Americana 2017 Día 1. Another Evil / LoveTrue

Another Evil

Dan y su mujer, Mary, tienen una segunda residencia en la montaña. La aprovechan para desconectar, pintar y pasar el rato en familia. El problema llega cuando Dan empieza a ver seres malignos que le despiertan de noche. Desesperado, decide ponerse en manos de un profesional y finalmente encuentra a Os, un exorcista “graduado”. Aunque Mary no lo ve del mismo modo, Dan se encierra un fin de semana con Os para intentar exorcizar la casa. Pero poco a poco descubrirá que Os es un personaje tan peculiar como los fantasmas que habitan la casa.

El Americana film festival al igual que en la pasada edición con la en mi opinión algo decepcionante They Look Like People tuvo para bien este año volver a incluir en su programación un film que anide de alguna manera dentro del género fantástico, Another Evil opera prima de Carson D. Mell que al igual que el título anteriormente citado no solo transita a través de un trazo claramente independiente sino que lo hace desde un posicionamiento (evidentemente no forzado) muy low cost o mumblecore, como mucho prefieren definirlo hoy en día. Ante estas vicisitudes a un producto de las características de Another Evil no le queda otra que intentar abrazar con esmero una supuesta originalidad y frescura en lo referente a lo que es su propuesta, el film de Carson D. Mell solo lo consigue a medias.

Podríamos definir a Another Evil como una película de claras connotaciones duales, no solo en lo referente a un film que emplea una hibridación genérica que empieza a modo de comedia incomoda (la mejor parte del film) para ir transformándose en un relato de oscuras derivas psicológicas, todo ello expuesto a través de un trasfondo fantástico que da la impresión que solo sirve como mera excusa narrativa y en donde el director se muestra muy poco sutil a la hora de intentar plasmarlo en la pantalla, sino también en lo referente a un curioso juego de espejos a modo de empleo de interactuación de sus dos protagonistas principales, muy al estilo de la estimable Creep de Patrick Brice, o sea posicionarnos en la piel de uno y desconfiar o no de las intenciones del otro. Another Evil termina convirtiéndose en una estimable propuesta que sin llegar a trascender en lo más mínimo, uno se queda con la sensación final de un muy evidente no posicionamiento en lo referente a su hilaridad y dramatismo, si consigue sortear con cierta soltura un vaivén genérico y narrativo que nos habla de las diversas plagas (no solo sobrenaturales) que suelen asolar la mente humana.

Valoración 0/5: 2’5

 

LoveTrue

Alaska: Blake y Joel viven su particular romance a pesar de las limitaciones físicas y de la vida nocturna de ella. Hawai: Coconut Willie siempre se ha considerado un espíritu libre. Ahora tiene que enfrentarse a otro lado del amor verdadero tras descubrir que su hijo no es biológicamente suyo. Nueva York: la cantante y compositora Victory reflexiona sobre la fe y la fidelidad mientras deambula con sus hermanos por las calles de Nueva York con su padre John. Desde la no ficción, LoveTrue ofrece una exploración única de los desafíos que el amor puede transmitir y de cómo las experiencias pasadas y presentes moldean las decisiones que tomamos cuando la fantasía del “amor verdadero” de disipa.

Precedida del premio al mejor documental en el pasado festival de Karlovy Vary Alma Har’el presento dentro de la sección Docs el film LoveTrue, un sorprendente trabajo que mezcla documental y dramatización para hablarnos del amor humano a través de tres historias, o más bien tres personajes y como estos hacen frente a dicho termino emocional, la primera relación sentimental de una stripper de Alaska, la crisis de paternidad de un surfero de Hawai y el posicionamiento emocional de una joven música ante la ruptura matrimonial de sus padres, tres historias en donde prima más el modo de como se exponen que lo que realmente hay dentro de ellas.

Al igual que en la extraordinaria primera parte del documental  The Other Side de Roberto Minervini  Alma Har’el a modo casi de experimento visual (al igual que su anterior y notable Bombay Beach) se mueve  a través de la imaginación, quimera en este caso por parte de sus protagonistas, vemos como estos circunvalan los límites de lo que ellos entienden como amor, la directora emplea un trazo nada convencional para tal tarea, algo que puede provocar alguna que otra dificultad a la hora de enfrentarse a una propuesta que se apoya básicamente en la ensoñación visual (acertada utilización de la música evocadora a cargo de Flying Lotus). El inteligente uso de la voz en off, insertos oníricos o no del futuro, especialmente en lo referente a la historia de la joven de Alaska, son solo algunos de los recursos que utiliza Alma Har’el para exponernos de una forma digamos poética los muchos significados que pueden abarcar el termino amor, lástima sin embargo que la interesante estructura que emplea la directora ya sea a nivel visual o narrativo termine dando la sensación de ir muy por delante de lo que es finalmente es la historia en si misma y los personajes (muy poco empáticos) que terminamos viendo en LoveTrue.

Valoración 0/5: 3