Los festivales de Málaga y San Sebastián celebran los 50 años de «Furtivos», la obra maestra de José Luis Borau, restaurada por Video Mercury Films y FlixOlé

Un libro editado junto con Caimán Cuadernos de Cine analiza el filme, que será Película de Oro en la 28 edición de Málaga e inaugurará la sección de clásicos del certamen donostiarra

El 8 de septiembre de 1975 se estrenó en el cine Amaya de Madrid Furtivos, hoy considerada la obra maestra de José Luis Borau, tras pasar por una serie de vicisitudes que no impidieron que se haya convertido en un clásico del cine español. Ahora, 50 años después, los festivales de Málaga y San Sebastián y la Filmoteca Vasca se unen para rendirle homenaje en su aniversario. Furtivos será la Película de Oro del 28 Festival de Málaga, que tendrá lugar del 14 al 23 de marzo, e inaugurará la sección Klasikoak de la próxima edición del Festival de San Sebastián. Será con una copia restaurada por Video Mercury Films / FlixOlé, en un homenaje que se completará con un libro editado por el Festival de Málaga, Filmoteca Española y Dama, en colaboración con Caimán Cuadernos de Cine y el Festival de San Sebastián.

Dirigida y escrita por José Luis Borau, en colaboración con Manuel Gutiérrez Aragón, Furtivos está protagonizada por Ovidi Montllor, Lola Gaos y Alicia Sánchez. Cuenta la historia de Ángel, un cazador furtivo que vive en un bosque con su madre Martina, una mujer de carácter tiránico y violento. En uno de sus escasos viajes a la ciudad, conoce a Milagros, joven huida de un reformatorio y amante de un conocido delincuente. Ángel la protege y la lleva a su casa. La animosidad de la madre hacia Milagros, así como la atracción que Ángel siente hacia ella, unido al aspecto claustrofóbico de las relaciones entre los personajes, desembocan en un drama.

La exhibición de Furtivos estuvo tan condicionada por las autoridades franquistas que fue desestimada por los festivales de Cannes y Berlín. Fue mejor recibida en San Sebastián, punto de partida de su rotundo éxito de crítica y público, donde recibió la Concha de Oro a la mejor película y el Premio Perla del Cantábrico al mejor largometraje de habla hispana. También logró el reconocimiento en los Premios del Círculo de Escritores Cinematográficos, los Fotogramas de Plata y el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias.

Antonio Isasi-Isasmendi entregando el premio Concha de Oro al director José Luis Borau, por la película «Furtivos» (1975) Archivo Festival de San Sebastián

Esta nueva copia de la película en 4K que se proyectará en Málaga y San Sebastián ha sido realizada por la distribuidora Video Mercury Films en colaboración con la plataforma FlixOlé. Para su proceso de restauración, se ha utilizado el negativo original en 35mm y se ha contado con la supervisión del cineasta y coguionista de la película, Manuel Gutiérrez Aragón.

El libro Furtivos. 50 años, de Carlos F. Heredero, vuelve a la película para documentar de manera fehaciente, por primera vez, la intrahistoria de tan singular proyecto: la cronología, las cifras, los papeles, la escritura del guion, el plan de producción, los dineros, los contratos, las localizaciones, las incidencias del rodaje, las actas de la censura, las conversaciones con los festivales, la distribución, la taquilla, su circulación internacional, las controversias y las amenazas, etc.

La radiografía ofrece nuevas perspectivas para enmarcar el filme en el contexto social, político y cultural del que surge, entre la criminal agonía de la dictadura franquista y las luchas que preparan la Transición a la democracia.

A su vez, el análisis de sus imágenes –herederas de Buñuel y de Goya, de la Castilla feroz de Gutiérrez Solana y del tremendismo de Cela– permite comprender la compleja naturaleza de su discurso y de sus formas. Una entrevista con Borau rigurosamente inédita hasta ahora, en torno a la película, completa la investigación.

Viaje al fondo de la mente, tráiler para «Hurry Up Tomorrow» de Trey Edward Shults

Tras darse a conocer con el oscuro relato psicológico Krisha (2015), y adentrarse en el terror alegórico en It Comes at Night (2017), el realizador norteamericano Trey Edward Shults, tras un paréntesis en el drama romántico con Waves (2019), regresa al cine de género con la cinta Hurry Up Tomorrow, film cuyo primer tráiler oficial acaba de ser presentado en sociedad de la mano de Lionsgate y podéis ver a final de página. La película, donde colabora como protagonista y guionista el cantante y compositor Abel Tesfaye (conocido como The Weeknd), se estrenará comercialmente en Estados Unidos el próximo 16 de mayo.   

En Hurry Up Tomorrow vemos como un músico aquejado de un terrible insomnio se ve arrastrado a una odisea junto a una desconocida en donde ambos serán testigos del núcleo mismo de sus existencias. Este oscuro viaje pondrá en tela de juicio todo lo que sabe sobre sí mismo.

La película, con guion a cargo del propio Trey Edward Shults junto a Reza Fahim, está protagonizada por The Weeknd, Jenna Ortega, Barry Keoghan, Paul L. Davis, Gabby Barrett, Charli D’Amelio, Cade Foehner, Roman Mitichyan, David Moskowitz, Evan Shafran, Nancy DeMars, Martina Monti y Joshua Moomey.

   

“Sala:B”. Silvia Aguilar; Giallo y carnaval

Tráfico de menores (Enigma Rosso, Alberto Negrín, 1978). Int.: Fabio Testi, Christine Kaufmann. Ivan Desny. Silvia Aguilar. Italia. 35 mm. Color. 83’

El carnaval de las bestias (Paul Naschy, 1980). Int.: Paul Naschy, Eiko Nagashima, Silvia Aguilar. España. 35 mm. Color. 91’

Silvia Aguilar ha aparecido varias veces por las pantallas de «Sala:B» pero ya tocaba hacer una sesión doble de homenaje a esta actriz, con dos curiosos gialli que se disfrazan de otros géneros para transformarse en algo especial.

En Tráfico de menores, Silvia Aguilar interpreta a Virginia, una de las compañeras de una joven que aparece asesinada en un río. Virginia y sus amigas comienzan a ser acosadas y a recibir poemas amenazantes de un tal Némesis. El caso será investigado por el inspector Di Salvo, interpretado por Fabio Testi, quien centra sus pesquisas en el prestigioso internado donde las chicas estudian. La película mezcla tramas típicas del giallo italiano con elementos del poliziesco, aderezados con sexploitation a la italiana. Un montaje musical y en paralelo entre una clínica abortiva y una orgía lo demuestra. El reparto lo completan nombres tan familiares por aquí como Helga Liné, María Asquerino, Tony Isbert, Wal Davis o Fabián Conde. Esta coproducción italiana fue rodada en localizaciones como el antiguo Matadero, el Castillo de Viñuelas o el Parque de Atracciones de Madrid, y una de las secuencias más memorables tiene lugar en la mítica montaña rusa 7 Picos, ¡con Fabio Testi interrogando a Jack Taylor!

Dicen que El carnaval de las bestias fue la primera coproducción entre España y Japón, algo que solo el entusiasmo y la tenacidad de Paul Naschy podrían alcanzar. Silvia Aguilar ya conocía a nuestro womanizer favorito, pero aquí tiene que competir con Azucena Hernández y hasta una mujer nipona por sus irresistibles encantos. La película es un pastiche de géneros todavía más extravagante, saltando del cine de acción estilo Charles Bronson al melodrama erótico, del giallo al terror gótico. Adrián Esbilla describe la película como un ejemplo del «gótico cazurro», o la auténtica esencia de lo naschyano. La banda sonora incluye composiciones de Ennio Morricone y otros temazos poliziescos. Más caras conocidas: Pepe Ruiz, Paloma Cela, Luis Ciges, Ricardo Palacios, sin olvidar la tétrica casa de Torrelodones en la que más de una vez hemos estado.

Presentación a cargo de la actriz Silvia Aguilar y de Álex Mendíbil, comisario de Sala:B. Duración de la presentación: 15’. (Total sesión: 190’)

Clásicas, modernas y extrañas. Historias feministas del cine

El presente volumen plantea un conjunto de doce aproximaciones a la labor de las directoras y otras creadoras y profesionales desde los inicios del cine hasta nuestros días. A través de una serie de grandes temas imbricados en tres categorías comprensivas las realizadoras adscritas al clasicismo cinematográfico, las afines a la Modernidad, las incatalogables de ayer y hoy, se analizan los aportes al cine de las mujeres teniendo en cuenta siempre dos aspectos complementarios: las diversas facetas creativas, técnicas y productivas del medio y las posibilidades que han tenido las artistas de intervenir sus estructuras a fin de aportar perspectivas fílmicas más enriquecedoras para todas y para todos.

Autor: Coordinado por Elisa McCausland y Diego Salgado, Editorial: Donostia Kultura, Páginas: 193

«La furia» de Gemma Blasco inaugurará el D’A 2025

La furia, el debut en el largometraje de ficción de la directora catalana Gemma Blasco, inaugurará la 15.ª edición del D’A – Festival de Cinema de Barcelona el 27 de marzo. La película narra el proceso de una joven para canalizar su dolor y su ira tras sufrir una violación, y el camino de oscuridad que emprende su hermano, en quien ella busca refugio y donde solo encuentra incomprensión. Una tragedia moderna con una personal mirada sobre la violencia sexual, el asco y la vergüenza protagonizada por Ángela Cervantes (ganadora de dos Premios Gaudí como mejor actriz secundaria por Chavalas y La maternal) y Àlex Monner (Los niños salvajes, La propera pell). Una película que su directora ha rodado con pulso firme y rabia, y que la confirma como uno de los nuevos talentos del cine hecho en España. Para la ocasión, el D’A 2025 vuelve a la sala más grande de Barcelona, el Aribau Cinema, para la proyección de su película inaugural.

La furia tendrá su estreno mundial en el festival South by Southwest, de Austin (Texas), uno de los certámenes de cine, música y televisión más influyentes de Estados Unidos, y después tendrá su premiere española en la Sección Oficial del Festival de Málaga. La furia es una producción de Ringo Media y cuenta con la participación de RTVE, 3Cat, Aragón TV, Filmin y con la financiación del ICAA, Gobierno de Aragón e ICEC. Distribuye Filmax. La película pasó por el D’A Film Lab Barcelona 2023.

Gemma Blasco no es una recién llegada: su primer largo, el film experimental El Zoo, tuvo su estreno catalán en el D’A 2019. Su cortometraje Jauría se estrenó en el 2018 en el Festival de Málaga y recibió el premio a la mejor dirección SGAE-Nova Autoría del Festival de Sitges.

Un gótico de posguerra, primer tráiler para «L’orto americano» de Pupi Avati

Con una trayectoria con más de cincuenta títulos en su haber, cuyas incursiones dentro del fantástico resultan ciertamente fascinantes, La casa dalle finestre che ridono (1976), Le strelle nel fosso (1979), Zeder (1983), L’arcano incantatore (1996), Il nascondiglio (2007) y Il signor Diavolo (2019), el veterano realizador transalpino Pupi Avati tiene listo su último trabajo tras las cámaras titulado L’orto americano, film cuyo primer tráiler acaba de ser presentado en sociedad y podéis ver a final de página junto a su póster oficial. La película, un noir gótico/romántico en blanco y negro con elementos fantasmagóricos dignos de Edgar Allan Poe, tras su paso por festivales como Venecia y Sitges se estrenará comercialmente en Italia el próximo 6 de marzo.   

En L’orto americano vemos como un joven con ambiciones literarias se enamora de una enfermera del ejército estadounidense. Estamos en Bolonia en vísperas de la Liberación y, para este joven atribulado, basta con intercambiar miradas con la bella soldado para que piense en ella como el amor de su vida. Por casualidad, al año siguiente se traslada al Medio Oeste americano, a una casa contigua a la de su amada (en realidad, separada de ella por un siniestro jardín). Allí vive la anciana madre de la mujer, desesperada por la desaparición de su hija: tras el final de la guerra, escribió a casa diciendo que iba a casarse con un italiano, y no se ha vuelto a saber de ella. El joven se embarca así en una angustiosa búsqueda que le sumergirá de lleno en una situación extremadamente dramática, hasta que, en Italia, todo llega a un desenlace totalmente inesperado.

La película, con guion adaptado a cargo del propio Pupi Avati junto a Tommaso Avati, está protagonizada por Filippo Scotti, Rita Tushingham, Roberto De Francesco, Chiara Caselli, Armando De Ceccon, Morena Gentile, Romano Reggiani, Nicola Nocella, Massimo Bonetti, Andrea Roncato, Cesare Cremonini, Claudio Botosso, Robert Madison, Patrizio Pelizzi y Filippo Velardi.

  

España en libertad. 50 años’ y Filmoteca Española presentan “Imágenes para un país en libertad”

Pepi, Luci, Boom y otras chicas del montón (1980, Pedro Almodóvar)

Ángel Víctor Torres, ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, y Ernest Urtasun, ministro de Cultura, han presentado esta mañana el ciclo ‘Imágenes para un país en libertad. Cine, ciudadanía y democracia (1975-2025)’ que con más de una veintena de películas invita a reflexionar sobre el largo y difícil camino emprendido por la sociedad española para recuperar la libertad y la democracia, y conocer, debatir y celebrar la transformación política, económica y social de nuestro país en las últimas cinco décadas.

Organizado por el Comisionado para la celebración de ‘España en Libertad. 50 años’ en colaboración con Filmoteca Española —organismo del Ministerio de Cultura encargado dela preservación, investigación, documentación y difusión del patrimonio fílmico y cinematográfico—, el ciclo, que se extiende hasta diciembre de 2025, incluye títulos como ‘Camada negra’ (Manuel Gutiérrez Aragón, 1977) o ‘Maixabel’ (Iciar Bollain, 2021) en torno a la violencia política, ‘Vámonos Bárbara’ (Cecilia Bartolomé, 1978) o ‘Función de noche’(Josefina Molina, 1981), sobre la conquista de derechos y libertades femenina; ‘Numax presenta’ (Joaquim Jordá, 1979) sobre el empoderamiento de los ciudadanos; ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’ (2013, David Trueba) sobre la libertad de expresión; entre otras.

Se trata de un ciclo que reivindica al cine español como ‘lugar de memoria’, como herramienta para ayudarnos a comprender nuestra propia evolución como ciudadanos de un país que en 1975 dejaba atrás la dictadura. Pero también una reivindicación del cine —y de sus profesionales— como ‘agentes’ de la historia, como vehículo para mostrar los anhelos y esperanzas de una sociedad, sus luchas y reivindicaciones, a lo largo de estos 50 años.

El ciclo, que estará acompañado en sus sesiones con la presentación de directoras y protagonistas de las películas, da comienzo mañana 6 de febrero, a las 21 horas, con la proyección de Camada negra, de Manuel Gutiérrez Aragón. La proyección contará con la presentación del director y la comisionada para la celebración de ‘España en libertad. 50 años’. Filmoteca Española, organismo del Ministerio de Cultura encargado de la preservación, investigación, documentación y difusión del patrimonio fílmico y cinematográfico, celebra este 2024 los 35 años del Cine Doré como sala estable de proyecciones de la institución mediante el ciclo ´35×35. Cine Doré: 35 años, 35 mm´, que durante 6 meses homenajeará uno de los formatos que no ha parado de preservar y proyectar a lo largo de esas más de tres décadas.

Programación

Febrero Camada negra (Manuel Gutiérrez Aragón,1976) Maixabel (Iciar Bollain, 2021)

Marzo Vámonos, Bárbara (Cecilia Bartolomé, 1978) Función de noche (Josefina Molina, 1981)

Abril El puente (J. A. Bardem, 1977) Numax presenta (Joaquim Jordà, 1979)

Mayo Vivir es fácil con los ojos cerrados (2013, David Trueba) El arreglo (1983, José Antonio Zorrilla)

Junio Mi querida señorita (1972, Jaime de Armiñán) Cambio de sexo (1977, Vicente Aranda)

Julio El cielo gira (2004, Mercedes Álvarez) En construcción (2001, José Luis Guerin)

Agosto Pepi, Luci, Boom y otras chicas del montón (1980, Pedro Almodóvar) Krámpack (2000, Cesc Gay)

Septiembre Vestigios en Súper-8: una crónica amateur de los años del cambio (2018, Elena Oroz y Xosé Prieto) Canciones para después de una guerra (1976, Basilio Martín Patino)

Septiembre Vestigios en Súper-8: una crónica amateur de los años del cambio (2018, Elena Oroz y Xosé Prieto) Canciones para después de una guerra (1976, Basilio Martín Patino)

Octubre El crimen de Cuenca (1979, Pilar Miró) + Regresa El Cepa (2019,Víctor Matellano) Rocío (1980, Fernando Vergara) + Caja de Resistencia (2024, ConchaBarquero y Alejandro Alvarado)

Noviembre O Corno (2023, Jaione Camborda) Estiu 1993 (2017, Carla Simón)

Diciembre Asignatura pendiente (1977, José Luis Garci)

Teaser tráiler de «Reflet dans un diamant mort», lo nuevo de Hélène Cattet y Bruno Forzani

Acaba de ver la luz un primer adelanto, en forma de un breve teaser tráiler que podéis ver a final de pagina junto a su póster promocional, del nuevo trabajo tras las cámaras de Hélène Cattet y Bruno Forzani Reflet dans un diamant mort. Película, que al igual que en sus anteriores Amer (2009), L’étrange couleur des larmes de ton corps (2013) y Laissez bronzer les cadavres! (2017), rinde homenaje mediante un peculiar y agresivo estilo visual a distintos géneros cinematográficos, en esta ocasión el relacionado al de los espías europeos de los años 60.

Reflet dans un diamant mort nos presenta a John, un hombre de 70 años que vive en un lujoso y solitario hotel de la Costa Azul. La mujer de la habitación de al lado le intriga al mismo tiempo que le recuerda su salvaje pasado en la Riviera durante los años 60, cuando era un elegante espía internacional en un mundo lleno de peligros. Pero cuando la mujer desaparece misteriosamente, John se ve acosado por flashbacks (o quizás fantasías) de su pasado, de las atractivas mujeres y los villanos que vivieron y murieron durante esa época.

La película, que competirá por el Oso de Oro en la próxima edición del Festival de Berlín, cuenta con un guion a cargo de los propios Hélène Cattet y Bruno Forzani, estando protagonizada por Fabio Testi, Yannick Renier, Koen De Bouw, Maria de Medeiros y Thi Mai.

Cineteca Madrid rinde homenaje a David Lynch y otros grandes maestros en un mes dedicado a la filosofía

El 1 de febrero se proyectará Twin Peaks: Fuego camina conmigo (1992), precuela de la mítica serie que Lynch creó junto a Mark Frost

El ciclo ‘La fábula cinematográfica’ cumple su tercera edición proponiendo encuentros con pensadores en torno al cine y estrenos relacionados con la filosofía

Además, explora la influencia de Michel Foucault en el lenguaje cinematográfico contemporáneo y el universo conceptual de destacados pensadores

La primera retrospectiva en España del director de culto japonés Shinji Sōmai presentará la obra de este cineasta fundamental prácticamente desconocido en nuestro país

Se suma a la programación de febrero la proyección de la afamada trilogía del director polaco Krzysztof Kieślowski, Azul, Blanco y Rojo

La sección dominical de cine familiar se sumerge en el universo mágico de Hayao Miyazaki

El equipo de jóvenes programadores de CineZeta apuesta en su selección de este mes por mostrar visiones disidentes del erotismo en el cine

DESCARGA LA PROGRAMACIÓN COMPLETA

Cineteca Madrid, espacio del Área de Cultura, Turismo y Deporte, se transforma en febrero en un punto de encuentro privilegiado para reflexionar sobre cuestiones filosóficas esenciales como la identidad, la verdad, la libertad, el miedo, el mal o la muerte, a través de una cuidada programación que incluye tanto películas de ficción como documentales. Este espacio ubicado en Matadero Madrid dedicará este segundo mes del año una sesión homenaje al recientemente fallecido David Lynch, dos ciclos a los grandes maestros Shinji Sōmai y Krzysztof Kieślowski y una mirada a la influencia del pensador Michel Foucault en el cine, además de adentrarse en el universo mágico de Hayao Miyazaki y en la relación entre cine y filosofía a través de una cuidada selección de proyecciones y encuentros.

Homenaje a David Lynch

Cineteca dedicará una sesión de homenaje al recientemente desaparecido David Lynch (1946-2025), uno de los cineastas más influyentes de las cuatro últimas décadas, cuyo cine ha sido un asiduo en las pantallas de las salas Azcona y Borau. Fallecido el pasado 15 de enero, la gran repercusión que ha tenido su muerte da fe de la devoción hacia su obra, que abarcó cine, televisión, música, diseño y fotografía. El 1 de febrero se proyectará Twin Peaks: Fuego camina conmigo (1992), precuela de la mítica serie creada junto a Mark Frost. Una película incomprendida que el tiempo ha reivindicado como pieza clave en su filmografía.

Tercera edición de ‘La fábula cinematográfica: cine y filosofía’

En la ya habitual sección ‘Carta Blanca’, Cineteca invitará a tres pensadores contemporáneos que compartirán su interpretación sobre las películas seleccionadas exclusivamente para este ciclo. El jueves, 6 de febrero, dará comienzo el filósofo y escritor Javier Gomá, que bajo el título Un cine que da qué pensar argumentará su tesis sobre el cine como lugar privilegiado para mostrar la esencia de lo humano, previamente a la proyección de El sabor del té verde con arroz (Yasujirô Ozu, Japón, 1952). Su selección de películas se completa con Las manos en los bolsillos (Marco Bellocchio, Italia, 1965), La americanización de Emily (Arthur Hiller, EE.UU., 1964) y Los niños del paraíso (Marcel Carné, Francia, 1945).

El viernes, 14 de febrero, la especialista en cultura y literatura medieval Victoria Cirlot tratará en su conferencia el retrato de cuatro mujeres a través de la cámara de sendos grandes cineastas: Alain Resnais, Carl Theodor Dreyer, Chantal Akerman y Jacques Demy. El filme elegido para acompañar la conferencia es Una habitación en la ciudad (Jacques Demy, Francia, 1982). Este bloque incluye también la proyección de El año pasado en Marienbad (Alain Resnais, Francia, 1961), Gertrud (Carl Theodor Dreyer, Dinamarca, 1964), Jeanne Dielman, 23 quai du Commerce, 1080 Bruxelles (Chantal Akerman, Bélgica, 1975).

La filósofa Eurídice Cabañes será la encargada de reflexionar en torno a los límites y fronteras de la tecnología que desafía nuestro pensamiento. Partiendo del lenguaje, nuestra tecnología más antigua, enfrentado a su versión alienígena en La llegada (Denis Villeneuve, Canadá-EE.UU., 2016), siguiendo con las propuestas especulativas de James Ward Byrkit en Shatter Belt (EE.UU., 2023) y la crítica mordaz del cine animado de Don Hertzfeldt, en una sesión que reunirá sus mejores cortometrajes. El viernes, 28 de febrero, eXistenZ (David Cronenberg, Canadá, 1999) servirá de contexto a la conferencia de Cabañes sobre tecnologías contemporáneas e imaginarias como los videojuegos.

Foucault llevado al cine junto a destacados pensadores contemporáneos

El pensamiento del filósofo e historiador francés Michel Foucault se infiltra en la pantalla de cine como una herramienta para desentrañar las complejas relaciones entre poder, cuerpo y subjetividad. En este ciclo, cuatro películas contemporáneas dialogan con los conceptos de Foucault, explorando distintos aspectos de su pensamiento. La primera entrega del ciclo, Nunca, casi nunca, a veces, siempre (Eliza Hittman, EE.UU., 2020) sigue a una adolescente que se enfrenta a un embarazo no deseado en un retrato íntimo y conmovedor de resiliencia. Titane (Julia Ducournau, Francia, 2021) es un thriller visceral que explora la identidad, el trauma y las relaciones humanas a través de la historia de una mujer. Completan el programa Possessor Uncut (Brandon Cronenberg, Canadá-Reino Unido, 2020), que combina ciencia ficción y terror siguiendo a una agente que utiliza la tecnología para cometer asesinatos, y Saint Maud (Rose Glass, Reino Unido, 2019), un inquietante thriller psicológico sobre una enfermera que quiere salvar el alma de su paciente terminal.

Además, Cineteca programa en febrero cuatro documentales de la serie Un œil, une histoire, dedicados a explorar el universo conceptual de destacados pensadores de la historia y la imagen contemporánea: Georges Didi-Huberman, Svetlana Alpers, Carlo Ginzburg y Victor Stoichita. Cada sesión será introducida por el joven filósofo Pablo Caldera, quien ofrecerá claves para profundizar en los diálogos entre pensamiento, historia y estética.

Sōmai y Kieślowski, grandes maestros compartiendo pantalla

La primera retrospectiva española del director de culto Shinji Sōmai y la proyección de la obra maestra del cineasta polaco Krzysztof Kieślowski son otras de las citas imprescindibles de la programación de Cineteca este mes.

Siete películas de Sōmai que reflejan la alienación, frustración y rabia de la juventud japonesa conforman esta retrospectiva organizada en colaboración con la Fundación Japón, con la que se pretende aliviar el desconocimiento en España de este cineasta fundamental. Destacan Typhoon Club (Japón, 1985), considerada la obra maestra del director, o Sailor Suit and Machine Gun (Japón, 1981), que narra la historia de una estudiante de secundaria que hereda el liderazgo de una banda.

Por otra parte, del 18 al 20 de febrero, Cineteca acerca al público la obra maestra del cineasta polaco Krzysztof Kieślowski, conformada por Azul, Blanco y Rojo, una lectura crítica de los ideales de la Revolución Francesa —libertad, igualdad y fraternidad— y un profundo ejercicio filosófico que interpela a grandes conceptos como la existencia y la condición humana.

Estrenos y visiones disidentes del erotismo

La selección de estrenos de este mes también se ocupa de cuestiones filosóficas sobre la creación, la historia y la resistencia política. Se proyectarán Objeto de estudio (Raúl Alaejos, España, 2024), En la alcoba del Sultán (Javier Rebollo, España-Francia, 2024), Dulcinea (Paloma Polo, España, 2023), Cyborg Generation (Miguel Morillo Vega, España, 2024), El arte de los analfabetos (Kevin Castellano y Edu Hirschfeld, España, 2024) y La marsellesa de los borrachos (Pablo Gil Rituerto, España, 2024).

Por su parte, el joven equipo de programadores de CineZeta ha compuesto un ciclo de cuatro sesiones que reflexionan en torno a visiones disidentes del erotismo. Integran la selección títulos como Shakedown (Leilah Weinraub, EE.UU., 2018), Finished (William E. Jones, EEUU, 1997) o Sex Is Comedy (Catherine Breillat, Francia, 2002), que explora los desafíos y tensiones tras la cámara mientras una directora lucha por dirigir una escena de sexo entre dos actores que no se soportan.

El universo mágico de Hayao Miyazaki y secciones habituales

La sección dominical ‘Cineteca en familia’ se adentra en el fascinante mundo de que ha cautivado a distintas generaciones con sus historias llenas de magia, fantasía y profundas lecciones de vida. Cineteca programa cuatro de sus películas más emblemáticas: Mi vecino Totoro (Japón, 1988), El viaje de Chihiro (Japón, 2002), El castillo ambulante (Japón, 2004) y El chico y la garza (Japón, 2003).

No faltarán a su cita las secciones habituales de Cineteca Madrid como el ‘Ciclo Docma’, que presenta Los últimos; ‘La noche Z’, que proyectará Los maestros tullidos; o ‘Somos documentales’, de Televisión Española, con las películas Félix Murcia, el pintor de películas y Ullate: La danza de la vida. La programación se completa con los pases especiales de L’année dernière à Dachau, La Carmen y Cineastas pioneras andaluzas: Pilar Távora.

Crónica Festival de Sitges 2024 (III)

Periferias del fantástico, Panorama y Sitges Collection

The Dammed

Tercera crónica de Sitges 2024 a través de un recorrido por esa periferia que componen las distintas secciones paralelas del certamen que, de por sí, constituyen todo un inabarcable cajón de sastre genérico y, en ocasiones, puede resultar más indicativa y fiable sobre el actual estado del fantástico que la oferta existente en la Sección Oficial. Dentro de Panorama se presentó The Dammed, debut de Thordur Palsson que nos traslada a un relato de época del siglo XIX ambientado en un aislado pueblo pesquero islandés. Película adscrita a una clara intención paisajística y atmosférica, algo que se agradece en tiempos de un exacerbado uso de lo digital dentro del género indagando en lo folclórico y en las metáforas de un fantástico aquí expuesto en forma de terror psicológico, nacido de un trastorno ocasionado por un dilema de índole moral que bien podría ser, dada su similitud, un anexo argumental a la explicación final de la fundamental The Fog de John Carpenter. Relato de horror histórico situado en un entorno caótico y oscuro donde los personajes y las situaciones límite en las que se encuentran se ven alteradas por una subjetividad mostrada como elemento distorsionador sobre la percepción de la realidad que tienen los protagonistas. Dejando de lado ciertos clichés, y una narrativa enquistada en una serie de explicaciones redundantes que posiblemente no necesitaba debido al tono onírico de la historia, The Damned cumple a la perfección su función de ser un modesto y aplicado ejercicio de estilo, en realidad, una inmejorable carta de presentación por parte de Thordur Palsson para acometer empresas más ambiciosas.

Por otra parte, Apartment 7ª, más que una precuela de Rosemary’s Baby entendida como tal, sería una actualización del original literario de Ira Levin y posterior película de Roman Polanski, pero con una serie de matices y un tono formulista bastante cuestionable. El material original tenía la virtud y la particularidad de discernir sobre las problemáticas y limitaciones de la mujer en la sociedad arribista de finales de los años 60 a través de una narrativa que se desarrollaba mediante la idea de la sospecha conspirativa que derivaba en horror satánico. Natalie Erika James, que ya había hecho una incursión más acertada en el drama familiar generacional adherido al relato de terror en su film anterior, Relic (2020), reinterpreta dialécticas y lecturas sociales aplicadas a la actualidad en Apartment 7ª, especialmente en lo relativo al embarazo, al derecho de la mujer a decidir y su posicionamiento en determinados ámbitos laborales como principales puntos a destacar, intención loable con relación a la expansión de una determinada mitología del presente que, sin embargo, deja en un segundo plano un componente esencial en el relato como es el fantástico, aquí intuido como rutinario, constatando cómo una nueva generación de autores alteran órdenes genéricos de forma cuando menos dudosa, quedando en esta ocasión el concepto de terror totalmente subordinado al drama, con todo lo que ello pueda acarrear con relación a las expectativas por parte del fandom. De poco sirve que el casting sea de lo más sugerente, Dianne Wiest y Julia Garner, actriz esta última que maneja a la perfección el registro de mujer sufrida, como bien reflejan sus colaboraciones con la realizadora Kitty Green en The Assistant(2019) y Hotel Royal (2023). La sensación final es la de estar ante un producto manufacturado al servicio de unas demandas concretas, algo preocupante al percibir con total normalidad la aceptación de narrativas solucionadas a golpe de escuadra y cartabón, o lo que es más preocupante, discutibles pátinas visuales características del streaming.  

Apocalipsis Z: El principio del fin

De problemáticas inherentes al streaming también adolece Apocalipsis Z: El principio del fin de Carlos Torrens, otro producto de la mano de Amazon Prime Video, con querencia a la sobreexplotación y que supone la enésima aportación al survival zombie, aquí adaptando la trilogía best-seller escrita por Manel Loureiro. La película es un fiel reflejo de la reciente televisión a la hora de tipificar conceptos transgresores, representaciones que, en realidad, han formado parte del subgénero desde sus inicios en cualquiera de las películas que conforman la saga de George A. Romero, aplicables también a multitud de ramificaciones de serie B surgidas durante los 80 y parte de los 90, donde existía un fuerte componente social o político, también una decidida apuesta por el gore y lo explícito, como disociación genérica del discurso, algo que conectaba a la perfección con el habitual feísmo estético de las propuestas. Apocalipsis Z: El principio del fin se sitúa en las antípodas de tal noción a causa de su naturaleza derivativa de contenidos actuales, un hijo putativo del boom zombie surgido hace años, Dawn of the Dead (2004), The Walking Dead (2010-2022) serían sus máximos exponentes, tomando una serie de referencias, desde las de un tono aséptico vistas en World War Z (2013) a la hora de exponer un relato donde el contexto está más encaminado a la aventura que al terror; a tal respecto, hay una ausencia significativa de sangre, como en las relacionadas con postulados dramáticos que insisten en mostrar un realismo derivado del colapso social y la angustia mental del superviviente que enlaza con recientes experiencias con relación al confinamiento pandémico, algo en realidad ya transitado con bastante más determinación antes del fenómeno en películas como The Battery (2012) o La nuit a dévoré le monde (2018), por citar solo dos ejemplos. Apocalipsis Z: El principio del fin termina siendo tan modélica en lo concerniente a sus directrices como irrelevante, a consecuencia de su determinación por estandarizar cualquier tipo de formulismos inherentes al subgénero. Ick, el nuevo trabajo tras las cámaras de Joseph Kahn generó muchas expectativas tras su premier en la Midnight Madness de Toronto, una comedia satírica de terror sobre invasiones alienígenas con un personaje arquetípico: una antigua promesa universitaria que, tras una dura lesión, tiene que asumir el rol de perdedor como gris profesor de instituto. Ick aprehende ideas de Night of the Creeps (1986), The Blob (1988) o The Faculty (1998), pero sin aplicar un tono revisionista o nostálgico, y sí un enfoque asaz característico por parte del responsable de la curiosa Detention (2011). Joseph Kahn, director omnipresente en la cultura pop por su larga experiencia como responsable de vídeos musicales para grandes artistas, atesora un estilo adrenalínico, con un exacerbado repertorio musical capaz de provocar agotamiento en el espectador y la posibilidad de quedar exhausto a los 15 minutos de proyección, ya que Kahn parece estar demasiado habituado a una narrativa deudora del videoclip, acelerada e invasiva, aquí aderezada con una desmedida utilización de un CGI paupérrimo. Dejando de lado su incapacidad a la hora de mantener un ritmo, Ick, podría ser entendida como un relato desenfrenado sobre invasiones alienígenas donde se ironiza sobre la actitud apática de la sociedad frente a diferentes amenazas como, por ejemplo, el Covid, alegoría que funciona de forma relativa a la hora de subvertir tropos normalmente asociados a este tipo de subgénero.    

The Substance

Otro plato fuerte, en esta ocasión proveniente del Festival de Cannes, fue The Substance, cuya realizadora, Coralie Fargeat, al igual que en su ópera prima Revenge (2017), sigue fiel a un estilo que da prioridad al exceso genérico y la reiteración conceptual ante cualquier tipo de ambigüedad. Mezcla de un estilo quirúrgico y grandilocuente, en este caso también aplicable a su metraje, no es tan original como se ha comentado hasta la saciedad, al menos para alguien que conozca mínimamente conceptos del cine de la Troma o películas como, por ejemplo, Basket Case (Frank Henenlotter 1982) o Society (Brian Yuzna 1989). En este sentido, The Substance, una especie de fábula contemporánea de trazo grueso sobre la eterna juventud que otea la noción argumental de Jekyll y Hyde, no deja de ser una película enmascarada entre la serie B y la serie Z que intenta articular un discurso sobre la misoginia institucionalizada a través de la hipérbole. Bastante curiosidad por ver cómo se valorará en el futuro un body horror de manual como es la película de Coralie Fargeat, otra de esas obras, al igual que Titane (Julia Docournau 2021), destinadas a ser un referente del fantástico contemporáneo que traza un camino inverso a la naturaleza de este tipo de películas, un producto de culto instantáneo y efímero que con el paso del tiempo seguramente esté destinado al olvido.  

L’orto americano

Siguiendo con ese gran cajón de sastre genérico que es la nueva sección Sitges Collection , uno de los puntos álgidos del festival vino de la mano del veterano Pupi Avati con la notable L’orto americano, realizador con más de cincuenta títulos en su haber, cuyas incursiones dentro del fantástico resultan ciertamente fascinantes, La casa dalle finestre che ridono (1976), Le strelle nel fosso (1979), Zeder (1983), L’arcano incantatore (1996), Il nascondiglio (2007) y Il signor Diavolo (2019). Lo realmente cautivador de Avati y L’orto americano, estupendo noir gótico/romántico en blanco y negro con elementos fantasmagóricos dignos de Edgar Allan Poe que muestra una especie de versión de época distorsionada del Lost Highway de David Lynch a través de la fuga disociativa de un individuo, es comprobar cómo tras una carrera que abarca siete décadas estamos ante un director (al contrario que Dario Argento que decidió en los años 90 alinearse a corrientes actuales, para aflicción del adepto al fantástico) que reniega de un tono evolutivo como única vía posible a una autoría percibida como libre. L’orto americano, mediante texturas que nos remiten a un estilo percibido como demodé, poco proclive para el nuevo fandom, como se pudo comprobar en una única proyección en el Prado con una pobre afluencia de público, se adentra en un contexto italiano de posguerra que no legitima el género gótico como tal, sin embargo, su tono evocativo y el uso que hace del blanco y negro nos remite inevitablemente a cinematografías pretéritas. Un film inmanente a la madurez de su realizador, aquel perteneciente a la fase final de una trayectoria que nos ofrece una perspectiva autoral bien definida. Un tipo de cine sincero, carente de inhibiciones, donde el solo acto de rodar en blanco y negro no significa forzosamente el hacer una película, sino estar haciendo cine. Si el último trabajo de Pupi Avati nos sitúa en una agradecida indeterminación temporal, Arcadian, viene a ser su némesis, algo sintomático de gran parte del fantástico contemporáneo que recurre a digresiones obvias, aquí sobre la institución familiar, aplicadas al relato de género. Expuesto a modo de un survivor postapocalíptico, que conecta con referencias que pueden ir desde el I Am Legend de Richard Matheson, hasta películas como Maggie (2015), The Survivalist (2015) o la también presente este año en Sitges Never Let Go (2024), la película de Benjamin Brewer traza un relato sobre la responsabilidad de preparar a la próxima generación para la autosuficiencia dentro de un ecosistema hostil. A tal respecto, la correcta, pero intrascendente Arcadian, expone una narrativa distópica desarrollada a la manera de un drama familiar, siendo paradójico que logre funcionar relativamente mejor en los momentos de acción, en especial, el asedio final de las criaturas, que a través de un discurso que quiere trascender a los tropos genéricos, los relacionados con temas como el aislamiento y la supervivencia en un mundo devastado, o la capacidad de albergar esperanzas frente a la desesperación. Please Don’t Feed The Children de Destry Allyn Spielberg también nos plantea mundos postapocalípticos, ópera prima de la hija más joven de Steve Spielberg y Kate Capshaw, supone un indigesto survival teenager pospandémico, sustentado en dos conceptos argumentales vistos en películas de un nivel mucho más elevado: el concerniente a un segmento de The Happening de M. Night Shyamalan, donde vemos a la familia protagonista refugiarse en una aislada casa de campo regentada por una anciana que desarrolla un comportamiento psicótico, y el referido a una noción más amplia y conceptual por parte de George A. Romero en su último trabajo tras las cámaras, Survival Of The Dead (2009), con relación a una serie de personajes decididos a mantener en cautiverio a sus familiares convertidos en muertos vivientes. Evidentemente, cualquier autor que se precie de su condición no puede sustentarse solo en referencias, en el simple concepto del cliché como statu quo de una narrativa, pues esta requiere de un desarrollo acorde con el material que maneja. Una exposición percibida en Please Don’t Feed The Children como incoherente, que pese al minimalismo de la propuesta, está plagado de momentos inconexos, seguramente avivados por los problemas de producción que tuvo la película durante su rodaje, esbozando deficiencias propias de un trabajo estudiantil de final de curso de escuela de cine a cargo de una autoría intuida como nonata, que esperemos, por la salud artística de su árbol genealógico, muestre algún signo de evolución en próximos trabajos.  

The Soul Eater

Dos sospechosos habituales en Sitges como son Alexandre Bustillo y Julien Maury presentaron su primera incursión fuera del género de terror; The Soul Eater, nueva demostración de aquella corriente denominada nuevo extremismo francés surgida hace dos décadas no dejó de ser una herramienta, o vía de presentación para muchos realizadores noveles que, dada su naturaleza, no tuvo una continuidad temática, siendo una tendencia pasajera que en realidad terminó siendo genérica y no autoral. A tal respecto, después de su irrupción con À l’intérieur (2007), Maury & Bustillo se han posicionado, al igual que otros compatriotas suyos como Alexandre Aja o Xavier Gens, a través de una faceta entendida como puramente artesanal aplicada al presente, aquella que está supeditada a moldear el material que les llega, en ocasiones con resultados interesantes, Aux yeux des vivants (2014) o la estupenda The Deep House (2021), y en otras bastante más cuestionables, Leatherface (2017) o Kandisha (2020). The Soul Eater entraría en el segundo apartado, un thriller que profundiza en un tema delicado como es el abuso infantil, con tímidas ramificaciones del Polar francés, el folk horror o de un aparatoso gore ocasional. Una película con serios problemas a la hora de disimular su condición de producto streaming con texturas de policiaco nórdico que adapta el enésimo bestseller de éxito; Razón por la cual The Soul Eater entra en conflicto con relación a la exposición de una serie de conceptos en principio antagónicos, por un lado, su apuesta por una carga ambiental que funciona relativamente bien en la exposición del paisaje, y por otro, terminar apelando al terror visceral y el realismo sombrío, a través de un estilo enfático que puede llegar a ser intuido como arbitrario, un posicionamiento infructuoso por parte de Maury & Bustillo a la hora de intentar dignificar un material estándar mediante parámetros que parecen querer retrotraernos a iconografías propias de su lejano debut. La sesión sorpresa de esta edición de Sitges, espacio destinado en los últimos años a propuestas de un carácter más lúdico, recayó en la cinta The Assessment de la debutante Fleur Fortune, relato que nos sitúa en una distopía futurista, a través de un mundo destruido por el cambio climático donde la paternidad está estrictamente controlada. Una pareja debe pasar una evaluación antes de que las autoridades les permitan tener un hijo, examen que se convierte en una pesadilla psicológica, ya que la decisión recaerá únicamente en una asesora. A partir de dicha premisa, expuesta casi a modo de drama de cámara de carácter teatral, nos plantea un psicodrama donde se cuestiona el sentido de la paternidad a través de un relato que bebe de conceptos que pueden ir desde Abigail’s Party (1977), Black Mirror o la novela Brave New World, mediante una historia que brilla respecto a su discurso más existencial. Apoyada por actrices solventes como Alicia Vikander y Elizabeth Olsen, la película expone una serie de sugerentes ideas, algunas de las cuales Fleur Fortune no tiene tiempo de desarrollar por completo y que nos muestra algunas etapas vitales de nuestra existencia que siguen siendo demasiadas íntimas y opacas para que cualquier gobierno las intente regular en nombre de una utópica eficiencia.   

Òrbita, el fantástico adyacente

Maldoror

Dentro de la sección Òrbita, apartado dedicado al thriller, cine negro y propuestas genéricas lindantes, destacan tres excelentes títulos que se posicionaron entre lo mejor de este Sitges 2024. Fabrice Du Welz, otro sospechoso habitual del certamen cuya filmografía, excepto su incursión en Netflix con Message from the King (2016), ha pasado por las pantallas del festival, se adentra con Maldoror en el true crime mediante una fascinante mirada sobre disfunciones, traumas colectivos y cómo la sociedad del bienestar tiene que asimilar un concepto del mal absoluto. Incluso en una faceta que puede ser intuida como menos autoral, aquí hay un enfoque ultrarrealista que recrea un sórdido caso de pederastia y tráfico de menores ocurrido en la Bélgica de los años 90, Fabrice du Welz sigue transitando por historias que no dejan de ser viajes al corazón de las tinieblas, ya sea a través de un descenso a la perversidad redneck a modo de expiación personal (Calvaire 2004), a una fantasmagoría ilusoria Vinyan (2008), a un desmedido amor fou, Alleluia (2024) y Adoration (2019), o a un elemento distorsionador que cuestiona bajo coordenadas de thriller la estabilidad de un supuestamente férreo núcleo familiar Inexorable (2021). En este sentido, Maldoror despliega varios recursos alejados de esquematismos propios en este tipo de historias, entre sus múltiples ramificaciones, la más evidente es la que hace referencia a acciones de personajes al límite, policías obsesivos o psicópatas invulnerables a causa de la ineficacia policial que alteran nuestra percepción de un relato al llegar a una conclusión irresoluble, muy a la manera de dos piezas fundamentales de las que toma claras referencias: Memories of Murder (Bong Joon-ho 2003) y Zodiac (David Fincher 2007), siendo también derivativa de aquellas películas de crimen y castigo, dilemas morales y difusos códigos de conducta, que se convirtieron en un sello distintivo de Sidney Lumet en el cine estadounidense de los 70, The Offence/ Serpico (1973), Dog Day Afternoon (1975), aquí pasado por un filtro estético feísta, donde el director de fotografía Manuel Dacosse confiere a la historia una textura de infierno en la tierra mediante el uso de colores saturados y escenarios industriales pétreos, fangosos y empapados por una lluvia que nos remite a una sociedad europea fallida y decadente. Es una lástima que el cine de Du Welz no cotice en la actual burbuja de festivales, ecosistema que suele dictar de forma arbitraria las corrientes cinematográficas a exaltar en la inmediatez, Maldoror, como ocurrió en su día con Adoration o Inexorable, pasó desapercibida por Sitges, por suerte, el paso del tiempo sigue siendo la mejor pauta a la hora de validar trayectorias en su justa medida.

Steppenwolf

La interesante Steppenwolf vendría a ser un buen ejemplo de esa clase de autorías, cada vez más escasas en el actual panorama cinematográfico que desafían su incursión en los géneros por medio de exacerbados formulismos, aquí expuestos a través de un relato que hace hincapié en ese concepto de la redención, epígrafe argumental que nos podría remitir a cualquier película de la saga Mad Max, que explora la naturaleza dual del ser humano. La película nos relata la odisea de una madre que intenta encontrar a su hijo desaparecido; la progenitora, con serios problemas de comunicación, le ofrece una recompensa a un mercenario amoral para poder recuperarlo. A partir de dicha premisa, la historia se sitúa en un mundo donde el bien parece no existir, desarrollada bajo coordenadas cercanas al thriller y el western, unión genérica que da como resultado un gótico estepario que incide en la desolación paisajística a la hora de retratar un escenario árido, como son las estepas kazajas y sus aldeas desoladas. Partiendo de la premisa principal de la novela de Hermann Hesse, Steppenwolf expone una narrativa que mezcla minimalismo, realismo y absurdo, dentro de un marco estético austero, donde su tono nihilista no deja de ser una suerte de antítesis con relación a las complejidades que muestran sus personajes, por ese motivo, no es baladí que el realizador kazajo Adilkhan Yerzhanov demuestre una inusual gama versátil, pues Steppenwolf abarca sin ningún tipo de pudor infinidad de registros, en realidad, son muchas películas en una sola: de carretera, de samuráis, de mafiosos, thriller distópico, drama de venganza o comedia grotesca. Con una prolífica trayectoria a sus espaldas, en 2024 ha rodado tres películas, el cine de Yerzhanov empieza, por fortuna, a ser conocido en determinados ámbitos, el Zinemaldia ya nos había puesto tras su pista proyectando títulos como la también estupenda A Dark-Dark Man (2019) o Yellow Cat (2020), piezas pertenecientes a una obra cuya virtud radica en no recurrir a procedimientos convencionales, mediante la apropiación de conceptos ajenos a un imaginario propio, del que habrá que estar muy atento en el futuro.

Cloud

Otra espléndida película vista en Órbita vino de la mano de Kiyoshi Kurosawa, en un año donde el realizador japonés ha presentado dos trabajos más, la sugerente fantasmagoría Chime y la reinterpretación de un material propio del 98, Serpent’s Path; Cloud, relato con un subtexto interesante que crea concomitancias con obras anteriores del propio autor, no es fortuito que fuera de los primeros cineastas que alertaron a principios de siglo del carácter alienante de lo digital en su fundamental Kairo (2001). En cierta manera, es lógico que una película de las características de Cloud cause cierto desconcierto para el neófito del cine de Kurosawa, en especial por el tránsito que realiza por tonos heredados del V-Cinema, visible en un oscuro y divertido tiroteo final que se adecua a la perfección al lenguaje del videojuego, dada la configuración genérica de un almacén abandonado que podría pertenecer a cualquier juego de disparos en primera persona, puesto que estamos ante un film con un espíritu de serie B que acepta con orgullo códigos genéricos a la hora de exponer una alegoría brutal sobre los peligros de la era de Internet, pero, principalmente, sobre la nueva economía como mal apocalíptico. Un Kiyoshi Kurosawa que en apariencia puede parecer menor, pero que es precisamente todo lo contrario, su historia funciona a través de una serie de niveles a cuál más interesante, el más evidente a modo de sutil relato afiliado al anti corporativismo, al mostrarnos un nuevo escenario donde la cotidianeidad da la sensación de que ha dejado de ser tangible. También el referido a hábitos, comportamiento e impunidad, al indagar en el desahogo colectivo que proporciona la era digital como amplificador de frustraciones, a tal respecto, imaginemos por un momento cómo nos comportaríamos si, como fantasea de forma ingeniosa Kurosawa, supiéramos que cada clic del cursor de nuestro PC, significara martillar un arma cargada que pudiera hacer desaparecer a una persona non grata. Cloud proporciona unas señas de identidad que resultan irrefutables al dotar al relato (esquivando cualquier tipo de catalogación posible) de un característico halo de extrañeza con relación a su narrativa y puesta en escena, más atmosférica que discursiva, pese a tratar una temática social; Kurosawa atesora un talento autoral al alcance de muy pocos realizadores, capaz de conseguir que lo prosaico termine resultando perturbador e inquietante.    

La no ficción genérica

Chain Reactions

La no ficción ha tenido en estos últimos años un significativo papel en Sitges, especialmente en lo concerniente a trabajos que en su gran mayoría suelen ofrecer una faceta de análisis sobre autorías, géneros y cinematografías diversas. Alexandre O. Philippe, director habitual en Sitges cuya filmografía ha sido presentada en su totalidad en el certamen, presentó Chain Reactions, documental que aprovechando el quincuagésimo aniversario de la fundamental The Texas Chain Saw Massacre, analiza a través de cinco testimonios a cargo de Patton Oswalt, Takashi Miike, Alexandra Heller-Nicholas, Stephen King y Karyn Kusama el impacto que tuvo en el imaginario propio y popular la película de Tobe Hooper. Chain Reactions vuelve a insistir en unos formulismos ya frecuentados por Alexandre O. Philippe en anteriores trabajos suyos como The Taking (2021) y Lynch/Oz (2022), consistente en dar paso a varios interlocutores a través de una serie de monólogos que, si bien la mayoría de ellos comienzan citando elementos específicos de la película, la narrativa rápidamente deriva en puntos de vista relativamente fluidos donde reflexionan a un nivel personal sobre el período de sus vidas en que vieron el largometraje. El problema posiblemente reside en lo poco novedoso que resulta el documental, más allá del carácter empático que pueda tener el fan con el interlocutor. En este sentido, en Chain Reactions se producen ciertas irregularidades según el interés subjetivo que pueda tener la tesis ofrecida, también esporádicas reiteraciones y sobreexplicaciones en determinados apartados, aunque posiblemente el principal lastre se pueda percibir con relación a unas formas supuestamente didácticas que palidecen ante una serie de imágenes totémicas que dejan en evidencia cualquier tipo de definición o reflexión que se haga sobre ellas. Uno de los programas dobles matinales más agradecidos de Sitges 2024 correspondió al pase en 4k de la fundacional Godzilla (1954), la primera película protagonizada por uno de los monstruos más famosos de la historia del cine, relato aquí convertido en una inteligente exposición de terror bélico, donde el personaje principal pasa a ser un indiscutible icono, al mismo tiempo que un símbolo antinuclear y referente cultural, cuyas metáforas y simbolismos siguen teniendo plena vigencia como representación del pasado y del futuro de un país como Japón. Proyección precedida por el documental dedicado a su creador, Ishiro Honda: Memoirs of a Film Director, primer trabajo importante en la no ficción centrado específicamente en su figura que contextualiza la trayectoria del padre del kaiju eiga mediante una perspectiva histórica y personal. Su director, el español Jonathan Bellés, que ya había explorado los orígenes de Godzilla en su anterior, y más modesta, The Dawn of Kaiju Eiga (2019), analiza la figura de Ishiro Honda desde una vertiente que incluye facetas que pueden llegar a ser menos conocidas por parte del fan, como fueron sus incursiones en el drama, sus contribuciones a la filmografía de Akira Kurosawa o su trayectoria personal, mediante un relato que pone de relieve el personaje, y cómo el carácter de este forja al autor a través de sus vivencias. Tiene la gran virtud, pese a sus evidentes limitaciones presupuestarias, de hacer una adecuada gestión con respecto al material de archivo del que dispone.

La passion selon Béatrice

Dentro de la sección Seven Chances, y otorgando cierto sentido al concepto original de este apartado inaugurado en el lejano 1993, nacido con la vocación de ofrecer un tipo de material que difícilmente tendría visibilidad fuera del circuito de festivales, se presentó La passion selon Béatrice, segundo trabajo tras las cámaras de Fabrice Du Welz en 2024 tras la notable Maldoror, también presente este año en Sitges, donde cambia por completo de registro al rodar un documental con un evidente tono de ensayo observacional, donde asistimos al viaje por Italia de la francesa Béatrice Dalle en busca de las huellas y el legado de Pier Paolo Pasolini, trayecto aderezado con reflexiones personales y conversaciones con otros admiradores del cineasta italiano, entre ellos, Abel Ferrara. Como bien apuntaba el crítico Álvaro Peña, La passion selon Béatrice puede ser percibida tanto de forma sencilla como compleja, ya que el ficticio y evolutivo doble juego de miradas, el que establece Fabrice Du Welz con Béatrice Dalle, y el de Béatrice Dalle respecto a Pier Paolo Pasolini, viene a ser la representación de un anhelo, de un imposible encuentro entre artista/musa y viceversa que, en cierta manera, se materializa en la escena final del documental, donde se observa en primer plano el rostro de la protagonista de Trouble Every Day, mientras visiona El evangelio según San Mateo en la Cinemateca de Bolonia, instante en que esa unión se hace realidad de forma metafórica gracias a una pantalla de cine, única vía posible, como nos viene a decir Du Welz a la hora de intentar escenificar en imágenes la devoción y la pasión. Uno de los puntos álgidos de la no ficción vista en Sitges 2024 vino de la mano de la notable The Last Sacrifice de Rupert Russell, hijo del responsable de la mítica The Devils, nueva indagación del documental en el subgénero del folk horror, cuya piedra angular en dicho formato sería Woodlands Dark and Days Bewitched: A History of Folk Horror (Kier-La Janisse 2021), a través de un enfoque ciertamente original, al mezclar el concepto del true crime, situándonos en el año 1945 en Warwickshire, Inglaterra, donde se produjo un brutal asesinato, hoy por hoy sin resolver, y su contexto como influencia e inspiración en la gestación de una pieza fundacional dentro del subgénero como es The Wicker Man (Robin Hardy 1973). A partir de dicha noción, la de un asesinato muy británico que, en parte, inspiró un género cinematográfico, Rupert Russell pone en contexto la geopolítica de aquellos años, al mismo tiempo que profundiza en el auge de la brujería y la magia negra de la época. En este sentido, The Last Sacrifice es un híbrido entre lo veraz, la investigación y el material de archivo sobre el crimen, y la elucubración, sus ramificaciones fraccionadas mediante la representación del folk horror en la literatura y el cine, a través de una inteligente e irónica contextualización entre realidades y mitos existentes en las tradiciones antiguas de Gran Bretaña.

Algo más convencional en sus formas, aunque no carente de interés, fue Exorcismo, The Transgressive Legacy of Clasificada ‘S’ de Alberto Sedano, documental que explora una determinada época y cinematografía, al situarnos en un contexto político/social que muestra las rígidas leyes de la censura en España durante la dictadura que habían reprimido en el cine cualquier forma de sexualidad fuera del catolicismo. Tras la muerte de Franco y la consolidación de la democracia, surgen las películas clasificadas S, nuevo sistema de catalogación enfocado exclusivamente a mayores de 18 años, que ofrecían un fuerte contenido violento, sexual e incluso político, un comodín genérico en el que cabía todo tipo de películas concebidas durante el periodo del 1978 al 1983. Exorcismo sigue los pasos de otro reciente documental que indagaba en la misma parcela, Sesión salvaje (Paco Limón, Julio Cesar Sánchez 2019), perteneciendo ambas a ese tipo de trabajos de clara índole archivista, que en sus cuentas oficiales de Letterboxd, como condición sine qua non, suelen incluir a modo de consulta una larga lista de títulos reseñados en el documental, dejando clara su función didáctica y reivindicativa con relación a una industria menospreciada en su día. En este último apartado no deja de ser significativo que un producto como Exorcismo esté financiado por David Gregory y Severin Films, poniendo de manifiesto como estas películas, cincuenta años después de su gestación, aunque mediante distintos parámetros y agravado por una alarmante falta de interés por parte de las nuevas generaciones, siguen siendo subestimadas en nuestro país, siendo el reconocimiento más válido y justo el proveniente del exterior.       

Clásicos, recuperación y divulgación

The Mysterious Castle in the Carpathians

La proyección de tres títulos del fantástico europeo semi ocultos de los 70 y principios de los 80 dentro de la sección Seven Chances puso de manifiesto la obligatoriedad de los festivales de recuperar y difundir un cine pretérito, en su gran mayoría desconocido por una gran parte del actual fandom. Del mismo modo, The Mysterious Castle in the Carpathians puede suponer todo un descubrimiento, no solo por la oportunidad de poder ver en pantalla grande una extraordinaria película de sensibilidad novelesca que habla del cine como pura representación fílmica, sino también por conocer a un director como Oldrich Lipsky. Basada en un relato de Julio Verne publicado por entregas en 1892 que, de alguna manera, se aparta de la temática científica y de aventuras habitual en sus novelas para adentrarse en un tono más fantástico, The Mysterious Castle in the Carpathians ejemplifica, al igual que otros autores checoslovacos de la época como fueron Karel Zeman, Juraj Herz o Jan Svankmajer, colaborador en esta película, una cinematografía que por aquel entonces apostaba por una recreación barroca y una rica exuberancia escénica, que aquí mezcla iconografías y escenografías entre el cine y diversas artes plásticas, constituyendo toda una reformulación y un feliz encuentro entre los imaginarios de Julio Verne y Georges Méliès. De una clara intención humorística, utiliza una narrativa exagerada a modo de caricatura que permite jugar con las acciones de los personajes, transformándolos en un reflejo de consonancias casi grotescas, la película sirve al mismo tiempo como inmejorable carta de presentación para conocer la filmografía de un realizador tan interesante como es Oldrich Lipsky, responsable entre otras de Happy end (1966), relato que comienza por el final y se despliega literalmente hacia atrás, disposición llevada al límite mucho antes de que lo intentaran Gaspar Noé o David Fincher en Irreversible (2002) y The Curious Case of Benjamin Button (2008), tanto en planos como en dirección, personajes caminando en sentido inverso o diálogos invertidos… uno de los experimentos narrativos más imaginativos de la historia del cine europeo de aquella época. Otra película maldita que en su momento tuvo una recepción bastante discreta es Malpertuis de Harry Kümel, director belga que en 1971 también realizó ese referente de la sofisticación vampírica que es Les lèvres rouges. Narrado en forma de espiral infernal, Malpertuis nos sitúa a finales del siglo XIX, donde se ve a un marinero inconsciente tras una pelea en un bar que al despertarse se encontrará encerrado en Malpertuis, concepción onírica mostrada en forma de un extraño caserón donde su tío, un excéntrico moribundo interpretado por Orson Welles, pretende mantener encerrados a todos aquellos que le rodean. Basada en la novela homónima de Jean Ray, Harry Kümel nos plantea una fábula gótica/onírica de límites indefinidos, por momentos hipnótica a un nivel visual, cuyo visionado otorga un inusual concepto de experiencia o vivencia estética. Asimismo, Malpertuis, cuya retórica limítrofe a la mitología griega se confunde aquí bajo epígrafes adyacentes al terror y al desconcierto, hace honor a su condición de obra inclasificable, puesto que abarca infinidad de registros dentro de una misma historia, lo hace mediante una amalgama de referencias que van desde imaginarios dignos de Lewis Carroll a formatos expresionistas y surrealistas, al horror gótico, o incluso a las películas de Jean Cocteau. Obra de culto de indudable valor iconográfico a redescubrir.

Las vampiras

Para finalizar este recorrido por Sitges 2024 tuvo lugar la proyección de una nueva restauración en 2K de Las vampiras de Jesús Franco, donde queda constatado su importante papel a la hora de entender la tendencia (en realidad puede llegar a ser entendida como un subgénero en sí mismo) que transfiguró durante los años 70 el mito del vampiro femenino tradicional hacia unas coordenadas más eróticas y desprejuiciadas: The Vampire Lovers (Roy Ward Baker 1970), la antes comentada Les lèvres rouges (Harry Kümel 1971), The Velvet Vampire ( Stephanie Rothman 1971), La novia ensangrentada (Vicente Aranda 1972), Vampyres (José Ramón Larraz 1974) o Fascination (Jean Rollin 1979) serían algunos de los ejemplos más representativos de dicho movimiento. La obra iconoclasta de Jesús Franco no deja de ser un compendio sobre la transgresión cinematográfica, en referencia a la reconfiguración, y una cierta modernización de las coordenadas del fantaterror de aquella época, pero especialmente por reinterpretar en Las vampiras el original literario de Bram Stoker y Sheridan Le Fanu, trasformando aquí el concepto del fantástico clásico en lesbianismo y psicodelia pop, a través de una historia sobre deseos prohibidos y posteriores descubrimientos, donde vemos a las vampiras como amantes del sol, de la buena vida y del sexo que disfrutan con su reflejo en el espejo. Un auténtico festival pictórico en rojo y negro que se permite explorar de forma inusual las analogías de los sueños, convirtiendo en icono y efímera musa a Soledad Miranda en una película que con el paso del tiempo se ha convertido en una obra seminal. Como suele pasar con muchos autores, no deja de ser una lástima que Jesús Franco no fuera del todo consciente durante su gestación de su futura condición de film fundamental dentro del género fantástico.     

Palmarés

SECCIÓ OFICIAL FANTÀSTIC A COMPETICIÓ 

 Millor pel·lícula de la SOFC / Mejor película de la SOFC / Best feature film in the SOFC 

El baño del diablo (The Devil’s Bath) de Veronika Franz & Severin Fiala 

Premi especial del Jurat de la Secció Oficial Fantàstic / Premio especial del Jurado de la Sección Oficial Fantàstic / Special Jury Award in the Official Fantàstic Selection  

Exhuma de Jang Jae-hyun

Millor direcció de la SOFC (patrocinat per Moritz) / Mejor dirección de la SOFC (patrocinado por Moritz) / Best direction in the SOFC (sponsored by Moritz) 

Soi Cheang per Twilight of the Warriors: Walled In 

Millor interpretación femenina de la SOFC / Mejor interpretación femenina de la SOFC / Best actress in the SOFC  

Kristine Froseth per Desert Road    

Millor interpretación masculina de la SOFC (patrocinat per Cupra) / Mejor interpretación masculina de la SOFC (patrocinado por Cupra) / Best actor in the SOFC (sponsored by Cupra)

(ex-aequo) 

John Lithgow per The Rule of Jenny Penn

Geoffrey Rush per The Rule of Jenny Penn

 Millor guió de la SOFC (patrocinat per Caixabank) / Mejor guion de la SOFC (patrocinado por Caixabank) / Best screenplay in the SOFC (sponsored by Caixabank)

Aaron Schimberg per A Different Man 

Millors efectes especials, visuals o de maquillatge de la SOFC / Mejores efectos especiales, visuales o de maquillaje de la SOFC / Best Special, Visual or Makeup Effects in the SOFC 

Equips de Digital District & Machina Infinitum per Else

Millor música de la SOFC (patrocinat per DARK) / Mejor música de la SOFC (patrocinado por DARK) / Best music in the SOFC (sponsored by DARK)

 Die Hexen per Fréwaka

Millor fotografía de la SOFC / Mejor fotografía de la SOFC / Best cinematography in the SOFC 

Giovanni Ribisi per Strange Darling

NOVES VISIONS 

Millor pel·lícula de la secció Noves Visions / Mejor película de la sección Noves Visions / Best film in the Noves Visions section 

A Desert de Joshua Erkman

Millor direcció de la secció Noves Visions / Mejor dirección de la sección Noves Visions / Best direction in the Noves Visions section 

Grazia Tricarico per Body Odyssey 

Millor curt Noves Visions Petit Format / Mejor corto Noves Visions Petit Format / Best short film Noves Visions Petit Format 

Say Wuff! de Fabian Podeszwa

JURAT MÉLIÈS D’ARGENT / JURADO MÉLIÈS DE PLATA / MÉLIÈS D’ARGENT JURY 

 Premi Méliès d’Argent a la millor pel·lícula de gènere fantàstic / Premio Méliès de Plata a la mejor película de género fantástico / Méliès d’Argent Award for the best fantastic genre feature film 

Animale de Emma Benestan

Premi Méliès d’Argent al millor curt europeu de gènere fantàstic / Premio Méliès de Plata al mejor corto europeo de género fantástico / Méliès d’Argent Award for the best European fantasy genre short film 

Meat Puppet de Eros V

ANIMA’T 

Millor llargmetratge d’animació de la secció Anima’t / Mejor largometraje de animación de la sección Anima’t / Best animated feature film in the Anima’t section 

Memorias de un caracol (Memoir of a Snail) de Adam Elliot

 Millor curtmetratge d’animació de la secció Anima’t / Mejor cortometraje de animación de la sección Anima’t / Best animated short film in the Anima’t section 

Free the Chickens de Matúš Vizár 

ÒRBITA 

Millor pel·lícula de la secció Òrbita / Mejor pel·lícula de la sección Òrbita / Best feature film in the Òrbita section 

Zero de Jean Luc Herbulot 

BLOOD WINDOW 

Premi Blood Window a la millor pel·lícula / Premio Blood Window a la mejor película / Blood Window Award for best feature film 

Mi bestia de Camila Beltrán 

JURAT DE LA CRÍTICA / JURADO DE LA CRÍTICA / CRITIC’S JURY 

Premi de la crítica José Luis Guarner a la millor pel·lícula SOFC / Premio de la crítica José Luis Guarner a la mejor película SOFC / José Luis Guarner Critics’ Award for best film in the SOFC 

El baño del diablo (The Devil’s Bath) de Veronika Franz & Severin Fiala

Premi Citizen Kane per al millor director revelació / Premio Citizen Kane para el mejor director revelación / Citizen Kane Award for best new director 

Thibault Emin per Else  

Millor curtmetratge de la SOFC (patrocinat per Fotogramas) / Mejor cortometraje de la SOFC (patrocinado por Fotogramas) / Best short film in the SOFC (sponsored by Fotogramas) 

Chew de Félix Dobaire 

 

El último que apague el proyector

La crítica cinematográfica es un género de ficción como otro.

La cosa funciona así: alguien concibe una historia que cuenta valiéndose de los medios expresivos propios de las películas, una historia cuyo origen se sitúa en otra parte, una novela, cuento, drama o la biografía (otro género de ficción) propia o ajena. Esa historia suscita otra en la mente del espectador-crítico, quien la cuenta usando los medios expresivos propios de la literatura y en el proceso superpone su propia historia a la primera suplantando la voz del narrador original.

Este libro procede no de la reflexión sino de la amistad. Ángel García del Val me pidió escribir una serie de textos que complementasen un proyecto que llevaba algún tiempo desarrollando bajo el título Fantasmas del cine, entrevistas ficticias con ectoplasmas de cineastas. Lo que me obligó a escuchar a los muertos.

Por eso cuando aquí se habla de Lo que el viento se llevó resuenan los ecos de Mitchell, Selznick y sus damnificados, el King Kong en lo alto del Empire State transparenta la conquista de la cumbre del espectáculo por dos aventureros que también venían de la selva, de las imágenes de La parada de los monstruos emerge el pecado de honestidad que tan caro pagó su director, tras La noche del cazador asoma la semblanza que de Laughton hizo von Sternberg después de intentar dirigirlo, a Psicosis se le superponen la polémica de Hitchcock con Chandler y la onda expansiva que la sombra del británico, amplificada por el horror de Vietnam, estampó en el cine de terror posterior, Raíces profundas se revela trasunto de las experiencias bélicas de Stevens, por La Puerta del Diablo entra el indio más carismático y menos indio de la historia de Hollywood o el fracaso de los héroes de El hombre que pudo reinar encuentra su correlato en las películas que Huston no pudo rodar.

El autor

Miguel Ángel Montes Beltrán, Valencia, 1958.

Escribió en Cartelera Turia, Contracampo y otras publicaciones. Desertó del servicio militar, lo que le brindó la oportunidad de conocer por dentro una muestra representativa de las prisiones españolas, hasta ocho, en dos estancias interrumpidas por otras tantas fugas.

Perdió la inocencia de tanto mirar por el ojo de cerradura de tanta cámara de cine y vídeo, ya en la posición relativamente resguardada del operador (Cada ver es… [Ángel García del Val, 1980-81], La muerte de nadie (El enigma Heinz Ches) [Joan Dolç, 2003], La bicicleta [Sigfrid Monleón, 2005], Huella latente [José Ángel Montiel, 2006], Operación Kobra [Carles Palau, 2008], El artificio [José Enrique March, 2009], La caída [Joan Dolç, 2012], En el umbral de la consciencia [Carlos Pastor, 1991-2012] y un largo etcétera), ya en la más expuesta del director: Hibakusha (1985), Chapao: crónica de un reto (1996), Survivir (Retazos centroamericanos) (1998), …y la tierra era fértil y el aire sano (1999-2000, presentada fuera de concurso en el International Documentary Film Festival Amsterdam), El fin de la algarabía (2002, Premio Tirant lo Blanch), Escenas de la lucha de clases (2003), L’edat daurada (2004, Premio Tirant lo Blanch)…

El catálogo del II Mundial Cinema Film Fest se refiere a él como “cineasta de insólita y majestuosa trayectoria”.

Autor de los libros La vida entre otras cosas (Shangrila, 2023), Morera, y ya está (Shangrila (2023) y ahora El último que apague el proyector.

Autor: Miguel Ángel Montes Beltrán, Editorial: Shangrila, Colección [Encuadre] libros, Páginas: 216

Un conflicto intergaláctico, tráiler para «L’Empire» de Bruno Dumont

Siguiendo en su particular terreno de la relectura del cine de género, el inclasificable Bruno Dumont nos propones en L’Empire, film cuyo tráiler podéis ver a final de pagina junto a su póster oficial, una especie de parodia absurda del concepto mainstream presente en la saga Star Wars, volviendo a terrenos ya transitados con anterioridad en películas como P’tit Quinquin (2014) y Coincoin et les z’inhumains (2018) a través de una mirada paródica de su propio cine. La película, tras su premiere mundial en la Berlinale de 2024, y estar presente el pasado mes de noviembre en el Festival de Gijón, sigue sin previsión de estreno comercial en nuestro país.   

L’Empire nos sitúa en la Costa de Ópalo, en el norte de Francia, en un tranquilo y pintoresco pueblo de pescadores, donde por fin ocurre algo: nace un bebé especial. Un niño tan único y peculiar que desata una guerra secreta entre fuerzas extraterrestres del bien y del mal.

La película, con guion a cargo del propio Bruno Dumont, está protagonizada por Lyna Khoudri, Anamaria Vartolomei, Camille Cottin, Fabrice Luchini, Brandon Vlieghe, Julien Manier, Bernard Pruvost, Philippe Jore y Bilal Gharbi.

  

Proyecciones Xcèntric: Historia de una segadora, de Katsuhiko Fukuda

Fotografía de Someya Katsu (protagonista de Historia de una segadora) por Yukie Hatano

Antiguo miembro de Ogawa Productions, el cineasta y escritor japonés Katsuhiko Fukuda vivió y trabajó en la zona rural de Sanrizuka, donde documentó la lucha contra la construcción del aeropuerto de Narita, así como historias individuales y la vida de la comunidad. Esta sesión incluye una charla ilustrada sobre su obra a cargo del programador Ricardo Matos Cabo y la proyección de una de sus películas, Historia de una segadora (1985).

Historia de una segadora (草とり草紙) es un retrato de Katsu Someya, una mujer de 86 años nacida en 1899 cuya casa se encuentra junto a la pista de aterrizaje del aeropuerto de Narita, en un terreno que fue confiscado y vendido para ampliar dicho aeropuerto en una segunda fase. Vive allí sola, alejada de su familia por decisión propia, resistiéndose a abandonar su tierra, y se dedica a la agricultura, escardando diariamente y trabajando en una fábrica de encurtidos. Los relatos de su vida, contados y repetidos, trazan décadas de la experiencia personal de resistencia de esta mujer. Su historia se entrelaza con las luchas por la tierra y los derechos de los campesinos de Sanrizuka ante la construcción del aeropuerto.

La película, filmada en 8 mm a lo largo de tres años, está estructurada en diecinueve capítulos y editada según los ritmos de la narración de Someya. Explora la disyuntiva entre el habla y la memoria de esta mujer a través de un montaje original de sonido e imagen. Posteriormente se amplió a 16 mm para poder imprimir en la película los subtítulos en japonés con las palabras de Someya. Su compañera, Yukie Hatano, produjo la película y realizó las tarjetas de título que anuncian las diecinueve secciones y las fotografías que proyectaremos antes de la película.

Historia de una segadora marcó un cambio en la práctica y el método documental japonés, incluso en su relación con la política, al centrarse en los pequeños gestos diarios y hacer mayor hincapié en las historias personales. La película tuvo una gran influencia para los cineastas que siguieron los pasos de Fukuda, entre ellos Makoto Satō y Haruka Komori.

Como introducción a la sesión, el programador Ricardo Matos Cabo impartirá una charla ilustrada sobre el cine de Fukuda, con particular atención a sus cuatro «cuadernos de cine» de 8 mm realizados en Sanrizuka entre 1979 y 1985, el último de los cuales se proyectará después de la charla.

Historia de una segadora (草とり草紙), Katsuhiko Fukuda, Japón, 1985, 88 min, 8 mm hinchado a 16 mm, subtitulado en japonés y catalán.

Agradecimientos: Yukie Hatano.

Subtítulos proporcionados por Punto de Vista—Festival de Cine Documental de Navarra, Courtisane & Subtitula’m.

Fecha: 23 febrero 2025

Horario: 18.30

No se podrá acceder a la sala una vez empezada la proyección.

Espacio: Auditorio

Precio: 4 € / 3 € Reducida

 Abono 5 sesiones: 15 € / 12 € Reducido

  Amigos CCCB: gratuito

 Venta de entradas en taquillas (taquilles@cccb.org / 933064100) y online.

La digresión yakuza, tráiler para «Broken Rage» de Takeshi Kitano

No deja de ser una gran noticia que Takeshi Kitano, pese a no cotizar dentro de la actual burbuja cinematográfica, siga en activo como director. Tras su particular incursión en el período Edo con la notable epopeya samurái Kubi (2023), Kitano presenta Broken Rage, film cuyo primer adelanto en forma de tráiler acaba de ver la luz y podéis ver a final de pagina junto a su póster oficial. La película, comedia rupturista que reflexiona sobre el cine presentada fuera de concurso en el pasado Festival de Venecia, llegará a Amazon Prime Japón el próximo 14 de febrero.  

Broken Rage está dividida en dos partes. La primera mitad es un relato de acción que se desarrolla en un oscuro submundo criminal que gira en torno a un asesino a sueldo y su lucha por sobrevivir cuando se ve atrapado entre la policía y la yakuza. La segunda mitad sigue la misma historia, pero transformada en comedia, una parodia de la primera mitad en su totalidad, escena por escena.

La película, de sesenta minutos de duración con guion y rol principal a cargo del propio Takeshi Kitano, está protagonizada por Tadanobu Asano, Nao Ōmori, Shidō Nakamura, Hakuryū, Masanori Hasegawa, Tomohiko Kitamura, Shiro Maeda y Masato Yano.

 

“Sala:B”. Mujeres barbudas castizas

Desde los inicios de «Sala:B», hemos celebrado nuestra fascinación por las ferias y los circos, lugares mágicos llenos de personajes extravagantes. Este programa doble rinde homenaje a uno de ellos: las mujeres barbudas y, además, castizas.

Empezamos con Una pareja… distinta que nos presenta un sainete adelantado a su época sobre estos personajes marginales que sobreviven como algo ya casi anacrónico. Con la estrella castiza Lina Morgan como mujer barbuda, en uno de sus papeles más únicos y tiernos, y José Luis López Vázquez como travesti cabaretera, formando la pareja del título que desafía normatividades casándose por la iglesia. A la censura, una vez más, le colaron una de las películas españolas más bizarras y queer. Con un rutilante reparto lleno de primeras figuras, este ambicioso proyecto que financió el propio Forqué, fue un sonoro fracaso en la taquilla. Camino de convertirse en película de culto, es un curioso intento de mezclar comedia, melodrama y musical, con números cabareteros escritos por Adolfo Waitzman.

Verbena se puede entender como una versión castiza de Freaks, siempre que subrayemos lo de castizo, como apuntan Aguilar y Cabrerizo. En lugar de la venganza amarga que Todd Browning retrataba, Neville nos presenta un fresco lleno de ternura y humor codornicesco. En su Palacio de las maravillas, los fenómenos científicos de la naturaleza incluyen, por una peseta, la cabeza parlante, el hombre que se traga los peces y los devuelve vivos, y por supuesto la mujer barbuda de la voz de oro: Madame Dupont (Amalia de Isaura). “¡La juerga padre! Un bigote, señora, que le irá bien al labio” dice un vendedor de postizos a una paseante de la verbena. En el reparto, nombres como Maruja Tomás y Manolo Morán se suman este mediometraje que combina fenómenos, chulapismo y chascarrillos, con canciones del maestro Quiroga y Rafael de León.

En Elegía para un circo, cambiamos de tono para despedir al Circo Price en su última representación. Mercero utiliza imágenes de archivo, testimonios de artistas como Pinito del Oro y Teddy el payaso, y hasta el álbum personal de un acomodador para rendir homenaje a esta institución que marcó la infancia de generaciones de madrileños.

Una pareja… distinta (José María Forqué, 1974). Int.: Lina Morgan, José Luis López Vázquez, Ismael Merlo. España. 35mm. Color. 104’

Verbena (Edgar Neville, 1941). Int: Maruja Tomás, Amalia de Isaura, Miguel Pozanco. España. DCP. B/N. 30’

Elegía por un circo (Antonio Mercero, 1970). España. DCP. Color. 21’

Presentan la sesión Nacha La Macha y el comisario de «Sala:B», Álex Mendíbil.

Duración de la presentación: 15’. (Total sesión: 180’).

Cine Doré: Miércoles       29/01/2025      20:00 H

Un romance interestelar, primer tráiler para «Love Me» de Sam y Andy Zuchero

Un año después de su estreno mundial en el festival de Sundance y tras pasar por varios certámenes, en nuestro país estuvo presente el pasado mes de octubre en Sitges dentro de la sección Noves Visions, acaba de salir a la luz un primer tráiler, que podéis ver a final de pagina junto a su póster oficial, del film Love Me, fabula romántica de ciencia ficción, que supone el debut en el largometraje del dueto formado por Sam y Andy Zuchero, que se estrenará comercialmente en Estados Unidos el próximo 31 de enero.

Love Me nos cuenta una peculiar historia de amor que abarca miles de millones de años. Una boya llamada Yo y un satélite conocido como Yo Soy, se conocen en línea mucho tiempo después de la extinción de la humanidad. Mientras aprenden cómo era la vida en la Tierra, equipados con incontables datos web archivados, redes sociales y videos online, se descubren a sí mismos y lo que significa estar vivo y enamorado.

La película, con guion a cargo de los propios Sam Zuchero y Andy Zuchero, está protagonizada por Kristen Stewart y Steven Yeun.

«Vestida de azul», el pionero documental sobre la transexualidad, se estrena en 4K en Berlinale

Dirigida por Antonio Giménez-Rico, Vestida de azul se ha convertido en una película de culto para el colectivo LGTBIQ+ por la valiente forma en la que abordó el tema de la transexualidad durante la Transición española

Nacha Sánchez, superviviente del elenco de mujeres que participó en el documental, intervendrá en la premier

El cine español probaba los límites de la recién inaugurada democracia cuando el documental Vestida de azul (1983) llegó a las salas para abordar como nunca antes se había hecho el tabú de la transexualidad y descubrir la hiriente realidad que enfrentaban las personas del colectivo. Dirigida por Antonio Giménez-Rico, se convirtió en una película de culto de difícil acceso cuyo irremplazable testimonio se proyectará en una renovada versión en 4K en el 75º Festival de Berlín el próximo mes de febrero.  

El pionero e impactante documental en torno a las dificultades que atravesaban las personas trans durante la Transición española participará en Berlinale Classics, área del certamen dedicada a las restauraciones en alta calidad de obras históricas del séptimo arte y redescubrimientos cinematográficos. Será la segunda producción española en incluirse en esta sección, después de que en la pasada edición fuese seleccionada Deprisa, deprisa (Carlos Saura, 1981). Remasterizados ambos títulos por Mercury Films, en colaboración con la plataforma FlixOlé y en el marco de sus labores de conservación y difusión del patrimonio audiovisual español, la distribuidora estará presente por segundo año consecutivo en el festival cinematográfico que acoge la capital alemana.

Sobre dicha versión de Vestida de azul, el proceso ha consistido en el escaneo y posterior restauración de imagen y sonido del negativo original de 16mm, logrando como resultado la inédita versión de la cinta que se estrenará en clave mundial en Berlinale. Mercury Films recupera y promueve así una película que, hasta su incorporación en el catálogo de FlixOlé, permaneció durante décadas maldita debido a la limitada distribución que se hizo tras su paso por la gran pantalla.

Obra también de referencia para el colectivo LGTBIQ+, esta rareza del cine español que luchó por la aceptación de las personas trans será reivindicada por la propia Nacha Sánchez, superviviente del elenco de mujeres que participó en el documental, y quien intervendrá en la premier de la copia restaurada.

Insólito documento cinematográfico

Los años 80 gateaban en un país que jugaba a ser moderno al tiempo que intentaba despojarse de los fantasmas del franquismo. El cine comenzó a explorar historias censuradas durante la dictadura. Temas como la transexualidad no habían tenido representación en la gran pantalla española más allá de escenas caricaturescas o personajes trufados de clichés que se presentaban sin otro afán que ridiculizar al colectivo. Esta circunstancia, sumada al desconocimiento y prejuicios en materia de orientación sexual e identidad de género que arrastraba gran parte de la sociedad y medios de comunicación, acrecentó la estigmatización y humillación de las personas trans, cuyos mundos parecían quedar reducidos irremediablemente en aquella época a los cabarets y a la prostitución.

El director Antonio Giménez-Rico se propuso realizar un largometraje de ficción que abordase dicha realidad. Para la elaboración del guion, se ayudó de mujeres transgénero que compartieron sus experiencias con el cineasta. Fue entonces cuando éste comprendió que la película se encontraba ahí: en el sufrimiento y marginación con el que convivían en su día a día, por lo que decidió continuar indagando sobre ellas, pero con una cámara.

De las entrevistas surgió Vestida de azul, el documental que marcó un antes y un después al reflejar la desesperanzada cotidianidad, ilusiones y reivindicaciones de seis mujeres trans: Loren, Renée, Nacha, Eva, Tamara y Josette. A través de la primera, el espectador pudo conocer la hipocresía de una sociedad que las señalaba, perseguía e insultaba mientras reclamaba sus servicios encima del escenario o cuando hacían la calle; Renée reveló el miedo que experimentaban a la hora de presentarse ante sus familiares tal y como eran; un temor justificado por las agresiones verbales y físicas sufridas en su propio entorno, como así atestiguó Tamara, trans y gitana.

Frente a estas prácticas, Nacha ejemplificaba el lado más contestatario, mientras que Eva evidenciaba la incomodidad que se generaba en situaciones tan corrientes como mostrar el carnet de identidad. Por su parte, Josette revelaba las secuelas de los convencionalismos mediante un encuentro que mantuvo con su exesposa en el filme.

Seis mujeres que hicieron historia

Giménez-Rico condujo cada uno de los relatos alejándose de todo componente morboso y sensacionalista, y dirigió el peso narrativo sobre las protagonistas. Ello aportó profundidad al mensaje al tiempo que sirvió de crónica de cuanto rodeaba a las personas trans, ya que las confesiones delante de cámara caminaban en paralelo a las detenciones y encarcelamientos, falta de oportunidades laborales, agresiones y explotación sexual que padecían. También de los cambios que experimentaba la sociedad, coincidiendo la realización del filme con la despenalización de la operación de reasignación de sexo.

Los testimonios e incómodas verdades que con naturalidad y espontaneidad desfilaron en Vestida de azul hicieron de éste un novedoso documental. El mismo se proyectó en el Festival de San Sebastián, donde el público ovacionó durante diez minutos a las seis mujeres que valientemente compartieron con el mundo sus vivencias. La cinta, que también cruzó el charco para participar en el Chicago Film Festival, experimentó un considerable éxito; aun con el reducido presupuesto y equipo con el que contó, participando en el mismo el reputado director de fotografía, Teo Escamilla —quien a su vez intervino en la producción del filme junto al cineasta Jaime de Armiñán (Mi querida señorita, 1972) mediante la compañía Serva Films—.

Un viaje por el cine fantástico y de terror vol. 2

En este segundo volumen te sumergirás en el gótico americano y el slasher; el giallo y los últimos suspiros del horror sobrenatural italiano. Revivirás los profundos cambios que el fantástico, el terror y la ciencia ficción sufrieron con la espectacular irrupción de superéxitos como El exorcista, Star Wars o el cine de Steven Spielberg. Recordarás las aventuras fantásticas de los ochenta y las no menos populares comedias fantásticas de dicha década y de la que la siguió. Verás cómo les sentaron los nuevos tiempos a vampiros o licántropos. Te sentarás delante del televisor para revivir las terroríficas Tv movies de los setenta. Tendrás tiempo para tomar un picnic en Hanging Rock o acompañar al guerrero de la carretera Max por paisajes apocalípticos. Océanos pensantes y habitaciones de los deseos, alienígenas y replicantes, Terminator y RoboCop, hombres de acero y hombres de mimbre, Mononoke y Akira, Hannibal Lecter y John Doe, Stephen King y Clive Barker, David Lynch y David Cronenberg, el clasicismo reinventado de John Carpenter y los años de gloria de Tim Burton, New World Pictures y Amblin, secuelas y remakes, óperas primas y directos a vídeo…

Autor; Coordinado por Lluís Vilanova, Prólogo Nacho Cerdà, con textos de José Abad, Tonio L. Alarcón, Jordi Ardid, J.P. Bango, Álex Barba, Quim Casas, Tomás Fernández Valentí, Sergi Grau, José María Latorre, Dario Lavia, Elisa McCausland, Ramón Monedero, Juan Andrés Pedrero Santos, Joan Renter, David Salgado, Diego Salgado, Álvaro San Martín, Adrián Sánchez, Rubén Sánchez Trigos, Javier Trigales, Javier J. Valencia, Joaquín Vallet Rodrigo, Pablo Vázquez, Lluís Vilanova y Juan Carlos Vizcaíno Martínez. Editorial: Applehead Team Creaciones. Páginas:

La fantasmagoría femenina, primer tráiler para «April» de Dea Kulumbegashvili

Tras debutar en 2020 con Beginning, Concha de Oro en el Festival de San Sebastián, la realizadora georgiana Dea Kulumbegashvili continua, al igual que en su ópera prima, con ese tránsito oscuro sobre herméticas digresiones del imaginario femenino en su nuevo trabajo tras las cámaras titulado April, cinta cuyo primer tráiler acaba de ver la luz y podéis ver a final de pagina junto a su póster oficial. El film, una meditación inquietante sobre la estigmatización social y sexual de una mujer anclada en un escenario opresivo, logró en el pasado Festival de Venecia el Premio Especial del Jurado.  

Aún sin fecha de estreno en nuestro país, April, que llegará a las salas comerciales de Francia el próximo 29 de enero, nos muestra como tras la muerte de un recién nacido durante el parto, la moral y la profesionalidad de una ginecóloga, Nina, se ven sometidas a escrutinio entre rumores de que practica abortos ilegales a quienes lo necesitan.

La película, con guion a cargo de la propia Dea Kulumbegashvili, está protagonizada por Ia Sukhitashvili, Kakha Kintsurashvili, Merab Ninidze, Roza Kancheishvili, Ana Nikolava, David Beradze, Sandro Kalandadze, Tosia Doloiani, Beka Songhulashvili y Mariana Abdushelishvili. 

 

El ciclo «Clásicas, modernas y extrañas. Historias feministas del cine» en la programación Nosferatu 2025

El próximo día 15 de enero comenzará en Tabakalera el nuevo ciclo Nosferatu, Clásicas, modernas y extrañas. Historias feministas del cine, que se acerca a la historia del cine desde un punto de vista femenino y feminista y que repasará sus 130 años de existencia a través de películas dirigidas por creadoras de todas las épocas y procedencias.

The Love Light (1921)

Organizado por Donostia Kultura y la Filmoteca Vasca, con la colaboración de Tabakalera y el Institut Valencià de Cultura – La Filmoteca, el ciclo se desarrollará entre enero y diciembre de 2025.

Desde 1896, con los trabajos de la pionera francesa Alice Guy (protagonista de la primera sesión, en la que se proyectarán tres de sus películas junto con un film de Mabel Normand), hasta la actualidad esta muestra pretende revisar, proyectar y reivindicar el trabajo de directoras, guionistas, productoras y actrices, algunas reconocidas y reivindicadas en los últimos años, otras muchas olvidadas y eliminadas de las historias del cine.

La retrospectiva se inicia mostrando el trabajo de pioneras como Lois Weber, Frances Marion, Musidora, Leni Riefenstahl, Dorothy Arzner, Ana Mariscal o Ida Lupino (clásicas), continúa con, entre otras muchas, Agnès Varda, Chantal Akerman, Lorenza Mazzetti, Lina Wertmüller, Larisa Shepitko o Barbara Loden (modernas) y se cerrará en otoño con extrañas como Susan Seidelman, Naomi Kawase, Kathryn Bigelow, Jane Campion o Isabel Coixet.

El ciclo se acompañará con la edición de dos libros, uno en castellano y otro en euskera. El primero, Clásicas, modernas y extrañas. Historias feministas del cine, coordinado por Elisa McCausland y Diego Salgado, se publicará en enero de 2025. El segundo, coordinado por Iratxe Fresneda, se editará a finales del año próximo.

Bono de cine 2025 y venta de entradas

El bono de cine de Tabakalera se renueva por otro año, y ofrecerá a las personas usuarias la entrada por 120 € a 40 películas de entre todas las programadas por las instituciones socias de la pantalla compartida a lo largo de 2025: Donostia Kultura, Filmoteca Vasca, Elías Querejeta Zine Eskola, Festival de San Sebastián y Tabakalera, a excepción de las películas programadas durante el Festival de San Sebastián 2025.

Un año más, la compra del bono incluye una de las dos publicaciones de la Colección Nosferatu: AEBetako western post-klasikoa eta garaikidea o Clásicas, modernas y extrañas. Historias feministas del cine.

El bono se podrá adquirir a partir del 20 de diciembre de 2024 a las 12:00 del mediodía, hasta el 31 de enero de 2025 a las 12:00, tanto en la web de Tabakalera como en el Punto de Información del centro. También se abrirá en esa misma fecha y hora y en los mismos espacios la venta de entradas ordinarias correspondientes a las proyecciones del mes de enero.

El consumo del bono podrá realizarse desde el 1 de enero de 2025 hasta el 31 de diciembre de 2025 (ambos incluidos), y todas las gestiones vinculadas al bono podrán realizarse tanto en la web de Tabakalera como en el Punto de Información del centro: comprar el bono, enviarlo como regalo a otra persona, adquirir entradas para películas con el descuento del bono o consultar el saldo disponible.

Proyecciones Xcèntric: Cuerpo, sexualidad y deslocalización de lo queer

Le Gant de l’autre (Michel Nedjar, 1977)

Diálogo con yann beauvais y Francisco Algarín Navarro ilustrado con proyecciones

Las libertades conquistadas en los años sesenta permitieron a una nueva generación de cineastas trabajar en una exploración frontal de la sexualidad, así como tratar abiertamente los tabúes del pasado. Esta sesión, un diálogo entre yann beauvais y Francisco Algarín Navarro ilustrado con proyecciones en súper-8 y 16 mm, plantea un recorrido por una historia alternativa del cine gay, lésbico, queer y camp realizado entre finales de los setenta y principios de los noventa.

A modo de prólogo, sobre las imágenes de Des Rives —película de doble proyección intervenida por el proyeccionista donde se entremezcla la música visual polifónica con el collage y el diario filmado—, yann beauvais susurra en directo su crónica de cuatro décadas de viajes a Nueva York: vagabundeos, proyecciones, encuentros, la transformación de la ciudad. Adentrándonos en una reflexión sobre las sexualidades disidentes, el programa combina a continuación diferentes fisonomías y maneras de mostrar el sexo, de la ternura extrema a las prácticas BDSM. En Homovie, beauvais desplaza múltiples identidades físicas, bien por sustracción (el acto de desnudarse), bien por adición (el de travestirse). Por su parte, la cámara como aparato de fantasía permite a Michel Nedjar desplegar su estudio anatómico en Le Gant de l’autre, meditación sobre la mirada homosexual masculina y la indistinción del cuerpo desnudo a través de una coreografía de caricias, gestos y posturas sexuales. En Irome, Hiroyuki Oki entrelaza diferentes retratos íntimos de adolescentes melancólicos, revelando cómo varía la representación del sexo, la apariencia física o la propia masculinidad de una época o cultura a otra, mientras que en Bondage Boy, mediante la distanciación irónica musical, Chris Langdon transforma el fetichismo visual de las prácticas sadomasoquistas en una parodia punk del cine estructural.

Lo queer como interrogación directa sobre el cuerpo y la sexualidad queda deslocalizado en el siguiente bloque. En The Eccentrics, Jennifer Burford esboza las identidades polimorfas de dos siluetas desestabilizando los géneros mediante la inversión de la materia cinematográfica y de las posturas tradicionalmente asociadas con el sexo opuesto. El deslizamiento hacia los cuerpos geológicos y mitológicos en Vulva permite a Marcelle Thirache trazar una protohistoria femenina y lésbica a través del diálogo con las investigaciones de la arqueóloga Marie König. A través del intercambio epistolar con Barbara du Bois y de una serie de polaroids que ilustran su vida cotidiana y su inconformismo, Hammer retrata en Pictures 4 Barbara cómo se forman las nuevas comunidades afectivas. Finalmente, Broken Blossoms, la acción-reacción de Miles McKane a la enfermedad del sida, traslada los estados emocionales a la naturaleza mediante la yuxtaposición de una marcha fúnebre. El programa concluye con un epílogo también en forma de doble proyección: Star Trick, de William Moritz, por la que circulan las identidades fluidas y glamurosas de las más célebres estrellas del teatro camp psicodélico del San Francisco de los años setenta.

Des Rives, yann beauvais, 1998, 16 mm (doble proyección), 8 min; Homovie, yann beauvais, 1976-1977, 16 mm, 5 min; Le Gant de l’autre, Michel Nedjar, 1977, súper-8, 15 min; Irome, Hiroyuki Oki, 1992, 16 mm, 8 min; Bondage Boy, Chris Langdon, 1976, 16 mm, 6 min; The Eccentrics, Jennifer Burford, 1987, 16 mm, 8 min; Vulva, Marcelle Thirache, 1992, súper-8, 5 min; Pictures 4 Barbara, Barbara Hammer, 1981, 16 mm, 10 min; Broken Blossoms, Miles McKane, 1992, 16 mm, 6 min; Star Trick, William Moritz, 1975, 16 mm (doble proyección), 7 min.

Copias procedentes de Light Cone excepto Bondage Boy y Pictures 4 Barbara (Academy Film Archive).

Fecha: 24 enero 2025

Horario: 19.00

No se podrá acceder a la sala una vez empezada la proyección.

Espacio: Auditorio

Precio: 4 € / 3 € Reducida
Abono 5 sesiones: 15 € / 12 € Reducido
Amigos CCCB: gratuito

Venta de entradas en taquillas (taquilles@cccb.org / 933064100) y online.
Los abonos solo se pueden adquirir en las taquillas.

El poder del miedo y la memoria, tráiler y clip para «The Monkey» de Osgood Perkins

Tras los buenos resultados logrados en taquilla el pasado año con Longlegs, Osgood Perkins reincide en el género de terror con su nuevo trabajo tras las cámaras titulado The Monkey, film cuyo tráiler, y clip promocional de cuatro minutos de duración, podéis ver a final de pagina junto a su póster oficial. Película que adapta un relato corto escrito por Stephen King, que vio la luz por primera vez en noviembre de 1980 en la revista mensual para adultos Gallery, y que llegará a las salas comerciales de Estados Unidos y nuestro país, de la mano de Beta Fiction Spain y YouPlanet Pictures, el próximo 21 de febrero de 2025.      

En The Monkey vemos como Cuando los gemelos Hal y Bill descubren el antiguo mono de juguete de su padre en el ático, una serie de truculentas muertes comienzan a ocurrir a su alrededor. Los hermanos deciden tirar el mono y continuar con sus vidas, distanciándose con el paso de los años. Pero cuando las misteriosas muertes vuelven a sucederse, los hermanos deberán reunirse para destruir el mono antes de que acabe con las vidas de todos a su alrededor.

La película, con guion a adaptado a cargo del propio Osgood Perkins, esta protagonizada por Theo James, Tatiana Maslany, Elijah Wood, Colin O’Brien, Rohan Campbell, Sarah Levy, Christian Convery, Laura Mennell, Kingston Chan, Zia Newton, Danica Dreyer y Corin Clark.  

Crónica Festival de San Sebastián 2024 (III)

Primeras miradas, New Directors

Brûle le sang

A continuación, última crónica del Zinemaldia 2024 a través de un repaso por distintos apartados periféricos del festival. Dentro de la sección New Directors se presentó la ópera prima del director georgiano afincado en Francia Akaki Popkhadze, Brûle le sang, cinta inscrita en el thriller de trasfondo social que, mediante registros genéricos intenta transmitir una autenticidad por medio de una narrativa aquí percibida como enloquecida, donde se retrata una criminalidad cosmopolita situada en la Costa Azul de Niza. A través de un tono influenciado por el cine negro de James Gray, evidente en películas como Little Odessa (1994), The Yards (2000) o We Own the Night (2007), Brûle le sang nos muestra cómo Gabriel, primogénito con un pasado turbulento, regresa al hogar con el propósito de vengarse y restaurar el honor de la familia tras el asesinato del patriarca, poniendo en jaque la relación con su hermano menor, cuya vocación y aspiración es convertirse en sacerdote ortodoxo. Utilizando conceptos como el antagonismo, la dualidad, el nexo familiar o la religión, el apreciable debut de Akaki Popkhadze tiene la virtud de retratar entornos tóxicos adyacentes al policíaco, ayudado por un montaje acelerado que enfatiza la narrativa trastornada antes comentada, también por tener una voluntad propia al respetar ciertos códigos y coordenadas genéricas sin llegar a transgredirlos. Un concepto bastante recurrente en una sección de las características de New Directors es el denominado coming of age, subgénero que tuvo representación en la película danesa Min evige sommer, debut en el largometraje de la realizadora Sylvia Le Fanu, que indaga en el concepto de establecer conexiones, no las relacionadas con una primera vez, como es habitual en este tipo de historias, sino con una última. En la película vemos a una joven de quince años que se instala en la casa de verano con sus padres. Una vez allí, adopta ciertas rutinas propias del entorno y la época: leer, nadar y pasear. Bajo esa apacible sencillez persiste un dolor silencioso, ya que sabe que será el último momento junto a su madre, enferma terminal. Bajo una serie de epígrafes característicos, con el último verano como statu quo, Min evige sommer nos ofrece un acercamiento a la idea de la despedida y una experiencia entendida como dual, la concerniente al final de una etapa adolescente, y la relacionada con su madre moribunda, en cierta manera un tratado de un individuo no realizado como persona que ha de lidiar con determinadas emociones. El tema, que de por sí sería lo suficientemente intenso para desencadenar una catarsis de lágrimas en los espectadores, desarrollado por Le Fanu exhibe una narrativa opuesta al sentimentalismo, su aproximación va más encaminada al estoicismo y a la frialdad contemplativa, registros, por otra parte, muy frecuentes en el drama de la cinematografía nórdica, otorgando al relato un halo de cierta extrañeza, ya que esquiva ciertos manierismos propios del coming of age, alejándose de la sordidez de la trama, pero carece de una catarsis que nunca se produce, algo que, en mayor o menor medida, la historia precisaba.

Por su parte, Turn Me On también incide en conceptos bastante transitados en los últimos tiempos dentro del audiovisual. Tras The Sound of Silence (2019), Michael Tyburski recurre a una serie de disyuntivas sobre determinadas imposibilidades del ser humano, aquí ancladas a una falsa sensación de orden. A través de una distopía retrofuturista que intenta acercarse al concepto de la novela de Aldous Huxley Brave New World o la serie Severance, pero con elementos genéricos que aquí no dejan de ser una mera excusa, expuestos a la manera de Fingernails (2023) o de muchos episodios de Black Mirror, se nos muestra a los protagonistas de la historia, que toman una pastilla a diario para reprimir sus emociones por completo, algo que les confiere una vida funcional sin problemas. Una parcela genérica muy apropiada a la hora de desarrollar metáforas sobre los grandes problemas emocionales del ser humano, también con relación a un intento de reflexionar sobre las grietas de un ecosistema artificial que intenta arreglar el desorden de la naturaleza humana. Lástima que Michael Tyburski se adhiera a un tono New Age poco dado a la transgresión, demasiado recurrente últimamente por gran parte del cine independiente norteamericano. La noción monstruosa que hace de la conformidad una rígida estructura que comprime al individuo, posiblemente requería de una geometría algo más rupturista.  

Horizontes Latinos

Sujo

Dos propuestas presentes en la sección Horizontes Latinos se adentraron en relatos basados en un tono idealista que fueron mostrados mediante historias de dolor y redención. Las realizadoras Fernanda Valadez y Astrid Rondero en Sujo, que representará a México en los próximos premios Oscar, nos proponen un melodrama desarrollado a través de las actuales problemáticas sociales del país, aquí centradas en la infancia, la orfandad y contextos aledaños, focalizados en las secuelas ocasionadas a las víctimas de una violencia heredada. Las responsables de Sin señas particulares (2020) se aproximan, en especial en su tramo final, a un naturalismo mágico cercano al cuento fantástico, en ocasiones evocador, que gira en torno a la noción de la huida del individuo de un círculo violento mediante un estudio sobre las amenazas que se pueden llegar a cernir sobre el futuro del joven protagonista y, por ende, de una generación. Sujo tiene la virtud de priorizar una lírica de carga simbólica al discurso social que aquí, por fortuna, queda soterrado; también de saber manejar con cierta soltura un cambio escénico, de lo rural a lo urbano, donde queda patente que la intención de dicho cambio de registro va más encaminada a entender acciones y personajes que a juzgar mediante convencionalismo dichos actos. Algo más predecible en cuanto a conceptos narrativos fue la cinta peruana Ramón y Ramón de Salvador del Solar, película en la que participa la productora El Deseo,donde vemos a Ramón, que, tras recibir las cenizas de su difunto padre con quien mantenía una relación muy distante, conoce a Mateo durante pleno confinamiento. A pesar de sus diferencias, surge entre ambos una conexión especial. Mateo decide acompañar a Ramón en un viaje para esparcir las cenizas de su padre en Huancayo. Relato que indaga en la enésima exploración identitaria expuesta a modo de road movie, aquí ubicada dentro de un contexto pandémico, donde el encuentro casual y posterior viaje de dos jóvenes, en un principio, antagonistas, no se atisba como iniciático, sino más bien como un ejercicio de reafirmación a la hora de restaurar heridas y vínculos familiares. Película modesta y pragmática, cuya principal virtud posiblemente venga dada por su apuesta por la austeridad a la hora de exponer una narrativa de un evidente tono intimista.

Autorías alternativas, Zabaltegi-Tabakalera

April

Zabaltegi-Tabakalera, espacio destinado a un cine de riesgo autoral, pero con una programación en estos últimos años en la que se percibe la sensación de ser un cuestionable cajón de sastre, trajo de vuelta al festival a la realizadora georgiana Dea Kulumbegashvili tras ganar en 2020 la Concha de Oro por Beginning. April supone un sugerente cambio de registro con respecto a su anterior trabajo, las constantes, ese tránsito oscuro que indaga en las herméticas digresiones del imaginario femenino, siguen estando presentes, pero la óptica cambia por completo. April se muestra como un alegato antiabortista que toma una vía alternativa del habitual concepto discursivo inherente al temario. En la película vemos cómo tras la muerte de un recién nacido durante el parto, la profesionalidad de una ginecóloga se ve sometida a acusaciones y rumores sobre la práctica de abortos ilegales. Historia narrada a través de una negación del discurso, a modo de deriva mental, con incursiones en un imaginario alucinado, plagado de fugas oníricas de tono fantasmagórico que chocan frontalmente con el perturbador realismo de un relato que es expuesto mediante una atrevida abstracción, a través de una proliferación de largos planos secuencia que pueden dar lugar a minutos de exasperación, ya que estamos ante un trabajo de naturaleza alienante y provocativa que requiere de cierta predisposición por parte del espectador con relación a su asimilación. Manierismos e influencias también presentes en su ópera prima que se miran sin disimulo en autorías como la de Carlos Reygadas o Michael Haneke, La Pianiste está muy presente en la película, sin embargo, Kulumbegashvili da la impresión de haberlas dominado y absorbido hacia un lenguaje cinematográfico intuido como propio, en constante evolución. La notable April, como potente ejercicio de cine llevado al límite, y estudio sobre sentimientos de culpa y complejidades adyacentes a la conciencia, supone una meditación inquietante sobre la estigmatización social y sexual de una mujer anclada en un escenario opresivo.

I Saw the TV Glow

Más largometrajes interesantes vistos este año en Zabaltegi: por ejemplo, la notable I Saw the TV Glow de Jane Schoenbrun, autora que ya había apuntado una curiosa exploración de la era de internet en su anterior We’re All Going to the World’s Fair (2021), película que también hacía gala de un sugerente recorrido por oscuras meditaciones y ficciones autorreferenciales mediante una curiosa fragmentación entre la fantasía y la realidad, en esta ocasión, a través del tránsito de dos adolescentes que comparten obsesión y fascinación por una antigua serie de televisión tan marginal como ellos mismos, que, por momentos crea conexiones con la fundamental Arrebato de Iván Zulueta, por aquello de mostrarnos la pantalla como disociación vampírica. Un punto de partida bifurcado hacia el poder de la cultura popular y su reflejo en el individuo, que en el film de Schoenbrun deriva en una serie de inseguridades y miedos atávicos sobre identidades sin materializar, en este caso, a modo de alegoría Queer. Relato de naturaleza cifrada poseedora de un riesgo conceptual inusual, plagado de un sinfín de desdoblamientos narrativos y visuales que reflexionan sobre conceptos tales como el sentido existencial o la angustia adolescente, este último apartado expuesto como si se tratara de una versión pervertida del Donnie Darko de Richard Kelly. Tiene la virtud de negar tendencias bastante comunes en producciones auspiciadas por A24, como, por ejemplo, la nostalgia como concepto Feel-good, o aparatosas inscripciones con querencia hacia lo Woke.

Por su parte, el particular imaginario de Leos Carax tuvo un lógico acomodo en la sección Zabaltegi con su mediometraje C’est pas moi, reciclaje de un videoensayo de carácter autobiográfico que debía exhibirse en el Centro Pompidou de París, y que supone todo un manifiesto Godardiano, de tono identitario y conceptual, donde, de alguna manera, el responsable de Les Amants du Pont-Neuf rinde homenaje a películas de montaje a cargo del difunto director franco-suizo como Histoire(s) du cinéma y The Image Book, utilizando el mismo tono colorido que JLG usó en más de una ocasión a la hora de exponer imágenes antiguas y nuevas. Pieza destinada principalmente a incondicionales e inundada de un pesimismo existencial repleto de referencias e influencias que pueden ir desde F.W. Murnau hasta Jean Vigo, donde Carax sigue transformando su cine en una forma de expiación que parece expresar todo lo que puede a través de una narrativa que apela a la memoria, donde el celuloide, la historia y la vida real, se entrelazan a través de un discurso que hace dialogar el cine pasado con el que supuestamente está por venir, lo hace mediante una reflexión que puede ser entendida como crepuscular por parte de uno de los cineastas que probablemente mejor se adecúan a ese término y concepto llamado enfant terrible.   

Periferias patrias

Esto no es Hollywood (La historia inacabada de los hermanos Ibarretxe)

Dentro de la vasta periferia de San Sebastián 2024 la sección Zinemira presentó el documental Esto no es Hollywood (La historia inacabada de los hermanos Ibarretxe) de Nere Falagan y Jone Ibarretxe de la Cal, trabajo que rememora un intento de autoría e industria percibido, como bien indica el título, como suicida e inacabada, realizada por los Hermanos Ibarretxe en los años 80 y 90, autores referentes dentro del sector audiovisual vasco que apostaron por un cine creado en Euskadi mucho antes de que este fuera una realidad. De estructura funcional, en realidad, esta no ficción no deja de ser un nostálgico y modesto álbum familiar que no escatima en reflejar ciertos claroscuros, se nos muestra una serie de testimonios que nos cuentan la gestación quijotesca, cuyo funcionamiento casi a modo de cooperativa da la sensación de ser la de no desfallecer a la hora de hacer cine, de varios cortometrajes, donde destaca la nominada al Oscar 7:35 de la mañana (2003) de Nacho Vigalondo, y películas como Sólo se muere dos veces (1996), la imposible Sabotage!! (2000), o Un mundo casi perfecto (2011). Su mirada a una época pretérita es una especie de paradigma en sí mismo, de cómo la memoria se asienta en el relato narrado a través de terceras personas, exponiendo una mística y extrañeza aquí acrecentada por el fallecimiento de los tres hermanos en un corto periodo de tiempo. Esto no es Hollywood (La historia inacabada de los hermanos Ibarretxe) sirve del mismo modo como reivindicación a un trabajo y una voluntad no reconocida, funcionando también como lúcida reflexión sobre una época cuya existencia hoy resultaría impensable, tan descabellada y libre como pionera en intenciones.

Una ocurrente idea por parte del festival fue clausurar la sección Culinary Zinema con El hoyo 2, loable propósito en un certamen tan encaminado hacia dramas sociales plagados de contenidos y cuotas trascendentales; la película sorpresa entraría en dicha ecuación, de un cine de género en un principio de naturaleza menos exigente. El problema con la película de Galder Gaztelu-Urrutia es que pone de manifiesto su incapacidad a la hora de ampliar una serie de temarios ya expuestos con anterioridad. A tal respecto, el gran acierto de su primera y exitosa entrega se debía al desarrollo de una narrativa minimalista que manejaba bien una serie de coordenadas encaminadas a la expectativa e incertidumbre de contenido psicológico, como lo hizo anteriormente Vincenzo Natali con Cube (1997) por poner un ejemplo. Volver a esta distópica cárcel vertical con las cartas marcadas, que la convierten en una película encasillable y que da la impresión de funcionar mejor como remake que como secuela, requería de una mayor apuesta hacia un tono evolutivo que expandiera la mitología, aquí solo aplicada con la modificación de unas reglas que ocasionan un aumento de la violencia y acción en la trama, pero que en realidad no inventan nada nuevo, ya que la metáfora sobre el darwinismo social y su fracaso a la hora de redistribuir riqueza, el consumismo y la avaricia, es muy predecible. Al menos, pese a una ideología algo confusa, es de agradecer que se atisbe una tímida intención de ser más política que su predecesora, con relación a exponer la anarquía y el caos como única solución al autoritarismo, o mostrar órdenes religiosas pacíficas que evolucionan hacia el sectarismo, también a negarse, muy a la manera de la serie Lost, a dar una serie de respuestas argumentales que en realidad no existen.               

El poliziesco italiano y clásicos

Il giorno della civetta

Dentro de la extraordinaria retrospectiva dedicada este año al poliziesco italiano nos detendremos de forma breve en tres películas proyectadas en dicho ciclo, por una parte, Il giorno della civetta de Damiano Damiani, que adapta la novela homónima del escritor siciliano Leonardo Sciascia, nos sitúa en un concepto de veracidad y verismo, donde un determinado escenario se erige como statu quo de la historia, una hermética comunidad rural que es origen, y triunfo final, de la corrupción, estupendo rol de Lee J. Cobb como patriarca, expuesta en el relato a través de distintos niveles: caciquismo, autoridades públicas, sindicatos, empresariado o población civil. Un estupendo poliziesco fundacional, que puede llegar a ser entendido como un western contemporáneo, pues lo que muestra es un enfrentamiento/duelo de connotaciones minimalistas entre dos personajes y facciones, que ejemplifica la estrecha relación existente entre el spaghetti western y un poliziesco, aquí situado a medio camino entre el relato criminal y la denuncia social. El demoledor final termina siendo un fiel reflejo que radiografía el microcosmos siciliano tomando el testigo de un sistema enquistado, otorgando una tridimensionalidad y matices a unos personajes que se adecuan correctamente al tono naturalista y sobrio del relato. Como apunte curioso: comprobar por parte de un servidor que la banda sonora de Giovanni Fusco fue una inspiración clave para John Harrison a la hora de componer la música de la odisea zombie de George A Romero Day of the Dead (1985).

En la no menos estupenda Revolver, Sergio Sollima nos ofrece un poliziesco de naturaleza bastante más inusual, lo hace mediante una serie de lecturas a cuál más interesante, entre las muchas que podemos encontrar en la película, una es de una clara índole política, por poner en el punto de mira el sistema penal italiano, también por ser un relato de tono triste y sombrío, poco proclive en el género, cuya fuerza radica en una narrativa puramente visual de puesta en escena que transita a través de la idea de la buddy-movie, con Oliver Reed y Fabio Testi como principales protagonistas de la historia, concepción cinematográfica transitada y popularizada años después por directores como Walter Hill o Richard Donner. Revolver pone la mirada en el hombre, estamos ante una exposición que sublima la masculinidad y el concepto de la amistad, a través de dicha noción se nos expone una serie de dilemas que indagan sobre la delgada línea roja de separación existente entre el bien y el mal, o ley y justicia. La arrolladora banda sonora a cargo de Ennio Morricone se integra a la perfección en esta negra y trágica obra maestra del cine policíaco italiano, donde las relaciones humanas se hallan en todo momento moldeadas y manipuladas por corrupciones soterradas, como bien queda plasmado en uno de los finales más osados, tristes y líricos que el cine recuerda.

Surcos

Il prefetto di ferro de Pasquale Squitieri nos traslada a un contexto más encauzado a lo histórico, alejándose de coordenadas genéricas, pero sin abandonar la fisonomía pura del poliziesco. El relato nos sitúa en 1925: Mussolini, que había llegado al poder hacía tres años, nombra a Cesare Mori jefe de policía con la misión de acabar con la Mafia. El régimen fascista estaba preocupado por el poder y la influencia de la organización dentro de la sociedad, así que los cuatro años siguientes pasaron a la historia como la época de «Il prefetto di ferro», tiempo donde se detuvo y se condenó a más de dos mil mafiosos. De un exacerbado uso de la violencia, Il prefetto di ferro supone una mirada a la temática en la que predomina un estilo seco y realista, también algo contradictorio, con relación a un discurso que incide nuevamente sobre la corrupción generalizada y sus ramificaciones, poniendo el foco en policías que aplican la ley casi al borde de la legalidad, concepto que deriva en influencias vistas con posterioridad en películas cercanas al polar como Pour la peau d’un flic (1981), Le marginal (1983), o incluso en la formidable To Live and Die in L.A. (1985). Como colofón a estas crónicas de todo lo visto en San Sebastián 2024 resaltar la restauración de la obra maestra del cine español Surcos de José Antonio Nieves Conde, historia del éxodo rural a la ciudad que es percibida como un puente a la prosperidad, pero que se convierte en una idea ilusoria. Nacida con un evidente tono sainetesco, pero que, una vez en manos de su director, se convirtió en una dura declaración de intenciones al utilizar el realismo como elemento crítico. A tal respecto, pocas películas han retratado un mapa físico y anímico tan certero de los años 50 en nuestro país, una mirada que rompía con la tradición audiovisual instaurada por la dictadura que ofrecía un tipo de cine genérico de naturaleza escapista, donde predominaban las comedias blancas y películas folclóricas. Surcos, con varios momentos próximos al neorrealismo italiano y al cine de Roberto Rossellini en particular, se erige como una pieza capital dentro de nuestro cine, cuya restauración en 4K luce de maravilla en pantalla grande, dando un sentido a la existencia de una sección como Klasikoak, y poniendo de manifiesto una vez más cómo el reversionado en condiciones óptimas de un legado cinematográfico tendría que ser tarea obligatoria e imprescindible de la programación de cualquier festival de cine que se precie de tener una condición divulgadora.

Palmarés

Concha de Oro a Mejor Película: ‘Tardes de soledad’, de Albert Serra

Concha de Plata a la Mejor Dirección: Laura Carreira por ‘On Falling’ y Pedro Martín-Calero por ‘El llanto’

Concha de Plata a Mejor Interpretación Principal: Patricia López Arnaiz por ‘Los destellos’

Concha de Plata a Mejor Interpretación de Reparto: Pierre Lotin por ‘Cuando cae el otoño’

Premio Especial del Jurado: A todo el reparto de ‘The Last Showgirl’

Premio del Jurado a Mejor Guion: Francois Ozon y Philippe Piazzo por ‘Cuando cae el otoño’

Premio del Jurado a Mejor Fotografía: Songri Piao por ‘Bound in Heaven’

Premio Nuev@s Director@s: ‘Bager Drama’, de Piet Baumgartner

Premio Horizontes: ‘El Jockey’, de Luis Ortega

Premio Zabaltegi: ‘Aprili’, de Dea Kulumbegashvili

Premio Zabaltegi Mención especial: ‘Monólogo colectivo’, de Jessica Sarah Rinland

Premio del público: ‘Por todo lo alto’, de Emmanuel Courcol

Premio del público a la mejor película europea: ‘La semilla de la higuera sagrada’, de Mohammad Rasoulof

Premio Irizar al cine vasco: ‘Caplin: espíritu gitano’, de Carmen Chaplin

Premio Otra Mirada: ‘La luz que imaginamos’, de Payal Kapadia

Premio de la Cooperación Española AECID: ‘Sujo’, de Fernanda Valadez y Astrid Rondero

Premio Mejor Película Culinary Zinema: ‘Mugaritz. Sin pan ni postre’, de Paco Plaza

Premio Feroz Zinemaldia: ‘Tardes de soledad’, de Albert Serra

«El Caso Abel Trem», Mejor Película en la sección Orizzonti del Festival de Venecia, llega a Filmin

«El caso Abel Trem»: El escándalo nacional de un examen suspendido. Fake news, ultranacionalismo y polarización son los tres ejes del mal de esta fascinante obra capital para entender el presente de Europa. Un ingenioso drama premiado en el Festival de Venecia.

El próximo viernes 3 de enero Filmin estrena, en exclusiva en España, la película «El caso Abel Trem»Explanation for Everything» según su título original), dirigida por el húngaro Gábor Reisz Bad Poems«). Se trata de un drama estrechamente vinculado con la realidad sociopolítica de una Hungría polarizada y que bajo el mandato de Viktor Orbán ha visto renacer una oleada de conservadurismo que afecta a todos los estratos de la sociedad. «El caso Abel Trem» ganó el premio a la Mejor Película de la sección Orizzonti del Festival de Venecia, y entre los muchos reconocimientos internacionales que ha recibido encontramos también la Lady Harimaguada de Plata a la segunda mejor película del Festival de Las Palmas.

En «El caso Abel Trem«, el protagonista de la película (Gáspár Adonyi-Walsh) es un joven estudiante enamorado en secreto de su mejor amiga Janka (Lilla Kizlinger), quien a su vez siente un amor no correspondido por el profesor de Historia de ambos, Jakab (András Rusznák). En el pasado, Jakab tuvo un enfrentamiento con el padre de Abel por razones políticas. Cuando Abel suspende el examen de Historia, el joven encuentra a su alrededor el caldo de cultivo perfecto para poner a Jakab entre la espada y la pared y convertir su suspenso en un asunto de Estado.

El quid de la cuestión en la película lo encontramos en un pin: «En el aniversario de la Guerra de Independencia de 1848, una de las celebraciones más prominentes de Hungría, es costumbre llevar un pin de nacionalidad compuesto por los colores de la bandera de nuestro país«, explica Gábor Reisz: «Los pines de nacionalidad exhibidos por el bando nacionalista durante eventos de partido y manifestaciones han cambiado bastante el significado de este símbolo en los últimos 20 años. Mientras que antes representaba la independencia húngara y un parentesco con nuestro país, hoy en día, cualquiera que lo lleve es considerado partidario de la nación, y cualquiera que no lo lleve es considerado enemigo«. Cuando Abel deje caer la idea de que su profesor le ha suspendido por llevar el pin de nacionalidad al examen, el asunto saltará a la opinión pública con dramáticas consecuencias.

«La situación se ha agravado tanto que ninguna reunión inocente de amigos o familiares puede llevarse a cabo sin que pronto se convierta en una discusión sobre quién está de qué lado, y, como resultado, las personas están cada vez menos interesadas en las opiniones de los demás, menos dispuestas a escucharse mutuamente«, afirma el director, muy activo socialmente en su país, especialmente en contra de la intervención del gobierno en la la Universidad de Artes del Teatro y del Cine de Budapest. 

Reisz ha escrito la película junto a su exprofesora, la guionista Éva Schulze. «Un aspecto importante durante el proceso de escritura fue entender e ilustrar las intenciones y la desorientación de ambos lados«, afirma. «El caso Abel Trem» no recibió financiación pública por parte del Fondo Nacional de Cine de Hungría, algo habitual con aquellos proyectos que tratan de diseccionar la realidad política del país. «Con la ayuda de mi socio, el productor Juli Berkes, y de un equipo de diecisiete personas muy jóvenes, a menudo al comienzo de sus carreras, pero muy entusiastas, la ayuda y los favores de amigos y familiares, y trabajando con un presupuesto muy pequeño, logramos rodar la película en 20 días«, concluye el director.

Recuerdos del futuro: El año pasado en Marienbad

Anoche soñé que volvía a Manderley. Ante mí se alzaba la verja de la entrada, que me impedía entrar, Entonces, como todos los que sueñan, me sentí dotada de una fuerza sobrenatural y atravesé como un espíritu la barrera que me detenía.

El autor

Hilario J. Rodríguez es profesor, viajero y escritor. Ha vivido en España, Portugal, Reino Unido, República de Irlanda y Estados Unidos, donde ejerció la docencia. Ha colaborado con medios de prensa y ha escrito, entre otros, los libros ‘Nostalgia del futuro. Contra la historia del cine’ (Micromegas, 2016), ‘Las desapariciones’ (Newcastle Ediciones, 2011) y ‘Construyendo Babel’ (Editorial Contraseña, 2023). Actualmente colabora con ‘Zenda’, ‘Librújula’ y ‘CTXT’, además de trabajar en un libro de viajes sobre los Balcanes y en una novela.

Autor: Hilario J. Rodríguez, Editorial: PROVIDENCE EDICIONES, Colección: Telemark, Páginas: 213

La naturaleza del mal, primer tráiler para «Maldoror» de Fabrice Du Welz

Aprovechando su próximo estreno comercial en Bélgica, previsto para el 22 de enero de 2025, acaba de ver la luz un primer tráiler, que podéis ver a final de pagina junto a su póster oficial, del nuevo trabajo tras las cámaras de Fabrice Du Welz Maldoror. Thriller que ofrece una fascinante la mirada a disfunciones, traumas colectivos, y como una supuesta sociedad bienestar tiene que asimilar un concepto del mal absoluto. Fabrice Du Welz, que este mismo año también ha presentado por festivales su notable documental exploratorio La passion selon Béatrice, se adentra en esta ocasión, a través de una faceta en un principio menos autoral, en una visión ultra realista de una crónica negra habitada por personajes obsesivos, ineficacia policial y dilemas morales.

En Maldoror, que recrea un caso real ocurrido en la Bélgica del año 1995, vemos como Paul es un joven policía asignado a la unidad secreta denominada como Maldoror, la cual investiga a un criminal sexual sospechoso y en el punto de mira tras la desaparición de dos chicas. Dispuesto a llegar al fondo del asunto, cuando la operación falla, Paul decide tomarse la justicia por su propia mano.

La película, con guion escrito por parte del propio Fabrice Du Welz junto a Domenico La Porta y fotografía a cargo del habitual Manu Dacosse, está protagonizada por Anthony Bajon, Alba Gaïa Bellugi, Alexis Maneti, Sergi López, Laurent Lucas, David Murgia, Béatrice Dalle, Lubna Azabal, Jackie Berroyer, Mélanie Doutey y Félix Maritaud.  

La ‘Generación Tabakalera’, protagonista en el programa de cine del Centro en su décimo aniversario

La pantalla de cine de Tabakalera mostrará durante todo el año las películas de la generación de cineastas que han consolidado su carrera en programas como Ikusmira Berriak o Noka con la ayuda del Centro y la EQZE.

El feminismo y las mujeres cineastas serán otro de los ejes que vertebrarán la oferta cinematográfica de Tabakalera durante 2025.

El bono de cine y las entradas para las proyecciones de 2025 estarán disponibles a partir del 20 de diciembre en la web y en el Punto de Información de Tabakalera.

Tabakalera presenta la nueva temporada de cine 2025, que dará comienzo el 10 de enero, de la mano de la propuesta elaborada por las entidades que programan en la pantalla compartida de Tabakalera: Donostia Kultura, Festival de San Sebastián, Filmoteca Vasca, Elías Querejeta Zine Eskola y Tabakalera.

El próximo año, Tabakalera celebrará su décimo aniversario, y la programación de cine será una prolongación de dicha efeméride, una puesta en valor del camino y el trabajo realizado durante estos años.

‘Generación Tabakalera’

La pantalla de cine de Tabakalera proyectará durante todo el año las películas de la generación de cineastas que ha iniciado y consolidado su carrera al amparo de los diversos programas de residencias y convocatorias de apoyo al cine, promovidas por las entidades que conforman la pantalla compartida, y que ha ido articulando un sistema de apoyo a la creación cinematográfica como Ikusmira Berriak o Noka.

El ciclo Ikusmira Berriak 10 años, parte de Zinemaldia + Plus, se organiza este año en colaboración entre el Festival de San Sebastián y Tabakalera, coincidiendo con el décimo aniversario del Centro Internacional de Cultura Contemporánea. El nuevo ciclo propone explorar y celebrar, con mirada retrospectiva, los diez años que cumple la residencia cinematográfica Ikusmira Berriak, coorganizada por las dos instituciones junto a Elías Querejeta Zine Eskola, a través de 21 películas desarrolladas en el marco del programa y que ya han sido finalizadas y estrenadas en diversos festivales internacionales como el Festival de San Sebastián, Cannes, Venecia, Berlinale, Sundance, Locarno, Viennale, Márgenes, Torino o Mar del Plata, entre otros.

En la primera sesión, el 25 de enero, se proyectarán el corto El extraño (2016) y el largometraje El gran movimiento (2021), respectivamente dirigidos por Pablo Álvarez y Kiro Russo, mientras que el 1 de febrero coincidirá Calipatria, de Leo Calice y Gerhard Treml, con Eles transportan a morte (2021), de Helena Girón y Samuel Delgado. El 8 de febrero será el turno de Gwendolyn Green (Tamyka Smith, 2017) y All Dirt Roads Taste of Salt (Raven Jackson, 2023), el 15 de febrero el de Trote (Xacio Baño, 2018) y el 8 de marzo el de Las letras de Jordi (Maider Fernández Iriarte, 2019).

Estos son los demás títulos programados, cuyas fechas se concretarán próximamente: Chupacabra (Grigory Kolomytsev, 2020), Stephanie (Leonardo van Dijl, 2020) y Creatura (Elena Martín Gimeno, 2023), Jo ta ke (Aitziber Olaskoaga, 2020), Fantasía (Aitor Merino, 2021) -en la fase de proyecto de esta película también participó Amaia Merino-, El agua (Elena López Riera, 2022), Suro (Mikel Gurrea, 2022), Pornomelancholia (Manuel Abramovich, 2022), Antier noche (Alberto Martín Menacho, 2023), O Corno (Jaione Camborda, 2023), Dormir de olhos abertos (Nele Wohlatz, 2024), Ulysses (Hikaru Uwagawa, 2024) y Monólogo colectivo (Jessica Sarah Rinland, 2024). Aunque también formaron parte de Ikusmira Berriak las películas Muga deitzen da pausoa (2019), de Maider Oleaga, y 918 gau (2022), de Arantza Santesteban, no se proyectarán en la retrospectiva porque han sido recientemente programadas en el ciclo Cineastas Vascas de la Filmoteca Vasca. No obstante, ambas directoras participarán en la celebración presentando alguna película del ciclo.

El aniversario se complementará con un libro cuya publicación está prevista para primavera y que recogerá voces, imágenes y reflexiones acerca de Ikusmira Berriak. No sólo incluirá entrevistas con diez cineastas que han pasado por el programa, sino también aportaciones de algunas personas que han participado en las tutorías o de representantes de las instituciones que impulsan el proyecto. En definitiva, se trata de una memoria que contará los diez años de la residencia y en la que estarán presentes las 53 cineastas que han formado parte de su historia.

Por otro lado, Zinemaldia + Plus también ofrecerá en septiembre las tradicionales proyecciones vinculadas a la filmografía de los Premios Donostia de la edición.

Durante el fin de semana del 13 al 15 de junio, se celebrará el festival Generación Tabakalera, en el que se proyectarán proyectos desarrollados en la EQZE y películas estrenadas en diversos festivales internacionales y que se han desarrollado en los programas de impulso del talento cinematográfico emergente como Noka, una iniciativa dedicada a la tutorización, acompañamiento y apoyo de largometrajes dirigidos por realizadoras vascas que desde su inicio en 2019 ha contado con la participación de una veintena de mujeres cineastas.

El feminismo será otro de los ejes que vertebrará el programa de cine de Tabakalera, con especial protagonismo en ciclos como Nosferatu o la quinta edición de Cineastas Vascas, pero también con los ciclos específicos que durante 2025 se dedicarán a la directora Patricia Mazuy y Cine y literatura: Chantal Akerman con la presencia en el cine de las escritoras Itxaro Borda, Karmele Jaio y Danele Sarriugarte. Además, la visión y la práctica feminista estará presentes en otros ciclos y proyecciones a través de las temáticas o invitadas presentes en la programación.

‘Clásicas, modernas y extrañas. Historias feministas del cine’

El próximo día 15 de enero comenzará en Tabakalera el nuevo ciclo Nosferatu, Clásicas, modernas y extrañas. Historias feministas del cine, que se acerca a la historia del cine desde un punto de vista femenino y feminista y que repasará sus 130 años de existencia a través de películas dirigidas por creadoras de todas las épocas y procedencias.

El ciclo, organizado por Donostia Kultura y la Filmoteca Vasca, con la colaboración de Tabakalera y el Institut Valencià de Cultura – La Filmoteca, se desarrollará entre enero y diciembre de 2025.

Desde 1896, con los trabajos de la pionera francesa Alice Guy (protagonista de la primera sesión, en la que se proyectarán tres de sus películas junto con una de Mabel Normand), hasta la actualidad esta muestra pretende revisar, proyectar y reivindicar el trabajo de directoras, guionistas, productoras y actrices, algunas reconocidas y reivindicadas en los últimos años, otras muchas olvidadas y eliminadas de las historias del cine.

La retrospectiva se inicia mostrando el trabajo de pioneras como Lois Weber, Frances Marion, Musidora, Dorothy Arzner, Ana Mariscal o Ida Lupino (clásicas), continua con, entre otras muchas, Agnès Varda, Chantal Akerman, Lorenza Mazzetti, Lina Wertmüller, Larisa Shepitko o Barbara Loden (modernas) y se cerrará en otoño con extrañas como Susan Seidelman, Naomi Kawase, Kathryn Bigelow, Jane Campion, Isabel Coixet o Mati Diop.

El ciclo se acompañará con la edición de dos libros, uno en castellano y otro en euskera. El primero, Clásicas, modernas y extrañas. Historias feministas del cine, coordinado por Elisa McCausland y Diego Salgado, se publicará en enero de 2025. El segundo, coordinado por Iratxe Fresneda, se editará a finales del próximo año.

Octava edición de Cine y Ciencia

La Filmoteca Vasca comenzará el año con la octava edición del ciclo Cine y Ciencia, que organiza en colaboración con el DIPC (Donostia International Physics Center) y el Festival de San Sebastián. The Theory of EverythingLa teoría del todo– (James Marsh, 2014) inaugurará el año el próximo viernes 10 de enero y contará con la presentación del físico y presidente del DIPC, Pedro Miguel Etxenike. Este programa, que se sirve de la universalidad del lenguaje cinematográfico para mostrar la profundidad del pensamiento científico, tiene por objetivo transmitir cultura cinematográfica y científica. Las doce películas que integrarán el ciclo, así como las sesiones escolares, se anunciarán a principios de enero.

Entre abril y junio tendrá lugar la quinta y última edición de Cineastas Vascas, que pondrá de relieve el trabajo de directoras vascas de largometrajes nacidas en los 80 y 90. Este ciclo, habitualmente programado en otoño, se trasladará a los meses de abril, mayo y junio. En julio, será el turno de Jazzinema, la feliz simbiosis entre cine y jazz. Y entre septiembre (durante el Festival de San Sebastián) y diciembre de 2025 y hasta en cinco capitales, la Filmoteca Vasca y el Festival de San Sebastián proyectarán Klasikoak, una propuesta con tres grandes ejes que rescatará películas restauradas y memorables de la historia del séptimo arte: un festival de cine clásico extendido en el tiempo y en el espacio.

Patricia Mazuy, Chantal Akerman, Roberto Minervini

El 23 de enero y con la proyección de la película Peaux de vaches Tabakalera se dará inicio a la retrospectiva dedicada a la cineasta Patricia Mazuy, directora formada por el cine de Leone y Peckinpah y aprendiz de la legendaria Agnès Varda. Su filmografía cuenta con seis títulos repartidos a lo largo de más de tres décadas, pero con marcas siempre presentes como la violencia, el humor, lo rural y la mezcla de géneros.

A partir de enero volverá el ciclo que propone el cruce entre cine y literatura, y que en 2025 se centrará en la figura de Chantal Akerman. La primera sesión tendrá lugar el 16 de enero, con la proyección de un hito cinematográfico Jeanne Dielman, 23, quai du Commerce, 1080 Bruxelles y contará con una presentación de la mano de la escritora Itxaro Borda.

Roberto Minervini es un director, productor y fotógrafo italiano, residente en EEUU. Se dio a conocer internacionalmente con Stop the Pounding Heart (2014). The Other Side (2016) se estrenó en la sección Un Certain Regard de Cannes. Reconocido por una obra intimista y política que retrata la sociedad norteamericana rural, transita entre la ficción y el documental. Sus retratos de personas marginadas lo han convertido en un cineasta polémico pero indispensable en el panorama actual del cine. Minervini visitará Tabakalera a finales de mayo.

Además, Tabakalera continuará promoviendo el acercamiento entre cineastas y espectadores/as, y el cruce entre las distintas disciplinas creativas en su programación. Proyectos como Cine hablado, que propone un espacio de encuentro para que directores/as charlen en la sala de cine sobre el proceso de creación de sus películas, las sesiones para el público familiar Kameleoiak Gara!, el ciclo de Cine contemporáneo o Cine y Música, continuarán durante 2025.

El Centro también continuará incidiendo en la programación destinada especialmente a atraer nuevos públicos a la sala de cine del Centro Internacional de Cultura Contemporánea. Propuestas específicas como el Jóvenes en el cine, el grupo de programación conformado por estudiantes de la UPV/EHU, continuarán programando una vez al mes la sala de cine de Tabakalera. El 30 de enero proyectarán La Haine (1995), de Mathieu Kassovitz.

Bono de cine 2025 y venta de entradas

El bono de cine de Tabakalera se renueva por otro año, y ofrecerá a los/as usuarios/as la entrada por 120€ a 40 películas de entre todas las programadas por las instituciones socias de la pantalla compartida a lo largo de 2025: Donostia Kultura, Filmoteca Vasca, Elías Querejeta Zine-Eskola, Festival de San Sebastián y Tabakalera, a excepción de las películas programadas durante el Festival de San Sebastián de 2025.

Un año más, la compra del bono incluye una de las dos publicaciones de la Colección Nosferatu: AEBetako western post-klasikoa eta garaikidea o la citada Clásicas, modernas y extrañas. Historias feministas del cine.

El bono se podrá adquirir a partir del 20 de diciembre de 2024 a las 12:00 del mediodía, hasta el 31 de enero de 2025 a las 12:00, tanto en la web de Tabakalera como en el Punto de Información del centro. También se abrirá en esa misma fecha y hora y en los mismos espacios la venta de entradas ordinarias correspondientes a las proyecciones del mes de enero.

El consumo del bono podrá realizarse desde el 1 de enero de 2025 hasta el 31 de diciembre de 2025 (ambos incluidos), y todas las gestiones vinculadas al bono podrán realizarse tanto en la web de Tabakalera como en el Punto de Información del centro: comprar el bono, enviarlo como regalo a otra persona, adquirir entradas para películas con el descuento del bono o consultar el saldo disponible.

Toda la información relacionada con el bono de cine 2025 y las proyecciones previstas para el mes de enero se podrán consultar en la web de Tabakalera.

“Sala:B”. Esperpento y underground

Historia de la vida de Blancanieves (Bernardo Fernández, 1969). España. DCP. B/N. 58’

El manuscrito encontrado en Zarazwela / Nos-fera-a-touts la pugnete (José Ernesto Díaz-Noriega, 1977). España. DCP. B/N. 97’

Con motivo del ciclo “El espejo deformante. Cine y esperpento” entre Filmoteca Española y el Museo Reina Sofía, programamos esta sesión doble de underground español que abraza sin miedo los reflejos deformantes de las fábulas y el expresionismo para contar a un país que todavía no se podía contar a sí mismo.
 
Estas Navidades, «Sala:B» os trae un regalo en forma de cine underground español, ese que tanto nos cuesta encontrar y tanto anhelamos. Hemos conseguido reunir dos muestras excepcionales, marginales en su nacimiento y, por si eso fuera poco, castigadas por la censura hasta casi hacerlas invisibles. Historia de la vida de Blancanieves nació como práctica de Bernardo Fernández en la Escuela Oficial de Cine, con tan mala suerte que en su promoción entró un nuevo director (Juan Julio Baena) solicitando que las prácticas de los alumnos se sometieran a la Junta de Censura. Esto provocó que ese espacio único de libertad, donde los cineastas se podían expresar antes de salir a la industria amordazada por el franquismo, fuera perseguido incluso con carácter retroactivo, impidiendo que trabajos anteriores de Pedro Costa o Antonio Drove pudieran ser exhibidos fuera de la Escuela. Uno de los censores calificó Historia de la vida de Blancanieves como “subversiva, infecta, irreverente, sucia, sexual, grosera en imágenes y lenguaje”; otro la tachó de “subversiva y maloliente”. Para David Bizarro, invitado a la sesión, “esta versión ácrata de la fábula de Blancanieves podría definirse como el precedente directo de Alicia en la España de las maravillas (1978) y Gulliver (1977)”. Ojo a las afiladísimas menciones a la monarquía y a los tejemanejes del poder desde castillos muy cercanos al cine Doré.

El manuscrito encontrado en la Zarazwela (“titulada en francés Nous-ferá-tous la Pugnete”) no se queda corta en corrosión y analogías con la escena política española. Se trata de un redoblaje de José Ernesto Díaz-Noriega, JEDN, pionero del cine amateur y la parodia cinéfaga, que convierte el Nosferatu de Murnau en un esperpento sobre las falsas promesas aperturistas de Arias Navarro (aquí Dráculas Navarro), presidente del último gobierno de Franco (Duque de Franconia). Apuntemos el reparto de nombres en clave: Jonathan Carolous (Juan Carlos I), Nina Democracia (Sofía), el Doctor Plaga (Fraga), Adolfus Suave, el castillo de Meirás e Non Tornarás… Como señala Bizarro: “aunque nacido en Barcelona, el sentido del humor de JEDN es consustancial a la retranca gallega. Sufrió la misma maldición que el Nosferatu de Murnau, que a punto estuvo de desaparecer para siempre cuando la viuda de Bram Stoker ganó el juicio sobre derechos de autor y el tribunal ordenó quemar los negativos originales. A Díaz-Noriega le robaron su única copia en Madrid y tuvo que volver a sincronizar el audio en un nuevo Super-8.”

Presentan la sesión David Bizarro, investigador de lo paranormal, médium del audiovisual y miembro de la editorial La Felguera, y el comisario de «Sala:B», Álex Mendíbil. Duración de la presentación: 15’.

(Total sesión: 170’)

LUGAR Y FECHAS

Cine Doré

Viernes27/12/202420:00

Primer tráiler para «The Rule of Jenny Pen» de James Ashcroft

Presente en la pasada edición del Festival de Sitges (Premio Ex aequo​ al Mejor actor para John Lithgow y Geoffrey Rush), acaba de ver la luz un primer adelanto, en forma de tráiler oficial que podéis ver a final de página, del film The Rule of Jenny Pen, nuevo trabajo tras las cámaras del realizador neozelandés James Ashcroft que hace un par de años ya indago en el genero con la interesante Coming Home in the Dark (2021). Basada en una historia corta de Owen Marshal, la película, un thriller de terror ambientado en un geriátrico, ha sido recientemente adquirida por la plataforma Shudder para su distribución en Estados Unidos.

En The Rule of Jenny Pen vemos como un juez es ingresado en un asilo tras sufrir un ictus. Allá, cae en las garras de un paciente retorcido, que utiliza a su muñeca, Jenny Pen, como instrumento para imponer su voluntad entre los pobres internos. El choque entre ambos hará que una ola de violencia y terror sacuda el lugar.

La película, aún sin fecha de estreno en nuestro país, cuenta con guion adaptado a cargo del propio James Ashcroft junto a Eli Ken, estando protagonizada por John Lithgow, Geoffrey Rush, Nathaniel Lees, Maaka Pohatu, Thomas Sainsbury, Ian Mune, Ginette McDonald, Holly Shanahan, Bruce Phillips, Irene Wood, Yvette Parsons, Irene Wood, Hannah Lynch y Paolo Rotondo.  

Crónica Festival de San Sebastián 2024 (II)

Perlas y Galas

Disquisiciones en el imaginario femenino

Anora

Segunda crónica de lo visto en San Sebastián 2024 centrada en la sección Perlas, apartado en el que, como viene siendo habitual en los últimos años, se presentó la ganadora de la Palma de Oro del pasado Festival de Cannes. A tal respecto, Anora puso de manifiesto cómo los certámenes de cine encumbran de forma algo contradictoria películas funcionales y accesibles de autorías como la de Sean Baker, cuya valía se intuía bastante más interesante en anteriores trabajos. En Anora subyace una reiteración de conceptos durante su primer acto, lo mejor del film, donde se hace evidente cómo Baker vuelve a subvertir coordenadas adyacentes a la comedia romántica, una suerte de cara B de Pretty Woman de Garry Marshall lindante a un tono de post-neorrealismo colorista, siendo todo el resto bastante más cuestionable, al atisbarse un intento conceptual y narrativo en el que las diferencias con respecto a anteriores películas como Tangerine o Red Rocket son muy evidentes, por reorientar un discurso hacia lo mainstream, el humor hacia lo sórdido y la complejidad del marginado pasa a ser expuesta a través de un tono infantilizado y estereotipado, con  algún momento torpemente emparentado con el slapstick. Un desvío que esperamos sea ocasional. Otro plato fuerte proveniente del festival de Cannes fue The Substance, cuya realizadora, Coralie Fargeat, al igual que en su ópera prima Revenge (2017), sigue fiel a un estilo que da prioridad al exceso genérico y la reiteración conceptual ante cualquier tipo de ambigüedad. Mezcla de un estilo quirúrgico y grandilocuente, aquí la desmesura, también aplicable a su metraje, no es tan original como se ha comentado hasta la saciedad, al menos para alguien que conozca mínimamente conceptos del cine de la Troma o películas como, por ejemplo, Basket Case (Frank Henenlotter 1982) o Society (Brian Yuzna 1989). En tal sentido, The Substance, una especie de fábula contemporánea expuesta a modo de trazo grueso sobre la eterna juventud que otea la noción argumental de Jekyll y Hyde, no deja de ser una película enmascarada entre la serie B y la serie Z que intenta articular un discurso sobre la misoginia institucionalizada a través de la hipérbole. Bastante curiosidad por ver cómo se valora en el futuro un body horror de manual como es la película de Coralie Fargeat, otra de esas obras, al igual que Titane (Julia Docournau 2021), destinada a ser un referente del fantástico contemporáneo que traza un camino inverso a la naturaleza de este tipo de películas, un producto de culto instantáneo que con el paso del tiempo seguramente esté destinado a ser recordado de forma algo efímera.   

Bird

Por su parte, la británica Andrea Arnold, al igual que en anteriores trabajos suyos como Fish Tank (2009) o American Honey (2016), vuelve a transitar por escenarios degradados y núcleos familiares disfuncionales en Bird, película con derivas hacia el melodrama pop que curiosamente toma el título, y algún que otro apunte argumental, de un olvidado film del año 84 dirigido por Alan Parker con música a cargo de Peter Gabriel que nos mostraba a Mathew Modine como un joven traumatizado por la guerra Vietnam que intentaba ser un pájaro. Bird en versión de Arnold se adentra en el realismo sucio de un mundo desestructurado que representa el concepto de orfandad, mediante un estilo visual más ecléctico que el cine social costumbrista del que parece tomar referencias, y que se convierte en una suerte de realismo mágico mediante una serie de coordenadas adyacentes a un coming of age canónico. Relato de ciertos excesos, la aparición del elemento fantástico final es expuesta de forma poco sutil, pero de manera valiosa con relación a la incursión que hace sobre el crecimiento y la extrañeza de tal acto. Bastante más cuestionable en contenido y forma resultó la película encargada de clausurar el certamen, We Live in Time de John Crowley, una especie de versión new age del Terms of Endearment de James L. Brooks con graves problemas a la hora de exponer y gestionar una historia donde prima la emoción ajena. A tal respecto, la estructura y los mecanismos narrativos son percibidos como clichés, la enésima historia de amor, superación y aceptación final sobre lo que el destino nos depara; el problema es su manifiesta incapacidad a la hora de desarrollar convenientemente un temario que pueda ser interpretado como alternativo, aquí focalizado en una serie de dilemas médicos y existenciales, haciendo acto de aparición un tono maniqueo que curiosamente intenta evitar las trampas características del subgénero por medio de un supuesto ejercicio de contención tan poco afortunado como la utilización en su narrativa de unas desestructuradas líneas temporales sin mucha lógica ni ritmo. Su necesidad de aumentar el dramatismo, hasta tal punto que los momentos serios rozan el absurdo, acrecienta la sensación de estar ante un producto ideado en función de un tono manipulador bastante evidente.         

Discursos finales y nuevos referentes

Oh, Canada

Dos referentes del séptimo arte como Paul Schrader y Francis Ford Coppola, cuyo legado cinematográfico ya forma parte de la historia del cine, estuvieron representados en la sección Perlas tras su paso por Cannes. Después de dar por concluida su estupenda trilogía sobre la redención, First Reformed (2017), The Card Counter (2021) y Master Gardener (2022), Paul Schrader, en la notable Oh, Canada, se aleja de postulados anteriores, pero sin abandonar una característica inherente a su obra, como es el tormento y la autoflagelación. Oh, Canada se basa en la novela ‘Los abandonos’ de Russell Banks, autor de Aflicción (1997), cuya espléndida adaptación ya había llevado a la gran pantalla Schrader. En esta ocasión, se adentra en una historia de carácter testimonial, una mirada al abismo, expuesta mediante flashbacks que muestran la historia de un reconocido documentalista afectado por un cáncer terminal que se presta a grabar una última entrevista en la que supuestamente relatará toda la verdad sobre su vida. Oh, Canada abandona la austeridad cronológica de anteriores trabajos de Schrader a la hora de recorrer una estructura fragmentada y manierista que trata de recomponer la memoria rota de una personalidad opaca, destacando de manera formidable el concepto de la aflicción muy por encima de cualquier atisbo de salvación. Mostrado desde una frontalidad demoledora, a través de una maltrecha memoria que continuamente se contradice; la reflexión final vendría a ser un desgarrador estudio sobre la ficción que se crea en torno a la identidad que queremos proyectar al exterior, expuesta a través del cine trascendental, aquel que se desdobla a medida que avanza. Mientras que Schrader rodó en tan solo 18 días Oh, Canada, Francis Ford Coppola presentó Megalopolis, obra gestada durante décadas y finalmente estrenada este año, diametralmente opuesta, tanto en su forma como en el contenido, al film de Schrader. Película de estética retrofuturista, radical y suicida, con un evidente componente autobiográfico, a fin de cuentas, el propio Coppola crea un relato a modo de legado y autoafirmación identitaria, posicionamiento donde es reincidente, ya que en su anterior trabajo Twixt (2011) también había abordado reflexiones de índole personal. La experiencia de ver y analizar  un producto de las características de Megalopolis, película que transgrede muchas de las reglas cardinales de la realización cinematográfica, incluyendo una performance sobre el escenario de un locutor que interactúa con el personaje de Adam Driver, deja insondables contradicciones, las adyacentes a una serie de escenas de indudable inspiración visual, e incluso intelectual, un entusiasmo que se desvanece casi de inmediato, con relación a una serie de reiteraciones que resultan banales, también constatable a través de una estética burda, las imágenes de oropel de la metrópolis de Nueva Roma resultan ser grotescas y falsas, por poner un ejemplo. Como bien indica el título, estamos ante un film megalómano, con diálogos y reflexiones que podrían haber sido alienantes y desafiantes a un nivel formal o temático, sin embargo, esa tentativa tan loable de contar una historia como realmente quiere el autor, termina siendo esclava de los excesos que curiosamente parece denunciar la propia película, sometiendo a debate la necesidad de validar como algo predeterminado cualquier tipo de exploración visual y narrativamente que vaya en dirección opuesta a cualquier convencionalismo.

Joker: Folie à Deux

Por otra parte, cabe destacar la presentación de una película de tono claramente subversivo como Joker: Folie à Deux también alejada de tendencias actuales como el film de Coppola, pero desde una perspectiva bastante más interesante gracias a su condición de compleja obra política que contradice ya no solo el actual cine de gran estudio, con especial énfasis en el vacío existencial de los nuevos mitos creados, sino también la estructura vista en la anterior película sobre el personaje. Con momentos inusualmente interesantes por medio de la deconstrucción del personaje y de la narrativa convertida en un musical en su esencia más pura como oscuro punto de fuga disociativa, y gracias a sugestivas referencias al noir clásico carcelario, el film de Todd Phillips, pese a cierto déficit de peripecia a nivel argumental, es el tipo de película situada fuera del relato cinematográfico que se niega a cautivar con fantasías superheroicas tanto al espectador de su predecesora como al de la gran mayoría del cine contemporáneo mainstream; analiza las conexiones entre las mitologías y la realidad más mundana desde postulados cercanos al cinismo, al igual que lo hace el personaje con sus acólitos: fandom y defensores. Y hablando de tendencias claramente enfocadas al gran público, The Wild Robot de Chris Sanders, posiblemente la película de animación generada por ordenador más ambiciosa del año, se adentra en una serie de formularios predeterminados, rasgos distintivos que aun siendo preconcebidos terminan siendo plenamente efectivos en la medida de transitar por varios estilemas que dan la sensación de seguir un orden y unas coordenadas genéricas determinadas: comedia, melodrama lacrimógeno y por último una suerte de meditación, aquí enfocada en la supervivencia y la preservación del concepto de comunidad. Fábula amable sobre las relaciones entre especies, donde nuevamente se pone en duda al ser humano casi a modo de un postulado credencial. No hubiera venido mal algo más de valentía en esa indagación que hace The Wild Robot sobre la interacción entre tecnología y naturaleza; empero, el consabido tono conservador sigue funcionando a la perfección, especialmente el desarrollo de la historia a la hora de exponer una inteligencia emocional.

Almodóvar y nuevas tendencias patrias

La habitación de al lado

A continuación, cuatro propuestas patrias que por distintos motivos (algún día habrá que analizarlos con más tiempo y detenimiento) se quedaron fuera de la Sección oficial. Por un lado, la presencia de La habitación de al lado saldó, aunque algo tarde, una cuenta pendiente del Zinemaldia con Pedro Almodóvar, en parte paliada en esta edición con un Premio Donostia Honorífico. La habitación de al lado puso de nuevo el foco en el consenso de un amplio sector crítico y su adhesión de forma incondicional a un reconocimiento percibido como tardío, aquí mediante una propuesta cuya brillantez queda algo alejada de los trabajos más autorales y representativos de un autor capital dentro de la historia del cine español. Película que indaga sobre la muerte, la maternidad y el derecho a la eutanasia, cuyo principal referente da la impresión de girar alrededor de la fundamental The Dead, tanto la novela de James Joyce como la adaptación cinematográfica a cargo de John Huston, que pese a estar rodada en otro país y otra lengua, atesora la virtud de conservar una determinada personalidad con relación a la filmación de los espacios y las relaciones que establecen las dos protagonistas con ellos, concepto plagado de imágenes que nos traslada al ámbito de la epifanía. La habitación de al lado ejemplifica a la perfección una obra que no estaría mal contextualizar en su justa medida, una película que adolece del abuso de flashbacks y de ciertas derivas narrativas sobre nuestro presente desde una perspectiva ideológica que tienden a ser perdonadas, seguramente gracias a la brillantez de ciertos logros, esta vez algo más exiguos que en anteriores ocasiones, que siguen siendo incuestionables. Otra obra de talante irregular fue la nueva película de Rodrigo Cortés Escape, libre adaptación a la gran pantalla de la novela de Enrique Rubio y que supone toda una anomalía dentro del actual panorama cinematográfico español. La singularidad y su condición de film inclasificable del responsable de Concursante surge de la premisa de thriller de fugas carcelarias a la inversa, el protagonista está empeñado en vivir en prisión y hará cualquier cosa para conseguir un derecho que él considera legítimo. Escape entra de lleno en imaginarios distópicos y absurdos de un claro tinte Kafkiano, por momentos cercanos a fábulas ideadas por Terry Gilliam o Luis García Berlanga, estableciendo curiosas concomitancias entre esta y Todos a la cárcel (1993). Artefacto dadaísta, y a su manera, político aun sin parecerlo respecto a un estudio sobre la salud mental como abismo turbio, que tiene el hándicap, dada su naturaleza no empática, de ser una obra bizarra para el espectador, un rompecabezas que parece solo encajar en la mente de los que se dejen llevar por lo atípico de una propuesta incapaz de dejar claro lo que está contando, y evidentemente en la mente del director, cuya inusual trayectoria se caracteriza por la extrañeza en sus trabajos, por un rumbo errático, al igual que en Escape, que impide percibir cualquier tipo de nexo en común entre sus películas.

¿Es el enemigo? La película de Gila

Desde un ángulo completamente opuesto, ¿Es el enemigo? La película de Gila también reincideen aparatosos equilibrios genéricos plasmados de forma irregular. Inspirada en El libro de Gila. Antología cómica de obra y vida,la película se aleja del formato clásico del biopic a la hora de abordar un episodio concreto de las vivencias del conocido cómico madrileño, que nos lleva a presenciar al joven Gila viéndose obligado a alistarse en el bando republicano durante la guerra civil española. Partiendo de un modelo cercano a La vita è bella de Roberto Benigni, el film de Alexis Morante se embarca en la compleja tarea de intentar ensamblar géneros, en un principio tan antagónicos como el drama, la comedia y el relato bélico sin llegar a profundizar en ninguno de ellos, y a través de un enfoque demasiado amable, ¿Es el enemigo? La película de Gila queda englobada en esa larga lista de películas situadas a medio camino entre el coming of age y la feel-good movie, plenamente consciente de abrazar sin complejos su condición de cuento amable, alejado de cualquier atisbo de trascendencia. Por último, Las chicas de la estación retrata el caso de abusos sexuales de menores tuteladas en Palma de Mallorca en 2019; la película reflexiona sobre problemáticas sociales existentes en nuestro presente por medio de un loable esfuerzo al intentar reproducir ambientes y ecosistemas degradados. Pese a caer en un cierto esquematismo inherente al cine que orbita por un hiperrealismo social deudor de autorías como la de Ken Loach, la película de Juana Macías se centra en resaltar los recursos dramáticos y en el cometido de denunciar dichos actos; contar con actores no profesionales confiere a la historia un halo de autenticidad que nos remite al espíritu, pese a un evidente maniqueísmo, de aquel gran cine patrio social de los años 70 a cargo de un referente como Eloy de la Iglesia.     

Denuncia y derecho

Ainda estou aquí

Dos propuestas indagaron en la incidencia política del pasado y presente de Brasil con historias de naturaleza poco complacientes. Walter Salles rememora en Ainda estou aquí la trágica historia de la desaparición de Rubens Paiva en 1970 a manos de la dictadura militar brasileña, lo hace a través de unos postulados, en principio poco novedosos, expuestos a modo de álbum familiar, similares a los mostrados en películas que ya relataron las dolorosas secuelas causadas por regímenes militares en países como Chile y Argentina. Tras años sin dirigir, y después de su muy cuestionable adaptación de On the Road, Walter Salles indaga en la memoria de su país evitando un discurso explícito y cruento, eludiendo la representación de la encarcelación y la tortura con un tono sutil que muestra las consecuencias de tales actos execrables durante la dictadura. En Ainda estou aquí predomina el fuera de campo donde se muestra la meditación del superviviente, el modo de sobrellevar la memoria de la ausencia a través de un tono contenido, disquisiciones loables que posiblemente incidan en un exceso de retórica y metraje en lo concerniente a mostrar la crónica de un vacío existencial a modo de antesala de la difícil reconstrucción familiar. Película que encuentra un nexo en común con el documental Apocalypse in the Tropics, relato político y religioso de algunos de los años más turbulentos de la reciente historia del país, específicamente durante la presidencia de Jair Bolsonaro, con especial hincapié en sus inicios y posteriores capítulos, por ejemplo, su controvertida gestión durante la pandemia de COVID-19. Petra Costa, notable cronista de los estados de ánimo, cuyo anterior trabajo The Edge of Democracy (2019) ya retrataba los eventos caóticos de los últimos ciclos electorales de Brasil, exhibe una autoría plenamente militante que aquí fija su mirada en el alcance del evangelismo en el actual lobby político, también en ciertos déficits inherentes a trabajos que intentan conseguir la complicidad con aquellos que no están especialmente familiarizados con las vicisitudes políticas y sociales del país. Dejando de lado lo didáctico por una faceta más íntima y emocional, la interesante All We Imagine as Light de Payal Kapadia, primer largo de ficción de la cineasta de origen hindú, nos traslada a un ámbito de exploración meditativa, construida mediante la observación de las vivencias de tres mujeres de generaciones diferentes en la ciudad de Mumbai, todas ellas presas de una serie de circunstancias y códigos sociales. La narrativa profundamente sensorial de All We Imagine as Light, cuya abstracción supone todo un riesgo cinematográfico digno de elogio,nos puede derivar a conceptos vistos en Days and Nights in the Forest (Satyajit Ray 1970), también al cine de Wong Kar-wai, con relación a la conexión de los espacios urbanos y las emociones, y cómo a través de dicho posicionamiento, en realidad más una mirada que un discurso alejado de cualquier atisbo de trascendencia, se puede reflexionar sobre la sororidad femenina desde una perspectiva situada en las antípodas de subrayados y maniqueísmos muy habituales en el cine contemporáneo que analiza la situación de algunos de los colectivos más desfavorecidos.

Círculo de Bellas Artes; Ampliar los afectos. El cine de Sumiko Haneda

Pionera del cine de no-ficción japonés, Sumiko Haneda (Dalian, 1926) es una de las pocas mujeres cineastas que ha conseguido hacerse un lugar en un mundo de hombres durante la posguerra, cuando entra a formar parte de los estudios Iwanami, productora de films educativos y punto de encuentro de los mejores documentalistas nipones. En 1976, con Usuzumi no sakura [The Cherry Tree with Gray Blossoms], la cineasta se independiza para producir sus propias películas.

A lo largo de los más de sesenta años en activo, y con una obra filmada que comprende más de cien títulos, Haneda trata temas tan diversos como la preservación de la naturaleza, los artes tradicionales, la desintegración del Japón rural, el envejecimiento de la sociedad o la celebración del trabajo y la creatividad de las mujeres. Con la atención como principal motor, en su obra se filma siempre con la misma pasión, curiosidad y ética de los afectos.

Haciéndose eco del estudio y el reconocimiento creciente hacia la obra de Haneda, el ciclo propone un itinerario cronológico por sus obras más reconocidas que son, mayoritariamente, todavía inéditas en nuestro país.

Fecha:04.12.2024 — 13.12.2024

Organiza: Fundación Japón y Círculo de Bellas Artes

Con el apoyo de: National Film Archive of Japan (NFAJ).

En colaboración con: Filmoteca de Catalunya, Institut Valencià de Cultura.

Agradecimientos: Lumière, Punto de Vista, Il Cinema Ritrovato, Clément Rauger, Moe Shuji, Francisco Algarín

Películas del ciclo

Children in the Classroom

Susumu Hani

Sesiones

Mié 04/12, 19:30Proyección de The Cherry Tree with Gray Blossoms y presentación de Francisco Algarín Navarro (programador del ciclo)

Acerca de la película

Primer trabajo de Susumu Hani sobre el mundo infantil, en que materializa sus teorías sobre capturar el universo interno de “protagonistas que no actúan”. Inicia toda una corriente documental de posguerra continuada por Sumiko Haneda, que aparece aquí como ayudante de dirección. Rechazada por el Ministerio de Educación japonés, que la había encargado, pero premiada en Japón y en el Festival de Berlín.

Ficha técnica

DirecciónSusumu Hani
PaísJapón
Año1954
Duración30min
VersiónVOSE
Formato35mm

The Cherry Tree with Gray Blossoms

Sumiko Haneda

Sesiones

Mié 04/12, 19:30Proyección de Children in the Classroom y presentación de Francisco Algarín Navarro (programador del ciclo)

Acerca de la película

Hay un gran cerezo llamado «El cerezo de las flores grises» en un pueblo del curso alto del río Neo. Se calcula que tiene más de 1.300 años y el gobierno lo ha declarado monumento natural. Los habitantes de Neo dicen que fue plantado por el emperador Keitai (507-531 d.C.). Se nos presentan muchas historias sobre el cerezo con un apacible acompañamiento de guitarra y con una narración que a veces suena sobrecogedoramente hechizante. El gran árbol con más de mil años de historia y leyendas ha florecido cada primavera, y cada primavera la gente ha admirado su belleza, desvaneciéndose sus pensamientos como los frágiles pétalos arrastrados por la brisa primaveral. La propia cineasta, Sumiko Haneda, se perdió una vez en sus pensamientos mientras estaba sentada bajo las flores de este árbol. La película es como un poema visual en prosa en el que Haneda mantiene una tranquila conversación con el árbol sobre la vida y la muerte. Comienza la conversación presentándose al árbol, pero éste, por supuesto, no responde. Así pues, la conversación es en realidad una reminiscencia pronunciada con un estilo ligeramente pausado. Al preguntarse de dónde viene y adónde va, Haneda capta la naturaleza transitoria de nuestras vidas. La película es una obra exquisita, que describe un mundo onírico que sigue formando parte de nuestra realidad actual.

Ficha técnica

DirecciónSumiko Haneda
PaísJapón
Año1977
Duración42 min
VersiónVOSE
Formato16mm

Ode to Mt. Hayachine

Sumiko Haneda

Sesiones

Jue 05/12, 19:30presentación de Francisco Algarín Navarro (programador del ciclo)

Acerca de la película

Cerca de la montaña Hayachine, dos grupos de bailarines y músicos interpretan una danza preservada generación tras generación, el kagura, que combina rituales, leyendas mitológicas y episodios históricos. El sinuoso retrato de la vida en estas comunidades abraza un año completo, en que la música (los festivales y las tournées) o la artesanía (la morfología de las máscaras) confluyen con la agricultura (la silvicultura y el cultivo del tabaco) o la arquitectura (la demolición de los tejados de paja).

Ficha técnica

DirecciónSumiko Haneda
PaísJapón
Año1982
Duración3h 6 min
VersiónVOSE
Formato16 mm

Caring for the Elderly with Dementia

Sumijo Haneda

Sesiones

Vie 06/12, 19:30presentación de Francisco Algarín Navarro (programador del ciclo)

Acerca de la película

Este es el primero de seis documentales que Haneda dedicó a explorar el envejecimiento y las negociaciones entre ciudadanos, autoridades y empresas sobre la práctica de los cuidados y el bienestar social. Haneda fue pionera en los años ochenta en afrontar los problemas de la sociedad envejecida antes de que esta noción se popularizase. Aquí nos introduce en la vida diaria de una institución para pacientes con demencia que defiende un enfoque innovador hacia los cuidados y la autonomía. Su cámara no desatiende las situaciones incómodas, sino que busca abrir ojos y generar conversaciones, por dolorosas que sean.

Ficha técnica

DirecciónSumijo Haneda
PaísJapón
Año1986
Duración1h 24min
VersiónVOSE
Formato16mm

Akiko: Portrait of a Dancer

Sumiko Haneda

Sesiones

Mié 11/12, 19:30

Acerca de la película

Haneda retrata a la excéntrica bailarina y coreógrafa Akiko Kanda, combinando varios temas recurrentes en su filmografía, como la vida de mujeres con gran determinación, el envejecimiento, el mundo del espectáculo, y la pasión y los sacrificios que éste requiere. Este excelente estudio de personaje, tan incisivo como poético, es fruto de una colaboración que derivó en amistad. Veinticinco años más tarde, Haneda dedicará su última película a retratar de nuevo a Akiko, entonces una bailarina incansable a pesar de su lucha contra el cáncer (And Then Akiko Is… A Portrait of a Dancer, 2012).

Ficha técnica

DirecciónSumiko Haneda
PaísJapón
Año1987
Duración1h 47min
VersiónVOSE
Formato16 mm

Woman was the sun. The life of Hiratsuka Raicho

Sumiko Haneda

Sesiones

Jue 12/12, 19:30

Acerca de la película

Tributo a una figura fundamental en la historia del feminismo en Japón: la escritora, periodista y activista política Raichô Hiratsuka (1886-1971). Hiratsuka ocupó una posición de liderazgo en los movimientos y las publicaciones por los derechos de las mujeres en el Japón de principios del siglo XX y su trabajo ejerció un papel esencial en la configuración del movimiento feminista en el país, desafiando el statu quo e influenciando en generaciones sucesivas de feministas. La película de Haneda no es solo un relato biográfico de la vida de Hiratsuka, sino también una exploración reflexiva del contexto sociocultural de la época y del movimiento feminista japonés.

Ficha técnica

DirecciónSumiko Haneda
PaísJapón
Año2001
Duración2h 20min
VersiónVOSE
Formato16mm

Into the picture scroll. The tale of Yamanaka Tokiwa

Sumiko Haneda

Sesiones

Vie 13/12, 19:30

Acerca de la película

Cautivador y experimental, este documental se adentra en el rico entramado de la historia y la cultura japonesas a través de la mirada del arte clásico. La película despliega meticulosamente la historia legendaria de Lady Tokiwa, asesinada por unos bandidos cuando se dirigía a visitar a su hijo samurái, un popular relato en el teatro de marionetas inmortalizado en antiguos pergaminos pintados hace cuatrocientos años y considerado hoy patrimonio nacional. El filme combina una fotografía exquisita, que traspone fotograma a fotograma las pinturas estáticas del pergamino, con la reconstrucción de la biografía del autor Matabei Iwasa, y una banda sonora de nueva composición con narración cantada y música de shamisen.

Ficha técnica

DirecciónSumiko Haneda
PaísJapón
Año2004
Duración1h 40min
VersiónVOSE
Formato35mm

La máquina infernal. El cine de Jean-Claude Brisseau

Este ensayo iluminador analiza cómo es y cómo funciona el cine de Jean-Claude Brisseau, uno de los grandes cineastas europeos de los últimos tiempos y el único al que un magistrado, en el célebre y polémico caso judicial que condicionara sus últimos años de vida, cuestionó su práctica fílmica, como si ésta no entroncase con algunos de los resortes psicológicos y estéticos más íntimos del invento de los hermanos Lumière. Sin siquiera rozar esta controversia —que apunta al difícil acceso al cine industrial de cualquier habitante del margen—, Dana Najlis apuesta por volver al origen del cine y nos lleva de la mano por la tabula rasa que instauró el director de De bruit et de fureur (1988) y de Les anges exterminateurs (2006); un particular primitivismo que, en aleación con la tradición clásica y moderna, nos enfrenta de manera renovada a las disyunciones entre fantasía y realidad que comparten cineastas, personajes y espectadores. La imagen que cobija y expulsa acoge en Brisseau al cuerpo que irrumpe, visible y misterioso a la vez, y con el que el cineasta ensaya, más allá de la moral, sus parábolas deseantes de seducción destructiva. Éstas son aquí escrutadas como nunca —se rastrean las esquivas apariciones, se ausculta el tiempo en el que surgen— hasta hacernos ver y escuchar en ellas la posibilidad de desborde que caracteriza al erotismo trágico de un cineasta irrepetible que nos educó en las bondades y los peligros de perseguir sombras.

Autor: Dana Najlis, Prólogo de Gonzalo de Lucas, Editorial: ATHENAICA, Páginas: 200