“Killing Ground” review

Killing Ground nos cuenta como una pareja de jóvenes deciden ir de acampada durante un fin de semana y poder pasar una romántica nochevieja en un remoto lago, una vez llegan a su destino descubrirán otra tienda de campaña ya establecida, pero sin ningún rastro de sus propietarios. Junto a otros campistas descubrirán a un niño vagando solo en un precario estado, a partir de ese momento se desencadenara una serie de acontecimientos aterradores que les empujará más allá de sus propios límites.

Fue en 1972 cuando el británico John Boorman inauguraba con la fundamental Deliverance el subgénero más tarde conocido en ciertos ámbitos como el survival forestal, un film en donde la violencia del ser humano venía a ser el fondo de la propia historia, de echo un año antes otra película seminal como fue el Straw Dogs de Sam Peckinpah daba las claves de tal premisa, en cierta manera Deliverance utiliza tal concepto y lo simplifica llevándolo a un terreno de primitivismo, en la novela de James Dickey en que se basaba la película detrás de su enunciado acerca del instinto de supervivencia se lograba ofrecer desde el minimalismo del propio relato un catálogo de ricas analogías en torno a la sociedad y su papel dentro de la naturaleza, la invasión de un ecosistema que deriva en una futura catástrofe personal y natural. No deja de ser curioso como este extenso concepto lejos de evolucionar y ramificarse con el paso del tiempo se ha simplificado hasta extremos inimaginables valga la redundancia, cualquier tipo de estudio o alegoría ha quedado reducida a la más mínima expresión a favor del consiguiente survival a modo de thriller provisto casi siempre de un tour de forcé sangriento con infinidad de escenas ultra violentas. La ultima en llegarnos en esta ocasión vía VOD es la australiana Killing Ground, afortunadamente el debut en la dirección de Damien Power tiene desde su nada disimulada modestia suficientes elementos que hacen que ella un producto que la convierten por momentos en un film disfrutable.

Killing Ground transita por lugares comunes y conceptos muy reconocibles, nuevamente como dicta el subgénero el escenario se convierte en la principal amenaza de los protagonistas, urbanitas que cruzado el límite territorial que les da una seguridad a sus vidas se ven totalmente a merced de cualquier tipo de salvajismo ya sea ambiental o provocado por elementos característicos propios de dicho ecosistema como son los rednecks de rigor. El film desprende desde el primer minuto una clara sensación de deja vu en lo referente a la escueta historia que vamos a presenciar, la presentación de personajes y escenarios por parte de Damien Power hace que enseguida podamos adivinar lo que vendrá a continuación, sin embargo lo que en parte salva la propuesta es la manera en que esta dosificado el relato, hay un intento por parte del director en dignificar los consabidos clichés en que se suele sustentar este tipo de películas, aunque el destino termine siendo el mismo su recorrido se nos presenta como al menos algo peculiar en lo referente a su estructura. Damien Power consiente que con los arquetipos propios de la historia puede que no sean suficientes para llamar la atención del espectador tira de una narración partida en dos, el presente y el flash-back, futuras y pasadas victimas que terminan confluyendo en el clímax final, en este sentido Killing Ground es modesta en sus propósitos pero extremadamente efectiva en lo referente a sus propósitos, de echo la película no deja de ser un perfecto ejemplo de cómo esquivar continuos trompos muy característicos dentro del survival horror ya sea a un nivel narrativo de relato no lineal o con alguna solución ingeniosa en lo referente a lo que es su puesta en escena, especialmente en lo referente a un esmerado uso del travelling con steadycam.

Killing Ground pese a no trascender en ningún momento a partir de una premisa extremadamente básica y poco dada a la sutileza termina siendo un film más que correcto, un buen ejemplo de lo que tendría que ser un tipo de cine competente que nos llega vía VOD, labor está más que suficiente que ha servido al igual que a otros mucho directores provenientes de Australia como una inmejorable carta de presentación a Damien Power para poder dar el salto a producciones de mayor empaque, Killing Ground termina siendo más de lo mismo pero con el beneplácito de estar solventado de una manera eficaz

Valoración 0/5:2’5