“Toni Erdmann” review

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Ines trabaja en una importante empresa alemana con sede en Bucarest. Tiene una vida perfectamente ordenada hasta que Winfried, su padre, llega de improviso y le hace una pregunta inesperada: “¿Eres feliz?”. Incapaz de contestarle, su existencia se ve conmocionada por la presencia de ese padre del que se avergüenza un poco, pero que le va a ayudar a dar nuevamente sentido a su vida gracias a un personaje imaginario: el divertido Toni Erdmann.

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Toni Erdmann, flamante premio Fipresci de la crítica de este año y tercer largometraje a cargo de la directora y guionista alemana Maren Ade inauguró la sección Perlas de la presente edición del festival de San Sebastián, en lo que es su tercer largometraje tras su anterior y muy estimulante Everyone Else, Maren Ade nos presenta con Toni Erdmann una muy peculiar y algo atípica comedia de claro tono amargo en donde predomina más la forma que el fondo de todo lo que se nos quiere contar, anunciado como uno de los films del año tras su triunfal paso por el pasado festival de Cannes, Toni Erdmann tiene la principal virtud de alejarse de ese ensamblaje de contornos naif y naturaleza complaciente que suele presidir el enunciado en muchas películas de temática parecida, un padre que intenta demostrar a su hija, de férrea moral y alienada emocionalmente, mediante un comportamiento entre lo excéntrico y burlesco que la vida no es solamente el trabajo como vehículo a la hora de un posicionamiento de estatus social, Maren Ade nos regala una atípica fabula acerca de la liberación emocional padre-hija o viceversa con lo excéntrico e incómodo como vehículo a la hora de liquidar las distancias emotivas.

toni-erdmann-premio-fipresci-del-festival-futuro-clasico-o-la-pelicula-mas-sobrevalorada-del-ano_landscapePosiblemente la mayor virtud del que hace gala Maren Ade en Toni Erdmann sea su atípica forma a la hora de aplicar una rara sutileza en como contarnos una historia de relación de dos personajes que pertenecen a mundos completamente opuestos, de hecho sin esas pinceladas de ese supuesto filtro cómico de naturaleza excéntrica estaríamos seguramente ante un drama existencialista de tono desgarrador, muy visible en lo referente a su exposición final, pues al final de cuentas no asistimos a una transformación como tal del personaje principal a consecuencia de la intromisión emocional de un elemento disuasorio, algo que en cierta manera dota a la película de una curiosa particularidad muy de agradecer, sino más bien nos terminamos encontrando ante una reflexión o mirada e incluso si se quiere a una suerte de liberación momentánea  acerca de un posicionamiento emocional y social dentro de un escenario en concreto,  pero también hay otras variadas sendas narrativas por las que intenta transitar Toni Erdmann aunque posiblemente no tan bien resueltas como la anteriormente citada, podemos encontrar por ejemplo un marcado componente de crítica social (elite empresarial desembarcando en un país de recursos limitados) y de genero ( en este caso un muy palpable y creciente machismo dentro de un ámbito laboral moderno y extremadamente competitivo).

toni_erdmann-film-3Toni Erdmann termina reflexionando de manera acertada en como la sociedad actual puede llegar a crear insatisfacciones de difícil solución, su pulcro final completamente alejado del concepto de la comedia dramática de tono amable así lo indica, a este respecto convendría aclarar la inscripción genérica del film pues quien vaya al cine con la predisposición de ver una comedia como tal se puede llevar una ligera decepción, por otra parte sus 162 minutos de duración por increíble que puedan llegar a parecer no llegan a cansar, también en parte por la ceñida labor de sus dos intérpretes principales Peter Simonischek y Sandra Hüller (actriz que ya dio muestras de su talento interpretativo en la demoledora Réquiem de Hans-Christian Schmid), aunque también convendría el aclarar que pese a que esa excesiva duración de la sensación de no llegar a agotar en ningún momento esto no quiere decir que uno tenga la impresión de estar ante un cierto desaprovechamiento de situaciones y personajes secundarios que son expuestos pero no desarrollados convenientemente, de forma evidente hay un conflicto en lo relativo a ese excesivo alargamiento narrativo y el tono en el que supuestamente se sustenta el film especialmente visible en una parte central en donde posiblemente el aligerar metraje le hubiera dotado al conjunto de una mayor homogeneidad narrativa, para el recuerdo dos escenas hilarantes de muy difícil olvido, una curiosa e inesperada interpretación del Greatest Love of All de Whitney Houston a cargo de la protagonista y sobre todo una de las escenas cómica más peculiares del año, una impagable y divertida escena de un cumpleaños celebrada entre desnudos y Kukeris búlgaros.

Valoración 0/5: 3’5

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