Americana 2017 Día 3. Closet Monster/ Weiner / Goat

Closet Monster

Óscar es un adolescente que arrastra dos traumas desde la infancia: haber visto una brutal agresión a un chico por el solo hecho de ser homosexual y la separación poco amistosa de sus padres. Creativo y solitario hace pruebas de maquillaje con una amiga, con la que mantiene una incierta relación, con la aspiración de estudiar cine en una escuela de Nueva York y su mejor amigo es un hámster que le acompaña desde su infancia (a quien pone voz Isabella Rossellini). Un día, intentando adaptarse a un nuevo trabajo que detesta conoce a Wilder, un chico enigmático del que duda si se ha enamorado. A partir de entonces su vida pasa a ser más complicada y Óscar mirará de encontrar su identidad y su destino, mientras la relación con sus padres entra en una fase de extrema complicación.

La primera incursión de una producción canadiense dentro del festival fue Closet Monster (premio a la mejor producción Canadiense en el Festival de Toronto de 2015), irregular opera prima a cargo de Stephen Dunn acerca de la búsqueda de la identidad sexual de un joven relatada a medio camino entre el cuento surrealista a modo de fábula mágica (lo mejor del film con diferencia) y el retrato costumbrista de trazado algo convencional. Closet Monster nos retrata una infancia-adolescencia muy áspera en donde vemos como el joven protagonista emprende el consabido coming-of-age, un proceso emprendido a partir de un momento clave, lástima que pese a pequeñas e interesantes fluctuaciones oníricas y fantasiosas introducidas en el relato el film termine dando un repertorio de clichés temáticos bastante visibles que llegan a lastrar sobremanera el conjunto final, la sensación esta acrecentada al ver el tono de estética algo impostada que Stephen Dunn otorga al film (muy emparentada al cine perpetrado por Xavier Dolan). Al final somos testigos de cómo la consabida metáfora del monstruo de debemos liberar de nuestro interior para poder despojarnos de traumas con el trasfondo de la homosexualidad reprimida con posterior catarsis se le queda pequeño a la película de Stephen Dunn, un film que termina poseyendo una estructura y superficie atrayente pero desprovista de cualquier tipo de trascendencia en su interior, algo que lastimosamente queda muy presente a lo largo de toda la película.

Valoración 0/5: 2

 

Weiner

Un análisis del caso del ex congresista estadounidense Anthony Weiner, que en 2011 abandonó su cargo después de que fuera involucrado en un escándalo sexual. Weiner era un prometedor miembro del Partido Demócrata, casado con Huma Abedin, la mano derecha de Hillary Clinton durante su época de Secretaria de Estado, pero su carrera política terminó precipitadamente cuando salieron a la luz fotos eróticas que el político había enviado por Internet.

Dentro de la sección Movistar+ se sumó a los ya interesantes trabajos vistos en la sección Docs un quinto y muy interesante documental titulado Weiner, debut en la dirección de Josh Kriegman y Elyse Steinberg y galardonado como mejor documental en el festival de Sundance de 2016, un estimulante análisis que versa sobre una posible redención política y familiar que termino no siendo.

De hecho estamos ante un documento que atesora la gran virtud de reinventarse sobre su propia marcha, lo que en un principio iba a ser un relato al uso contado desde dentro sobre una prometedora campaña política se convierte a mitad de trayecto en un otra cosa bien distinta, lo que empieza como una afable y por momentos divertida, dada la naturaleza del personaje, perspectiva interna de un resurgir trasmuta en algo mucho más oscuro e incluso reflexivo, es aquí precisamente donde Josh Kriegman y Elyse Steinberg (al igual que en su día hicieron Keith Fulton y Louis Pepe en Lost in La Mancha, un work in progress acerca del film nonato de Terry Gilliam)muestran un discurso en imágenes realmente fascinante, una caída al vacío a mitad de trayecto por parte de un futurible a la alcaldía de Nueva York en donde ese fango político y social tan característico en campañas electorales aflora con una intensidad de difícil control, es aquí cuando se expone cuestiones tales como el  impacto del moderno circo mediático sobre la vida privada en un primer lugar y publica posteriormente (en este aspecto convendría aclarar como el personaje de Anthony Weiner no deja de ser una especie de némesis demócrata de Donald Trump), o los tejemanejes sucios de la política actual, por momentos expuestos casi a semejanza de House of Cards, sensación reforzada por pasajes musicales de la serie casi clonados por parte de Jeff Beals en el documental. Weiner termina siendo un relato demoledor acerca de una caída en desgracia contada en riguroso directo, un trabajo que aparte de tener la gran virtud de no juzgar ni a uno ni a otros deja en el aire fascinantes cuestiones morales o sociales que el espectador tiene que discernir por sí mismo.

Valoración 0/5: 3’5

 

Goat

Una noche, al salir de una fiesta, Brad recibe una fuerte paliza por parte de unos ladrones. Con secuelas físicas pero sobre todo psicológicas, pronto deberá enfrentarse a otro reto. Empieza la universidad y querrá entrar en la fraternidad a la que pertenece su hermano Brett, que se caracteriza por unas pruebas de ingreso muy salvajes y humillantes. Pero Brad se quiere demostrar a sí mismo que es un chico duro y además, quiere pertenecer a un grupo que lo pueda defender de futuros actos de violencia contra él. La presión que recibirán los dos hermanos, uno como parte de las víctimas y otro como parte de los verdugos, pondrá a prueba su relación y su dignidad.

Si este año hemos tenido la oportunidad de ver un excelente tratado del horror adolescente como es la francesa Raw de Julia Ducournau en donde las fraternidades de las universidades a modo de principal escenario jugaban un papel fundamental en la trama, Goat de Andrew Neel también pone su mirada en dicho conclave social pero desde una perspectiva totalmente diferente al film galo. Goat (film supuestamente basado en hechos reales) versa acerca de despiadados códigos de masculinidad y toda la violencia física y psicológica que llega a implicar dicho tratado.

De alguna manera podríamos definir la película de Andrew Neel (cineasta forjado en el documental) como un film denuncia, vemos como el joven protagonista principal busca después de un suceso traumático un lugar identitario en donde encajar dentro de un sistema cuyas reglas se basan en unos códigos preestablecidos de naturaleza muy poco sutil, y en donde parece ser que la única forma de comunicación conceptual posible radica en dicha masculinidad y violencia. Hay una parte en Goat que funciona  bastante bien, aquella en donde acompañamos al protagonista a modo de trayecto casi sensorial  narrada en primera persona, sus dudas, temores y quebradiza predisposición nos sirven  tanto a él como a nosotros casi a modo de viaje iniciático hacia la edad adulta y como confrontar los miedos interiores a la hora de posicionar las bases de tu propia determinación social, lastima sin embargo que gran parte del film opte por un recurso algo más convencional en lo referente a lo que es su exposición, la del  drama narrativo de clara escenificación provocadora, es ahí en donde somos testigos de cómo Andrew Neel ( demasiado descriptivo y repetitivo en los actos narrados)seguramente de forma algo involuntaria posiciona una tesis con posterior solución, algo que en cierta manera resta de sutileza a un relato de bucea de forma algo irregular acerca de cómo la educación y condicionamiento moral del hombre determina una posterior e inequívoca identidad propia.

Valoración 0/5: 2’5