«The Royal Hotel» review

Hanna y Liv son dos amigas que viajan como mochileras por Australia. Tras quedarse sin dinero, Liv, buscando vivir una aventura, convence a Hanna de aceptar un trabajo temporal tras la barra de un pub llamado The Royal Hotel, en una remota localidad minera del Outback. El dueño del bar, Billy, y un grupo de lugareños les ofrecen una desenfrenada introducción a la cultura del alcohol en Australia, pero pronto Hanna y Liv se ven atrapadas en una inquietante situación que rápidamente escapa a su control.
Como en The Assistant la realizadora Kitty Green en su nuevo trabajo tras las cámaras reincide en temarios ya transitados en su filmografía, al volver a cuestionar la toxicidad de la mirada masculina, utilizando la presencia física de una notable Julia Garner. Si en su anterior trabajo el conflicto quedaba situado a un nivel corporativo en The Royal Hotel, esos severos peligros consustanciales encauzados a la feminidad son visualizados a través de un ambiento aún más hostil y físico, como resulta ser la Australia profunda del Outback, escenario intuido como inhóspito, un no lugar que por momentos dada su naturaleza nos remite al cine de terror y al western,  y que funciona a modo de curiosa variante turbia situada a medio camino de la extraordinaria Wake in Fright de Ted Kotcheff y el Thelma & Louise de Ridley Scott en clave teen angst.
Lástima que Kitty Green, eficaz a la hora de crear ambientes sofocantes, no lleve hasta el final este interesante tratado sobre el miedo, en el que dos jóvenes mochileras canadienses se ven obligadas a trabajar en la barra de un pub ubicado en una desértica localidad minera. El enunciado y la escala dramática sobre la feminidad acosada funciona a la perfección durante gran parte del metraje, no así una resolución en donde se evidencia su condición de ostensible metáfora simbólica, posiblemente el abrazar sin temor coordenadas genéricas, como el exploitation, o incluso el rape-revenge, hubiera dado algo más de sentido a una conclusión que requería algo más de contundencia, con respecto a cómo tarde o temprano la violencia, como única vía posible de solución, termina por emerger en situaciones adyacentes a un microcosmos masculino violento. Pese a estas evidentes carencias, The Royal Hotel fue un soplo de aire fresco en una Sección Oficial a concurso, que este año dio la impresión de estar demasiado enfocada a contenidos sociales.

Valoración 0/5: 3

 

 

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