The Keep (El torreón) Retro

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Durante la segunda Mundial, un destacamento del ejército alemán se defiende de las tropas aliadas en un paraje montañoso en Rumanía. Allí se acuartelan en una misteriosa fortificación romana, ignorando las advertencias de los lugareños, que refieren que en su interior mora algo terrible. .

A principios de los ochenta un joven Michael Mann apuntaba alto en la industria hollywoodiense después de los buenos resultados en taquilla de la que había sido su última película hasta esa fecha “Ladrón” (Thief 1981), este decidió que su siguiente proyecto fuera la adaptación de la novela “The Keep” escrita por F.Paul Wilson, la trama argumental seria un cóctel nada usual en términos genéricos por aquellas fechas, una historia de fantasmas ambientada en plena segunda guerra mundial, ahí es nada, al final Mann tendría que esperar algunos años más para que fuera reconocido como uno de los directores estadounidenses más influyentes del cine moderno, “The Keep” fue en su día  un sonoro fracaso crítico y comercial, es ahora treinta años después cuando la película es considerada por algunos como de culto, yo personalmente no apuntaría tan alto, eso sí, el film tiene suficientes atributos como para ser considerada y reconocida en base a un nivel bastante más elevado con respecto al que tuvo tiempo atrás.

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Quién piensa en “The Keep” como una película de encargo o una simple serie B se equivoca, el proyecto era ambicioso, tanto a nivel económico (estaba Paramount detrás con seis millones de dólares) como artístico, fijaros en el reparto y el buen tino de Mann con el casting, Jürgen Prochnow, Ian McKellen, Gabriel Byrne o Scott Glenn, todos ellos por aquel entonces no muy conocidos,  Michael Mann no quería hacer una film de terror al uso, en cierta manera quería innovar, dejar su imprenta, hacer algo reconocible como suyo, a nivel visual se nota, algo tan característico en el como es la utilización que le da a la cámara lenta o la originalidad en los encuadres, digamos que visualmente la película es una delicia, diseño de producción y fotografía brillan sobremanera, para el diseño de la criatura se cuenta con los servicios de nada menos que Enki Bilal, de igual manera recurre con ese espíritu transgresor a la música de Tangerine Dream para la banda sonora, decisión está de lo más equivocada, la partitura chirría sobremanera por inadecuada.

A la hora de explicar los motivos que la llevaron al fracaso se me ocurren dos  imperativos bastantes notorios a mi modo de ver, primero “The Keep” no asusta, de hecho no creo ni que sea una película de terror, Mann opta por un estilo onírico a medio camino entre el sueño y la pesadilla algo que igual confundió a el público por aquel entonces, y segundo la Paramount dejó de financiar con  más dinero el film a medio rodaje, eso se nota en demasía en la película, dejando en el aire situaciones y personajes de forma evidente y en algunos casos hasta de manera sonrojante (al parecer la idea inicial de Mann era hacer una versión de tres horas de duración).

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Al final “The Keep” queda como una auténtica rareza fílmica con un sinfín de ideas y manierismos de lo más sugerentes, pero con un inequívoco regusto a algo inacabado y no bien construido, una ideas que a modo de germen con el tiempo hemos visto ser fuente de influencias en otras obras en base a curiosas referencias que más tarde veríamos expuesta en la televisiva “Lost” por poner un ejemplo de lo más curioso, esa dualidad entre el bien y el mal, oscuridad y luz, todo ello expuesto de manera pragmática, seres todopoderosos que forman dichos bandos o la manipulación que someten estos a los humanos en base a sus propios beneficios.

Ahora que este mismo año esta anunciado un documental que analiza el rodaje de el film de Mann con material original inédito así como entrevistas a los responsables de la película no estaría de  más que la Paramount se decidiera a sacar el film en DVD y blu-ray (sólo editada en su día en VHS y láser disc), pese a todas sus imperfecciones este fabulario de imágenes sugerentes perpetrado por Michael Mann bien lo vale.