“O Ornitólogo” review

Fernando decide enfrentarse a la naturaleza contaminada de Tras-os-Montes en busca de cigüeñas negras, una especie en vías de extinción. Mientras observa a estos animales salvajes a bordo de su canoa, vuelca debido a los rápidos.

La sección Seven Chance del pasado festival de Sitges nos dio la oportunidad de poder ver el nuevo y extraordinario trabajo (posiblemente su película más ambiciosa y completa realizada hasta la fecha) del realizador portugués João Pedro Rodrigues, O Ornitólogo, premio al mejor director en el pasado Festival de Locarno, un film inspirado muy libremente en la vida de San Antonio de Padua (figura fundamental y muy omnipresente dentro de la sociedad y la cultura portuguesa), una de las propuestas autorales más brillantes, libres y radicales de las vistas el pasado año, todo ello expuesto bajo la apariencia de ser un atrevido catálogo de una clara naturaleza  contemplativa que intenta transitar a partes iguales entre lo inclasificable y lo fascinante a través de un viaje en donde la realidad y la espiritualidad mutan de forma algo insólita hacia un viaje de claros contornos iniciáticos.

João Pedro Rodrigues, figura destacada de la hornada del nuevo cine portugués cuya trayectoria hasta el momento nos remitía a un tipo de cine (muy especialmente visto en trabajos como El fantasma, Morir como un hombre, Odete o A Última Vez Que Vi Macau) cuyos retratos solían transitar principalmente a través de escenarios en donde el fatalismo y la desidia vital en lo referente a sus personajes y situaciones impregnaban casi por completo unos relatos en donde la naturaleza devenía claramente como algo desolador, en O Ornitólogo en parte cambia hacia un registro algo más luminoso en el doble sentido que puede tener la palabra como concepto de la parábola y la búsqueda de la trascendencia, aunque aquí volvemos a encontrarnos ante un personaje de características solitarias, vemos como en la primera parte del film este se ampara en la rutina en busca unos paralelismos narrativos que intentan determinar semejanzas entre nuestro protagonista principal y el santo Antonio de Padua especialmente visible en la película en esa ambivalente búsqueda solitaria de la espiritualidad, aquí representada bajo una excusa científica, a partir de un accidente fluvial somos testigos de una visión ya algo más diferente compuesta de claros contornos oníricos en donde por momentos vemos como la naturaleza y todo lo que la rodea se vuelve opresora. O Ornitólogo a ese tipo de cine que amparándose en una narrativa algo criptica termina estando impregnado de esa belleza y sencillez de la que se suelen fundamentar las fabulas, en este caso religiosas, vemos como el protagonista a partir del citado accidente de canoa se adentra hacia unos contornos de civilización que se irán paulatinamente desdibujando de lo que solemos entender como un contorno normal, ira encontrandose con la presencia de una serie de personajes a cual más extraños, todos ellos visiblemente entregados a un comportamiento plenamente selvático en donde tienen cabida desde peligrosos rituales paganos, animales sagrados, turistas chinas haciendo el Camino de Santiago de comportamiento sectario, fugaces placeres de tono homoerótico a orillas del rio y otros tipos de ambivalencias y seres de naturaleza mitológica que irán cuestionando poco a poco el propio sentido de la religiosidad y el sufrimiento de nuestro protagonista.

Un viaje iniciático el expuesto por parte de João Pedro Rodrigues (en donde podemos encontrar un claro parentesco tonal y temático al cine de Alain Guiraudie e incluso al de Apichatpong Weerasethakul ) que bascula principalmente a través de un tono claramente libérrimo en donde la parábola de los placeres terrenales aquí escenificados en un bosque y unos personajes que parece dar cabida a todo clase de permisividad posible para acabar desembocando la acción en una suerte de metamorfosis y posterior necesidad inherente de una imperiosa búsqueda de la espiritualidad a modo de renacimiento, un mosaico en definitiva el expuesto narrativamente en  O Ornitólogo que termina siendo tan extravagante como atrevido y que muy seguramente encuentre su mayor virtud en como lo lúdico y lo libertario nos es mostrado en base a una confusión y un surrealismo notablemente impregnados en el relato a través de un colorido, novedoso y rebosante imaginario fantástico en donde el sentido del humor con que nos es contada la historia termina derivando al final en una lúcida reflexión acerca de nuestra propia identidad expuesta aquí a través de la exuberancia y la espiritualidad que otorga el relato al personaje.

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