Crónica D’A 2018. Día 7: Madame Hyde/ En attendant les hirondelles

Madame Hyde

En Madame Hyde somos testigos de cómo la señora Géquil es una excéntrica profesora que es despreciada tanto por sus compañeros de trabajo como por sus alumnos. Una noche de tormenta, un rayo la alcanza y pierde el conocimiento, cuando recobra el sentido, Madame Géquil se siente completamente cambiada… Pero, ¿podrá controlar a la poderosa y amenazadora Madame Hyde que habita en su interior?

No estaría de más el preguntarse a estas alturas que un director de las características del francés Serge Bozon en este su último trabajo tras las cámaras titulado Madame Hyde siga sin renunciar a su inconfundible estilo visto en sus anteriores La France y Tip Top sea considerado como una buena o mala noticia, evidentemente dicha respuesta va en función de la interpretación por parte del espectador en referencia a un cine en donde realidad y absurdo tienen una complicada asimilación genérica.

Para los que nunca hemos comulgados con el cine perpetrado por Serge Bozon posiblemente Madame Hyde sea uno de sus films menos irritantes de su corta pero intensa trayectoria, seguramente en gran parte debido a la presencia de una Isabelle Huppert que parece estar en un continuo estado de gracia últimamente, la película que parte de una muy libérrima adaptación trasladada a nuestra época de la novela de Robert Louis Stevenson El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde empieza siendo una especie de comedia social, que divierte solo a su manera, cuya extraña satirización la van convirtiendo en una tragedia de contornos casi metafísicos conforme avanza la acción. Lo más curioso de una película como Madame Hyde es que uno detecta en su interior apuntes suficientemente atractivos (el cómo indagar en el ansia de conocimiento o el aplicar un razonamiento por mera deducción a través de un razonamiento en extremo lógico) que quedan algo diluidos en referencia a su propia excentricidad, tan ligeramente intrigante como extremadamente confusa en buena parte de su metraje en la que se sustenta la propuesta pues como en todo el cine de su autor este está provisto de vías o subdivisiones que no terminan de estar bien encauzadas en lo relativo a su desarrollo narrativo, evidentemente ante tales mimbres estructurales que imposibilitan un mensaje bien trenzado el espectador que quiera indagar en cuestiones cuyas reflexiones tienden a un tono más clásico terminara desquiciado por un autor cuya idea del concepto cinematográfico parece no admitir medias tintas, Madame Hyde como síntesis de cine de cambios bruscos es un buen reflejo de todo ello.

Valoración 0/5: 2

 

En attendant les hirondelles

En la Argelia actual, el pasado y el presente chocan en las vidas de tres personas, tres historias que se cruzan sutilmente para ofrecernos un agridulce caleidoscopio de la Argelia contemporánea. En la primera de ellas, la vida familiar y profesional de un promotor inmobiliario ya veterano se desmorona cuando asiste a un incidente que le hará replantearse sus códigos morales. En la segunda, un viaje en coche en circunstancias chocantes desemboca en una historia de amor imposible entre dos jóvenes a los que el destino les tiene reservados caminos divergentes. En la tercera, un neurólogo algo quemado verá como su pasado le visita inesperadamente, abriendo heridas de los tiempos de la guerra que ya creía cerradas.

En attendant les hirondelles opera prima del realizador argelino Karim Moussaoui fue otro de los films que podríamos denominar como corales vistos en esta edición del D’A 2018, tres historias expuestas no ya como un puzle narrativo al uso a modo de vidas cruzadas sino más bien como una especie de enlace de relevos en modo sucesivo en donde una historia da pie a otra, una realidad que termina derivando en otra, todas ellas a su manera indagan sobre la Argelia contemporánea retratada bajo la insondable sombra del pasado, a través de personajes y situaciones vislumbramos desde la pérdida de un idealismo a la tradición como obstáculo de lo anhelado, en el posiblemente mejor segmento que curiosamente se aparta en algo del mensaje estrictamente social para lindar con un trazo romántico apuntalado con brillantes interludios musicales, para terminar indagando en las heridas irreparables de un conflicto bélico pasado, en este aspecto es más que evidente que En attendant les hirondelles como retrato social que se adentra en lo estrictamente moral se mueve dentro de las coordenadas de un relato de tono agridulce, aquel que se mueve a través de un escenario a medio construir mostrado a modo de calidoscopio general de un país que sigue lamiéndose las heridas en torno a su propia memoria. Como mucho films de narrativas divididas este deviene por momentos como algo irregular en su desarrollo, desequilibrios que pese a cierta elegancia escénica crean la sensación de un naufragio bastante evidente, posiblemente su elevado tono divagatorio tenga bastante que ver en dicha apreciación, al igual que en lo referido a su distanciamiento formal, apartado este que seguramente requería de un acercamiento algo más profundo pues la complejidad por la que en apariencia transita En attendant les hirondelles la sitúan muy a medio camino de sus supuestas intenciones.

Valoración 0/5: 3