«Sala:B»: allanamientos

Coto de caza (Jorge Grau, 1983). Int.: Assumpta Serna, Víctor Valverde, Luis Hostalot. Montserrat Salvador. España. 35 mm. Color. 109’
La primera entrega (Angelino Fons, 1971). Int.: Emma Penella, Glen Lee, Gemma Cuervo, Franco Citti. España, Italia. 35 mm. Color. 102’

«Sesión doble de allanamientos de morada con violencia y con dos mujeres de armas tomar defendiendo lo suyo: Assumpta Serna y Emma Penella.

El allanamiento de morada es uno de los delitos más politizados y rentabilizados por los medios de comunicación y quienes los manejan. Convertido entre unos y otros en miedo contemporáneo, tiene hasta su propio subgénero cinematográfico, conocido popularmente como “home invasion”. A principios de los ochenta, cuando Jorge Grau dirige Coto de caza, era habitual aterrorizar a la sociedad burguesa con la amenaza de los quinquis, como bien ilustraban las películas de José Antonio de la Loma o Eloy de la Iglesia. Digamos que Coto de caza se alinea más con las ideas reaccionarias practicadas por de la Loma, convirtiendo a los quinquis en causa y efecto de una violencia bruta, amiga del ojo por ojo. Assumpta Serna es una abogada con un dilema moral de barra de bar, de esos que encienden los ánimos del personal. Decía la actriz que en el estreno oía gritar al público “¡mátalos, mátalos!” y que una conocida abogada feminista le pidió que no volviera a hacer películas como esta por responsabilidad. Grau mantiene el pulso firme hasta el impactante final, combinando la chabacanería (los geniales diálogos cheli, probablemente escritos por Manuel Summers bajo seudónimo) con una banda sonora de temas clásicos de Tristán e Isolda de Wagner. Sin duda, el principal hallazgo de la película fue poner a una actriz con una imagen tan serena como la Serna en la tesitura de lo que hoy denominaríamos una final girl.

Y hablando de final girls, lo de Emma Penella en La primera entrega es también digno de recordar, aunque esta película de Angelino Fons ha pasado injustamente desapercibida. Conocida también como La primera entrega de una mujer casada, se trata de un thriller producido por el marido de la actriz, Emiliano Piedra, que consigue rodearla de un importante reparto internacional, con nombres como Franco Citti y Bruno Corazzari. Aquí el peligro son una pareja de hippies muy setenteros formada por estos dos actores de culto, pero la ambigüedad es la baza que mejor juega Fons. Ambigüedad sexual entre los delincuentes, ambigüedad entre buenos y malos, y una lenta pero progresiva construcción del suspense desde el magnífico prólogo hasta el final. La fotografía en scope del experto en giallos Guglielmo Mancori es una delicia para ver en pantalla grande». (Álex Mendíbil)

Presentación a cargo de Álex Mendíbil, comisario de «Sala:B». Duración aproximada de la presentación: 20’ (Total sesión: 230’)