«Algunas bestias» review

Algunas bestias nos cuenta como una familia desembarca con entusiasmo en una isla deshabitada en la costa sur de Chile con el sueño de poder levantar un hotel turístico en el lugar. Un fin de semana invitan a los padres de ella con la intención de pedirles un préstamo económico para dar un primer impulso al proyecto, sin embargo cuando el hombre que se ocupa del mantenimiento básico de la isla desaparece de forma repentina, la familia quedará prisionera víctima de las precariedades. Con frío, sin agua y sin apenas certezas, los ánimos y la buena convivencia de todos sus integrantes comenzaran a diluirse poco a poco.

Fue una de las películas más importantes vistas en la pasada edición del Festival de San Sebastián dentro de esa cada vez más emergente sección que es Nuevos Directores y que termino alzándose con el premio principal de dicho apartado. Algunas bestias supone el segundo trabajo tras las cámaras del realizador chileno Jorge Riquelme Serrano tras aquella curiosa opera prima titulada Camaleón, un film, el presente, de estructura pequeña rodado en apenas 10 días y con el propio Jorge Riquelme Serrano convertido en un auténtico hombre orquesta en donde aparte de la dirección se ha encargado el solo del guion, la producción y el montaje de una historia que empieza de una forma algo idílica, o esa es la primera percepción del espectador en relación a una ubicación escénica que nos sitúa en una paradisiaca isla colindante con la costa de Calbuco, a través de dicho conclave territorial y posterior desarrollo seremos testigos de una reunión familiar en apariencia apacible, un fin de semana cuyos invitados en esta ocasión serán un matrimonio maduro acomodado (unos notables Paulina García y Alfredo Castro) que disfrutaran de la compañía de su hija, su yerno y sus dos nietos.

En Algunas bestias, que empieza con un abrumador plano cenital y cuya narrativa afortunadamente resulta bastante más sutil de lo que es su título, asistimos a drama familiar de contornos disfuncionales que lentamente empezara a girar sobre sí mismo para acabar siendo una especie de antítesis de la idea de la que inicialmente parte, a partir de dicha premisa argumental arriba citada percibiremos un tono enfermizo que amparándose en una inequívoca puesta en escena teatral, y provista de conversaciones  que empiezan siendo punzantes para acabar convirtiéndose en hirientes, se nos muestra a una familia encerrada contra su voluntad, dicho enclaustramiento forzoso que en un principio dista mucho de ser paradisiaco ira lentamente convirtiéndose en claustrofóbico dando lugar a la representación de un determinado microcosmos que de alguna manera pretende ser una suerte de reflejo de un país entero de deviene como enfermo, a través de todo ello se nos retrata lo más feo y oscuro que puede llegar a anidar dentro del ser humano. Provisto formalmente de ese tono gélido y aséptico tan característico en películas centroeuropeas en donde se nos muestran disfuncionalidades familiares de todo tipo como por ejemplo, una burguesía mal entendida, homofobia, abuso de roles de poder y otros males endémicos sociales, seremos testigos de cómo Jorge Riquelme Serrano tiene la virtud de representarlos y ejecutarlos de forma muy cercana al espectador en base a la aparente cotidianidad de los actos a los que asiste, esto no significa que el relato no llegue a ser áspero y oscuro, a tal respecto el film, aun provisto de una credibilidad algo dudosa en lo concerniente a esa representación en concreto, tiene el dudoso honor de atesorar la escena posiblemente más hiriente y sórdida vista durante todo el festival.

Un notable tratado, el de Algunas bestias, que da la sensación de transitar acerca de los males que suelen envenenar nuestra sociedad actual relatados aquí a través de un conflicto que devendrá como trágico, posiblemente el subrayado sea demasiado notorio en según qué tramos del film, algo que por otra parte que no deja de ser inherente  en lo referido a la naturaleza de un relato que se atisba como primo hermano, en lo concerniente a su estilo visual y parte de su narrativa, a aquel otro tratado de la crudeza y debilidad humana que era la también chilena El Club de Pablo Larraín, en ambas películas de alguna manera se nos exponen y priman las consecuencias, nunca las causas, a tal respecto no terminamos por fortuna presenciando una historia de denuncia entendida como tal sino más bien a la crónica de una condena moral, una visión de claro índole pesimista con visos de atesorar muy pocos resquicios a la hora de poder encontrar algún tipo de redención posible para con sus protagonistas.

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La Filmoteca Vasca y el Festival de San Sebastián presentan la tercera edición del ciclo ‘Cine Y Ciencia’

El Festival de San Sebastián se ha sumado por primera vez a la organización del ciclo CINE Y CIENCIA, en su tercera edición.

Se proyectarán un total de 11 películas entre enero y marzo en Tabakalera (Donostia / San Sebastián) y en el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Las sesiones contarán con una presentación y posterior coloquio, conducidos por prestigios@s científic@s.
La edición actual acogerá además cinco conferencias que tratarán diferentes aspectos científicos, sesiones dirigidas a centros escolares, una proyección acompañada por música en directo y un evento especial que tendrá lugar en San Juan de Luz.

La Filmoteca Vasca, el Donostia International Physics Center (DIPC) y este año por primera vez también el Festival de San Sebastián (SSIFF) han presentado hoy la tercera edición del ciclo CINE Y CIENCIA que tendrá lugar entre enero y marzo de 2020 en Tabakalera (Donostia / San Sebastián) y en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. Los máximos responsables de las cinco instituciones han anunciado las novedades de la tercera edición de la iniciativa, que este año contará con la proyección de 11 películas de gran interés científico. Las sesiones irán acompañadas de una presentación y posterior coloquio conducidos por prestigios@s científic@s provenientes de instituciones como el Centro de Física de Materiales CSIC-UPV/EHU, el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Universidad de Salamanca), el Centro de Astrobiología CSIC-INTA, la Universidad del País Vasco, Laboratorium Bergara, la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), Ikerbasque, Euskalmet o el Donostia International Physics Center (DIPC). Asimismo, se celebrarán cinco conferencias que versarán sobre diferentes aspectos científicos, proyecciones dirigidas a centros escolares en ambas capitales vascas, una proyección acompañada por música en directo y un evento especial que tendrá lugar en San Juan de Luz.

La colaboración entre la Filmoteca Vasca y el Donostia International Physics Center (DIPC) para llevar a cabo el ciclo CINE Y CIENCIA comenzó en 2018. La excelente acogida del público favoreció la celebración de un segundo ciclo en 2019 y un tercero ahora en 2020. En la pasada edición del Festival de San Sebastián, las tres instituciones colaboraron para vincular de nuevo dos de las señas de identidad de la ciudad: su dedicación al cine y su alta especialización en ciencia. Esta iniciativa unió ambas disciplinas en sesiones dirigidas a una audiencia infantil en el Velódromo. Pero, sobre todo, se confirmó con ello la entrada del Festival de San Sebastián en este proyecto, ya a tres bandas, que cree firmemente en la compatibilidad de la transmisión de cultura cinematográfica junto a la cultura científica.

En la tercera edición de la muestra de cine se proyectarán un total de 11 películas. Con Ágora (Alejandro Amenábar, 2009) nos sumergiremos en los apasionantes debates entre religión y ciencia desde la Antigüedad a través de la destacada figura de Hipatia. ¿Por qué el clásico Gilda (Charles Vidor, 1946)? Hay 183,84 razones de peso (atómico). Gattaca (Andrew Niccol, 1997) nos llevará al campo de la manipulación genética.  Proxima (Alice Winocour, 2019) es una de las joyas que salió con más brillo de la Sección Oficial del último Festival de San Sebastián. Her (Spike Jonze, 2013) es inteligencia artificial y mucho más. Autómata (Gabe Ibáñez, 2014) es una distopía que profundiza en el mundo de la robótica. El árbol de la vida (2011) es de Terrence Malick y ganó el Festival de Cannes: en pantalla grande crece… Nuestros habituales repasos de clásicos de la ciencia ficción tienen este año en El hombre con rayos X en los ojos (Roger Corman, 1963) y La mujer en la luna (Fritz Lang, 1929) dos nuevos ejemplos magníficos. Con Despertares (Penny Marshall, 1990) nos acercamos a la neurología a través de los ojos de Oliver Sacks, mientras que con Ad Astra (2019) James Gray combina el viaje interior con la aventura espacial. Las sesiones tendrán lugar en el cine de Tabakalera en Donostia / San Sebastián y en el auditorio del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

El ciclo comenzará el próximo viernes, 10 de enero, en Donostia / San Sebastián, y el sábado, 11 de enero, en Bilbao. El pistoletazo de salida lo dará Pedro Miguel Etxenike, catedrático de la UPV/EHU y presidente del DIPC, presentando Ágora. La película relata la búsqueda del conocimiento científico en la Antigüedad a través de la figura protagonista de Hipatia, la primera astrónoma y científica conocida. La proyección servirá, entre otras cosas, para plantear un diálogo no solo sobre la historia de la ciencia, o sobre la mujer en la ciencia, sino también sobre las siempre complejas relaciones entre ciencia y religión o ciencia y Dios.

Novedades

La edición de 2020 se presenta con varias novedades. Por un lado, cinco conferencias nos acercarán a los últimos avances de la comunidad científica, de la mano de Marcos Pellejero (DIPC), Nerea Zabala (Universidad del País Vasco; DIPC), Gabe Ibáñez (director de Autómata) y Concepción Alicia Monje (Universidad Carlos III de Madrid), Carlos Briones (Centro de Astrobiología CSIC-INTA) y José Ramón Alonso (Universidad de Salamanca. Instituto de Neurociencias de Castilla y León). Estas charlas tendrán lugar en la Sala Ruiz Balerdi de Tabakalera dentro del ciclo Zientziakutxa, en Donostia / San Sebastián, y en la Biblioteca Central de Bidebarrieta, en Bilbao. La iniciativa ha contado con la colaboración de la Cátedra de Cultura Científica de la Universidad del País Vasco y de la Biblioteca Central de Bidebarrieta en Bilbao, y de la Fundación Kutxa, entidad junto a la cual el DIPC organiza anualmente el ciclo de conferencias Zientziakutxa, en Donostia / San Sebastián.

Por otra parte, se proyectará la película El día de mañana (Roland Emmerich, 2004) en sesiones dirigidas a centros escolares que versarán en torno a la física del clima y que tendrán lugar tanto en la capital guipuzcoana como en la vizcaína. Así mismo, el ciclo acogerá una sesión especial en la que se proyectará La mujer en la luna (Fritz Lang, 1929) acompañada por música en directo de la mano del pianista Javier Pérez de Azpeitia. Y por último, la proyección de Gilda (Charles Vidor, 1946) se trasladará el 21 de enero a Cinéma Le Sélect de San Juan de Luz.

Las entradas para las sesiones de cine costaran 3,50 euros. En Bilbao, se podrán adquirir en la taquilla del museo o en la página web www.museobilbao.com, y costarán 2 euros para los Amigos del Museo y serán gratuitas para los menores de 25 años (se deben recoger en la taquilla del museo). En Donostia / San Sebastián, la entradas estarán a la venta en el Punto de Información de Tabakalera, en la taquilla del cine (30 minutos antes del comienzo de la proyección) y en internet (https://ticket.kutxabank.es/tabakalera), y tendrán un descuento del 10% con las tarjetas Tabakalera y Donostia Kultura. Habrá una sesión especial: la proyección de La mujer en la luna (Fritz Lang, 1929) que contará con música en directo costará 7 euros en ambas capitales (4 euros para los Amigos del Museo de Bellas Artes de Bilbao). La entrada para las conferencias será gratuita, hasta completar aforo.

PROGRAMA

CICLO DE CINE

  • BILBAO

[MUSEO DE BELLAS ARTES DE BILBAO>Auditorio]

11/01/2020 (19:00)
ÁGORA (Alejandro Amenábar, 2009)
* Presentación: Pedro Miguel Etxenike [Físico; Universidad del País Vasco (UPV/EHU); Donostia International Physics Center (DIPC)]

18/01/2020 (19:00)
GILDA (Charles Vidor, 1946)
* Presentación: Rosa Errazkin [Química; Laboratorium Bergara]

25/01/2020 (19:00)
GATTACA (Andrew Niccol, 1997)
* Presentación: Leire Escajedo [Jurista y bióloga; Universidad del País Vasco (UPV/EHU)]

01/02/2020 (19:00)
PROXIMA(Alice Winocour, 2019)
* Presentación: Silvia Bonoli [Física; Ikerbasque; Donostia International Physics Center (DIPC)]

08/02/2020 (19:00)
HER (Spike Jonze, 2013)
* Presentación: Gustavo Ariel Schwartz [Físico; Centro de Física de Materiales (CSIC-UPV/EHU); Donostia International Physics Center (DIPC)]

15/02/2020 (19:00)
AUTÓMATA (Gabe Ibáñez, 2014)
* Presentación: Concepción Alicia Monje [Ingeniera; Universidad Carlos III de Madrid (UC3M)], Gabe Ibáñez [director de la película]

22/02/2020 (19:00)
THE TREE OF LIFE –El árbol de la vida– (Terrence Malick, 2011)
* Presentación: Carlos Briones [Químico; Centro de Astrobiología (CSIC-INTA)]

07/03/2020 (19:00)
EL HOMBRE CON RAYOS X EN LOS OJOS –X: The Man with the X-Ray Eyes–  (Roger Corman, 1963)
* Presentación: Javier Aizpurua [Físico; Centro de Física de Materiales (CSIC-UPV/EHU); Donostia International Physics Center (DIPC)]

14/03/2020 (19:00)
AD ASTRA (James Gray, 2019)
* Presentación: Fernando Cossío [Químico; Ikerbasque; Universidad del País Vasco (UPV/EHU)]

21/03/2020 (19:00)
DESPERTARES –Awakenings– (Penny Marshall, 1990)
* Presentación: José Ramón Alonso [Neurobiólogo; Universidad de Salamanca. Instituto de Neurociencias de Castilla y León]

28/03/2020 (19:00)
EMAKUMEA ILARGIAN / LA MUJER EN LA LUNA ­–Frau im Mond– (Fritz Lang, 1929)
* Música en directo: Javier Pérez de Azpeitia (piano).
* Presentación: Ane Sarasola [Física; Universidad del País Vasco (UPV/EHU); Donostia International Physics Center (DIPC)]

  • DONOSTIA / SAN SEBASTIÁN

[TABAKALERA>Cine]

10/01/2020 (19:00)
ÁGORA (Alejandro Amenábar, 2009)

* Presentación: Pedro Miguel Etxenike [Físico; Universidad del País Vasco (UPV/EHU); Donostia International Physics Center (DIPC)]

16/01/2020 (19:00)
GILDA (Charles Vidor, 1946)
* Presentación: Rosa Errazkin [Química; Laboratorium Bergara]

23/01/2020 (19:00)
GATTACA (Andrew Niccol, 1997)
* Presentación: Leire Escajedo [Jurista y bióloga; Universidad del País Vasco (UPV/EHU)]

30/01/2020 (19:00)
PROXIMA(Alice Winocour, 2019)
* Presentación: Silvia Bonoli [Física; Ikerbasque; Donostia International Physics Center (DIPC)]

06/02/2020 (19:00)
HER (Spike Jonze, 2013)
* Presentación: Gustavo Ariel Schwartz [Físico; Centro de Física de Materiales (CSIC-UPV/EHU); Donostia International Physics Center (DIPC)]

13/02/2020 (19:00)
AUTÓMATA (Gabe Ibáñez, 2014)
* Presentación: Concepción Alicia Monje [Ingeniera; Universidad Carlos III de Madrid (UC3M)], Gabe Ibáñez [director de la película]

20/02/2020 (19:00)
THE TREE OF LIFE –El árbol de la vida– (Terrence Malick, 2011)
* Presentación: Carlos Briones [Químico; Centro de Astrobiología (CSIC-INTA)]

05/03/2020 (19:00)
EL HOMBRE CON RAYOS X EN LOS OJOS –X: The Man with the X-Ray Eyes–  (Roger Corman, 1963)
* Presentación: Javier Aizpurua [Físico; Centro de Física de Materiales (CSIC-UPV/EHU); Donostia International Physics Center (DIPC)]

14/03/2020 (19:00)
EMAKUMEA ILARGIAN / LA MUJER EN LA LUNA ­–Frau im Mond– (Fritz Lang, 1929)
* Música en directo: Javier Pérez de Azpeitia (piano).
* Presentación: Ane Sarasola [Física; Universidad del País Vasco (UPV/EHU); Donostia International Physics Center (DIPC)]

19/03/2020 (19:00)
DESPERTARES –Awakenings– (Penny Marshall, 1990)
* Presentación: José Ramón Alonso [Neurobiólogo; Universidad de Salamanca. Instituto de Neurociencias de Castilla y León]

26/03/2020 (19:00)
AD ASTRA (James Gray, 2019)
* Presentación: Fernando Cossío [Químico; Ikerbasque; Universidad del País Vasco (UPV/EHU)]

SAN JUAN DE LUZ
[Cinéma Le Sélect]
21/01/2020 (20:00)
GILDA (Charles Vidor, 1946)
* Presentación: Joxean Fernández [director de la Filmoteca Vasca], Ricardo Díez Muiño [director del Donostia International Physcis Center (DIPC)]
CONFERENCIAS

  • BILBAO

[Biblioteca Central de Bidebarrieta]
29/01/2020 (19:00)
MARCOS PELLEJERO
Donostia International Physics Center (DIPC)
Energía… ¿oscura?

26/02/2020 (19:00)
NEREA ZABALA
Universidad del País Vasco (UPV/EHU)
Donostia International Physics Center (DIPC)
Herramientas de luz: de la ciencia ficción a las películas moleculares

  • DONOSTIA / SAN SEBASTIÁN

[ZIENTZIAKUTXA; TABAKALERA>Sala Ruiz Balerdi]

14/02/2020 (19:00)
GABE IBÁÑEZ
Director de Autómata
CONCEPCIÓN ALICIA MONJE
Universidad Carlos III de Madrid (UC3M)
Robótica: retos futuros

21/02/2020 (19:00)
CARLOS BRIONES
Centro de Astrobiología (CSIC-INTA)
El origen de la vida: las raíces del árbol

20/03/2020 (19:00)
JOSÉ RAMÓN ALONSO
Universidad de Salamanca. Instituto de Neurociencias de Castilla y León.
Despierta, cerebro, despierta
SESIONES DIRIGIDAS A CENTROS ESCOLARES

  • BILBAO

[MUSEO DE BELLAS ARTES DE BILBAO>Auditorio]
11y18/03/2020
EL DÍA DE MAÑANA –The Day After Tomorrow– (Roland Emmerich, 2004)
* Presentación: ONINTZE SALAZAR [Euskalmet]

  • DONOSTIA / SAN SEBASTIÁN

[TABAKALERA>Cine]
11y18/02/2020
EL DÍA DE MAÑANA –The Day After Tomorrow– (Roland Emmerich, 2004)
* Presentación: ONINTZE SALAZAR [Euskalmet]

«Zeroville» review

Zeroville situado en el año 1969 nos cuenta como Vikar, un estudiante de arquitectura sin habilidades sociales, viaja en autobús hacia Hollywood inspirado por las pocas películas que ha visto. El joven impresiona a Soledad, una bella actriz, con el tatuaje que luce en su cabeza rapada, que muestra la imagen de Montgomery Clift y Elizabeth Taylor tal y como aparecían en Un lugar en el sol. Al poco tiempo de entrar en el mundo del cine primero como diseñador y después como montador, Vikar emprende un viaje de ensueño a un mundo de películas que termina en tragedia con un descubrimiento casi horrible.

Después de ganar hace un par de años la Concha de Oro con The Disaster Artist James Franco, que nuevamente está detrás y delante de la cámara, volvía al pasado Festival de San Sebastián con otra cinta que indaga en la trastienda desvirtuada y oscura del mundo del cine, Zeroville, basada en la notable novela de Steve Ericsson publicada en 2007, nos sitúa en un año tan decisorio en Hollywood como fue aquel 1969 como ya hemos podido comprobar este mismo año en la notable Érase una vez en… Hollywood de Quentin Tarantino.

Zeroville, que de alguna manera viene a ser la representación ficticia vista en The Disaster Artist, viene a ser ese tipo de películas de difícil catalogación que últimamente el Festival de San Sebastián va incluyendo en su sección oficial a concurso y que de alguna manera intentan romper esquemas, salirse de una tangente genérica y estructural existente en la gran mayoría de los films seleccionados mediante trabajos en apariencia desprejuiciados de cualquier tipo de etiquetas, si el pasado año fue la notable In Fabric de Peter Strickland en esta edición dicho reclamo parecía recaer de alguna manera en Zeroville, la pregunta que vendría a colación en este caso sería la referida a que si el fondo puede justificar los medios o en todo caso la intención, en lo relativo al film de James Franco indudablemente no pues estamos ante uno de los peores trabajos vistos este año en el certamen pese a atesorar algunos intermitentes puntos de interés expuesto a modo de pastiche y juego cinéfilo. Zeroville intenta generar una reflexión sobre la cinefilia llevada al límite, un film que empieza por causar una cierta curiosidad por lo insólito de su naturaleza a contra corriente, sin embargo la broma dura bien poco hasta llegar a convertirse en una especie de chiste deslavazado, muy pasado de rosca, repetitivo e imposible de unir con un mínimo de coherencia, el conjunto final deviene con muy poca gracia bordeando por momento lo irritante en especial en lo referido a un montaje que parece estar tramado por el propio protagonista del film. También sería justo decir que el nuevo trabajo del responsable de Interior. Leather Bar. necesita una contextualización adecuada a la hora de poder ser analizada con cierta enjundia, evidentemente el film huye conscientemente de cualquier tipo de verisimilitud narrativa, algo que vuelvo a repetir no es óbice para dar la impresión de estar ante chiste que termina siendo demasiado farragoso por mucho que la cinefilia del autor, y la del relato, pueda causar una cierta empatía en el espectador ávido de referencias.

A través de un tono alucinógeno que por momentos, en lo relativo a la fascinación y el poder empírico de las imágenes, parece bordear coordenadas ya vistas en la fundamental Arrebato de Iván Zulueta, Zeroville, tiene al menos la particularidad de ampararse en la apropiación y devoción cinéfila de su marciano protagonista, las citas y personajes que van desfilando son innumerables y en parte disfrutables, desde Liz Taylor y Montgomery Clift en Un lugar en el sol hasta de George Steven, John Milius, Francis Ford Coppola y el rodaje de su Apocalipsis Now en Filipinas, un joven Spielberg, una trasunta co-protagonista surgida bajo los rasgos de nuestra Soledad Miranda y multitud de transposiciones cinéfilas que van desde La pasión de Juana de Arco, de Carl Theodor Dreyer hasta el The Holy Mountain de Alejandro Jodorowsky, el mensaje final que viene a ser algo parecido a como el poder del cine es utilizado a modo de materia transformadora de nuestra existencia, curiosamente dicho tratado representa a la perfección el paradigma de cómo pese a la radicalidad del conjunto no significa que forzosamente estemos ante un producto brillante aunque si en parte original, la sensación final es la de estar presenciando una ocurrencia sofisticada que en realidad no lo es tanto, más bien estrafalaria, eso si la película que ha permanecido oculta desde su rodaje en 2014 gozara indudablemente en un futuro de ese estatus de obra maldita, de difícil acceso para el gran púbico, incluso quien sabe si de culto, desde luego atesora todos los mimbre para ello, tan maldita que tuvo que ser retirada por parte del festival de la sección oficial a concurso por haber tenido un inesperado y equivocado estreno comercial una semana antes de dar comienzo el certamen en Rusia.

Valoración 0/5:2

La distopía familiar de Elijah Wood, tráiler de «Come To Daddy»

Digno de mención es la inquietud llevada a cabo por parte de Elijah Wood en estos últimos años en relación a un cine fantástico independiente en donde ha ejercido tanto de actor como de productor, Come To Daddy, thriller de suspense con pinceladas de humor negro, cuyo primer tráiler acaba de ver la luz y podéis ver a final de página junto a su póster oficial, viene a ser su última aportación en dicho género. Ant Timpson, productor entre otras de cintas como Turbo Kid, Deathgasm, Housebound o The Greasy Strangler debuta tras las cámaras en una película que tras su paso por los festivales de género de nuestro país el pasado otoño estará disponible en VOD en Estados Unidos a partir del próximo 7 de febrero teniendo previsto un estreno comercial en Canadá para el 21 del mismo mes.

Come to Daddy nos cuenta como la vida de Norval (Elijah Wood) está siendo difícil. Mientras vive con su madre entra y sale de terapias de rehabilitación relacionadas con el alcohol sin un rumbo aparente. Un día recibe una carta de su padre solicitando una visita y no se lo piensa dos veces, acude rápidamente a su casa, convencido de que reunirse con él llenará el vacío emocional que lleva sintiendo desde su adolescencia. Sin embargo, al cabo de poco tiempo Norval comienza a sentir que hay algo que no encaja en la actitud de su padre, un adictivo empedernido al alcohol. El joven muchacho pronto se da cuenta de que su soñada reunión familiar se ha convertido en un camino hacia una pesadilla.

La película con guion de Toby Harvard (The Greasy Strangler) está protagonizada por Elijah Wood, Stephen McHattie, Ona Grauer, Michael Smiley, Martin Donovan, Madeleine Sami, Simon Chin, Garfield Wilson, Raresh DiMofte y Alla Rouba.

 

«Pacified» review

A Tati, una chica introvertida de 13 años, le cuesta conectar con su distanciado padre, Jaca, cuando este sale de la cárcel en los turbulentos días posteriores a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Mientras la Policía Pacificadora brasileña lucha por mantener la frágil ocupación sobre las favelas de Río, Jaca y Tati se verán obligados a abrirse camino en medio de una confrontación que amenaza con desbaratar sus esperanzas de futuro.

Pacified, ópera prima del estadounidense Paxton Winters que adapta una historia de Joseph Carter Wilson y Wellington Magalhaes, se erigió como la gran triunfadora de la pasada edición del Festival de San Sebastián consiguiendo la Concha de Oro y premios para Mejor Actor, un medido Bukassa Kabengele y Fotografía, un film que nos es narrado nuevamente bajo la mirada de un infante, en esta ocasión una chica de 13 años llamada Tati, la acción nos sitúa en los turbulentos días posteriores a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en su secuencia inicial vemos como la policía, más bien un ejército militar, desmantela, o como bien indica el título de la película “pacifica”, de personas sospechosas y actividades ilícitas la favela denominada Morro dos Prazeres, será en el posterior día a día de ese particular microcosmos en donde Paxton Winters, periodista antes que cineasta, intente captar la complicada y compleja humanidad de unos habitantes abocados a vivir en una ciudad sin ley en donde un 54 % de su población es negra, alcanzando una mortalidad en ese sector exageradamente elevada.

De un aspecto técnico ciertamente impoluto, sigue rondando en la cabeza de un servidor ese impresionante plano ascendente sobre las escaleras de la favela, con especial atención a una fotografía que retrata adecuadamente espacios ásperos y sucios, y con producción a cargo entre otros del conocido Darren Aronofsky por aquello de estar ante un producto global comandado por gente en un principio apartada o no afín a las fronteras que el film retrata, la película de Paxton Winters queda expuesta  a medio camino entre un tono de documental provisto de imágenes reales y narrativas de una dura cotidianidad desarrolladas desde un prisma paterno filiar. Pacified parte de unas bases que pretenden de inicio no ser convencionales aunque al final en lo concerniente a su resolución en parte lo sea, especialmente en según qué discutibles manierismos algo manidos expuestos en su tramo final, la principal referencia al film la podemos encontrar en películas tales como Ciudad de Dios o Tropa de élite, de algunas manera estos films no dejan de pertenecer a un género construido en sí mismo, en tal respecto el punto de partida y posterior desarrollo es similar a los trabajos arriba citados, su desarrollo sin embargo intenta alejarse algo pese a que el retrato de ese microcosmos social de desfavorecidos en base a unos protagonistas imposibilitados de salir de esa especie de hormiguero ubicado en el corazón de las favelas parezca en un principio idéntico al de sus congéneres. A tal respecto Pacified no es una película que transite por la originalidad aunque sería injusto no reconocerle una cierta efectividad a la hora de retratar unos lugares que ya devienen como comunes en esto de plasmar en imágenes duros ámbitos de índole social.

El film de Paxton Winters tiene al menos la virtud de no formar parte de ningún tipo de militarismo al uso, también en no recrease en la miseria, por fortuna tampoco la juzga, o al menos no de una manera gratuita, dando la impresión de estar ante un relato más focalizado en la humanidad de los protagonistas que en la violencia criminal del entorno en el que subsisten, de igual manera no asistimos a discursos alegóricos en torno a la denuncia entendida como tal, el tono, bastante ameno y por momentos entretenido, transcurre a través de una especie de thriller de connotaciones melodramáticas, en el detectamos una reflexión acerca de la familia como único núcleo social motivador ubicado dentro de un ambiente hostil, también del anhelo de este conclave por conquistar una libertad, una quimera a fin de cuentas, cuyo final queda escenificado con cierto aplomo en cómo llegar a sobrevivir de una manera u otra a un entorno al mismo tiempo que nos propone la interrogante de lo que vendría a significar el sacrificio personal que supone escapar de una violencia casi arraigada y de cómo si es posible mantener el honor y la integridad ante tal acto.

Valoración 0/5:2’5

La paranoia contemporánea. El cine en la sociedad del control

En nuestra contemporaneidad el sentimiento de paranoia se ha visto exacerbado por diversas circunstancias. La extensión de los sistemas de vigilancia, unas medidas de seguridad progresivamente invasivas, pero también una construcción social cimentada en las tensiones entre el deseo de observarlo todo y la resignación, o más habitualmente el anhelo insaciable, de ser observado continuamente. Circunstancias todas cuyo denominador común es la progresivamente problemática gestión entre lo visible y lo invisible, lo que está en campo y lo que está en fuera de campo; es decir, aquello que está en el corazón de la expresión cinematográfica. Este volumen colectivo será analiza cómo ha reflejado el cine todos estos acontecimientos que de forma tan trascendental han contribuido a conformar nuestro presente. Es más: cómo da forma el cine, en primera instancia arte de lo visible y lo invisible, a una época caracterizada por la visibilidad aparentemente absoluta pero por una invisibilidad no menos intensa de sus estructuras y engranajes; qué rasgos ha asumido un cine —arte de la mirada y la representación— realizado en un mundo determinado por estas miradas omnipresentes, en el que todos somos conscientes de que somos observados de una forma u otra, en todo lugar y en todo tiempo, como si se hubieran hecho realidad los terrores del paranoico, conminados, por tanto, a un simulacro casi constante y que, como consecuencia, transforma a este mundo en una escenificación sin fin y a todos nosotros en sus personajes.

José Francisco Montero es licenciado en Psicología y doctor en Filosofía. Colaborador en numerosos libros colectivos y revistas especializadas, ha impartido diversas conferencias y cursos sobre temas cinematográficos y es autor de Paul Thomas Anderson (2011), Imágenes de la Revolución (con I. Paredes; 2011) y Jean-Pierre Melville. Crónicas de un samurái (2014). Ha coordinado los libros A tumba abierta. El cine kamikaze (2014), El universo de 2001: una odisea en el espacio (con J. A. Planes; 2014), PORNO: Ven y mira (con A. Rodríguez; 2017), Cine entre rejas (con J. A. Planes; 2017) y John Cassavetes. Interior noche (2018).

Autor; José Francisco Montero (Coordinador), Editorial: TREA EDICIONES SL, Colección: Trea Artes, Páginas: 324

«The Climb» review

Kyle y Mike son amigos íntimos unidos por un fuerte vínculo, hasta que Mike se acuesta con la prometida de Kyle. The Climb trata de una tumultuosa pero duradera relación entre dos hombres a través de muchos años de risas, desamor y rabia. También es la historia de dos amigos en la vida real que convierten una profunda conexión en una rica, humana y a menudo divertidísima película acerca de los límites (o la falta de ellos) en cualquier amistad cercana.

Curioso cuanto menos, dado el inequívoco contexto genérico en el que se mueve, la participación en el pasado Festival de San Sebastián, dentro de una sección Perlas cada vez más direccionada a ser una especie de cajón de sastre temático, de la opera prima de Michael Angelo Covino The Climb, film genéricamente prototípico que suele ser más fácil de ver en certámenes tipo Sundance o en menor medida y dentro de un contexto patrio el Americana de Barcelona, un cine independiente norteamericano que queda aquí expuesto a modo de una comedia ácida que empieza con un plano secuencia de cerca diez minutos de duración y que no deja de ser en sí mismo una declaración de intención por parte de sus responsables, en el vemos a dos amigos, Kyle y Mike, el director Michael Angelo Covino y el coguionista Kyle Marvin, subiendo una empinada colina en bicicleta en algún lugar del sur de Francia, la confesión de uno de ellos durante tan extenuante trayecto hará que se destape una caja de truenos que ponga en entredicho a modo de auge y caída una complicada y duradera amistad masculina, dicha accesión o cima no deja de ser una especie de metáfora sobre la no evolución de una relación como veremos más tarde, aquí expuesta en forma de fatigosa batalla cuesta arriba en donde se suele acabar justo donde se empieza, algo que de alguna manera confiere a The Climb la estructura de relato circular.

The Climb pese a ser un tipo de producción bastante detectable en lo referente a su síntesis como hemos citado más arriba en base a su condición de comedia negra indie americana tiene al menos la virtud de ser original con respecto a sus postulados e incluso en lo relativo a su formato, el primer concepto referido gira principalmente a través de exponernos una peculiar amistad que resulta ser tan extraña como toxica. La película, de esas comedias acidas que te pueden arrancar una sonrisa cómplice pero nunca una carcajada, parte de un hándicap bastante detectable en la medida de ser una especie de apéndice algo alargado de un corto anterior realizado por los mismos responsables, la historia está expuesta en base a continuas idas y venidas en donde más que una amistad en si lo que Michael Angelo Covino parece querer contarnos es en referencia al vínculo dependiente creado de tal concepto, los dos protagonistas devienen como completamente antagónicos entre sí, uno resulta ser un inocente bonachón de carácter extremadamente afable, el otro un ser un tanto ególatra y vividor pero principalmente egoísta para con quien les rodea, curiosamente la mezquindad del segundo hará que anhelé y en parte necesite el entorno familiar solido que parece atesorar el primero.

Una estructura episódica expuesta a modo de viñetas y dividida en siete capítulos mostrados a lo largo de varios años, dicha exposición mostrada mediante diversas escenas separadas por diversas elipsis narrativas dan la sensación de ser una especie de añadido sobre otro, conceptos aglutinados a modo casi de historias independientes a lo largo de un periodo de tiempo, no solo en relación a la trama sino también en lo concerniente a una plasmación, a través de tan peculiar e irregular método algunas set pieces funcionaran mejor que otras, en ellas veremos una relación de amor-odio ofrecida a modo de una rara avis que explora el concepto bastante desvirtuado, y por momentos desquiciante, de las buddy movie en donde el dialogo corrosivo también viene acompañado de una técnica y un rasgo estilístico esforzado representado para la ocasión en varios planos secuencias, una labor en donde Michael Angelo Covino junto a DP Zach Kuperstein (The Eyes of My Mother) escenifican cada secuencia casi como si fuera un desafío cinematográfico, utilizando tomas extendidas, cambios de enfoque y un montón de funcionales Steadicam para mantener la acción escénica lo más fluida posible, algo que en parte permite a los actores trabajar a través de sus diálogos sin apenas interrupciones, una tendencia esta que suelen ser muy impropia en este tipo de comedias convirtiendo a The Climb en toda una extravagancia o rara avis merecedora cuanto menos de no caer en el olvido al que parece estar predestinada.

Valoración 0/5:3

Vuelta a los orígenes, tráiler de «Mortal», lo nuevo de André Øvreda

Suele ser algo habitual últimamente ver como directores europeos tras estar trabajando durante un tiempo en Estados Unidos vuelven momentáneamente a su país natal para seguir dirigiendo, tras la notable The Autopsy of Jane Doe y la algo menos afortunada Scary Stories to Tell in the Dark André Øvreda vuelve a Noruega con la película fantástica Mortal (Torden en original), film cuyo primer tráiler oficial acaba de ver la luz y podéis ver a final de página y que vistas sus primeras imágenes nos remiten ligeramente a aquella Powder de Victor Salva. Mortal, en donde André Øvreda vuelve a ser responsable del guion como ya ocurriera en su anterior Troll Hunter, se estrenará comercialmente en su país de origen el próximo 28 de febrero.

Mortal nos cuenta como un hombre corriente descubre que tiene los poderes propios de uno de los dioses que aparecen en la antigua mitología nórdica. Dicho poder hace que viva escondido de la sociedad en un recóndito bosque en el interior de Noruega, hasta el momento en que tras un desafortunado incidente con unos delincuentes acabara con la vida de uno de ellos. Tras ser detenido por la policía se desatara el caos.

La película con guion del propio André Øvreda junto a Norman Lesperance está protagonizado por Nat Wolff, Priyanka Bose, Arthur Hakalahti, Iben Akerlie, Per Egil Aske, Oddrun Valestrand, Ravdeep Singh Bajwa, Per Frisch, Ania Nova, Niko Rusakov y Kai Kolstad Rødseth.

«Mano de obra» review

Francisco (Luis Alberti) y un grupo de albañiles trabajan construyendo una lujosa casa en la Ciudad de México. Tras la muerte de su hermano en la obra, Francisco se entera que su cuñada, ahora viuda, no recibirá indemnización alguna por parte del dueño de la casa. El grupo de albañiles buscará justicia no solamente por la nula compensación recibida por parte del dueño de la casa, sino también por una vida llena de carencias, contrastes y opresión.

Fue una de las propuestas más interesantes encuadradas dentro de la sección oficial a concurso en el pasado Festival de San Sebastián, un film que de forma algo inexplicable y dado el riesgo asumido no tuvo ningún tipo de presencia en el palmarés final del certamen, la cinta mexicana Mano de obra, ópera prima de David Zonana con producción de Michel Franco, se adentra de forma turbia tanto en una hiriente problemática social como en la dudosa moral adyacente en la actual sociedad mexicana a través de un interesante análisis sociológico y político.

En una edición en donde predominaron, como viene siendo normal casi habitual a día de hoy dentro de los certámenes de categoría A, trabajos que incidían en la desigualdad social contemporánea como las notables Parasite de Bong Joon-ho o Atlantique de Mati Diop por poner solo dos ejemplos, un temario por otra parte bastante recurrente dentro de un especifico cine de autor que de alguna manera nos pone sobre alerta a la hora de mostrarnos un mal que actualmente se presenta como endémico, aquel que indaga en esa brecha cada vez mayor existente entre ricos y pobres. A tal respecto el primer trabajo tras las cámaras del mejicano David Zonana Mano, inscribiéndose dentro de dicha temática y expuesta casi a modo de apéndice del exitoso film coreano, en relación a ese concepto que tiene a la casa y su posterior ocupación, como centro neurálgico de poder, deviene como una milimétrica alegoría de una desesperación que se percibe sin vías de solución. Para la ocasión no solo se limita a retratar en un claro tono realite, formato ayudado con la decisión de contar solo con Luis Alberti como único actor profesional del elenco, una desigualdad que deriva en abuso y posterior revancha, sino que se ampara a través de metáforas ubicadas en un escenario de clara estructura minimalista en lo referente a una historia contada de una manera sencilla pero convincente que terminara siendo circular en lo relativo a la incertidumbre que han de padecer todos sus protagonistas y que de una forma atroz siempre nos devuelve al punto de origen siendo su síntesis argumental aquella que nos dicta como la corrupción moral puede ir calando en según qué circunstancias en cualquier segmento de nuestra sociedad.

De alguna manera Mano de obra mediante una acertada y meritoria economía de medios, con especial incidencia en un conjunto de encuadres fijos expuestos a través del plano secuencia, que invitan al espectador a la fría contemplación, viene a representar el reverso políticamente incorrecto del relato social perpetrado por ese tótem del cine de las minorías desfavorecidas que es Kenneth Loach, el cine de ambos autores se sustenta a través de mostrarnos la degradación de tratados sociales, sin embargo la rigurosidad y austeridad formal de Mano de obra se distancia afortunadamente del tremendismo del veterano realizador británico a la hora de intentar construir unas narrativas de índole moral que no pretenden en ningún momento incidir en el subrayado ni el militarismo que intenta aleccionar a través de una injusticia social, en cierta manera David Zonana le da la vuelta narrativamente al calcetín, o si se prefiere a la tortilla, a la hora de ilustrar una antítesis que deviene como compleja en lo concerniente a emitir un determinado juicio de valor a la posición de mando adquirida tanto por unos como por otros, decantándose en aplicar diversas metáfora de claras naturalezas contradictorias direccionada para la ocasión hacia un escepticismo que la deriva por momentos al cine de Buñuel por aquello de encontrar en la más absoluta marginalidad parábolas que anidan de una forma u otra a través de la picaresca más descarnada. Inexplicablemente el film de David Zonana dio la impresión de pasar algo desapercibido por San Sebastián, una ocasión perdida en este aspecto a la hora de reivindicar una de las obras más arriesgadas y sorprendentes de las vistas este año dentro de esa nueva y emergente autoría proveniente de Latinoamérica, un tipo de cine que da la sensación en estos últimos años de avanzar muchos más rápido que el resto de filmografías en lo relativo a la indagación de dramas de índole social.

Valoración 0/5:4

La trastienda tenebrosa del cuento, tráiler final para el «Gretel and Hansel» de Oz Perkins

Con tan solo dos trabajos tras las cámaras como fueron las notables The Blackcoat’s Daughter y I Am the Pretty Thing That Lives in the House el realizador estadounidense Oz Perkins no le costó mucho ponerse rápidamente en el radar del aficionado al género fantástico, razón por la cual no es de extrañar que su tercera película como realizador haya despertado bastante expectación y más tratándose de algo que puede dar tanto juego como una adaptación a la gran pantalla del cuento clásico de los hermanos Grimm Hansel & Gretel desde un punto más tenebroso aun si cabe del texto original, un poco a semejanza por ejemplo de aquella adaptación coreana a cargo de Yim Pil-sung de 2007.

Gretel and Hansel versión Oz Perkins, cuyo primer avance en forma de teaser vio la luz hace unos meses, acaba de estrenar el tráiler final que podéis ver a final de página junto a su póster oficial. La película que verá la luz en Estados Unidos el 31 de enero se estrenará comercialmente en España de la mano de Vértice 360 el próximo 17 de abril.

Gretel and Hansel nos sitúa en la Baviera de principios del siglo XIV, Gretel y Hansel son dos niños de 13 y 12 años respectivamente que viven en la miseria más absoluta. Su padre murió hace años y su madre ahora está casada con un malvado hombre. Debido a la falta de recursos y al creciente miedo que les produce su padrastro, Gretel y Hansel deciden huir del pueblo en busca de un futuro mejor. En el bosque se encuentran con varias personas que, de una forma u otra, intentan aprovecharse de ellos. Huyendo de unos y otros, conocen a un amigable cazador que por fin les indica cual es el camino seguro a seguir. Así, los dos hermanos llegan a la cabaña de Holda, una simpática mujer que decide acogerlos. Al principio disfrutan de la abundancia de comida y los juegos, pero pronto se dan cuenta de algo no acaba de encajar. Lo que Gretel y Hansel no pueden imaginarse es que en esa cabaña tendrán que enfrentarse a sus peores miedos si quieren llegar a sobrevivir.

El film que cuenta con un guion adaptado por parte de Rob Hayes está protagonizada por Sophia Lillis, Ian Kenny, Charles Babalola, Alice Krige, Abdul Alshareef, Jessica De Gouw y Samuel Leakey.

Ciclo anual de Juan Mariné en la Filmoteca Española

Entre diciembre de 2019 y de 2020 se proyecta, una vez al mes, una película elegida por él mismo representativa de su vida como director de fotografía y restaurador. El propio Mariné inaugura el ciclo el 29 de diciembre con la proyección de El gran Ziegfeld.

Con motivo del 100 cumpleaños de Juan Mariné, Filmoteca Española rinde homenaje a esta importante figura de nuestro cine con la puesta en marcha del ciclo El siglo Mariné, que incluye una sesión mensual a partir de las películas que forjaron su vida, escogidas por él mismo, entre este mes de diciembre de 2019 y el de 2020.

Su primera elección, que se proyecta el 29 de diciembre a las 17:30hrs. y que será presentada por el propio Mariné en compañía de Josetxo Cerdán, director de Filmoteca Española, ha sido El gran Ziegfield (Robert. Z. Leonard, 1936). Un musical escogido para mostrar la férrea voluntad de quien siente el pálpito de volver a hacer cine, actividad que había quedado interrumpida después de la Guerra Civil, cuando fue cámara para las autoridades republicanas. Después de un breve paso por el exilio, donde fue posiblemente el único español que escapó con vida del campo de concentración de Argelès-sur-Mer, y el prolongado internamiento en los campos de prisioneros a su regreso a la España de Franco, asistió a una proyección del musical de Leonard que le hizo recuperar la ilusión y el interés por trabajar en el mundo del cine y, más concretamente, la fotografía.

Más tarde, Juan Mariné lideraría durante varios años el trabajo de restauración fílmica de Filmoteca Española. Durante todo este tiempo y hasta nuestros días, cuando sigue teniendo un pequeño laboratorio de investigación en la ECAM, Mariné ha continuado investigando, trabajando y aportando nuevos conocimientos a la fotografía y la restauración fílmicas.

Una vida dedicada al cine

Juan Mariné Bruguera nació en Barcelona el 31 de diciembre de 1920. Su trabajo de fotografía y restauración recorre todo el cine español del siglo XX. Llegó al mundo del cine por casualidad, donde ha trabajado desde los 14 años. Empezó como ayudante en los estudios cinematográficos, pero el estallido de la Guerra Civil lo obligó a empuñar una cámara y trabajar en el frente recogiendo imágenes para noticiarios de Laya Films, la productora oficial de la Generalitat de Catalunya durante el conflicto.

A lo largo de su prolongada carrera ha trabajado en la fotografía de más de 130 películas y, lejos de jubilarse, sigue aportando su conocimiento para la restauración de películas de los orígenes en su laboratorio de la ECAM.

El historial de premios y reconocimientos de quien fuese también restaurador de Filmoteca Española se extiende a lo largo de los años: entre otros muchos, ha recibido el Premio Nacional de Fotografía (1966) y el Premio Nacional de Cinematografía (1994), además de haber sido objeto de diversos documentales con él como protagonista.

El ciclo que este mes inicia Filmoteca Española recogerá títulos tanto fotografiados como restaurados por él. Entre estos podemos desatacar: Orgullo (Manuel Mur Oti, 1955), La gata (Margarita Alexandre y Rafael Torrecilla, 1956), La gran familia (Fernando Palacios, 1962), Supersonic Man (Juan Piquer Simón, 1982), Currito de la cruz (Alejandro Pérez Lugín y Fernando Delgado, 1925), o La aldea maldita (Florián Rey, 1930).

«Répertoire des villes disparues» review

 

Simon Dubé muere en un accidente de coche que tiene lugar en un pequeño y remoto pueblo de Quebec de apenas 215 personas. Sorprendidos, los habitantes del pueblo procuran no hablar sobre las circunstancias de la tragedia. El suceso desgarra a la familia Dubé, y afecta psicológicamente al alcalde Smallwood, junto a otro grupo de aldeanos que no saben qué hacer para dejar atrás lo sucedido. Mientras la gente trata de digerir la desgracia, una serie de personas desconocidas comienzan a llegar al pueblo, a lo que poco más tarde le acompaña una espesa niebla. ¿Quiénes son? ¿Qué está sucediendo?

No deja de ser curioso, pero al mismo tiempo consecuente en lo relativo a programar, como en la pasada edición del Festival de San Sebastián y dentro de la sección Zabaltegi-Tabakalera se pudieron ver varios trabajos que indagaban a través del género fantástico realizado por autores en un principio no afines a dicha temática genérica expuestos todos ellos en un apartado del certamen destinado a obras arriesgadas que parten de una catalogación de difícil cuadratura. El realizador franco-canadiense Denis Côté fue uno de ellos y su particular Répertoire des villes disparues sería o vendría a ser su visión más cercana de realizar una película de terror, evidentemente el resultado final alejado de cualquier tipo de convencionalismos conceptuales es bastante sui géneris siendo una de las propuestas más ambiguas e interesantes del presente curso en lo concerniente a ese otro cine de género fantástico provisto de claras connotaciones autorales.

Répertoire des villes disparues, que toma solo como punta de partido la novela de Laurence Olivier del mismo título, podría transitar perfectamente a modo de drama hibrido provisto de una anómala, dada su peculiaridad, visión del terror, a la hora de buscar alguna aproximación o fuente que nos situé por tan atípico y por momentos hipnótico relato la referencia más cercana la podemos encontrar tanto en la película de Robin Campillo Les revenants como en su posterior traslación a la pequeña pantalla en la medida de retratar la difícil coexistencia entre vivos y muertos, sin embargo esta coincidencia argumental solo es ejecutada como un punto de inicio en una historia que aquí no solo se limita a reflexionar acerca de querencias afectivas hacia el retornado sino que indaga a través de espacios terrenales de devienen como crepusculares. Répertoire des villes disparues podría partir de la tesis de como un pueblo comienza a convertirse en algo fantasmagórico en referencia a un planteamiento sobre el desvanecimiento de un conjunto, no en relación a ninguna maldición digamos ancestral de un relato que nos habla principalmente de la desaparición de un entorno determinado que empieza a través de unas apariciones, curiosamente en dicha indagación temática de claros contornos genéricos el elemento social está integrado en el relato de una forma muy sutil, Denis Côté a través de esas acotaciones o derivas narrativas se vale continuamente de un fuera de campo que de alguna manera nos habla de la desconfianza hacia el desconocido, algo que deriva inevitablemente en la problemática de la xenofobia en la medida hablar acerca de cuerpos olvidados que de una forma inesperada necesitan de ser visibles y que actúan o representan en la historia simbolismos a modo de un horror que deviene como colectivo en referencia al concepto de la desconfianza a la hora de poder compartir un espacio que al final quedara abocado al éxodo del no participe en dicha correlación.

Digno de mención en este film de narrativa elíptica y tono ingrávido, que en todo momento sabe situarse a medio camino entre el realismo social y lo sobrenatural sin llegar a desvirtuar ninguno de ambos conceptos, es el referido a su tono formal, en unos tiempos en donde el virus Netflix en lo relativo a una desmesurada digitalización que se percibe como opulenta y globalizada a modo de déficit estilístico especialmente visible en según que visionados en pantalla grande, el film de Denis Côté deviene como una agraciada rara avis en lo concerniente a la autentificación casi artesanal de la imagen cinematográfica entendida como tal, la sensación de estar volviendo a ver cine de verdad se encuentra muy presente en Répertoire des villes disparues en parcelas tales como su fotografía granulosa en 16mm o la particularidad del uso del sonido en el relato, mimbres formales, ubicados a través de la desolación escénica de un invierno consumido por la nieve, que son aprovechados a la hora de retratar básicamente una vulnerabilidad, y que vienen a ser otros añadidos a la ecuación a tener muy en cuenta en una de las películas más peculiares e indescifrables de este recién acabado 2019.

Valoración 0/5:4

La puesta en imágenes. Conceptos de dirección cinematográfica

Se ha hablado mucho del cine como encrucijada de distintos medios artísticos, pero se ha profundizado muy poco en esta confluencia a la hora de estudiar la dramaturgia cinematográfica, lo que podríamos denominar la puesta en imágenes. A medio camino entre el manual y el ensayo, este libro se propone sentar las bases de una aproximación al cine que aúne los campos, a veces considerados antitéticos, de la teoría y la práctica. Para ello, se propone la incorporación del fenómeno cinematográfico a las corrientes expresivas de la literatura, el teatro, la pintura y la música, así como un acercamiento esencial a la fenomenología de la imagen, una operación está que no siempre ha sido contemplada teniendo en cuenta su esencial complejidad.
Desde la primera edición de este escrito, el cine ha experimentado transformaciones muy significativas que lo han llevado a sumergirse en lo que se denomina el audiovisual, donde su esencia se expande a través de todo tipo de nuevas experiencias, muchas de ellas propiciadas por la digitalización. Pero se mantiene la vigencia de las operaciones fílmicas fundamentales, si se quiere comprender el alcance de la contemporánea expresión audiovisual. El cine sigue siendo la base de todas las transformaciones audiovisuales posibles, el camino para poder pensarlas adecuadamente.
Este libro se dirige por igual a los que buscan la reflexión y a quienes les seduce la praxis. Los caminos de ambas actividades se cruzan en sus páginas a través del entramado compuesto por una operatividad que requiere ser pensada y un pensamiento que culmina necesariamente en la práctica del rodaje. Se trata de aprender a pensar la labor fílmica, poniéndola en contacto con otros medios, con el fin de alimentar esa imaginación que tan necesaria es para hacer cine.
El autor
Josep M. Català Domènech. Catedrático emérito de Comunicación Audiovisual de la Universidad Autònoma de Barcelona. Doctor en Ciencias de la comunicación por la UAB. Licenciado en Historia Moderna y Contemporánea por la Universidad de Barcelona. Master of Arts in Film Theory por la San Francisco State University de California. Premio Fundesco de ensayo por La violación de la mirada (1993) y premio de ensayo del XXVII Certamen Literario de la ciudad de Irún por Elogio de la paranoia (1996). Premio de la Asociación Española de Historiadores de Cine (2001). Mención especial en el Premio “Escritos sobre Arte” de la Fundación Arte y Derecho por Pasión y conocimiento (primera versión, 2007). Ha sido coeditor del volumen Imagen, memoria y fascinación: notas sobre el documental en España (2001), y editor de Cine de pensamiento. Formas de la imagen tecno-estética (2014). Asimismo es autor, además de los libros premiados, de La puesta en imágenes (2001), La imagen compleja (2006), La forma de lo real (2008, traducido al portugués en Brasil, 2011), Pasión y conocimiento: el nuevo realismo melodramático (2009), La imagen interfaz. Representación audiovisual y conocimiento en la era de la complejidad (2010), El murmullo de las imágenes. Imaginación, documental y silencio (2012), Estética del ensayo. De Montaigne a Godard (2014), La gran espiral. Capitalismo y paranoia (2016), Viaje al centro de las imágenes. Introducción al pensamiento esférico (2017) y Visionarias (2019). Ha sido decano de la facultad de Ciencias de la comunicación de la UAB y director académico del Máster de Documental Creativo de esta misma universidad.
Autor; Josep M. Català Domènech, Editorial: Shangrila, Colección [Encuadre] libros, Páginas: 490

«The Audition» review

Anna es una profesora que enseña violín en una escuela para jóvenes músicos de Berlín. En contra del criterio de sus colegas, la maestra aprueba el ingreso de Alexander, un niño en el que detecta un notable talento. Le instruye con gran dedicación y afecto, y pronto le dedica más atención que a su propio hijo de diez años. Surge la rivalidad entre ambos chicos, y el matrimonio de Anna se tambalea. Pero donde ella falló, su talentoso alumno debe tener éxito, y a medida que se acerca una audición importante, Anna se obsesiona cada vez más con llevarle a lo más alto.

El segundo largometraje como directora de la alemana Ina Weisse (The Architect 2008), para un servidor la mejor película a competición de este año vista en el pasado Festival de San Sebastián, vino a representar uno de los puntos álgidos del certamen en referencia a la calidad de las propuestas exhibidas en esta edición dentro de su sección oficial, en The Audition vemos como Anna (una espléndida Nina Hoss presente en la práctica totalidad de planos del film y que por fin parece llegarle los reconocimientos, merecida Concha de Plata a la mejor actriz, en un año que hace doblete en papeles que indagan en derivas maternas con la también notable Pelican Blood) vuelve a ponerse en la piel de uno de esos personajes complejos provistos de unos pensamientos que se perciben como contradictorios.

En The Audition, como buen retrato de una deriva interna, todo lo que llegamos a percibir se encuentra soterrado, un film que de alguna manera queda enmarcado a través de una narrativa tan equilibrada como fría que inevitablemente nos remite al cine de Michael Haneke, las semejanzas y  los paralelismos con La pianista resultan inevitables, también a un nivel de ubicación social que aquí vuelve a indagar en esa característica burguesía plagada de aristas emocionales situada en escenarios clásicos y elegantes provistos de atmosferas gélidas tan recurrente en el cine del responsable de 71 fragmentos de una cronología al azar, sin embargo en el film de Ina Weisse el tono deviene como bastante más sutil en referencia a su representación, cuestiones tales como la culpa o una autoexigencia en relación a un personaje principal que deviene como toxico para todas las personas que le rodean, también la insatisfacción personal están muy presente en un trama que hace de la inseguridad (ojo a esa escena tan premonitoria y tan bien resuelta a un nivel formal que vemos en el restaurante cuando la protagonista y su ex pareja han quedado para comer y que nos pone sobre aviso de lo que estar por llegar) una patología de la paranoia interna en base a una narrativa que en algunos momentos llega incluso a bordear el thriller psicológico, en este aspecto el notable trabajo de Ina Weisse es ciertamente admirable a la hora de mostrarnos una tensión siempre latente a través de una puesta en escena que nunca llega a eclosionar pero que sin embargo a la larga tendrá unas consecuencias tan inquietantes como desgarradoras en un relato en donde subyace una implícita violencia, nunca escenificada pero muy presente  a modo de premonición a través de una narrativa que en ningún momento recurre a los golpes de efecto en relación a según qué intimidades derivadas de una debilidad ajena en un principio a unos espectadores que al final terminan de alguna manera convirtiéndose en cómplices.

Como certero análisis visto a través de un prisma familiar que indaga en la hondura psicológica provista de obsesiones a cual más inquietantes y recónditas The Audition, que anida en todo momento a través de una indefinición genérica, de alguna manera encuentra su mejor virtud en lo extremadamente austera y rigurosa que resulta ser a la hora de circunvalar un entorno determinado a un imaginario personal que deviene como quebradizo, la enfermedad mental de la protagonista principal está ligada inevitablemente a un sistema social, cultural y económico que da la impresión de imponer el éxito o la superación por encina de cualquier otro tipo de cuestión, el ultimo y magistral plano de la cinta no deja de ser una síntesis casi perfecta de todo lo que se nos ha explicado con anterioridad, a tal respecto no hay lugar a la hora de emitir juicios de valor sobre según qué actos cometidos por el personaje principal de los que hemos sido testigos a lo largo de la trama, tampoco diálogos que sobre expliquen la terrible disociación mental que nos es mostrada.

Valoración 0/5:4

El Synthwave documentado, tráiler de «The Rise of the Synths»

Fue uno de los platos fuertes en la pasada edición del Inedit, el español Iván Castell tras aquel otro interesante documental musical titulado Trovadores (2014) indaga en esta ocasión con The Rise of the Synths en el movimiento musical denominado synthwave, una corriente electrónica de índole subterránea que basan su estructura en composiciones realizadas generalmente con sintetizadores inspirados en el imaginario de los años 80 con una especial atención a las bandas sonoras de aquella época en donde los teclados y los sintetizadores eran parte fundamental a la hora de su creación. Situado a medio camino entre el homenaje y la nostalgia y aprovechando como el mainstream actual indaga a modo de fenómeno cultural emergente con ejemplos dentro del audiovisual como Drive y Stranger Things esta corriente ha hecho que nazca una generación de músicos cuyas creaciones quedan situadas en base a dichas referencias culturales.

El surgimiento del synthwave se atribuye principalmente al hartazgo dentro del panorama musical que les ha tocado vivir a un buen número de artistas y les ha hecho de alguna manera reapropiarse del pasado,  italo-disco, tecnopop, krautrock, heavy metal, las bandas sonoras de Moroder, Tangerine Dream o la sintonía de Jan Hammer para Miami Vice y referentes más cercanos como pueden ser Daft Punk y Justice por poner solo unos ejemplos. Un documental que también formulan interesantes reflexiones acerca de su rechazo a la industria musical tradicional, su apego por el anonimato, experimentar una nostalgia por unos tiempos que no llegaron a vivir, el sentimiento de comunidad y el peligro que en parte puede suponer que el synthwave muera de éxito.

Rodado a lo largo de dos años en ocho distintos países y antes de su paso por el IFFR The Rise of the Synths estrena un primer tráiler que podéis ver a final de página junto a su póster oficial. Como narrador y constituyendo uno de los máximos atractivos del documental encontramos a una presencia fundamental en eso de combinar música pop y electrónica dentro del cine como es John Carpenter, una voz plenamente autorizada a la hora de desgranar o más bien guiar en base a un generoso desfile de testimonios un género musical y cultural cada día más emergente.