“Pacified” review

A Tati, una chica introvertida de 13 años, le cuesta conectar con su distanciado padre, Jaca, cuando este sale de la cárcel en los turbulentos días posteriores a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Mientras la Policía Pacificadora brasileña lucha por mantener la frágil ocupación sobre las favelas de Río, Jaca y Tati se verán obligados a abrirse camino en medio de una confrontación que amenaza con desbaratar sus esperanzas de futuro.

Pacified, ópera prima del estadounidense Paxton Winters que adapta una historia de Joseph Carter Wilson y Wellington Magalhaes, se erigió como la gran triunfadora de la pasada edición del Festival de San Sebastián consiguiendo la Concha de Oro y premios para Mejor Actor, un medido Bukassa Kabengele y Fotografía, un film que nos es narrado nuevamente bajo la mirada de un infante, en esta ocasión una chica de 13 años llamada Tati, la acción nos sitúa en los turbulentos días posteriores a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en su secuencia inicial vemos como la policía, más bien un ejército militar, desmantela, o como bien indica el título de la película “pacifica”, de personas sospechosas y actividades ilícitas la favela denominada Morro dos Prazeres, será en el posterior día a día de ese particular microcosmos en donde Paxton Winters, periodista antes que cineasta, intente captar la complicada y compleja humanidad de unos habitantes abocados a vivir en una ciudad sin ley en donde un 54 % de su población es negra, alcanzando una mortalidad en ese sector exageradamente elevada.

De un aspecto técnico ciertamente impoluto, sigue rondando en la cabeza de un servidor ese impresionante plano ascendente sobre las escaleras de la favela, con especial atención a una fotografía que retrata adecuadamente espacios ásperos y sucios, y con producción a cargo entre otros del conocido Darren Aronofsky por aquello de estar ante un producto global comandado por gente en un principio apartada o no afín a las fronteras que el film retrata, la película de Paxton Winters queda expuesta  a medio camino entre un tono de documental provisto de imágenes reales y narrativas de una dura cotidianidad desarrolladas desde un prisma paterno filiar. Pacified parte de unas bases que pretenden de inicio no ser convencionales aunque al final en lo concerniente a su resolución en parte lo sea, especialmente en según qué discutibles manierismos algo manidos expuestos en su tramo final, la principal referencia al film la podemos encontrar en películas tales como Ciudad de Dios o Tropa de élite, de algunas manera estos films no dejan de pertenecer a un género construido en sí mismo, en tal respecto el punto de partida y posterior desarrollo es similar a los trabajos arriba citados, su desarrollo sin embargo intenta alejarse algo pese a que el retrato de ese microcosmos social de desfavorecidos en base a unos protagonistas imposibilitados de salir de esa especie de hormiguero ubicado en el corazón de las favelas parezca en un principio idéntico al de sus congéneres. A tal respecto Pacified no es una película que transite por la originalidad aunque sería injusto no reconocerle una cierta efectividad a la hora de retratar unos lugares que ya devienen como comunes en esto de plasmar en imágenes duros ámbitos de índole social.

El film de Paxton Winters tiene al menos la virtud de no formar parte de ningún tipo de militarismo al uso, también en no recrease en la miseria, por fortuna tampoco la juzga, o al menos no de una manera gratuita, dando la impresión de estar ante un relato más focalizado en la humanidad de los protagonistas que en la violencia criminal del entorno en el que subsisten, de igual manera no asistimos a discursos alegóricos en torno a la denuncia entendida como tal, el tono, bastante ameno y por momentos entretenido, transcurre a través de una especie de thriller de connotaciones melodramáticas, en el detectamos una reflexión acerca de la familia como único núcleo social motivador ubicado dentro de un ambiente hostil, también del anhelo de este conclave por conquistar una libertad, una quimera a fin de cuentas, cuyo final queda escenificado con cierto aplomo en cómo llegar a sobrevivir de una manera u otra a un entorno al mismo tiempo que nos propone la interrogante de lo que vendría a significar el sacrificio personal que supone escapar de una violencia casi arraigada y de cómo si es posible mantener el honor y la integridad ante tal acto.

Valoración 0/5:2’5