“Housewife” review

Housewife nos cuenta como Holly sufrió siendo niña una traumática experiencia que la dejo marcada tras presenciar como su madre acababa de forma violenta con la vida de su padre y su hermana. Veinte años después casada y viviendo en otro país sigue viviendo atemorizada por unas pesadillas que cada día parecen hacerse más reales, algo que se ira intensificando cuando se ponga en contacto con un enigmático culto liderado por una celebridad psíquica llamado The Dream Surfer que parece estar obsesionada con ella y su traumático pasado.

No deja de ser algo curioso las corrientes por los que se suelen regir actualmente el llamado hype festivalero muy especialmente en lo referente al cine fantástico, tomando como principal referente los dos grandes escaparate que a día de hoy que son Sitges y Austin y retrocediendo algunos años atrás nos encontramos con la expectación y posterior recibimiento dispensado a la opera prima de Can Evrenol Baskin, en cierta manera el realizador de origen turco ya venía alabado de sus trabajos en el cortometrajes, Baskin de hecho era una reinvención ampliada de un anterior corto suyo, la película con los evidentes defectos que se le suponen a los primeros trabajos exponía una radicalidad en lo concerniente a mostrar un horror visceral de tono pesadillesco, fiel deudora del imaginario con que Clive Barker dotaba a su Hellraiser por poner un ejemplo cinematográfico, apenas dos años después Can Evrenol vuelve con su segundo trabajo tras las cámaras, siempre he sido de la opinión que la segunda película de un realizador es la que de alguna manera marca la pauta en el futuro en lo referente al desarrollo de su carrera. Housewife aparte de ser plenamente consecuente con el trazo exhibido en el anterior film de su director es evolutiva en lo concerniente a postulados y mejoras, curiosamente y pese a sus innegables virtudes la película en el pasado festival de Sitges paso bastante desapercibida, apenas hubo una repercusión más allá de un reducido grupo de aficionados que se detuvo en indagar en ella, a modo de dictamen conceptual podemos aseverar que ni Baskin era fiel merecedora de las virtudes que se le atribuyeron en su día ni Housewife merece la indiferencia que ha sido recibida, es como si de alguna manera ya no interesara amplificar la existencia de un autor en concreto,  ambas películas, su recepción, supuesta difusión y evaluación sirven como inmejorables ejemplos de cómo el hype festivalero y posteriores ramificaciones carecen de una perspectiva lógica y fundamentada, un fiel ejemplo de cómo corrientes liquidas presentes desvirtúan en la mayor parte de los casos un análisis mucho más conceptuado de la obra en cuestión.

En Housewife Can Evrenol se vuelve a acercar con todo el peligro que ello puede conllevar a un horror cósmico de claros tintes Lovecranianos, especialmente visible en su tramo final, de hecho sus últimos veinte minutos posiblemente nos acerquen de una forma consciente y hasta optima a esa temática tan deseada y anhelada en el mundo del cine y que tan difícil es de plasmar en imágenes como hemos visto en infinidad de trabajos durante estos últimos años (The Void el último simpático pero vacuo ejemplo de todo ello). A diferencia de su primer largometraje estamos ante un trabajo que podríamos definir como más lineal narrativamente, eso sí Housewife es muy caótica en su desarrollo aunque también subyugante en lo quiere contar, a medio camino entre lo onírico y el gore más descarnado el film empieza siendo claramente referencial (de hecho que un nuevo realizador abocado al fantástico de forma incondicional pueda prescindir de referencias validas no es halagüeño en mi opinión), una atmosfera y música de contornos clásicos que nos remiten claramente al universo de Dario Argento, lejos de indagar en el giallo en ese tramo central, posiblemente el más débil del conjunto ayudado por algunas actuaciones actorales cuanto menos discutibles, Can Evrenol nos introduce en la oscura travesía de la heroína, aquí nuevamente encontramos indicios y ligeros detalles de películas tales como el Rosemary’s Baby de Roman Polanski o la infravalorada The Sentinel de Michael Winner entre otras muchas, de lejos también podemos percibir dentro de este segmento la fragilidad que supone arrastrar un trauma familiar a modo de premonición de lo que finalmente está destinado a suceder, una antesala que dará pie en su parte final al descarnado universo made in Evrenol .

Posiblemente y por encima de valoraciones particulares acerca de ella soy de la opinión de que la gran valía de un título de las características de Housewife reside en su adscripción a un universo plenamente reconocible por parte de su responsable, algo que cada vez dentro del cine fantástico contemporáneo y de forma muy visible parece más difícil de encontrar, no se trata ya de indagar en unas ramificaciones que se adentre en vericuetos de índole autoral y si en dejar una impronta, un sello que valide de alguna manera un imaginario propio, el espectador afín a este lo agradecerá al enfrentarse a unas pautas que acepta y reconoce por mucho que esas equivocada corrientes que transitan a través del hype festivalero nos quieran a veces confundir de forma caprichosa.

Valoración 0/5.3’5