“Nocturama” review

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Una mañana en París. Un puñado de adolescentes de diversa procedencia. Cada uno de ellos comienza a ejecutar una extraña danza en el laberinto del metro y las calles de la capital. Parecen seguir un plan. Sus gestos son precisos, casi peligrosos. Se reúnen en el mismo lugar, unos grandes almacenes, a la hora del cierre. París entra en erupción. La noche comienza…

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noctu-2No estaría de más antes de entrar en materia con respecto a Nocturama hacer un pequeño inciso a modo de reflexión acerca del recibimiento especialmente en festivales a un cierto tipo de cine (del cual el film de Bertrand Bonello es un claro integrante) por parte un muy amplio sector de la crítica, ya en la pasada edición del festival de San Sebastián ocurrió esta anómala conducta con películas como High-Rise y en menor medida con el Evolution de Lucile Hadzihalilovic, en este mismo año se vio en Cannes con propuestas como por ejemplo The Neon Demon de Nicolas Winding Refn o Personal Shopper de Olivier Assayas, una serie de films que se salen de un lenguaje y unas coordenadas cinematográficas digamos habituales y en donde una gran parte de esa crítica que acude a certámenes se ve imposibilitada a la hora de asimilar dichos conceptos de una forma instantánea, derivando todo ello en un comportamiento por parte de dicho colectivo aparte de equivocado totalmente desubicado en lo referente a lo que es su apreciación, llegando incluso a la descalificación en muchos casos a la hora de valorar según que películas, no se trata de que guste o no la película en cuestión, faltaría más, sino de intentar adecuar una mirada crítica más acorde y actual o una apreciación cuanto menos más ecuánime, curiosamente muchos de estos films son reivindicados al cabo de muy poco tiempo poniendo de manifiesto el lamentable estado actual de la crítica cinematográfica, un sector este claramente incapacitado a la hora de valorar propuestas que se salen de una tangente temática al uso, un posicionamiento este que en realidad siempre ha estado ahí, lo realmente preocupante es ver como esa nueva crítica o relevo generacional esta tan mal o peor posicionado que la antigua guardia.

nocturamaEvidentemente Nocturama del francés Bertrand Bonello (Tiresia, L’Apollonide, Saint Laurent) aparte de ser uno de los platos fuertes de la sección oficial del festival de San Sebastián de este año causo una cierta y por momentos algo absurda polémica (sin ir más lejos un conocido crítico no dudo en calificarla en las redes sociales como una película “para tontos”), un film rebotado por su no inclusión en el festival de Cannes debido a lo incómodo y poco adecuado de su premisa, el film no indaga en el extremismo islámico sino más bien en el análisis más puramente psicológico y  abstracto del concepto del terrorismo como tal y toda su complejidad moral, una exposición de la revolución a un nivel puramente sociológico, poco sabemos de las motivaciones del acto por parte de los que lo acometen, lo suponemos..un posible hastió y negación global frente a una sociedad que vive a través de un capitalismo voraz, Bertrand Bonello lejos de banalizar con el tema transita a través de la ambigüedad del mundo en el que parecen vivir sus protagonistas, muy visible en su segunda parte, de un tono más inquietante y metafórico si se quiere aunque también algo más irregular en lo concerniente a sus conexiones temáticas, y en donde vemos como los protagonistas entran en un estado de continua espera que por momentos parece interminable, horas atravesadas por una sensación de vacío en ese encierro dentro del centro comercial que sirve a la vez como clara y diáfana alegoría acerca de un lugar destinado al lujo que deseamos pero que no estamos a su alcance, un pensamiento este que curiosamente colisiona frontalmente con el supuesto concepto contestatario del acto cometido por los jóvenes.

Nocturama tampoco tiene la intención de emitir un mensaje o un juicio claro, el film transita básicamente a través de un sentimiento que parece generalizado dentro de un sector de la sociedad actual, Bertrand Bonello no se muestra interesado en juzgar los actos acometidos, no esconde un mensaje oculto alguno dentro de la película, si acaso expone un sinfín de preguntas que lanza al aire pero que ni siquiera sus poderosas y sugerentes imágenes tienen la necesidad de llegar a responder, más bien se nos muestra las contradicciones de dicho comportamiento y todo lo que lo rodea, incluso en lo referente a su conclusión final, el absurdo como concepto expuesto y direccionado más en el cómo que en el porqué, hay una primera parte en la película rodada de forma prodigiosa, dotada de poderosas imágenes y notables largos planos secuencia, aquella en donde los jóvenes protagonistas recorren la ciudad de Paris, un movimiento continuo, ese frenético  ritmo físico define a la perfección el estado de indefensión del propio escenario. Nocturama es un portentoso ejercicio de valentía creativa, tan reflexivo como perturbador, una de esas películas en donde se expone a través de lo explícito pero también de lo sutil, de los contrastes y de la ambigüedad formal, de una actualidad en definitiva en donde una nueva sociedad virtual compuesta por un sector de la juventud de hoy en día puede anhelar el mismo deseo de consumismo como de realizar una acción contestataria extrema por muy estremecedor que todo ello nos pueda llegar a parecer.

Valoración 0/5: 4

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