TerrorMolins: “Darling”/ “The Eyes of my Mother”/ “K-Shop”

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Darling

Carter es una solitaria joven que es contratada como cuidadora de una antigua y misteriosa mansión en Manhattan. Pasa la inmensa mayoría de sus horas en soledad y desde ese momento seremos testigos de su descenso al infierno de la locura.

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Mickey Keating en poco más de tres años se ha establecido como un cineasta bastante afín y activo en lo referente al género de terror actual, no solo en lo relativo a su vertiente como director sino también en la de guionista e incluso en la de productor de sus propios trabajos, si sus anteriores Ritual y Pod no dejaban de ser leves esbozos de naturaleza poco convincente en lo concerniente a sus postulados, en Darling da un ligero golpe de timón en estilo y temática y nos ofrece un thriller psicológico con elementos de terror con la premisa del aislamiento expuesto tanto a nivel psíquico como físico, algo que la direcciona inequívocamente y de manera poco disimulada a films referencia en dichas líderes como pueden llegar a ser el Repulsión de Roman Polanski o el The Shining de Stranley Kubrick, todo ello barnizado con un estilo de características algo arty y marcado tono alucinatorio, de connotaciones casi experimentales, su fotografía en blanco y negro y un ligero trazo críptico en lo concerniente a su narración así lo atestigua. El riesgo formal asumido por Mickey Keating en Darling es indudable aunque esto no siempre es garantía de éxito, podríamos aseverar sin riego a equivocarnos que nos encontramos ante un producto en donde prima más los que son sus loables y valientes intenciones que lo que termina siendo su resultado final.

darling-terrormolins-2016-posterUno de los mayores problemas a la hora de enfrentarnos a un film de las características de Darling reside en su muy endeble guion, no hay una narración argumental valida en lo referente a su desarrollo, estamos ante esa clase de productos en donde cualquier excusa vale para un propósito final, en este caso dado tanto por su inverosimilitud en lo concerniente a varios aspectos de su historia (realmente hay una necesidad real de una cuidadora en la casa) como por la poca profundidad en lo referente a su historia y personajes, tampoco la ambivalencia que quiere dotar Mickey Keating al conjunto llega a ser de un nivel satisfactorio, para crear o sugerir una duda (en este caso lo referente a si realmente la protagonista llega a estar desequilibrada por ella misma o por causa de la casa) se requiere de una consistencia evolutiva por parte del personaje principal (uno de los puntos positivos de Darling es la esforzada interpretación de Lauren Ashley Carter, rostro muy reconocible dentro del género actual) algo que no ocurre principalmente por el tono casi episódico que llega a emplear Mickey Keating a la historia, un irregular lienzo estilístico en donde se llega a abusar en algo del fotograma abrupto como mero vehículo gratuito a la hora de intentar perturbar al espectador.

Darling termina convirtiéndose de una manera clara en un producto fallido por su no posicionamiento estructural, aun así tiene la ligera virtud de pertenecer a esa clase de películas de muy bajo presupuesto que se apartan del consabido trazo convencional genérico en lo referente a lo que son sus propuestas, films como I Am a Ghost o The House on Pine Street (bastantes más superiores al film de nos ocupa) nos recuerdan que aún existen  sendas a explorar dentro del género de terror, del talento de su director depende que el riego final asumido sea reconocido para bien, Mickey Keating y su Darling de una forma evidente se queda a medio camino, aun así estamos ante un director inquieto y de naturaleza evolutiva, la relativa buena acogida de su último film en los pasado festivales de Sundance y Sitges de Carnage Park (un nuevo cambio de registro) parece confirmar un nuevo paso adelante por parte de un autor que no convendría perder de vista en un futuro.

Valoración 0/5:2’5

 

The Eyes of my Mother

Un forastero llega a una apacible granja. Ahí viven Francisca y su madre, una cirujana de origen portugués que enseña a su hija los secretos de la anatomía. La inesperada visita terminará en tragedia y traumatizará, a la par que despertará la curiosidad, de la pequeña Francisca.

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El director neoyorkino Nicolas Pesce presento en MolinsTerror una de las películas más esperadas después de las buenas sensaciones y criticas de las que venía precedida tras su premiere en el pasado festival de Sundance y poder verse hace bien poco en Sitges, la estilizada The Eyes of my Mother nos ofrece una particular y muy estimulante visión de horror gótico a través de una mirada autoral tan fascinante como atípica.

theeyesofmotherRodada en portugués e inglés y provista de una imponente fotografía en blanco y negro The Eyes of My Mother transita básicamente a través de una pesadilla de contornos minimalistas, su apuesta es tan clara en este sentido que puede jugarle alguna que otra mala pasada como por ejemplo ejercer una cierta sensación de estar más ante un cuidado mediometraje que voluntariamente obvia el profundizar en lo referente de los personajes secundarios, sin embargo la opera prima de Nicolas Pesce (27 años) no llega a desperdiciar ni una sola de sus imágenes, cuidando al máximo todas sus costuras, una pequeña y cuidada pieza de orfebrería de síntesis genérica muy ambivalente, su supuesta catalogación podría ser la de una piece arty de horror de tono malsano, de hecho la historia que nos es contada no es nueva, si lo es en la manera que lo hace, a raíz de un hecho traumático la pequeña Francisca queda marcada en lo psicológico, a partir de ese momento su dañado imaginario anidara a través de una locura de la que ella no parece ser plenamente consciente. The Eyes of my Mother es una de las propuestas más interesantes del presente curso, una apuesta atípica que basa su principal potencial en que su incuestionable buen gusto a un nivel estrictamente técnico y audiovisual no entra en ningún momento en conflicto en lo concerniente al tono retorcido y enfermizo que nos llega a exponer.

Valoración 0/5: 4

 

K-Shop

Salah regenta una tienda de kebabs junto a su padre, en medio de una transitada calle donde por las noches se reúnen los jóvenes para beber. El padre de Salah se verá envuelto en un fatídico accidente y él solo deberá a tirar hacia adelante con el negocio. Noche tras noche deberá aguantar un desfile de xenófobos, borrachos y especímenes de lo más variopintos, finalmente Salah deberá decidir si poner fin a esta situación o aguantar todo tipo de vejaciones.

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img_9300La 35 edición del festival de cine de terror de Molins de Rei volvió a proyectar una ópera prima (un denominador común bastante frecuente en el certamen que hay que agradecer) dentro de su sección oficial, K-Shop puesta de largo en la dirección del británico Dan Pringle nos sitúa dentro del subgénero de justicieros con un claro trasfondo de crítica social partiendo como detonante esa Inglaterra de clase moral baja en donde todo tipo de borrachos, racistas y celebridades surgidos de los reality televisivos parecen erigirse como un nuevo status dentro de la actual sociedad. En K-Shop, una especie de versión british del Falling Down de Joel Schumacher con claras reminiscencias al imaginario de Sweeney Todd, hay poco lugar para la ironía o el humor negro a modo de comedia de horror (una lástima, esa tienda de kebabs que de alguna manera absorbe ese extracto de la sociedad para devolverlo en forma de comida podría haber funcionado bien en lo referente a tal concepto), posiblemente Dan Pringle se tome demasiado en serio el discurso moral de una película en donde sus dos horas de duración resultan algo largas, un déficit este especialmente visible en lo referente a varias sub tramas que son expuestas pero ni siquiera desarrolladas, también hay un abuso y reiteración de escenas documentales en donde vemos el desvarió moral que acontece en las calles de la urbe. Aun así K-Shop parte de una premisa al menos interesante, intenta esgrimir apuntes curiosos (esa referencia a  Henry Kissinger, o ese retrato de indefensión del inmigrante dentro de una sociedad que lo rechaza), lástima que finalmente solo sean ligeros retazos expuestos en un film al que le cuesta sobre manera encontrar un timing adecuado tanto en lo referente a su narrativa como a la hora de plasmar un discurso.

Valoración 0/5: 2