George A. Romero, el padre del zombie moderno fallece a los 77 años de edad

Hace bien poco hablábamos de la posibilidad de que se hiciera realidad el proyecto George A. Romero Presents: Road of the Dead, film en donde el mítico director ejercía de productor y guionista, lamentablemente este pasado domingo fallecía en Toronto víctima de un cáncer de pulmón George A. Romero a la edad de 77 años. Chris Roe el que era su actual agente emitía el siguiente y emotivo mensaje:

El legendario director de cine George A. Romero ha fallecido este domingo 16 escuchando la banda sonora de The Quiet Man, una de sus películas favoritas de todos los tiempos, junto a su esposa Suzanne Desrocher Romero y su hija Tina Romero a su lado. Falleció tranquilo mientras dormía, tras una breve pero agresiva lucha contra un cáncer de pulmón, dejando atrás a una maravillosa familia, muchos amigos y un extenso legado cinematográfico que perdura y lo seguirá haciendo con el paso del tiempo.

Resumir en estas pocas líneas la carrera de George A. Romero, el considerado padre del zombie moderno seria  poco menos que infructuoso, destacar por encima de todo que su trayectoria estuvo marcada por la saga de los muertos vivientes,  fue lo que se le dio mejor con diferencia, cuatro películas esenciales como fueron Night of the Living Dead, Dawn of the Dead, Day of the Dead y Land of the Dead mas dos algo menores como Diary of the Dead y Survival of the Dead, a través de ellas integro lo que conocemos como la narrativa moderna al gore más descarnado, a un inusual hasta la fecha tratamiento político y social en el cine de terror e incluso una trasgresión estética poco vista por aquel entoces, se han hecho muchísimas películas de zombies pero ninguna como las que rodo Romero. Fuera de la saga de los muertos vivientes destacaron trabajos tan defendibles como Martin, Creepshow o Monkey Shines. Para más información dentro de este portal aquí tenéis un enlace de un artículo publicado hace un tiempo acerca de su imprescindible sextologia zombie.

No soy una persona muy dada a explicar anécdotas particulares a través de este medio, pero creo que un personaje como George A. Romero, que marco mi infancia y adolescencia de una forma tan importante bien merece un muy pequeño apunte personal. En el año 2007 el director norteamericano visito el Festiva de Sitges para presentar su  Diary of the Dead, el certamen aprovecho la ocasión para otorgarle un incuestionable Gran Premio Honorifico del festival, no era la primera vez que Romero pisaba Sitges, antes lo hizo en el lejano 1985 para promocionar Day of the Dead, fueron visitas bien diferentes, la merecida veneración con que se le esperaba en 2007 poco tenía que ver con su algo desapercibida presencia en 1985. No soy una persona muy dada a abordar a famosos o profesionales relacionados con el cine, el pedir un selfie o un autógrafo no forma parte de mi personalidad, no hay nada que me produzca tan malas sensaciones que tener la percepción de estar molestando a alguien a quien admiras, evidentemente siempre hay uno o dos nombres por quien uno está dispuesto a romper dicha norma, y Romero era una de ellas. Aquel año sin tener previsto hacerle ningún seguimiento especial tuve la determinación de que si me lo encontraba lo abordaría, y así fue, casi sin forzarlo, en el sempiterno camino del Auditori al pueblo hay un término medio, el cementerio de la localidad, fue allí por increíble que parezca donde le vi junto a su acompañante haciendo fotos a los lujosos panteones que se encuentran dentro del recinto, no había mucha gente a su alrededor por lo que vi como una ocasión única para poder acercarme a él, todo fue muy rápido, yo mismo no quería alargarlo, Romero todo cordialidad y con un considerable gripazo a cuestas no tuvo ningún inconveniente en atenderme, fueron 4 o 5 minutos de conversación más foto posterior, para mi suficientes, básicamente hablamos de Day of the Dead, de que si había alguna posibilidad de poder acceder al guion original que no pudo, que no le dejaron rodar, el todo amabilidad no tuvo ningún inconveniente en indicarme los medios para poder echarle una ojeada. Evidentemente muchos consideraran esta anécdota  como muy minia, os aseguro que para un servidor no lo fue en absoluto.

George A. Romero (1940–2017). R.I.P.