un confort emocional que le es imposible vivir en su cruda realidad del día a día. Esa devastadora realidad y fantasía preciosista expuestas en Jätten denotan una irregularidad bastante evidente y por ende su principal hándicap, la primera bajo un tono de docudrama transita por derroteros de la superación personal bastantes convencionales, el otro concepto opta por la ensoñación de contornos kitsch, curiosos y por momentos hasta originales, lástima que al final todo devenga en un producto demasiado distante, muy poblada de altibajos narrativos, lejos de esa corriente de emocionalidad requerida en el enunciado de su premisa.
Valoración 0/5: 2’5
I Am Not Madame Bovary
Li Xuelian y su marido Qin Yuhe montan un falso divorcio para obtener un segundo apartamento. Seis meses después, Qin se vuelve a casar con otra mujer. Llena de ira, Li presenta una demanda que pierde, porque el divorcio cumplía con los procedimientos legales. Y además Qin la acusa de haber sido impura en su noche de bodas. Una década después, sin que el matrimonio ni su reputación se haya restaurado, Li viaja a la capital durante el Congreso Nacional del Pueblo para completar su absurdo periplo de diez años por el hijo que no tuvo.
Cinta dirigida por el veterano Feng Xiaogang ganadora de la Concha de Oro (premio justo y más si nos atenemos en comparativa con otras ganadoras en pasadas ediciones) y Concha de Plata a la mejor actriz para Fan Bingbing, una por momentos curiosa fábula que nos habla de la lucha de una campesina contra la burocracia del sistema chino, a medio camino entre el humor negro y el drama de tono surrealista con el concepto de la imposibilidad de luchar contra el sistema expuesto bajo una coordenadas casi kafkianas. I Am Not Madame Bovary pese a una evidente reiteración bastante visible en lo referente a las temáticas que va abordando durante su metraje consigue sus mejores momentos cuando nos muestra esa fina ironía o parábola cómica con la que ridiculiza a la clase política y funcionarial de la China actual, dejando de manifiesto un mejor manejo de la sátira que del drama pese a la acertada reflexión ya personal que se nos relata al final del film.
Por otra parte no deja de ser curioso que un director como Feng Xiaogang llegue a experimentar con los formatos imprimiendo un uso del circular para los episodios rurales y uno cuadrado para las escenas que acontecen en Pekín, unas composiciones visuales que pese a anidar en algunos momentos en la gratuidad no deja de ser un claro ejemplo de la inquietud artística y formal de un autor que desea liberarse de conceptos y costumbres.
Valoración 0/5: 3’5
Que Dios nos perdone
Madrid, verano de 2011. Crisis económica, movimiento 15-M y un millón y medio de peregrinos que esperan la llegada del Papa conviven en un Madrid más caluroso y caótico que nunca. En este contexto, los inspectores Velarde y Alfaro deben encontrar a lo que parece ser un asesino en serie. Esta caza contra reloj les hará darse cuenta de algo que nunca habían pensado: ninguno de los dos es tan diferente del asesino.
Rodrigo Sorogoyen (Stokholm, 8 Citas) presento a concurso Que Dios nos perdone, nueva y pulcra muestra del nuevo thriller a la española (aquel que españoliza el concepto genérico), un género que sirve a la perfección para digamos retratar los disfuncionamientos de una sociedad actual o pasada y por consiguiente las miserias que suelen llegar a generar, en el film muy bien retratado con el trasfondo de la visita del Papa Benedicto XVI y las manifestaciones del 15M ubicadas en un caluroso verano en el Madrid de 2011. Del mismo modo nuevamente nos encontramos con personajes extremos (notables Antonio de la Torre y Roberto Álamo) apoyados estos en base a unos diálogos muy naturales (con especial énfasis en sus matizados toques de humor) y enclavados como no podía ser de otra manera en una lúgubre recreación de ambientes.
Después de La isla mínima hay una corriente de opinión en creer que cada nueva muestra del thriller patrio ha de suponer un nuevo paso adelante hacia una supuesta excelencia, por fortuna Que Dios nos perdone no parece interesarle dicha tesis, lo suyo va encaminado a ofrecer un producto en primer lugar entretenido, que fluya en su narrativa y que no huya de lo referencial (David Fincher y su Zodiac están muy presentes) y que al mismo tiempo sirva de base con sobrada solvencia hacia un realismo descarnado, según como se mire y viendo los resultados un auténtico logo el conseguido por parte de Rodrigo Sorogoyen.
Valoración 0/5: 3
Elle
Michèle es una de esas mujeres que parece no sentirse afectada por nada. Dirige una gran empresa de videojuegos y maneja los negocios y su vida sentimental con mano de hierro. Un día es atacada en su casa por un misterioso desconocido y su vida da un vuelco. Decidida, Michèle busca a su agresor y entonces comienza una especie de juego entre ellos, un juego que en cualquier momento puede degenerar.
Qué pena que un director de las características y virtudes de Paul Verhoeven le haya costado tanto sacar adelante proyectos en estos últimos tiempos, más diez años para tan solo dos films en su haber no deja de ser doloroso para quienes hemos seguido de bien cerca la carrera profesional del director holandés, todo lo que nos cuenta un film de las características de Elle, basado en la novela de David Birke, se adecua casi a la perfección al imaginario artístico de Verhoeven, aunque parezca que algunos acaben de descubrirlo hoy, y no solo en lo referente a su fructífera etapa en Estados Unidos sino muy especialmente a su primera etapa europea.
Elle, es indiscutiblemente una de las películas del año y posiblemente uno de los mejores trabajos de Verhoeven, un film que transita en base a una amalgama genérica realmente excepcional, una llegada a una cumbre expresiva totalmente afín al gusto por la provocación tan característica en el imaginario del realizador holandés que aquí encuentra su manifestación más retorcida posible en base a las múltiples lecturas semi escondidas que atesora su enrevesada trama, poniendo el dedo en la llaga acerca de la gestión personal que cada persona pueda tener acerca de su propia monstruosidad y como esta se adecua a unos nuevos tiempos de dudosa moral. Paul Verhoeven y una monumental Isabelle Huppert (uno de esos casos en donde sin una determinada presencia actoral sería prácticamente imposible la razón de ser del producto en cuestión) exploran territorios del ser humano en los que no se puede anidar en base a conceptos narrativos convencionales, hipocresía, venganza, instintos básicos y muy especialmente un devastador juego sexual con el rol de poder como arma equidistante.