Béla Tarr visitará España para presentar un ciclo dedicado a su filmografía

El prestigioso cineasta húngaro, recientemente reconocido con el galardón honorífico de la Academia de Cine Europeo, introducirá las proyecciones de algunas de sus películas más conocidas: «Sátántangó» (1994), «El Caballo de Turín» (2011) o «El hombre de Londres» (2007), también disponibles en Filmin.
Filmin, la Filmoteca de Catalunya, l’Acadèmia del Cinema Català, la Escuela de Cine de Barcelona (ECIB) y Zumzeig rendirán un gran homenaje al cineasta húngaro Béla Tarr (1955), considerado uno de los directores más influyentes y visionarios del cine contemporáneo, el próximo mes de enero de 2024. El prestigioso realizador visitará España para presentar varias de las proyecciones programadas en la Filmoteca catalana y en Zumzeig (Barcelona), entre las cuales destacan «El Caballo de Turín» (2011), «Armonías de Werckmeister» (2000) o «Sátántangó» (1994), su monumental obra de culto de 450 minutos que adapta la novela de László Krasznahorkai y que está considerada como una de las mejores películas de la historia del cine.

Tarr, cuya última película fue «El Caballo de Turín» –Gran Premio del Jurado en el Festival de Berlín–, ha recibido este año el galardón honorífico concedido por la Academia del Cine Europeo, quienes destacan sus cualidades de director «legendario» y «excepcional«, así como la trascendencia de su cinematografía: «aclamada por espectadores a nivel internacional».

El cineasta también ofrecerá una rueda de prensa en la Filmoteca de Catalunya (9 de enero, 10.30h), dos clases magistrales para los alumnos de la ECIB y participará en un encuentro con los guionistas de la Residència de Guions de l’Acadèmia de Cinema Català. La visita de Tarr a España ha sido promovida por el cineasta Manel Raga, quien fue su alumno en la film.factory de Sarajevo.

Además de las sesiones que programarán la Filmoteca de Catalunya y Zumzeig, la plataforma Filmin ofrece un ciclo exclusivo que incluye las películas «Nido familiar» (1979), «The Outsider» (1981), «La Condena» (1988), «Sátántangó» (1994), «Armonías de Werckmeister» (2000), «El hombre de Londres» (2007) y «El Caballo de Turín» (2011).

Las proyecciones del ciclo programadas son las siguientes:
Martes 9 de enero, 20.00: Armonías de Werckmeister (Filmoteca)*
Miércoles 10 de enero, 19.00: Nido familiar (Zumzeig)*
Jueves 11 de enero, 20.00: El Caballo de Turín (Filmoteca)*
Viernes 12 de enero, 19.00: El intruso (Zumzeig)*
Sábado 13 de enero, 19.00: La condena (Zumzeig)*
Domingo 14 de enero, 16.00: Sátántangó (Filmoteca)
Miércoles 17 de enero, 21.00: Gente prefabricada (Filmoteca)
Viernes 19 de enero, 20.00: Almanaque de otoño (Filmoteca)
Sábado 20 de enero, 20.00: Armonías de Werckmeister (Filmoteca)
Miércoles 24 de enero, 20.00: Almanaque de otoño (Filmoteca)
Domingo 28 de enero, 18.00: Gente prefabricada (Filmoteca)
Miércoles 31 de enero, 20.00: El hombre de Londres (Filmoteca)

*Con presentación a cargo de Béla Tarr

Amor, mentiras y sangre, primer tráiler para «Love Lies Bleeding» de Rose Glass

Tras debutar hace tres años con Saint Maud, exploración psicológica de un alma atormentada colindante al fantástico, la realizadora Rose Glass se adentra en su segundo trabajo tras las cámaras en el thriller con Love Lies Bleeding, película cuyo primer tráiler vía A24 acaba de ver la luz y podéis ver a final de página junto a su póster oficial. El film, que tendrá su premiere mundial en la próxima edición del Festival de Sundance que se celebra entre los días 18 y 28 de enero, se estrenará comercialmente en Estados Unidos el 8 de marzo de 2024.
En Love Lies Bleeding vemos la relación que establece Lou, la solitaria directora de un gimnasio, con Jackie, una ambiciosa culturista que se dirige a Las Vegas en busca de su sueño. Su relación sentimental se verá enturbiada por la llama de la violencia, arrastrándolas al seno de la familia criminal de Lou.
La película, con guion a cargo de la propia Rose Glass junto a Weronika Tofilska, está protagonizada por Kristen Stewart, Katy O’Brian, Jena Malone, Anna Baryshnikov, Dave Franco, Ed Harris, Yvette Fazio-Delaney, Jerry G. Angelo y David DeLao.

David Cronenberg: transhumanismo e identidad

Como artista, tu responsabilidad consiste en permitirte total libertad. Esa es tu función, para eso estás ahí. La sociedad y el arte no pueden convivir en armonía; siempre ha sido así. Si el arte es la antirrepresión, está claro que arte y sociedad no están pensados el uno para la otra”.
David Cronenberg
¿Es posible mejorar el cuerpo humano para acelerar la evolución? ¿Qué tanto puede crear la humanidad para buscar la perfección? ¿Por qué y cómo surge ese sueño de Frankenstein para trascender? ¿Cuál es el potencial de la biotecnología para consolidar el transhumanismo? ¿Cuáles son los límites bioéticos y jurídicos para una filosofía de la ciencia en tal sentido?
Nadie en la historia del cine ha logrado hallar esa mixtura entre ciencia, filosofía y arte para reflejar la complejidad humana desde su incomodidad corporal y mental como David Cronenberg lo ha hecho en su amplia y multivariada filmografía. La revisión de su obra implica cambiar perspectivas, desafiar modelos tradicionales, cuestionar ideologías y subvertir la realidad. El presente trabajo es un viaje a los entresijos del body horror, la Nueva Carne, la identidad humana y la responsabilidad social, desde los imaginarios de la ciencia ficción, tamizados por un enfoque bioético, para comprender los desafíos filosóficos y jurídicos que afrontamos como especie en esa incesante búsqueda de trascendencia.
Autor: César Oliveros Aya, Editorial: Sindéresis, Páginas: 266

El western contemporáneo, Marguerite Duras y Cine y Ciencia inauguran el cine de Tabakalera de 2024

La oferta de 2024 incidirá en impulsar el nuevo talento joven a través de la programación de la pantalla compartida.
El bono de cine y las entradas para las proyecciones estarán disponibles a partir del 15 de diciembre en la web y en el Punto de Información de Tabakalera.
Tabakalera presenta la nueva temporada de cine 2024, que dará comienzo el 11 de enero, de la mano de la propuesta elaborada por las entidades que programan en la pantalla compartida de Tabakalera: Donostia Kultura, Festival de San Sebastián, Filmoteca Vasca, Elías Querejeta Zine Eskola y Tabakalera.
Uno de los principales objetivos del programa de 2024 es atraer nuevos públicos a la sala de cine del Centro Internacional de Cultura Contemporánea. Para ello, se han diseñado propuestas de programación específicas que han contado con la participación de UPV/EHU y EQZE, entre otros.
Grupo de programación UPV/EHU
A partir del 25 de enero, jueves,y  hasta junio un grupo de estudiantes de la UPV/EHU programará la sala de cine de Tabakalera una vez al mes. El hilo conductor del ciclo será la banda sonora de las películas y la primera que han elegido es Blade Runner de Ridley Scott (1982). El objetivo de abrir la pantalla al gusto de los estudiantes de la UPV/EHU es generar nuevos públicos para la sala de cine.
Por otro lado, el grupo de estudiantes de la especialidad de Comisariado del Curso 2023-2024 de EQZE está trabajando de forma colectiva en la definición de un programa público de cine que se concentrará en la semana que comienza el 8 de abril. Este programa, organizado junto con Tabakalera, será el resultado de un trabajo de reflexión y debate en torno a la curadoría cinematográfica y la programación de cine.
Asimismo, la pantalla de cine de Tabakalera servirá para promover y poner en relación con el público de la sala el talento audiovisual que llega al centro a través de sus diversos programas de residencias y de convocatorias, promovidas por las entidades que conforman la pantalla compartida, y que ha ido articulando progresivamente un sistema de apoyo a la creación, con iniciativas como NEST, Noka e Ikusmira Berriak.

Nosferatu: Western USA contemporáneo
El próximo 17 de enero comenzará el  ciclo Nosferatu, Western USA contemporáneo 1962-2021, con la proyección de Duelo en la Alta Sierra (Ride the High Country, 1962), dirigida por Sam Peckinpah. El ciclo, organizado por Donostia Kultura y la Filmoteca Vasca, con la colaboración de Tabakalera y el Institut Valencià de Cultura – Filmoteca de la Generalitat Valenciana, se desarrollará entre enero y diciembre de 2024.
El ciclo atraviesa seis décadas de westerns crepusculares, dirty westerns con influencias europeas, la aproximación de los cineastas de la “generación de la violencia” (Richard Brooks, Don Siegel) o el “nuevo Hollywood” (Robert Altman, Michael Cimino), los diferentes intentos por revitalizar el género en las décadas de los 80 –Silverado (Lawrence Kasdan, 1985)– y 90 –Bailando con lobos (Dances with Wolves; Kevin Costner, 1990)–, el impulso que supuso el gran éxito crítico y comercial de Sin perdón (Unforgiven; Clint Eastwood, 1992)… hasta los trabajos más recientes de Kelly Reichardt –First Cow (2019)– o Jane Campion –El poder del perro (The Power of the Dog, 2021)–.
En el primer trimestre del año se han programado filmes dirigidos por cineastas como John Ford, Henry Hathaway, Richard Mulligan, John Sturges, Richard Brooks o Sam Peckinpah por partida doble con las fundamentales Duelo en la Alta Sierra y Grupo salvaje.
El ciclo se acompañará de la edición de dos libros, uno en castellano y otro en euskera. El primero, Western USA 1962-1992, nº 20, de la Colección Nosferatu, ha sido coordinado por Carlos Aguilar y Pablo Fernández, y se publicará a principios de año. El segundo, coordinado por Iñigo Marzabal, nº 12 de la Nosferatu Bilduma, se editará a finales de 2024.

Séptima edición de Cine y ciencia
La Filmoteca Vasca comenzará el año con la séptima edición del ciclo Cine y ciencia, que organiza en colaboración con el DIPC (Donostia International Physics Center) y el Festival de San Sebastián. Esta edición comenzará con la proyección de Oppenheimer (Christopher Nolan, 2023). La cita tendrá lugar el 11 de enero (jueves) y contará con la presentación del físico y presidente del DIPC, Pedro Miguel Etxenike, un gran conocedor de la figura de Robert Oppenheimer. La charla comenzará a las 18:00, mientras que la proyección será a las 19:00.
Un ciclo que se sirve de la universalidad del lenguaje cinematográfico para mostrar la profundidad del pensamiento científico; y cuyo objetivo sigue siendo la transmisión de cultura cinematográfica y científica. Las diez películas que conformarán el ciclo serán anunciadas a principios de enero.
En primavera tendrá lugar el ciclo Klasikoak, que rescatará obras maestras de la historia del cine; y en julio, la séptima edición de Jazzinema. El 2024 finalizará con Cineastas Vascas IV, un encuentro para poner de relieve el trabajo de las realizadoras vascas.

Marguerite Duras y Bas Devos
Tabakalera se ha caracterizado desde sus inicios por impulsar el cruce entre distintas disciplinas creativas. Hace varios años dio comienzo el primer ciclo de estas características Banda Sonora Original, en el que son protagonistas la música y el cine. A partir de enero comenzará un nuevo cruce, cine y literatura que se centrará en la figura de la escritora y cineasta Marguerite Duras. El ciclo se compondrá de una sesión de cine mensual relacionada con la escritora y cineasta, junto con una presentación a cargo de un escritor o escritora. Miren Agur Meabe será la primera invitada del ciclo, que ofrecerá el día 12 de enero de 2024 una sesión sobre la película Le Camion, de 1977.
Otra de las características de la programación de cine de la pantalla compartida de Tabakalera es la de ofrecer espacio al cine contemporáneo que se presenta en el circuito de festivales internacionales. Por ello,  desde el 13 de enero al 24 de febrero se ofrecerá toda la filmografía del director y guionista belga Bas Devos. Sus primeros dos largometrajes, Violet y Hellhole, se estrenaron en la Berlinale. Su tercera película, Ghost Tropic, se proyectó como película de clausura en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes de 2019. Su último largometraje, Here ganó la sección Encounters de la Berlinale y estuvo en la sección Zabaltegi-Tabakalera del último festival de San Sebastián.
Además, Tabakalera continuará promoviendo el acercamiento entre cineastas y público, y lo hará gracias a proyectos como Cine hablado, que propone un espacio de encuentro para que directores/as charlen en la sala de cine sobre el proceso de creación de sus películas. El ciclo contará con Fermin Muguruza el próximo domingo, 17 de diciembre,  con la proyección de Bidasoa 2018-2023 y continuará en 2024 con Jaione Camborda, Isabel Herguera, Ion de Sosa, Celia Rico y Alberto Martín Menacho, entre otros.
Por último, se sucederán nuevas ediciones de cine familiar con Kameleoiak Gara! y el ciclo de Cine contemporáneo.

Sostenibilidad, el cortometraje, Artxiboa y Premios Donostia: cuarto año de “Zinemaldia + Plus”
Por cuarto año consecutivo, el Festival de San Sebastián programará en la pantalla compartida a través del ciclo Zinemaldia + Plus, un foco anual vinculado a los programas y contenidos de Z365, el Festival de todo el año del Festival de San Sebastián. El 10 de febrero habrá una sesión relacionada con el proyecto de sostenibilidad, organizada en colaboración con el European Climate Foundation, que reflexionará sobre las narrativas alternativas relacionadas con el cambio climático. La sesión del 6 de abril estará ligada al cortometraje, mientras que el 15 de junio se dedicará a Artxiboa y en particular a la presentación de algunas de las investigaciones resultado de la primera edición de las becas José Ángel Herrero-Velarde. Por último, en septiembre, tendrán lugar las tradicionales proyecciones conectadas a la filmografía de los Premios Donostia de la edición.

Bono de cine 2024 y venta de entradas
El bono de cine de Tabakalera se renueva por otro año, y ofrecerá a las personas usuarias la entrada por 120€ a 40 películas de entre todas las programadas por las instituciones socias de la pantalla compartida a lo largo de 2024: Donostia Kultura, Filmoteca Vasca, Elías Querejeta Zine-Eskola, Festival de San Sebastián y Tabakalera, a excepción de las películas programadas durante el Festival de San Sebastián 2024.
Un año más, la compra del bono incluye una de las dos publicaciones de la Colección Nosferatu: Polar frantziarra o Western USA 1962-1992.
El bono se podrá adquirir a partir del 15 de diciembre de 2023 a las 12:00 del mediodía, hasta el 31 de enero de 2024 a las 12:00, tanto en la web de Tabakalera como en el Punto de Información del centro. También se abrirá en esa misma fecha y hora y en los mismos espacios la venta de entradas ordinarias correspondientes a las proyecciones del mes de enero.
El consumo del bono podrá realizarse desde el 1 de enero de 2024 hasta el 31 de diciembre de 2024 (ambos incluídos), y todas las gestiones vinculadas al bono podrán realizarse tanto en la web de Tabakalera como en el Punto de Información del centro: comprar el bono, enviarlo como regalo a otra persona, adquirir entradas para películas con el descuento del bono o consultar el saldo disponible.
Toda la información relacionada con el bono de cine 2024 y las proyecciones previstas para el mes de enero se podrán consultar en la web de Tabakalera.

 

Relaciones peligrosas, primer tráiler para «Miller’s Girl» de Jade Halley Bartlett

Acaba de ver la luz vía Lionsgate un primer tráiler, que podéis ver a final de página junto a su póster oficial, del thriller psicológico Miller’s Girl, debut en el largometraje de la realizadora Jade Halley Bartlett que explora las complejas relaciones que se establece entre un profesor y una estudiante. La película, que tendrá su premier mundial en el marco del festival de Palm Springs, se estrenará comercialmente en Estados Unidos el próximo 26 de enero de 2024.
En Miller’s Girl vemos como una escritora joven y talentosa inicia un viaje creativo cuando su profesor le asigna un proyecto que los sumerge a ambos en una trama cada vez más complicada. A medida que se confunden los límites y sus vidas se entrelazan, el profesor y su alumna deberán enfrentar sus propios miedos y deseos, mientras tratan de preservar sus objetivos personales y aquello que más desean.
La película, con guion a cargo del propia Jade Halley Bartlett, está protagonizada por Martin Freeman, Jenna Ortega, Gideon Adlon, Bashir Salahuddin, Dagmara Domińczyk y Christine Adams.

«Power Play», la última ganadora del Festival de Cannes de Series, llega a Filmin el 19 de diciembre

Esta ácida comedia política, creada por Johan Fasting («Home Ground»), narra la historia de Gro Harlem Brundtland, la primera mujer que llegó al poder en Noruega en los años 80.
Filmin estrena el próximo martes 19 de diciembre, en exclusiva en España, la serie noruega Power Play, creada por Johan Fasting («Home Ground») y dirigida por Yngvild Sve Flikke («Ninjababy»). Fue la ganadora del premio a la Mejor Serie en la última edición del Cannes International Series Festival, donde además se llevó el premio a la Mejor Música; y se presentó en España en la primera edición del  South International Series Festival de Cádiz.
«Power Play» es una ficción basada en hechos reales que narra, en tono de sátira política, la historia de Gro Harlem Brundtland, figura muy conocida en Noruega por ser la primera mujer proclamada Primera Ministra del país, cargo que ostentó hasta en tres legislaturas distintas. Con 35 años, esta doctora y madre de cuatro hijos entró en la esfera pública sin conocer las reglas del juego que imperan en los pasillos del poder. A pesar de ser contratada como un rostro femenino que sirviera de bálsamo para las reivindicaciones feministas, y de ser relegada a un ministerio de Medio Ambiente prácticamente simbólico, Bruntland mantuvo a salvo su carrera trabajando más que nadie. Llegó al cargo de Primera Ministra, pero no sin pagar un alto precio por ello. De la noche a la mañana perdió su popularidad y fue insultada y ridiculizada en las portadas de los medios de comunicación. Sus hijos sufrieron abuso en la escuela y el matrimonio con su marido, el político conservador Arne Olev, estuvo siempre en la cuerda floja.

La serie, rodada en 16 mm y con un gran diseño de producción, nos hace viajar hasta los años 70 con una estética definida por los productores como «una única y anárquica energía visual» que incluye rupturas abruptas de la cuarta pared y un grafismo que nos remite al mundo del cómic. El objetivo es que una serie ambientada en el pasado resulte fresca y pueda interesar a una audiencia joven y moderna.

En palabras de la productora Camilla Brusdal, «vivimos un momento decisivo. La solidaridad de posguerra es cosa del pasado y soplan los vientos del capitalismo. Esta serie es una panorámica que retrata cómo el juego político ha llevado a la socialdemocracia a la ruina y ha abierto la puerta a una nueva era política donde la democracia ya no reside en el pueblo, sino en una élite que se ha instalado en el poder«. Partiendo de esta premisa, «Power Play» recupera y reivindica la figura de Gro Harlem Brundtland, afirmando que hubo un antes y un después en Noruega tras su paso por el gobierno. «Actualmente, seis de cada diez personas con educación superior en Noruega son mujeres. El aborto es un derecho reconocido, los hombres cuentan con una baja de paternidad y tenemos un sistema público de guarderías gratuitas. Todo esto era impensable antes. ¿Cómo una mujer pudo cambiar una nación y toda la estructura social en tan poco tiempo? ¿Fue simplemente una mujer que llegó en el momento y el lugar adecuados?«, se pregunta Brusdal.

La actriz Kathrine Thorborg Johansen, vista en series como «Home Ground» o «El gran fondo», encabeza un reparto en el que también encontramos a Jan Gunnar Røise («Perni») y Anders Baasmo Christiansen («Exit»).

«Un silence» review

Astrid, esposa de un reputado abogado, lleva 25 años silenciada. El equilibrio de su familia se derrumba de repente cuando sus hijos empiezan a buscar justicia, al hacerse públicos algunos secretos personales que involucran a su marido.
Varios fueron los realizadores de una reconocida trayectoria dentro del circuito de festivales que estuvieron presentes este año en competición en el Zinemaldia, autorías que sin embargo llegaron a mostrar en bastantes ocasiones un tono difuso y distante con respecto a anteriores trabajos. En Un silence, el belga Joachim Lafosse parte de una premisa recurrente este año en el certamen, las trágicas consecuencias de la pedofilia en el seno de la institución familiar, ligado a otro tema bastante reiterativo dentro de la filmografía del responsable de Les chevaliers blancs, como es la descomposición de dicho núcleo, visto por ejemplo en películas como L’économie du couple o la más reciente Les intranquilles. Conceptos presentes también en Un silence, que parte argumentalmente de un mediático caso real ocurrido en Bélgica, donde una cosa lleva irremediablemente a la otra, haciendo acto de aparición el consiguiente dilema ético, que lo hace de una forma algo confusa, a través de un relato de estructura aleatoria por parte de un Lafosse que parece estar más pendiente del juego genérico de la ocultación de datos en la trama, se intenta narrar lo que no aparece en la pantalla, que de la sutileza inherente a su cine.
Obra algo menor, percibida como más obvia y esquemática de lo habitual en su cine, por parte de un realizador interesante, que siempre ha sabido manejar con soltura eficaces coordenadas que inciden en retratos psicológicos dirigidos en la mayoría de los casos a disputas de poder internas dentro de núcleos disfuncionales, aquí focalizados a través una tragedia familiar expuesta mediante silencios, en especial los correspondientes a esa gran actriz que es Emmanuelle Devos.

Valoración 0/5: 1’5

Crónica Festival de San Sebastián 2023 (III)

Miradas limítrofes: New Directors/Zabaltegi-Tabakalera/Horizontes Latinos
Dentro de las secciones periféricas del certamen, y como colofón a las crónicas del festival de San Sebastián 2023, nos detendremos de forma breve en algunas propuestas presentes en dichas parcelas. New Directors volvió a evidenciar una marcada crisis de identidad respecto a pasadas ediciones, a la hora de ofrecer una mirada que parecía estar más centrada en lo concerniente a contenidos y cuotas que en autorías. Solo así se entiende la presencia de una cinta de las características de Last Shadow at First Light, primer largometraje de Nicole Midori Woodford, en donde vemos a una joven que se embarca en un viaje de Singapur a Japón en busca de su madre desaparecida como consecuencia de un tsunami. Supuesto ejercicio de índole fantasmagórica y onírica, que orbita bajo el concepto de la presencia-ausencia y la memoria adyacente a ella; Relato que intenta abarcar un ideario demasiado amplio, materializándose en una especie de esbozo, transitado ya en demasiadas ocasiones, plagado de silencios y contención gestual y que termina siendo voluntarioso en su cometido de indagar a cerca de una idea de connotaciones fantásticas con relación a presencias que mediante la sugestión resultan tangibles, pero insuficiente a la hora de transmitir un suceso rupturista desde un punto de vista emocional, de expresar una idea del trauma que aquí acaba resultando poco original. Más convencional, aún si cabe, se percibe la cinta Mother, Couch!, debut en el largometraje de Niclas Larsson, un film basado en la novela Mama i soffa de Jerker Virdborg, que parte de la premisa de un hecho, en un principio anecdótico: el intento infructuoso de tres hermanos por sacar de un almacén de muebles decrépito a su madre que se niega a salir; el absurdo, lo inverosímil transmuta en lo surreal, con relación a mostrar los vaivenes de una familia fracturada. A partir de dicho planteamiento, Mother, Couch! basa su razón de ser a través de una dialéctica pretendidamente cínica en lo concerniente a una emoción maternofilial intuida tan luminosa como oscura. Sin embargo, sea cual sea el misterio que intenta generar la película, nunca alcanza un punto álgido percibido como satisfactorio, y mucho menos con relación a un desarrollo dramático que posiblemente la historia necesite. A pesar de todo ese subterfugio narrativo y su supuesta complejidad, a propósito de una confusa hibridación genérica de tragedia y comedia colindante al mumblecore, la película termina generando un ruido sordo y anticlimático.
De vínculos paternos también trata la cinta de Kazajstán Bauryna salu, interesante debut de Ahkhat Kuchencherekov que nos muestra el fin de la infancia, el paso a la vida adulta, concepto bastante trillado en determinado cine autoral que aquí utiliza y en parte solventa convencionalismos mediante una narrativa dual del retrato psicológico e intimista de un joven que necesita encontrar sus raíces, y el de una sociedad, en donde según qué tradiciones ancestrales aún siguen estando vigentes, una de ellas es la de los primogénitos que son separados de sus padres para ser entregados a los abuelos. Relato que tiene la virtud de transitar mediante una mirada de tono etnográfico en lo concerniente a la complejidad adyacente a la vida rural, lo hace mediante manierismos formales cercanos al documental en donde somos testigos de un tratado que versa sobre el concepto de la pérdida, y cómo ésta se materializa en una forma de subsistencia. Por su parte, la japonesa Beyond the Fog fija su mirada en la naturaleza y lo pretérito como plenitud ante la indecisión del individuo, también muestra, casi a modo de epifanía, la vida cotidiana en lugares apartados, y cómo estos entran en declive debido a la modernización. Película de claras texturas simbólicas y contemplativas, que requiere de bastante predisposición por parte del espectador si no quiere caer en el estado narcótico de sus personajes. Con todo y eso, un tipo de cine preferible a numerosas zafiedades rurales patrias vistas en esta edición del Zinemaldia.
Presente en la sección Horizontes Latinos, Los colonos, ópera prima del chileno Felipe Gálvez, es percibida como una película que se desenvuelve bastante mejor en relación con su estética, a través de ella se desarrollan conceptos genéricos que nos derivan a los cánones del western, incluso al terror, que como relato de denuncia antiimperialista que supuestamente cuestiona la identidad de un país que se construyó sobre el sangriento genocidio de la población indígena. Relato que dialoga con el espectador en su tramo final, en donde se agradece que la mayor parte de su metraje anteponga la exploración, o incluso lo antropológico, a lo meramente propagandístico, con relación a su mirada ideológica sobre el pasado. Por su parte, la cinta brasileña Pedágio de Carolina Markowicz indaga en facetas más mundanas de nuestro presente mediante una atractiva mezcla de realismo y sátira. Cercana a la comedia de tono lúdico, la película explora la relación de una madre soltera con su hijo adolescente, y cómo ésta, de forma infructuosa, intenta reconducirle hacia la heterosexualidad. A través de dicho planteamiento expone un sutil retrato de la actual sociedad brasileña conservadora, en especial del sinsentido que anida en los pensamientos más retrógrados, también en una supuesta superioridad moral como antesala del recelo en un Brasil dividido por una serie de prejuicios que parecen estar profundamente arraigados en el subconsciente colectivo de gran parte de su población. Presente dentro de la sección Zabaltegi-Tabakalera, bastante más interesante y sólida resultó La Palisiada del realizador ucraniano Philip Sotnychenko, thriller policial ucraniano provisto de un humor de tono oscuro que explora eficazmente la difícil crónica postsoviética de un territorio, a través de la historia de dos viejos amigos, un detective de policía y un psiquiatra forense que investigan el asesinato de un compañero. Relato que también funciona a modo de obra política, donde se muestra la imposibilidad de seguir los dictados morales de distintas épocas mediante las imágenes que nos han legado sus formatos de grabación a través de ellos, y de unas abruptas elipsis, también seremos testigos de un análisis sobre el propio medio cinematográfico. Un cine tan fascinante como irritante, dada su severidad formal y que tiene la virtud de reflexionar y exponer una de las críticas más mordaces realizadas sobre la mentalidad policial en Europa del Este.

 

De genios pretéritos y presentes: Hiroshi Teshigahara/David Fincher
Veinte títulos, entre largometrajes, mediometrajes y cortometrajes, integraron la retrospectiva clásica dedicada al cineasta vanguardista japonés Hiroshi Teshigahara, autor fundamental dentro del cine japonés de los años 60 y 70, gracias a una serie de trabajos que transitan a través de una poética experimental que también resulta clave por su prolífica colaboración con el escritor Kobo Abe. El ciclo estuvo acompañado por la publicación del libro de Inuhiko Yomota Crónicas de vanguardia. Conversaciones con Hiroshi Teshigahara. A tal respecto, un breve inciso en dos revisiones presentes en la retrospectiva: por un lado, The Trap, que parte de la premisa del misterio ocasionado por una serie de inexplicables asesinatos en una abandonada comunidad minera, es percibida como uno de los mejores debuts en la dirección de la historia del cine, un fascinante relato de pliegues documentales y tono fantástico, gracias a un sentido del tiempo oblicuo que nos habla sobre la naturaleza del ser humano. Su inquietante narrativa nos muestra una fantasmagoría expuesta en torno al concepto del doppelgänger, con evidentes referencias al neorrealismo, hace que su discurso visual siga resultando hoy en día deslumbrante. La también fantástica The Man Without a Map viene a ser un perfecto ejemplo de la manera en la que ciertos autores como Hiroshi Teshigahara usaron en su día coordenadas genéricas, aquí sustraídas de las intrigas criminales a la hora de crear films subversivos y muy personales. Película en donde se cambia el blanco y negro por el color y la pantalla panorámica, que nos muestra una transferencia de personalidades, la deconstrucción de una identidad que nace a través de un proceso de investigación que termina desembocando en un descenso al caos y la locura. Si en la extraordinaria The Man Without a Map el actor Shintaro Katsu de alguna manera se volatiliza, en los dos episodios de la saga Zatoichi dirigidos por Hiroshi Teshigahara, Shin Zato-Ichi. Niji no tabi y Zato-Ichi New Series. Wander of the Rainbow, su figura está muy presente. Oportunidad única para poder disfrutar en pantalla grande de dos relatos de un personaje tan complejo como popular dentro del imaginario nipón. De pasado incierto, sus aventuras delatan un presente constantemente amenazado por un exacerbado reflejo que lo ha llevado a matar inocentes, existencia también condicionada por la incapacidad de reprimir la violencia de su espada ante los estallidos de injusticia a los que se ve abocado.
Como broche a esta última crónica de lo visto en San Sebastián 2023, la sesión sorpresa de este año vino de la mano del estadounidense David Fincher y la estupenda The Killer, relato con evidentes ecos bressonianos y del thriller de los 70, sobre un asesino a sueldo adscrito a un método, y cómo éste se ve abruptamente alterado. Película que convierte en narrador al prototípico antihéroe melvilliano a través de una caligrafía audiovisual perfectamente coreografiada, con relación a actualizar coordenadas genéricas del thriller mediante formas destiladas, siendo al mismo tiempo válido en su cometido de reflexionar sobre nuestro presente como relato de su tiempo, que indaga sobre la identidad y las reglas contiguas a un manual de supervivencia utilizado en una jungla plagada de falsas pistas e individuos que deciden el destino de otros a través del corporativismo. Admirable en referencia a su sentido del ritmo y del montaje, sorprende que muchos, a tenor de su supuesta austeridad argumental, consideren The Killer como uno de los trabajos más simples por parte del responsable de Seven, cuando en realidad termina siendo uno de los más complejos y fascinantes de su autor.

 

Palmarés

Concha de Oro a Mejor Película: ‘O Corno’, de Jaione Camborda
Concha de Plata a la Mejor Dirección: Tzu-Hui Peng y Ping-Wen Wang por ‘Chun Xing/ Un viaje en primavera’
Concha de Plata a Mejor Interpretación Principal: Tatsuya Fuji por ‘Great Absence’ y Marcelo Subiotto por ‘Puan’
Concha de Plata a Mejor Interpretación de Reparto: Hovik Keuchkerian por ‘Amor’
Premio Especial del Jurado: ‘Kalak’, de Isabella Eklöf
Premio del Jurado a Mejor Guion: María Alché y Benjamín Naishtat por ‘Puan’
Premio del Jurado a Mejor Fotografía: Nadim Carlsen por ‘Kalak’
Premio Nuev@s Director@s: ‘Bahadur the brave’, de Diwa Shah
Premio Horizontes: El castillo’, de Martín Benchimol
Premio Zabaltegi: El auge del humano 3′, de Eduardo Williams
Premio Zabaltegi Mención especial: ‘El juicio’, de Ulises de la Orden
Premio del público: ‘La sociedad de la nieve’, de Juan Antonio Bayona
Premio del público a la mejor película europea: ‘Io Capitano’, de Matteo Garrone
Premio Irizar al cine vasco: ‘El sueño de la sultana’, de Isabel Herguera
Premio Euskolabel: ‘Latxa’, de Mikel Urretabizkai
Premio Otra Mirada: ‘The Royal Hotel’, de Kitty Green
Premio de la Cooperación Española AECID: ‘La estrella azul’, de Javier Macipe
Premio Mejor Película Culinary Zinema: ‘La passion de Dodin Bouffant’, de Tran Anh Hung
Premio Feroz Zinemaldia: ‘Un amor’, de Isabel Coixet

 

«Dumb Money» review

Película que nos descubre el disparatado caso real de gente corriente que consiguió jugársela a Wall Street y se hizo rica convirtiendo GameStop (una popular tienda de videojuegos y electrónica) en la empresa más candente del mundo. En medio de todo este embrollo se encuentra Keith Gill (Paul Dano), un tipo cualquiera que invirtió los ahorros de su vida en acciones y empezó a publicar sobre ello en redes sociales. Gracias a sus consejos bursátiles, su popularidad estalló, al igual que lo hizo su vida y la de todos sus seguidores, que empezaron a enriquecerse de la noche a la mañana. No obstante, los multimillonarios no tardaron en contratacar, desencadenando una de las batallas financieras más feroces vividas en Wall Street.
Desenfadada y acertada en propósitos, Dumb Money, viene a ser la revisión cinematográfica del famoso caso GameStop, en donde el realizador Craig Gillespie, que vuelve a inspirarse en un caso real, articula todo el relato a través de las formas y las apariencias, éstas como viene siendo habitual en su cine, I, Tonya (2017) como gran paradigma de dichos postulados, nos termina planteando bastantes más interrogantes que respuestas, aquí con respecto al abstracto flujo del capital y el complejo sistema financiero estadounidense.
Comedia ágil, de tono supuestamente idealista, por momentos satírica en su función de ejercicio de docuficción, que adolece de una cierta falta de consistencia a la hora de trascender a modo de relato de denuncia, en donde se segmenta el presente a través de una interesante radiografía que hace de la exacerbación de lo virtual en los humildes que levantan las armas, sobre el concepto de la maltrecha fantasía del sueño americano, ya expuesta desde otros parámetros en películas recientes como The Wolf of Wall Street de Martin Scorsese o The Big Short de Adam McKay. Tesis que nos deriva a la consabida narrativa de David contra Goliat, ésa que nos dice, sin que sirva de precedente, que la banca no siempre gana. Posiblemente la propuesta más lúdica y disfrutable, en este sentido los acordes musicales de Seven Nation Army ayudan bastante, de la sección Perlas en la última edición del Festival de San Sebastián.

Valoración 0/5: 2’5

Cine de terror 1950-1959 «De entre los muertos»

Un recorrido exhaustivo por la historia del cine de terror de los años 50, desde los grandes hitos hasta decenas de películas olvidadas. Apoyado por una edición extraordinaria, se analiza un periodo en el cual se efectuó el relevo entre el viejo star-system especializado engrosado por Bela Lugosi, Boris Karloff, Lon Chaney Jr. y el nuevo Vincent Price, Peter Cushing, Christopher Lee, Barbara Shelley, Hazel Court , años en los que se compaginan los terrores adolescentes de Herman Cohen y un puñado de cintas para autocines y programas dobles con películas imperecederas llegadas de todos los rincones del planeta, con especial profusión desde Reino Unido, Japón o México.
Mediante este libro, el prestigioso escritor Carlos Aguilar cubre una vez más un hueco relevante en la bibliografía cinematográfica. El autor cuenta, sumando autorías colectivas e individuales, más de setenta libros, una fructífera trayectoria coronada con premios nacionales e internacionales.
Autor: Carlos Aguilar. Prólogo de Roger Corman, Editorial: Desfiladero, Páginas: 304

«L’île rouge» review

Comienzos años 70. El pequeño Thomas vive bajo el colonialismo francés en Madagascar en una de las bases aéreas del ejército francés, donde las familias de los militares viven los últimos coletazos del colonialismo. Es un niño de 10 años que está muy influenciado por la lectura de los relatos de la intrépida heroína “Fantomette”, y observa con fascinación todo cuanto le rodea mientras el mundo se abre gradualmente a otra realidad.
L’île rouge del francés Robin Campillo, ambientada en el Madagascar de principios de los años 70, se postula, en un principio, mediante un tono alusivo bajo los designios de la perspectiva del infante, camuflada por la supuesta cotidianidad de un coming-of-age de tono fabulario y autoficcional. Película que es percibida a través de un claro talante político que nos muestra el final del colonialismo a través de un relato vertebrado en dos partes bien diferenciadas, la primera, y a la postre más interesante, la referida a los “colonos” y su retirada moral y física, apartado que indaga en corrientes ocultas de una supuesta normalidad que no lo es tanto y que queda expuesta a modo de radiografía de una trastienda familiar, pues  básicamente asistimos al derrumbamiento, a la claudicación alegórica de un mundo adulto, dejando para la parte final la algo más obvia a modo de subrayado narrativo, la de los autóctonos, a través de la histórica y explícita representación de la liberación.
Relato que rebusca en vivencias propias, aderezado con recreaciones ficticias en imágenes animadas sobre las andanzas de Fantônette, una heroína literaria que sirve de refugio mental al joven protagonista, algo descompensado en lo concerniente a unas narrativas que son intuidas como demasiado equidistantes entre sí, bastante más afortunada en relación a su función de historia de tono evocador, aquella en la que se intenta indagar sobre el discurrir del tiempo y la melancolía de un paraíso que deviene como falso. Una interesante propuesta por parte del responsable de 120 battements par minute, que pasó demasiado desapercibida, tanto en la última edición del Festival de San Sebastián, como en su fantasmal estreno comercial en nuestro país.

Valoración 0/5:2’5

Los muertos caminan, primer tráiler para «Handling the Undead»

La esperada adaptación al cine de la novela de John Ajvide Lindqvist (Let the Right One In) Handling the Undead acaba de estrenar un primer tráiler subtitulado al inglés vía Neon, que podéis ver a final de página junto a su póster oficial. Dirigida por la debutante Thea Hvistendahl, Handling the Undead, que tendrá su premiere mundial en el próximo Festival de Sundance, nos cuenta una historia de terror psicológico que parece estar situada a medio camino entre Les revenants de Robin Campillo y el Pet Sematary de Stephen King.
Handling the Undead, que en nuestro país se conocerá con el título de Descansa en paz, nos sitúa en un caluroso día de verano en la ciudad de Oslo, en donde vemos como la gente no puede apagar la luz ni los aparatos eléctricos. De forma repentina los muertos despiertan misteriosamente, y tres familias se ven sumidas en el caos cuando sus seres queridos fallecidos vuelven a ellos. ¿Quiénes son y qué quieren?
La película, que se estrenará en su país de origen el próximo 9 de febrero de 2024, cuenta con un guion adaptado a cargo de los propios John Ajvide Lindqvist y Thea Hvistendahl, estando protagonizada por Renate Reinsve, Anders Danielsen Lie, Bahar Pars, Bjørn Sundquist y Bente Børsum.

FlixOlé las primeras películas de Manuel Summers: Del rosa…al amarillo y La niña de luto

La plataforma estrena ambos títulos junto a una colección con las películas del realizador sevillano, desde el documental de culto ‘Juguetes rotos’ hasta las rodadas con cámara oculta.
Ingenioso a la par que chistoso, Manuel Summers desarrolló una inusual trayectoria como humorista gráfico. También como director de cine, siendo uno de los autores de cabecera del audiovisual español por la originalidad y no menos comicidad con la que retrató a todo un país y sus gentes. La plataforma FlixOlé reivindica las viñetas cinematográficas de este creador, a menudo olvidado, con el estreno el próximo jueves 7 de diciembre de su ópera prima, Del rosa…al amarillo (1963), y su siguiente filme La niña de luto (1964).
La carta de presentación de este realizador recién salido del Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas (IIEC) fue un romance narrado desde una perspectiva distinta a la que acostumbraba verse en la gran pantalla de la época. A través de inocentes dibujos de corazones dibujados en un pupitre de escuela y las misivas de amor intercambiadas en una residencia, Manuel Summers reflejó en Del rosa…al amarillo el despertar del enamoramiento en una pareja de preadolescentes, y el amor que se profesaban a escondidas dos ancianos en un asilo de monjas.
El director logró tocar la fibra de público y crítica mediante dos historias independientes que representaban los nervios del primer amor y el poder rejuvenecedor del sentimiento en la senectud. Asimismo, conectaba al espectador con ese niño que un día fue y le hacía olvidarse del mundo adulto recordándole cuando pasaba las tardes con las chapas o se dejaba pillar al ‘rescatao’ para coger la mano de la chica que le gustaba.

Cristina Galbó y Pedro Díez del Corral, protagonistas en ‘Del rosa…al amarillo’

Concha de Plata en el Festival de San Sebastián
El director logró tocar la fibra de público y crítica mediante dos historias independientes que representaban los nervios del primer amor y el poder rejuvenecedor del sentimiento en la senectud. Asimismo, conectaba al espectador con ese niño que un día fue y le hacía olvidarse del mundo adulto recordándole cuando pasaba las tardes con las chapas o se dejaba pillar al ‘rescatao’ para coger la mano de la chica que le gustaba.
La cinta obtuvo la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián, y supuso la primera conquista comercial del denominado ‘Nuevo Cine Español’. En su debut como realizador, Summers contribuyó a que el séptimo arte nacional abrazase la modernidad con una película sencilla en apariencia, que no dejaba de lado la crítica, y que combinaba elementos propios del neorrealismo italiano y la nouvelle vague.
El peso de la tradición en La niña de luto
Junto la ópera prima de Manuel Summers, la plataforma también estrenará en su catálogo La niña de luto (1964). Nominada a la Palma de Oro en Cannes, este episodio sobre el amor durante la madurez se incluía en un principio en Del rosa…al amarillo, pero finalmente se convirtió en una película independiente. La misma presentaba a Rocío (Mª José Alfonso) y Rafael (Alfredo Landa), una pareja de un pueblo andaluz que se ve obligada a aplazar su boda debido al luto que ella debe guardar por la muerte de su abuela. Cuando por fin puede contraer matrimonio, fallece su abuelo, teniendo que vestir de nuevo el negro. Cansado de la situación, Rafael le propone a Rocío huir y vivir lejos de allí.
Mientras que en Del rosa…al amarillo, los obstáculos que evitaban el triunfo del amor eran institucionales -el profesor en el caso de los adolescentes, las monjas en el de los ancianos-, en La niña de luto son los puritanos convencionalismos de la sociedad. Con estos mimbres, y buenas dosis de humor negro, Summers perfiló un tierno y a la vez amargo testimonio social y político de la España de entonces.

María José Alfonso y Alfredo Landa, compartiendo plano en ‘La niña de luto’

Colección Manuel Summers
Una práctica que continuó desarrollando en películas sucesivas: ya fuese abordando el tema del adulterio en plena dictadura del nacionalcatolicismo,  El juego de la oca (1965); rindiendo homenaje a viejas glorias en Juguetes rotos (1967), documental que sufrió numerosos cortes por parte de la censura; o sumándose a la fiebre de comedias erótico-festivas como No somos de piedra (1968).
Estos títulos estarán disponibles en la colección que FlixOlé estrenará el próximo 7 de diciembre para recordar al cineasta sevillano, y que incluyen las dos nuevas incorporaciones de la plataforma. En dicho especial se podrán encontrar también otros largometrajes con los que Summers demostró la facilidad que tenía en innovar: Adiós, cigüeña, adiós (1971), exitoso filme sobre el descubrimiento sexual en la adolescencia; la secuela de ésta, El niño es nuestro (1973); la famosa trilogía de cámara oculta, formada por ¡To er mundo e güeno! (1981), To er mundo e… ¡mejó! (1982) y To er mundo e… ¡Demasiao! (1985); así como el retrato autobiográfico que filmó en Me hace falta un bigote (1986).

 

«May December» review

Veinte años después de que el mediático romance entre Gracie Atherton-Yu y su joven marido Joe escandalizara al país, con sus hijos a punto de graduarse en el instituto, se va a rodar una película sobre su historia. La actriz Elizabeth Berry pasará un tiempo con la familia para intentar entender mejor a Gracie, a la que va a interpretar, provocando que la dinámica familiar se deshaga bajo la presión de la mirada exterior.
May December parte del propósito de transita por conceptos y narrativas ambiguos, la virtud de dicho cometido es que lo hace a través de un material intuido como convencional que extrapola conceptos, en esta ocasión los referidos a los modismos adyacentes al biopic, al arquetipo del ama de casa estadounidense, o incluso de un noir de telenovela, todo ello derivado de un caso real mediático que sirve como gancho argumental a la propuesta, la relación entre Gracie Atherton-Yu y su joven marido Joe, profesora y alumno, de 13 años de edad, que escandalizó a todo un país. May December se desarrolla pues mediante su condición de ejercicio metafílmico a modo de rompecabezas identitario que parece pervertir el Persona de Ingmar Bergman, Todd Haynes ofrece una mirada oscura e hilarante de un American way of life disfuncional, la trama transcurre en la localidad Savannah, escenario ideal para plasmar dicho concepto remitiéndonos al gótico americano.
Cine construido a partir de la superposición de capas, a través de ellas, con cierta sátira inundando el contenido con relación a la utilización de una música ampulosa y unos exagerados zooms, se puede percibir un imaginario turbio, alejado del ejercicio de estilo habitual en los últimos trabajos de Todd Haynes, que posiblemente nos devuelve a la mejor etapa de su autor, aquella que al igual que en películas como Poison o Safe, se hablaba de ambigüedades morales, de identidades ocultas necesitadas de inventarse una personalidad propia y pública para poder sobrevivir. May December termina por abrazar su condición de entrecomillado estudio, expuesto a modo de inmersión, sobre los conflictos de dos mujeres con pretendida voluntad de hacerse valer por sí mismas pese a las adversidades que les rodean, a través de dicho concepto se intenta sugerir entre ambos retratos una disolución, y el correspondiente desdoblamiento, de las identidades, algo que evidentemente deriva en una especie de caos, a la hora de reflejarse respectivamente en la máscara del otro, especialmente con relación a la capacidad, y cualidad innata humana, para el auto engaño.

Valoración 0/5: 4

Una oscura estabilidad familiar, tráiler para «Best Wishes to All» de Yûta Shimotsu

Fue una de las sorpresas de la última edición del Festival de Sitges, la ópera prima de Yûta Shimotsu Best Wishes to All, cuyo primer tráiler acaba de ver la luz y podéis ver a final de página junto a su póster oficial, supone la adaptación al largometraje del corto homónimo del  mismo director. Película situada a medio camino entre lo extraño del cine de Kiyoshi Kurosawa y un trazo bizarro digno de un Hitoshi Matsumoto o Junji Ito, Best Wishes to All cuestiona, a modo de cuento de terror, la estabilidad familiar y el sacrificio generacional que conduce a una supuesta armonía social.
 En Best Wishes to All vemos como una joven estudiante de enfermería visita a sus abuelos en el campo. La reunión familiar se inicia de forma placentera, pero poco a poco el reencuentro se convierte en algo extraño e incómodo. ¿El motivo? Hay algo en la casa de los abuelos. Tras descubrir ese secreto, su vida feliz se convertirá en un infierno.
La película, producida por Takashi Shimizu y guion adaptado a cargo de Rumi Tsunoda, está protagonizada por Kotone Furukawa y Kôya Matsudai.

Crónica Festival de San Sebastián 2023 (II)

Autorías y tendencias del hoy: Perlas
La sección Perlas volvió a ser ese reducto equidistante destinado en su gran mayoría a autorías consagradas que, de alguna manera, han marcado el baremo fijado desde una primera línea de flotación, en relación con la calidad cinematográfica de este 2023 en una edición algo más liberada respecto a anteriores años en lo concerniente a compromisos, en apariencia ineludibles, con ciertas distribuidoras patrias. El balance final puede considerarse como positivo en un año marcado por testamentos fílmicos de grandes referentes y consagraciones por parte de una serie de autores destinados, en un principio, a formar parte de un consecuente relevo generacional.
El veterano Wim Wenders, después de una última etapa bastante difusa, presentó en Perlas su mejor film en años, Perfect Days, un afortunado regreso a la ficción a través de una película que de alguna manera progresa respecto a trabajos anteriores de su autor de complicada justificación; Palermo Shooting  (2008) o Inmersión (2017) serían dos buenos ejemplos de ello. Mediante un tipo de cine, en apariencia voluntariamente menor, fundamentado desde un minimalismo que nos muestra una narrativa entendida como poética, nos muestra el retrato íntimo de un limpiador de lavabos públicos, un héroe cotidiano bajo los rasgos de un superlativo Koji Yakusho, en el Tokio del presente. Perfect Days puede ser entendida a modo de tratado y estudio de un determinado estado de ánimo, situado en la historia a medio camino entre la felicidad y la melancolía, que conduce al protagonista al disfrute de los placeres de la vida a través del simple detalle. Relato que conversa con la soledad de manera sutil con relación a su adscripción a lo filosófico, de perspectiva sosegada y deudor del cine de Yasujiro Ozu, tiene la gran virtud de reconciliarnos con cierta austeridad de cinematografías pretéritas.
Otro referente del cine autoral europeo contemporáneo como es Aki Kaurismäki presentó Fallen Leaves, película que goza del beneplácito de apartarse de imposiciones supuestamente trascendentales, y también de representar en apenas ochenta minutos lo más esencial de una obra, aquí de una condición percibida como plenamente autorreferencial. Lo hace mediante una historia de una solidez formal apabullante, en donde cada toma tiene un sentido específico. Ambientada en nuestros tiempos, aunque como todos los trabajos del responsable de La chica de la fábrica de cerillas, tiene una puesta en escena inusualmente retro, evidente incluso en el mínimo detalle de diseño, Fallen Leaves, como fábula obrera que es, apela a la dignidad del proletariado, a través del acercamiento emocional de dos parias que viven en los márgenes, cuyo amago de romance termina siendo un paradigma sobre cómo reconducir el fatalismo melodramático a ese concepto de supuesto amor verdadero que suele emerger de las acciones y gestos más simples. Otra película fascinante, aunque bastante más inquietante, es The Zone of Interest, adaptación de la novela homónima del británico Martin Amis, que revisita de forma perturbadora el Holocausto a través de un fuera de campo visual y sonoro que nos conduce a cierta metodología geométrica colindante a imaginarios formales propios de Stanley Kubrick, en donde rituales y cotidianidad muestran el mal escondido bajo una alfombra, y cómo éste puede florecer desde la eventualidad más banal hacia un descenso al abismo, y a la pérdida de perspectiva moral que se deriva de ello. Acercamiento original en forma de tesis que funciona como tal, convirtiéndose en una obra adulta y atrevida, al situarse de forma inteligente en las antípodas de la emotividad de Schindler’s List, o del virtuosismo explícito de Son of Saul, a través de un enfoque de tono casi antropológico. Un auténtico drama que Jonathan Glazer, director de indiscutible talento, se prodigue tan poco y en periodos tan largos de tiempo.
Un sospechoso habitual de San Sebastián y la sección Perlas es el japonés Hirokazu Koreeda, su último trabajo tras las cámaras, Monster, es una reiteración constante en su obra como son las familias desestructuradas y el imaginario infantil ubicado en dinámicas sociales poco placenteras. Al igual que en Rashomon, el responsable de Air Doll recurre a una narrativa fragmentada mediante la cual veremos un mismo hecho a través de distintas personas y puntos de vista, del observador y su subjetividad. Al igual que la reivindicable Radio Flyer de Richard Donner, sustituyendo la opresión familiar por el bullying escolar, Monster, que parte de la emoción de poder escuchar la última banda sonora compuesta por Ryūichi Sakamoto, indaga en el maltrato al menor y lo hace examinando la realidad desde los matices y las supuestas contradicciones preguntando al espectador: ¿Quiénes son realmente los monstruos? Cuestión que posiblemente termine desvelándose a través de unas imágenes ausentes al inicio y que luego se materializan de forma dolorosa, yendo más allá del concepto de fábula amable y solución fácil muy presente en las últimas películas de Koreeda.
Otra figura recurrente en Perlas suele ser la presencia de la última ganadora de la Palma de Oro del Festival de Cannes. Después de unos años con películas bastante cuestionables, Anatomie d’une chute de Justine Triet vino a ser una galardonada de cierto consenso. Al igual que Les Chambres Rouges de Pascal Plante, aunque desde un planteamiento distinto, estamos ante una cinta que reformula el concepto del relato de juicios, aquí no se busca la verdad de un hecho luctuoso, de una muerte, ¿suicidio o un asesinato?, más bien se reflexiona, pues no hay una resolución entendida como tal, desde postulados bergmanianos, sobre la compleja anatomía de una pareja, en donde lo que se judicializa realmente son sus vidas privadas. Tiene la virtud de saber transitar por esquemas dramáticos que fluctúan sobre el ideario de la dualidad, a través de una delgada línea que separa lo real de lo ficticio. Estos temas, como la mirada del otro en calidad de ente que influye en nuestra cotidianidad, por ejemplo, se examinan y entrelazan en una película rica en matices, cuya principal virtud posiblemente sea la de hacer de algo supuestamente obvio una disquisición sutil. Por su parte la notable May December también transita por conceptos y narrativas ambiguos, en esta ocasión los adyacentes al biopic, al arquetipo del ama de casa estadounidense, o incluso de un noir de telenovela, todo ello derivado de un caso real mediático, la relación entre Gracie Atherton-Yu y su joven marido Joe, profesora y alumno, que escandalizó a todo un país. Ejercicio metafílmico a modo de rompecabezas identitario que parece pervertir el Persona de Ingmar Bergman, Todd Haynes ofrece una mirada oscura e hilarante de un American way of life disfuncional, la trama transcurre en la localidad Savannah, escenario ideal para plasmar dicho concepto y que nos remite al gótico americano. Cine construido a partir de la superposición de capas, a través de ellas se puede percibir un imaginario turbio, alejado del ejercicio de estilo habitual en los últimos trabajos de Haynes, que nos devuelve a la mejor etapa de su autor, aquella que al igual que en Poison o Safe, habla de ambigüedades morales, de identidades ocultas, que terminan por reflejarse en la máscara del otro.
En Io Capitano Matteo Garrone abandona imaginarios fantásticos habituales en su trayectoria, como The Tale of Tales (2015) o Pinocho (2019), fábulas oscuras marcadas por un fuerte estilo visual con un toque neogótico, para posicionarse casi en la antítesis de dichos postulados, a la hora de contarnos una historia de realismo descarnado, sobre el largo y difícil viaje migratorio de dos adolescentes senegaleses que sueñan con llegar a Europa. Poniendo el foco en el sentimiento de comunidad que existe entre los inmigrantes y el horror de la realidad de la inmigración, la película aborda un temario que en muchas ocasiones suele derivar en un tipo de cine convencional como es el relato de una madurez forzada, y la correspondiente pérdida de inocencia que se deriva de ello. Encuentra su validez en un tramo final que retoma una vez más el concepto de cuento de hadas tan característico en su autor, a través de la historia de un príncipe africano, huérfano de padre, que se encuentra y supera una serie de pruebas en su camino hacia la autorrealización. Bastante más decepcionante resulto la epopeya histórica Bastarden, película que nos sitúa en el año 1755, mediante las peripecias de un empobrecido y retirado capitán del ejército, bajo los rasgos del mediático Mads Mikkelsen, que se dispone a conquistar los duros e inhóspitos páramos daneses con un objetivo aparentemente imposible, crear una colonia en nombre del rey. El film del danés Nikolaj Arcel, que regresa a su país después de su monótona adaptación de The Dark Tower, parte de unos postulados ciertamente interesantes, casi a modo de un western como estado mental, al exponer un enfrentamiento que surge de lo anecdótico, y que se trasforma paulatinamente en algo con connotaciones atávicas, con relación a oscuros conflictos sociales y de raza que acechan la psique humana. Síntesis que nos puede recordar en un principio al The Duellists de Ridley Scott, pero que en Bastarden queda supeditado a su ineludible condición de blockbuster de época, de relato ampuloso, en ocasiones desmedido en contenidos que apenas desarrolla, construido sobre la reiteración de binarios conceptos morales, termina siendo tan eficaz como producción expansiva de altos vuelos, pero demasiado terrenal con relación a una naturaleza fílmica intuida como poco sutil.
Más desenfadada y acertada en propósitos es Dumb Money, revisión del famoso caso GameStop, en donde el realizador Craig Gillespie, que vuelve a inspirarse en un caso real, articula todo el relato a través de las formas y las apariencias, éstas como viene siendo habitual en su cine, I, Tonya (2017) como gran paradigma de ello, nos termina planteando bastantes más interrogantes que respuestas, aquí con respecto al abstracto flujo del capital y el sistema financiero. Comedia ágil, y supuestamente idealista, por momentos satírica en su función de ejercicio de docuficción, que adolece de una cierta falta de consistencia a la hora de trascender a modo de relato de denuncia, en donde se segmenta el presente a través de una interesante radiografía que hace de la exacerbación de lo virtual en los humildes que levantan las armas, sobre la maltrecha fantasía del sueño americano, ya expuesta desde otros parámetros en películas recientes como The Wolf of Wall Street de Martin Scorsese o The Big Short de Adam McKay. Tesis que nos deriva a la consabida narrativa de David contra Goliat, ésa que nos dice, sin que sirva de precedente, que la banca no siempre gana. Posiblemente la propuesta más lúdica y disfrutable, en este sentido los acordes musicales de Seven Nation Army ayudan bastante, de esta edición de la sección Perlas.
Por su parte el mexicano Michel Franco, al igual que en su anterior Sundown (2021), vuelve en Memory a indagar sobre vínculos emocionales con fecha de caducidad. En ambas películas se intenta desvirtuar ese concepto clásico del boy meets girl; en Memory lo hace a través de una historia en donde dos maltrechos personajes solo pueden huir de sus infiernos particulares mediante una unión sexual y afectiva que parece transgredir a los que les rodean. Michel Franco nunca ha sido un realizador proclive a la complacencia, a poner las cosas fáciles al espectador, ni en sus dramas psicológicos más íntimos como Chronic, ni en proyectos de una mayor envergadura como New Order, su descripción de la sociedad mexicana moderna en modo apocalíptico. Memory, que recupera la austeridad tonal los primeros trabajos de su autor, tampoco llega a ser un trabajo de connotaciones benévolas, aunque sea un melodrama que dé la sensación de haber sido visto anteriormente, tiene la virtud de evitar la obviedad a través de una historia en donde todo parece girar mediante la redención, por medio de ella, asistimos a la reinvención de unos personajes, supeditados a una oscuridad del pasado que ha dejado huella en sus psiques, y como éstas, terminan siendo proyectadas a un presente condicionado de forma inevitable. El japonés Ryusuke Hamaguchi, autor en boga dentro de la actual cinefilia, presentó Evil Does Not Exist, película aparentemente distanciada del relato introspectivo del individuo presente en La ruleta de la fortuna o Drive My Car, a la hora de abordar una temática de un tono más global, representado en la historia a modo de fábula ecológica sobre la resistencia de una comunidad rural frente a la gentrificación a la que parece verse abocada. Hamaguchi, que vuelve a hacer gala de una noción única del tiempo cinematográfico, del silencio que subyace tras cada línea de dialogo, no se muestra sin embargo tan acertado respecto a anteriores trabajos, en lo relativo a la condición de relato extraño que maneja, por momentos indescifrable, también con relación a transiciones argumentales poco dadas a un seguimiento dócil. Por suerte no estamos ante una película de Ken Loach, en donde el drama social-realista o el derribo capitalista suelen ser las prioridades básicas de la agenda, Evil Does Not Exist expande expectativas, al menos lo intenta, aunque de forma algo difusa, hay continuos cambios de punto de vista, pasando de lo poético a una tentativa de thriller y viceversa, al final el tratado parece claro, las contradicciones existentes entre tradición y progreso, el trayecto que nos dirige a dicha conclusión, incapaz de anticipar qué rumbo tomar durante su desarrollo, no lo es tanto.
Tras el buen recibimiento cosechado por su anterior y notable Undine, Christian Petzold, autor que parece anclado en un perpetuo estado de gracia, presentó otra historia cuya mutación narrativa no se percibe sin embargo tan arbitraria como en la última película de Ryusuke Hamaguchi. Afire, posiblemente el film más accesible de la filmografía del responsable de Phoenix, parte de situaciones y personajes aparentemente banales, casi a modo de una comedia de enredos veraniegos, en donde vemos la reunión de cuatro jóvenes en una casa junto al mar Báltico, uno de ellos un escritor que se encuentra en un importante bloqueo creativo, para terminar desembocando en un trasfondo provisto de varias capas y lecturas. Estos lugares comunes, cotidianos, que de alguna manera son manipulados, la comparación con el cine de Eric Rohmer se antoja como inevitable, terminan derivando en representaciones humanas ciertamente complejas, una de ellas podría ser el retrato del escritor que termina dependiendo más de las experiencias vividas que de su talento, también complejo en relación con su condición de historia de tono metalingüístico, esa amenaza de incendio representado como ente que expande la adversidad y el temor, a la hora de impedir la evolución artística y personal del personaje principal. Bastante menos acertado resultó el nuevo trabajo tras las cámaras del realizador francés Ladj Ly Bâtiment 5, intento de secuela espiritual de su anterior y más entonada Les Misérables, a través de una historia, en donde la policía ya no es el centro de la acción, que vuelve a fijar su mirada en los desfavorecidos ubicados en la periferia de una gran ciudad, a modo de relato, próximo con la militancia, que pretende ser heredero del cine social y callejero del cine francés. Película que se sitúa a medio camino entre la resistencia y la denuncia sobre falsas equivalencias, Bâtiment 5, adolece del gran déficit de confundir la palabrería con la circunspección, también se percibe como insuficiente en su intento de complicar personajes y tramas que tienen bastantes menos matices de los que da a entender en un principio. Carencias que dan la sensación de querer ser paliadas mediante una grandilocuencia hollywoodiense de tono visual, con un abuso excesivo y ridículo de drones aéreos en una película equivocada, tanto en su intento de querer invocar un espíritu social incendiario, como en su función de pretender ser un alegato contra un prejuicio sistémico.

 

 

 

Oculto en Gran Bretaña: Un siglo de horror, ciencia-ficción y fantasía

Como ninguna otra cinematografía, Gran Bretaña cultivó a lo largo del siglo XX una idea única de los géneros emparentados, muchas veces mezclados, del horror, la ciencia-ficción y la fantasía. No se trata de otra cosa que la manifestación en los nuevos medios audiovisuales, el cine y la televisión, de un sustrato cultural y sociológico, de un rico acervo cultural que se remonta a las raíces mismas del folklore. En OCULTO EN GRAN BRETAÑA: Un siglo de horror, fantasía y ciencia-ficción se trata de dar una visión holística del fenómeno, descentralizándolo de su época dorada entre finales de los 50 y principios de los 70, dominada por la fuerza estética y comercial del estudio Hammer y sus «satélites», Amicus o Tigon. Para ello se busca lo fantástico y los terrorífico en las fronteras de otros géneros y otras productoras, como los trabajos de George King y Tod Slaughter, los melodramas de la Gainsborough o la imaginación de los Archers, en la pujanza de la televisión y sus creadores, caso de Nigel Kneale o Alan Garner y en la ferocidad independiente de cineastas en los márgenes como Michael Reeves o Pete Walker. El libro en cuestión se ocupa del desarrollo de los géneros entre el nacimiento mismo del cinematógrafo, con su fascinación por los espíritus o lo feérico, y la decadencia institucional de los 80 y los 90, alumbrada por fogonazos con nombre propio como Neil Jordan o Terry Gilliam.
EL AUTOR
ADRIÁN SÁNCHEZ. Nació el 26 de febrero de 1979 en Gijón. Es autor de los libros La historia del cine australiano, Al oeste del mito: 50 wésterns básicos y Río Elvis. Una odisea folk, Hombres a mano armada: el mundo de Sergio Sollima y Operación Dragón. El libro del 50 aniversario. Ha participado en monográficos sobre Blade Runner, El gabinete del Doctor Caligari, Drácula, El planeta de los simios, El halcón maltés, La diligencia, Grupo Salvaje o El resplandor, volúmenes centrados en el Hollywood clásico, desde los Marx o Gary Cooper a Nicholas Ray y Frank Capra. Además, ha aportado entradas a libros colectivos como Paul Naschy/Jacinto Molina. La dualidad del mito, Terminator. El imperio de Skynet, La fábulas mecánicas de Guillermo del Toro, Richard Matheson: maestro de la paranoia, Bolsilibro & Cinema Bis, Cine fantástico y de terror español Volúmenes 1 y 2 o Un viaje por el cine fantástico y de terror Vol. 1. Además de todo ello ha colaborado en diversas revistas (digitales o en papel) vinculadas al cine, como Neville, Cinearchivo, Ultramundo, La Abadía de Berzano, La soga o Hacerse la crítica, entre otras.
Autor: Adrián Sánchez, Editorial: Kane Ediciones, Páginas: 358

«Sala:B». Las aventuras de Enrique y Ana/Las aventuras de Zipi y Zape

Las aventuras de Enrique y Ana (Ramón Fernández, 1981). Int: Enrique del Pozo, Ana Anguita, Amparo Soler Leal, Luis Escobar. España. 35 mm. Color. 91’
Las aventuras de Zipi y Zape (Enrique Guevara, 1981). Int: Francisco Javier Valtuille, Luis María Valtuille, Mary Santpere, Alfredo Luchetti. España. BSP. Color. 93’
Como todos los años por estas fechas, «Sala:B» recurre al cine para niños que no pone límites a su imaginación, aunque se adentre en terrenos tan extravagantes y caóticos como los de la serie B más insobornable.
Las aventuras de Enrique y Ana fue dirigida con no pocos medios por Tito Fernández, responsable de comedias tan populares como No desearás al vecino del 5º o Sor Ye-ye, pero eso no impidió que la película conservara la heterodoxia pop del grupo original. En la creación del dúo de Enrique y Ana, las influencias de artistas como Miguel Bosé, Rafaella Carrá o Rafael Trabucchelli de Hispavox (productor de Raphael, Jeanette, Perales, María Ostiz…) aportaron una visión y una solidez poco frecuente en los productos infantiles prefabricados por casas de discos. Y a pesar del repentino éxito y del tamaño considerable de esta producción, se supo conservar ese tono insolente que se apartaba de la tradición infantil ñoña de Los Payasos de la Tele o de las rancias películas de Parchís. Sin duda, el que más experiencia tenía en la serie B más desvergonzada es el guionista Luis Revenga, que venía de dirigir Caperucita y roja (1976, «Sala:B» 4) y de colaborar ni más ni menos que con Jess Franco en Bésame monstruo y El caso de las dos bellezas, con las que comparte ese sano anarquismo juvenil. Así, Revenga convertía la clásica trama del concurso musical en una fantasía delirante que bebía desde Flash Gordon o Pipi Calzaslargas hasta el punk de la movida madrileña (los Punkitos) o The Rocky Horror Picture Show.
Las aventuras de Zipi y Zape, estrenada unos meses después, no oculta que es una exploitation del cine infantil de la época, parida en este caso por dos insubordinados como Ricard Reguant y Enrique Guevara, entrenados en el cine del destape y las clasificadas “S” barcelonesas. De nuevo, esa rebeldía permite que los personajes de Escobar mantengan su frescura sin edulcorar. Incluso más, porque la película de Guevara parece abrazar la incorrección que anida en la pareja de Don Pantuflo y la sumisa Jaimita, la sirvienta con blackface o la misoginia del gángster. Al final, lo mejor es ese atroz mundo adulto que rodea a los traviesos hermanos y las surrealistas parodias de personajes de moda como la Masa (Hulk) o los Ángeles de Charlie.
Presentación a cargo de la podcaster y escritora Beatriz Cepeda (Perra de Satán) y Álex Mendibil, comisario de «Sala:B». Duración aproximada de la presentación: 20’ (Total sesión: 204’).

 

El comienzo de una odisea, primer tráiler de «Furiosa: A Mad Max Saga»

Será indiscutiblemente uno de los platos fuertes del próximo año, el veterano George Miller vuelve con una nueva entrega de la saga del mundo distópico que creó hace más de 40 años con Furiosa: A Mad Max Saga, película cuyo primer tráiler de la mano de Warner Bros. acaba de ver la luz y podéis ver a final de página junto a su póster promocional. El film, que nos situará varias décadas antes de los hechos narrados en Mad Max: Fury Road, tiene previsto un estreno mundial para el próximo 24 de mayo de 2024.
La película nos muestra como al caer el mundo, la joven Furiosa es arrebatada del Lugar Verde de Muchas Madres y cae en manos de una gran Horda de Motoristas liderada por el Señor de la Guerra Dementus. Arrasando el Páramo, se topan con la Ciudadela presidida por El Inmortan Joe. Mientras los dos Tiranos luchan por el dominio, Furiosa debe sobrevivir a muchas pruebas mientras reúne los medios para encontrar el camino de vuelta a casa.
Furiosa: A Mad Max Saga, con guion a cargo del propio George Miller junto a Nick Lathouris, está protagonizada por Anya Taylor-Joy, Chris Hemsworth, Tom Burke, Angus Sampson, Daniel Webber, Nathan Jones, Goran D. Kleut, Lachy Hulme, CJ. Bloomfield, Rahel Romahn, Robert McFarlane y David Collins.

«The Royal Hotel» review

Hanna y Liv son dos amigas que viajan como mochileras por Australia. Tras quedarse sin dinero, Liv, buscando vivir una aventura, convence a Hanna de aceptar un trabajo temporal tras la barra de un pub llamado The Royal Hotel, en una remota localidad minera del Outback. El dueño del bar, Billy, y un grupo de lugareños les ofrecen una desenfrenada introducción a la cultura del alcohol en Australia, pero pronto Hanna y Liv se ven atrapadas en una inquietante situación que rápidamente escapa a su control.
Como en The Assistant la realizadora Kitty Green en su nuevo trabajo tras las cámaras reincide en temarios ya transitados en su filmografía, al volver a cuestionar la toxicidad de la mirada masculina, utilizando la presencia física de una notable Julia Garner. Si en su anterior trabajo el conflicto quedaba situado a un nivel corporativo en The Royal Hotel, esos severos peligros consustanciales encauzados a la feminidad son visualizados a través de un ambiento aún más hostil y físico, como resulta ser la Australia profunda del Outback, escenario intuido como inhóspito, un no lugar que por momentos dada su naturaleza nos remite al cine de terror y al western,  y que funciona a modo de curiosa variante turbia situada a medio camino de la extraordinaria Wake in Fright de Ted Kotcheff y el Thelma & Louise de Ridley Scott en clave teen angst.
Lástima que Kitty Green, eficaz a la hora de crear ambientes sofocantes, no lleve hasta el final este interesante tratado sobre el miedo, en el que dos jóvenes mochileras canadienses se ven obligadas a trabajar en la barra de un pub ubicado en una desértica localidad minera. El enunciado y la escala dramática sobre la feminidad acosada funciona a la perfección durante gran parte del metraje, no así una resolución en donde se evidencia su condición de ostensible metáfora simbólica, posiblemente el abrazar sin temor coordenadas genéricas, como el exploitation, o incluso el rape-revenge, hubiera dado algo más de sentido a una conclusión que requería algo más de contundencia, con respecto a cómo tarde o temprano la violencia, como única vía posible de solución, termina por emerger en situaciones adyacentes a un microcosmos masculino violento. Pese a estas evidentes carencias, The Royal Hotel fue un soplo de aire fresco en una Sección Oficial a concurso, que este año dio la impresión de estar demasiado enfocada a contenidos sociales.

Valoración 0/5: 3

 

 

Proyecciones Xcèntric: Tom Chomont / Robert Beavers. Un jardín de espejos

Spiracle (Robert Beavers, 1966)

La intimidad, los afectos y los intercambios creativos entre Tom Chomont y Robert Beavers quedan materializados en estas películas en las que ambos cineastas desarrollan paralelamente la posibilidad de un cine lírico en la frontera entre el retrato y el drama psicológico, el erotismo y la estilización formal. Sus frenéticas meditaciones nos ofrecen visiones complementarias de la escisión del sujeto y la exploración de la sexualidad.
La complejidad rítmica y las narraciones elípticas de las películas de Gregory J. Markopoulos inspiraron a los jóvenes Chomont y Beavers para realizar un cine personal en el que la musicalidad del montaje expresa el flujo psíquico de sus personajes. Partiendo de una premisa retratística y a veces vagamente narrativa, ambos sitúan a sus sujetos (en varias ocasiones, el propio Beavers en las películas de Chomont y Chomont en las de Beavers) en un tiempo suspendido vertebrado por la repetición de instantes y el entrecruzamiento de gestos y motivos, confiriendo a cada imagen una gravedad carnal y metafísica.
Durante el periodo recogido en este programa, ambos cineastas desplegaron su riqueza formal reflejando estados anímicos sombríos relacionados con traumas personales. En el caso de Chomont, mediante su uso intenso de las superposiciones, las imágenes en espejo, la alternancia entre el material en positivo y negativo y la intervención directa sobre la película, multiplicando las simetrías en la superficie del plano, convertido en un mandala. Por su parte, Beavers articula frecuentes referencias musicales, pictóricas y literarias con el empleo de ligeros movimientos de cámara, variaciones de enfoque y el uso reiterado de las máscaras geométricas y los filtros de múltiples colores, que convergen en una imagen de la alienación con el propio cuerpo y con el espacio urbano.
Tom Chomont: Ophelia/The Cat Lady, 1969, 2’; Love Objects, 1971, sin sonido, 16’; The Mirror Garden, 1967, sin sonido, 4’; Epilog/Siam, 1968, sin sonido, 5’; Jabook, 1967, sin sonido, 3’; Phases of the Moon, 1968, sin sonido, 3’; Oblivion, 1969, sin sonido, 4’. Robert Beavers: Spiracle, 1966, 12’; The Count of Days, 1969, 21’; Palinode, 1970, 21’.
Proyección en 16 mm.
Copias de Tom Chomont procedentes de The Film-Makers’ Cooperative. Copia de Spiracle de Filmarchiv Schönecker. Copias de The Count of Days y Palinode procedentes de The Temenos Archives, con agradecimientos al artista.
Fecha: 28 enero 2024
Horario: 18.30
Espacio: Auditorio
Precio: 4 € / 3 € Reducida
Abono 5 sesiones: 15 € / 12 € Reducido
Amigos CCCB y Carnet Docente (educación obligatoria): gratuito
Venta de entradas en taquillas (taquilles@cccb.org / 933064100) y online.
Los abonos solo se pueden adquirir en las taquillas.

Primer tráiler para «La Bête» de Bertrand Bonello

No es la primera vez en este 2023 a punto de finalizar que la novela de Henry James La bête dans la jungle es libremente adaptada al cine. Si hace pocos días nos deteníamos en el film de Patric Chiha, ahora es turno para La Bête, película cuyo primer tráiler acaba de ver la luz y podéis ver a final de página junto a su póster oficial. Mezcla de drama de época, thriller y ciencia-ficción, La Bête supone una nueva incursión en el fantástico por parte de Bertrand Bonello tras la notable Zombi Child. La película, aún sin fecha de estreno, llegará el próximo año a nuestro país de la mano de Caramel Films y YouPlanet.
La Bête nos sitúa en un futuro cercano, donde la inteligencia artificial reina, las emociones se han convertido en una amenaza. Para librarse de ellas, la joven Gabrielle decide purificar su ADN en una máquina que la sumergirá en sus vidas pasadas. Allí se reencuentra con Louis, su gran amor. Pero está abrumada por el miedo y por la sensación de que la catástrofe se avecina. Una historia ambientada en tres períodos distintos: 1910, 2014 y 2044.
La película, con guion a cargo del propio Bertrand Bonello, está protagonizada por Léa Seydoux, George MacKay, Dasha Nekrasova, Julia Faure, Guslagie Malanda, Tiffany Hofstetter, Lukas Ionesco, Parker Henry, Martin Scali, Lottie Andersen y Kester Lovelace.

Filmoteca Española se suma a las celebraciones del centenario Semprún en el cine Doré

El ciclo `Jorge Semprún. Miradas del exilio´ se incluye en el programa de actividades culturales impulsado por el Ministerio de Cultura. La efeméride enlaza valores de democracia, libertad y respeto a los derechos humanos
Las sesiones incluidas en el ciclo se celebrarán en el cine Doré durante los meses de diciembre y enero e incluirán, además de sus obras como guionista cinematográfico, el documental ´Les deux mémoires´, único título dirigido por el escritor y uno de los documentales más destacados sobre la guerra civil española
Filmoteca Española, organismo del Ministerio de Cultura encargado de la preservación y difusión del patrimonio cinematográfico español, se suma a la celebración del centenario de Jorge Semprún (1923 – 2011), uno de los intelectuales europeos más influyentes de la segunda mitad del siglo XX.
La relevancia de su vida y obra se ve claramente reflejada en su trayectoria como intelectual, político, escritor, guionista y cineasta, facetas estas últimas que articularán el ciclo ´Miradas del exilio’ con el objetivo de profundizar en el conocimiento de su legado cinematográfico, así como de la época que le tocó vivir, abordando aspectos como el exilio español, la oposición al franquismo, el compromiso político de los intelectuales o la relación entre historia y memoria.
Entre los títulos elegidos, podrán verse los guiones en el exilio de Jorge Semprún para directores de relevancia internacional como Costa Gavras, Alain Resnais o Joseph Losey, Yves Boiset, Hugo Santiago o Alexander Arcady; así como el documental ´Les deux mémoires´, único título dirigido por Semprún, y uno de los documentales más destacados sobre la guerra civil española.
El ciclo, que se celebrará en el cine Doré entre los meses de diciembre y enero, comenzará el 27 de noviembre (19:00 h) con la proyección de ´La guerra ha terminado´ (Alain Resnais, 1966). La entrada será libre hasta completar el aforo y contará en su presentación con Felipe Nieto, Doctor en Historia Contemporánea por la UNED y autor de diferentes estudios sobre la figura de Semprún, y con Valeria Camporesi, directora de Filmoteca Española.
Centenario Semprún
El ciclo programado por Filmoteca Española se enmarca dentro del programa de actividades culturales impulsado por el Ministerio de Cultura con motivo de la conmemoración del centenario de su nacimiento. Este programa, que ha arrancado en noviembre, está aglutinando diferentes actividades y propuestas en torno a su vida en instituciones como el Centro Documental de la Memoria Histórica, el Centro Dramático Nacional o el Archivo Histórico Nacional.
Además de la profundización y la difusión del conocimiento de su biografía y su creación, el Centenario Semprún tratará de poner de manifiesto la plena actualidad de muchos de los valores que su legado representa: la solidaridad, la defensa de la democracia y la libertad contra pulsiones totalitarias, la denuncia de la barbarie de la guerra o la reivindicación de la fraternidad y la solidaridad. Igualmente, se destacará la vinculación de la trayectoria y el pensamiento de Semprún con los principios que dan sentido al proyecto de Europa, coincidiendo con la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea.

Sesiones noviembre / diciembre

27 de noviembre – 19.00 h. `La guerra ha terminado´ (Alain Resnais, 1966)
3 de diciembre – 17:30 h. ` Z ´ (Costa-Gavras, 1969)
5 de diciembre – 19:30 h. `Las dos memorias´ (Jorge Semprún, 1974)
10 de diciembre – 17:30 `Sección especial´ (Costa-Gavras, 1975)
12 de diciembre – 19:00 ` Stavisky´ (Alain Resnais, 1974)
15 de diciembre – 17:30 `La guerra ha terminado´ (Alain Resnais, 1966)
16 de diciembre – 20:30 `Las dos memorias´ (Jorge Semprún, 1974)
17 de diciembre – 20:30 `La confesión´ (Costa-Gavras, 1970)
20 de diciembre – 21:00 `Las rutas del sur´ (Joseph Losey, 1978)
27 de diciembre – 20:30 `El atentado´ (Yves Boiset, 1972)
29 de noviembre – 17:30 `Z´ (Costa-Gavras, 1969)

Alfred Hitchcock en la televisión (1955-1965): el surgimiento del telefilme

Las series televisivas producidas, presentadas y (muy parcialmente) realizadas por el director británico entre 1955 y 1965 (Alfred Hitchcock Presents y The Alfred Hitchcock Hour) constituyen un destacado campo de análisis para adentrarse en el tortuoso periodo histórico en que se produce el imparable surgimiento del telefilme en los EE.UU. Nacido de una dificultosa simbiosis de elementos, el nuevo relato televisivo parte sin duda de una estandarizada simplificación de los dispositivos de puesta en escena del cine clásico de Hollywood, que habrán de convivir con decisivas influencias del medio radiofónico, convocando además un amplio y complejo volumen intertextual. Determinado por su prioritaria finalidad publicitaria, constreñido en su estricta duración, el telefilme acabará volviendo imposible la continuidad histórica del modelo fílmico a partir del cual se había formado.
En dicha situación de encrucijada, las series de Alfred Hitchcock constituyen un ejemplo de interés excepcional. De hecho, mientras tal proceso de esquematización del modelo clásico se producía desde las parrillas de programación de las grandes cadenas televisivas norteamericanas, sufría a su vez otras radicales presiones, encarnadas textualmente en la progresiva complejización de unas escrituras manieristas en cuyas experimentaciones Hitchcock ocupaba igualmente un singular protagonismo. Se trata, pues, de profundizar en la paradójica posición de un cineasta que forzando el cine clásico, tirando de él —decididamente y con todo su peso— desde ambos lados de la soga, se constituye en pieza clave para comprender históricamente tanto el asentamiento de las fórmulas televisivas como la desintegración del modelo clásico de representación.
Prologada por Santos Zunzunegui, esta nueva edición corregida, actualizada —tras revisión de la práctica totalidad de la bibliografía y las tesis doctorales publicadas sobre el tema desde 1999, lo que ha permitido añadir algunos datos y ampliar ciertas discusiones— y (definitivamente) ilustrada, muestra la plena vigencia de la investigación original y cambia ligeramente su título para situar el nombre de Alfred Hitchcock en el lugar protagónico que en justicia le corresponde.
El autor
José Luis Castro de Paz (A Coruña, 1964). Licenciado en Historia del Arte, doctor en Historia del Cine y catedrático de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Santiago de Compostela. Director del Centro de Estudios Fílmicos de la USC (CEFILMUS). Presidente de la Fundación Wenceslao Fernández Flórez.
Ha participado en obras colectivas y coordinado volúmenes sobre diversos aspectos y figuras de la historia del cine español, entre ellos, con Julio Pérez Perucha y Santos Zunzunegui, La nueva memoria. Historia(s) del cine español (1939-2000) (Vía Láctea, 2005). Autor de una cincuentena de artículos en revistas especializadas, entre sus numerosos libros destacan títulos como, Alfred Hitchcock (Cátedra, 2000), Un cinema herido. Los turbios años cuarenta en el cine español (1939-1950) (Paidós, 2002), Fernando Fernán-Gómez (Cátedra, 2010), Del sainete al esperpento. Relecturas sobre cine español de los años 50 (con Josetxo Cerdán, Cátedra, 2011), Sombras desoladas (Shangrila, 2012), Cine y exilio. Forma(s) de la ausencia (Shangrila, 2017) o Formas en Transición. Algunos filmes españoles del período 1973-1986 (Shangrila, 2019). En 2021 dirigió, con Santos Zunzunegui, el doble volumen Furia española. Vida, obra, opiniones y milagros de Luis García Berlanga, cineasta (1921) (Generalitat Valenciana y Filmoteca Española). Ha comisariado ciclos y exposiciones para el Centro Galego de Artes da Imaxe/Filmoteca de Galicia, Filmoteca Española, Generalitat Valenciana o Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
Autor: José Luis Castro de Paz, Editorial: Shangrila, Colección [Encuadre] libros, Páginas: 398

 

El viaje distorsionado, tráiler para «The Sweet East» de Sean Price Williams

Es una de las sensaciones del cine indie estadounidense de este 2023, el debut en el largometraje, del hasta ahora reconocido director de fotografía Sean Price Williams, The Sweet East, estrena un primer tráiler, que podéis ver a final de página junto a su póster oficial. La película, una road movie que anida sobre el imaginario norteamericano, rodada cámara al hombro y en 16 milímetros, que nos puede retrotraer a los primeros trabajos de cineastas como Gus van Sant y Sean Baker, después de su paso por el Festival de Cannes, dentro de la Quincena de Cineastas, y la Seminci, llegará a las salas comerciales de nuestro país, aún sin fecha de estreno, de la mano de Caramel Films.
The Sweet East nos sitúa en un picaresco viaje a través de las ciudades y los bosques de la costa este de EE.UU. emprendido por Lillian, una joven estudiante de último curso de secundaria de Carolina del Sur que tiene su primera visión del mundo en un viaje de estudios a Washington, D.C.
La película, con guion a cargo de Nick Pinkerton, está protagonizada por Talia Ryder, Earl Cave, Simon Rex, Ayo Edebiri, Jeremy O. Harris, Jacob Elordi y Rish Shah.

Crónica Festival de Sitges 2023 (IV)

La no ficción y estimulantes revisiones

Para finalizar el repaso de este Sitges 2023, un recorrido parcial por tres secciones periféricas muy alejadas del evento entendido como tal, que de alguna manera le da un fundado sentido a la existencia y a la labor de un certamen cinematográfico: Sitges Documenta, a través de un cometido casi pedagógico con el cinéfilo, Seven Chances, sección que con el paso de los años ha ido encaminada hacia un tipo de cine menos autoral y más genérico, en referencia a una vertiente más fantástica, que en la mayoría de las ocasiones aprovecha la remasterización, o los Director’s Cuts de títulos algo olvidados hoy en día, que a través de dichas reediciones gozan de una segunda vida, y Sitges Clàssics, parcela más global que sustituye el concepto entendido anteriormente como retrospectiva, y que resulta fundamental en su función de revisitar un tipo de cine pretérito, que este año de forma satisfactoria, se ha visto reforzado con la proyección de un mayor número de películas con respecto a ediciones pasadas.

Sitges Documenta

En el apartado de documentales que transitaron al margen de las coordenadas del estudio cinematográfico, destacaron Kim’s Video de David Redmon y Ashley Sabin, historia que nos sitúa justo después del cierre del legendario videoclub neoyorquino en 2008, a través de un trabajo que afortunadamente evita la enésima revisión nostálgica del fin de una era de consumo mediante un estimulante, y por momentos divertido, ejercicio de periodismo gonzo derivado del estilo de Michael Moore, con cierta apariencia de thriller y que aborda múltiples géneros y estilos. Con ciertas similitudes a otro trabajo de no ficción como Atari: Game Over (2014) con relación a la búsqueda de quimeras de la cultura popular, Kim’s Video parte de la premisa de seguir la pista a una colección de 55.000 películas propiedad de dicho videoclub, que una década después de su cierre parece estar desaparecida. Los responsables del documental, en el papel de investigadores, se trasladaron a Salemi, un pequeño pueblo de Sicilia, escenario alejado de cualquier tipo de canon cinematográfico, que adquirió dicha colección con oscuros fines burocráticos; documental cuyo complejo subtexto, la obsesión cinematográfica o el ambiguo juego entre imaginación y realidad, logra adecuarse de forma satisfactoria a una trama de indudable tono empático para fanáticos del cine. Menos compleja con relación a estructuras narrativas resultó Satan Wants You de los directores Steve J. Adams y Sean Horlor, un documental que explora el fenómeno conocido como “Satanic Panic”, surgido a principio de la década de los 80, cuyo principal origen se focaliza en la publicación del libro Michelle Remembers, obra del psiquiatra canadiense Larry Pazder y su paciente Michelle Smith, en donde se relata cómo esta última fue entregada siendo niña a una secta satánica que le infligió todo tipo de vejaciones y abusos. Lástima que una premisa tan interesante, que parte de la idea de explorar las raíces de una era de sugestión, locura y paranoia en Estados Unidos, no estudie de forma integral dicho movimiento, quedándose en una suerte de documento de investigación de índole testimonial con abundante material de archivo centrado en la ambigua relación de dos personajes como principal motor argumental a la hora de desmontar un asunto que aporta muy pocas novedades para quienes ya conozcan el caso. Como mal menor, hay una interesante y soterrada contextualización con la actualidad, a través de curiosos paralelismos entre la histeria religiosa de los años 80 y las teorías de conspiración imperantes en políticas del presente.
Centrándose en el análisis de autorías y géneros cinematográficos, dos propuestas indagaron de diferente forma en el cine de terror italiano, por una parte, Dream Time de Claudio Lattanzi pone el foco en los últimos estertores de dicho género, situándonos en la década de los 80 y 90, planteando interrogantes del porqué de semejante involución hasta su práctica desaparición. Partiendo del estudio y gestación de dos películas como piezas angulares de su postrero éxito en taquilla, Dèmoni (1985) y Dellamorte Dellamore (1994), el documental divaga en exceso, sin apenas rumbo fijo, en relación con un anecdotario, vivencia y relaciones de tono nostálgico por parte de una serie de testimonios que no profundiza en la supuesta tesis que intenta abarcar. Para más inri, la narrativa, conducida por Davide Pulici, fundador de la revista especializada Nocturno, nos muestra momentos que rozan peligrosamente el ridículo, al intentar guionizar de forma surrealista algunos encuentros con los entrevistados. Un documental que posiblemente, dada su difusa estructura y olvidadiza memoria, elude películas y autores esenciales de la época como, por ejemplo, Pupi Avati, hubiera encontrado un mejor acomodo en esa segunda línea de flotación de trabajos de no ficción, que es la sección Brigadoon.
Como bien indica su título, Dario Argento Panico repasa obra y vida del responsable de Suspiria, del hombre y su método, a través de su propio testimonio sumado a intervenciones de autores influidos por su obra, como Guillermo del Toro, Gaspar Noé o Nicolas Winding Refn entre otros, y colaboradores cercanos a su trayectoria, como Vittorio Cecchi Gori, Lamberto Bava o Michele Soavi. Simone Scafidi, que había abordado con algo más de fortuna el estudio de otro tótem del fantástico italiano en la estimulante Fulci for Fake (2019) dirige su mirada hacia el cénit de la producción creativa de Argento, ubicada en los años 70 y 80, dando la impresión de poner el piloto automático, a la hora de recorrer unas narrativas preestablecidas dentro del formato documental, de decantarse más por la consabida veneración difundida por terceros, que por un análisis que sea percibido como profundo, que indague tanto en unas dinámicas familiares intuidas como complejas como en un legado cinematográfico que deviene como capital dentro de la historia del género fantástico. Un sospechoso habitual en Sitges del documental es Yves Montmayeur, al igual que otro pope contemporáneo de la no ficción que examina cinematografías y autorías como es Alexandre O. Philippe, ya que prácticamente todos sus trabajos han estado presentes en el festival, desde las interesantes The 1000 Eyes of Dr Maddin (2015) o Mad in Belgium (2022), hasta piezas bastante más residuales y anecdóticas como Dragon Girls!, Les amazones pop asiatiques(2015) o Citizen Kitano (2020). Kaidan. Strange Stories of Japanese Ghosts parte de un estudio que fija su mirada en Japón como uno de los territorios del mundo con más tradición en leyendas mitológicas protagonizadas por dioses y demonios en un país rico y propenso a los cuentos de fantasmas. Un contenido realmente ambicioso, y poco menos que inabarcable en la hora y media que dura un documental, que recorre los cimientos del género de fantasmas en la cultura japonesa, desde el folclore autóctono, teatro kabuki, cine mudo, los años 60 y 70 con películas fundamentales como Tôkaidô Yotsuya kaidan (Nobuo Nakagawa), Kwaidan (Kobayashi Masaki), Onibaba (Shindo Kaneto), hasta las ramificaciones adyacentes al J-Horror. Tiene la virtud de ser consciente de la imposibilidad de ser considerada como una enciclopedia, de ser exhaustiva sobre un temario al que no le habría venido mal aplicar una cierta linealidad en su discurso, puesto que enlaza artistas de performance, historiadores y cineastas, sin un aparente orden en una parcela cultural, la idiosincrasia del pueblo japonés, ciertamente fascinante.

Seven Chances

Dentro de Seven Chances nos detendremos en cuatro propuestas presentes en la sección, por un lado, en The McPherson Tapes, asistimos a la grabación casera de una celebración familiar, donde el padre documenta el evento con su nueva cámara VHS, sin saber que está a punto de capturar el primer contacto humano con vida alienígena. Material en bruto con nuevo transfer del posterior remake Alien Abduction: Incident in Lake County a cargo del mismo responsable, Dean Alioto, que viene a ser una curiosidad fílmica destinada para coleccionistas del fantástico, y que en su día fue considerada como punta de lanza del subgénero del found footage o metraje encontrado, nueve años después de Cannibal Holocaust, y diez antes de The Blair Witch Project, auténticos referentes de dicho formato. Más allá del nulo valor cinematográfico que atesora, tiene la particularidad de deambular por conceptos que pueden ser entendidos como pioneros en el tiempo de su gestación, grabación en vídeo y en una aparente única toma, y en especial por fomentar casi desde la clandestinidad, en una era pre internet, una especie de leyenda urbana sobre su supuesta veracidad. Por su parte O-Bi, O-Ba: The End of Civilization de Piotr Szulkin, nos muestra cómo tras una guerra nuclear, ochocientas personas se refugian en un búnker subterráneo, ante la imposibilidad de sobrevivir en un exterior convertido en un gran glaciar incompatible con la vida humana, esperando la llegada de un arca que los lleve a un lugar seguro y habitable. Proyección que sirvió de oportunidad para poder ver a quienes aún conserven esa virtud de índole casi personal, cada vez más extinta, de acudir a festivales de cine con el propósito de descubrir un tipo de cine poco difundido, una de las mejores películas realizadas sobre mundos distópicos y post-apocalípticos. Metafórica y absurda, esta obra maestra de la ciencia ficción y del fantástico onírico de la Europa del Este, supone la tercera parte de una tetralogía dirigida por Piotr Szulkin, que transita por Apocalipsis futuristas y deprimentes, formada por Golem (1980), The War of the World: Next Century (1981) y la posterior Ga-ga: Glory to the Heroes (1986). O-Bi, O-Ba: The End of Civilization expande dicho temario hacia conceptos tales como la religiosidad, el Arca de Noé omnipresente en la trama, la sátira política y social, en forma de alegoría de una demolición existencial a través de la agonía de un orden establecido, por entonces cercano en paralelismos al fin del comunismo en Polonia y la URSS. También importante por su condición de producto que asimila referencias estéticas, con relación a la utilización de neones azules y violetas en la fotografía de Witold Sobocinski, que nos retrotrae a imaginarios adyacentes a pilares de la ciencia ficción cinematográfica como Stalker o Blade Runner. Del mismo modo, interesante en lo concerniente a su función de expandir conceptos, esa noción de la inoperancia de la burocracia como movimiento absurdo de un sinsentido que veríamos en Brazil de Terry Gilliam, o ese final, en donde presenciamos cómo la pesadilla claustrofóbica estalla en caos, conclusión digna de la también fundamental Day of the Dead de George A. Romero, ambas películas curiosamente realizadas el mismo año que O-Bi, O-Ba: The End of Civilization.
Otra oportunidad, intuida por un servidor como impagable, de poder ver en pantalla grande un material fílmico que nos viene a decir que no todo el cine se encuentra en plataformas, ni está al alcance de nuestra mano, fue la proyección de La Venere d’Ille, film rodado en 16 mm para televisión como uno de los episodios de la serie I giochi del diavolo, que supone el último trabajo como director de Mario Bava, aquí en codirección junto a su hijo Lamberto y con Daria Nicolodi, mujer de Dario Argento, como protagonista principal. Relato situado a principios del siglo XIX que adapta una novela de Prosper Merimeée, en donde se indaga en ese gótico tan característico que explora la dualidad maldita, el fatalismo inescrutable, a través de un trabajo comedido, ya no solo ocasionado por la precariedad del marco televisivo, que curiosamente aquí le permite a Bava rodar un film a su gusto, sino por conservar unos rasgos de creatividad personal basada en una fuerza estilística, de índole más pictórico que cinematográfico, alejado de la estridencia vista en sus últimos trabajos, Lisa e il diavolo (1973), Cani arrabbiati (1974) o Shock (1977). Película que permite retrotraernos a los mejores trabajos del maestro italiano, especialmente visible en la parte final, donde la visión subjetiva de esa estatua que cobra vida, está fundamentada principalmente mediante la creación de una atmósfera, de una iluminación tenebrista en donde todo parece estar calculado, con relación a un tipo de cine que sugiere o indica más que muestra, puro cine fantástico… De un tono más lúdico que reivindicativo, fue la presencia en la sección de Los leprosos y el sexo, de ese referente en el cine de género mexicano que es René Cardona. Incursión del personaje de El Santo en el western, en una película, que como suele ser habitual en estas narrativas de tono pulp, son poco dadas a las sutilezas y el refinamiento y que en realidad es un remontaje en 4K con insertos sexploitation de Santo contra los jinetes del terror (1970). Curiosamente más sobria de lo que puedan dar a entender en un principio sus postulados, de hecho, lo más estridente y anti climático de la película termina siendo esos aparatosos añadidos de escenas sexuales, podría pasar como un western al uso si no fuera por esos manierismos en las tomas de acción, propios de la lucha libre. Tiene la particularidad de articular en el relato tropos del cine de terror, al presentar a los leprosos casi a modo de una legión de muertos vivientes, muy a semejanza del estupendo inicio de otro western, colindante desde otra vertiente a lo Weird, como es Manos torpes de Rafael Romero Marchent.

 Sitges Clàssics

Aprovechando la sinergia creada por la retrospectiva Ciudad Pánico, sobre la urbe como catalizador del terror y su reciente remasterización en 4k, se pudo ver dentro del apartado Sitges Clàssics, la genial y fascinantemente excéntrica, God Told Me To. Un híbrido de géneros casi imposible, en donde podemos ver al Mal encarnado en un extraterrestre mesiánico hermafrodita bajo los rasgos del icónico Richard Lynch, que nos muestra cómo a Larry Cohen le salía bien y de fábrica este tipo de películas hace cincuenta años. God Told Me To explora terrenos ignotos, siendo al mismo tiempo un perfecto ejemplo de lo entendible como cine de guerrilla, de aprovechar de forma clandestina el rodaje en exteriores; la estupenda escena del desfile del Día de San Patricio en Nueva York es un inmejorable ejemplo de ello, a través de un estilo pseudodocumental, cámara en mano, edición brusca y actuaciones naturalistas que buscan el impacto en el espectador. Relato que parte de claras coordenadas próximas al thriller policíaco, que abraza sin complejos un fantástico que flirtea con el terror en su tramo final, ofreciendo una perversa lectura por parte del responsable de It’s Alive, del fundamentalismo cristiano. Se anticipa a algunos conceptos vistos con posterioridad en la fundamental Cure de Kiyoshi Kurosawa. Tras estar presente el pasado año con la revisión de Gandahar, les années lumière, René Laloux volvió a tener acomodo en Sitges con la extraordinaria Les Maîtres du temps, adaptación de una novela de Stefan Wul, que ejemplifica de forma modélica cómo gran parte del mejor cine de animación de los 70 y 80 vino de la mano de una unión creativa poco dada a los límites, contundente en su intento de realizar un cine a contracorriente, a través de una perspectiva filosófica y experimental, muy alejada del paroxismo del estilo hollywoodiense. Un cine europeo que llegó a ser concebido casi a modo de cooperativismo, al aglutinar una serie de autores y corrientes diversas, Jean Giraud, Jean-Patrick Manchette o Roland Topor entre otros muchos, provenientes en su mayoría de la mítica revista Métal Hurlant. Les Maîtres du temps, de narrativa casi episódica, ofrece un arte conceptual que muta en un fantástico simbólico y libre de ataduras, en relación con historias que por aquel entonces ambicionaban crear tendencia dentro del ámbito de la animación. La proyección, y la oportunidad que se le otorga al espectador de poder descubrir la obra de René Laloux, justifica por sí sola la existencia de cualquier evento cinematográfico que se precie de su condición.
Como sesión especial dentro de la sección New Visions se pudo ver Le Mépris de Jean-Luc Godard, una de las reflexiones elegíacas sobre el fin del amor más bellas que haya dado la historia del cine. Aprovechando una reciente restauración que coincide con su sexagésimo aniversario, y bajo el inolvidable adagio de Georges Delerue, Le Mépris constituye en sí mismo, como bien menciona André Bazin en la cita que abre el film, el tratado definitivo sobre cómo el cine sustituye nuestra mirada por un mundo, supuestamente acorde a nuestros deseos. Película inabarcable, también entendible como homenaje crepuscular al cine, sublimado por su autor a la hora de trascender como el relato de un dolor privado. Entre sus innumerables virtudes, imposible de analizarlas con algo de rigor en escasas líneas, destacar la apropiación que hace de la metáfora del desprecio, concepto aquí llevado más allá del desamor o incluso del odio, a modo de reinterpretación del mito de Odiseo, en donde en un mundo de apariencias solo queda el vacío y el olvido, como mucho la melancolía como epifanía de un fracaso sentimental. Como colofón a la crónica de este Sitges 2023, nos detendremos en una recuperación bastante significativa que tuvo lugar en el pase nocturno en el Auditorio el primer día del festival, a un servidor la película le estuvo rondando por la cabeza durante todo el certamen, nos referimos a Caligula – The Ultimate Cut (4K) de Tinto Brass, posiblemente la película, por diferentes motivos, más importante presente en esta edición, cuya proyección no tuvo una recepción acorde a su relevancia, por parte de un público, perteneciente a esa característica burbuja Sitges, que en su gran mayoría parece estar más pendiente de la novedad insustancial del presente que en la indagación de un material pretérito, cuyo visionado en la película que nos ocupa, ya merece la pena solo por disfrutar de su barroca escenografía faraónica. Reconstrucción completa del film a partir del material original, con imágenes inéditas y un montaje lo más encaminado posible a la idea primigenia del guion de Gore Vidal, que deviene como la sexplotation Deluxe definitiva, tanto por su discurso político-sexual, como por su salvaje tratado sobre la locura y el poder, a través de una celebración pagana que aúna a la perfección conceptos tales como lo arty y lo trash. Obra en donde confluyen imaginarios propios de Fellini, Pasolini o Jodorowsky, cuya desmesura nos muestra un tratado, a modo de pesadilla, sobre la demencia del tirano. Lo más significativo de la película termina siendo su condición de cine representativo de una época concreta, percibida en el presente como irrepetible y libre, cuya concepción y posterior exposición, sería inimaginable hoy en día.

Palmarés

Sección Oficial Fantàstic Competición
Premio al Mejor Largometraje – ‘Cuando acecha la maldad’
Premio Especial del Jurado (ex-aequo) –
‘Stopmotion’ (por su exploración creativa del lado oscuro de la creatividad) y ‘Vermin: La plaga’ (por por ser una película de monstruos poderosa y política)
Premio a la mejor Dirección – Baloji por ‘Omen’
Premio a la mejor Interpretación Femenina –
Kate Lyn Sheil por ‘The Seeding’
Mención especial Interpretación Femenina –
Zafreen Zairizal por ‘Tiger Stripes’
Premio al mejor Interpretación Masculina –
Karim Leklou por ‘Vincent debe morir’
Premio al Mejor Guion –
Colin y Cameron Cairnes por ‘Late Night with the Devil’
Premio a la Mejor Fotografía – Martin Roux por ‘La morsure’
Premio a la Mejor Música –
Markus Binder por ‘Club Zero’
Premio a los Mejores VFX –
Frédéric Lainé, Jean-Christophe Spadaccini, Pascal Molina, Cyrille Bonjean-Jean, Bruno Sommier y Jean-Louis Autret por ‘El reino animal’
Mención especial 2 –
Riddle of Fire’ (porque hizo muy feliz al jurado)
Mención especial 3 –’Moscas’ (por su bonita visión del lado feo de Buenos Aires)
Premios de público
Gran Premio del Público a la mejor película de la SOFC – ‘Robot Dreams’
Premio del Público Panorama Fantàstic –
‘El exorcismo de Eastfield’
Premio del Público Focus Asia –
‘Fuerza bruta: sin salida’
Premio del Público Midnight X-treme –
‘Os reviento’
Noves Visions
Mejor Largometraje Noves Visions – ‘Moon Garden’
Mención especial 1 – ‘Humanist Vampire Seeks Consenting Suicidal Person’
Mención especial 2 –
‘Halfway Home’
Mención especial 3 –
‘Mimì – Prince of Darkness’
Mejor Dirección Noves Visions –
David Kapac y Andrija Mardesic por ‘The Uncle’
Mejor Cortometraje Noves Visions Petit Format – ‘The Old Young Crow’
Anima’t
Mejor Largometraje Anima’t – ‘Tony, Shelly y la linterna mágica’
Mejor Cortometraje Anima’t – ‘Ghost of the Dark Path’
Blood Window / Órbita
Mejor Película Blood Window – ‘Cuando acecha la maldad’
Mejor Película Órbita – ‘The Last Stop in Yuma County’
Méliès
Méliès de Oro a la Mejor Película – ‘LOLA’
Méliès de Oro al Mejor Cortometraje – ‘Gnomes’
Méliès d’Argent a la Mejor Película – ‘La morsure’
Méliès d’Argent al Mejor Cortometraje –
‘Cultes’
Brigadoon
Premio Brigadoon Paul Naschy al Mejor Cortometraje – ‘Ellos
Crítica
Premio de la Crítica José Luis Guarner al Mejor Largometraje SOFC – ‘La teoría universal’
Premio Citizen Kane al Director Revelación –
Stéphan Castang por ‘Vincent debe morir’
Premio al Mejor Cortometraje SOFC –
‘I’m Not a Robot’
CARNET JOVE
Mejor Película Sección Oficial Fantástico a Competición – ‘La morsure’
Mejor Película Sitges Documenta – ‘Kim’s Video’
SGAE Nova Autoría
Mejor Dirección – Mikel Garrido (ESCAC) por ‘Tenemos patria’
Mejor Guion –
Karen Joaquín (ECIB) por ‘O que me parta un rayo’
Mejor Música Original – Márcio Echevarria (IDEM Barcelona) por ‘The Sun Thief’

 

 

 

 

La Casa del Cine. «Historia y Análisis Fílmico: Fuera de Canon»

Las formas subversivas, las fugas del clasicismo, el cine moderno no francés, el cine del este y latinoamericano, el cine africano de los 60, el cine experimental y/o underground americano, el giallo y el blaxplotation, la serie B japonesa, los cines periféricos o el cine heterodoxo español. Así se planeta este curso anual para estudiar, analizar y reflexionar sobre las cinematografías olvidadas. Una historia que incluya temas, voces y territorios tradicionalmente ignorados ya sea por género, clase, raza o nación.
BLOQUE 1: El clasicismo y sus fugas
▪ La comedia como agente del caos. El slapstick más allá de Chaplin y Keaton: Harold Lloyd, Laurel & Hardy, Mabel Normand y otras heroínas del slapstick, etc.
▪ Autores fuera de canon en el Hollywood clásico: Erich vonStroheim, Josef von Sternberg, F.W. Murnau…
▪ El Hollywood del “Pre-Code”: sexo, moral y censura en el inicio del sonoro. Mae West, actriz-autora.
▪ Directoras del Hollywood clásico: Dorothy Arzner e Ida Lupino
▪ La producción de serie B: géneros, subgéneros y autoría en el Hollywood clásico. El caso de Monogram Pictures. Val Lewton,productor-autor
BLOQUE 2: Los otros cines modernos. Más allá de la nouvelle vague
▪ El Nuevo Cine de los países del Este: Polonia (el primer Polanski, Andrzej Wajda, Jerzy Skolimowski), Checoslovaquia (el primer Milos Forman, Vera Chytilova), Hungría (Miklos Jancso, Laszlo Kovàcs), etc.
▪ El Nuevo Cine Alemán. Más allá de Schlondorff o Fassbinder: Straub & Huillet, Alexander Kluge, el primer Werner Herzog.
▪ Nuevo Cine Latinoamericano. El Cinema Novo (Brasil): Glauber  Rocha, Nelson Pereira Dos Santos, etc. El nuevo cine argentino (Fernando Birri, Fernando Solanas, etc.). El nuevo cine cubano (Tomás Gutiérrez Alea, Santiago Álvarez, etc.). El caso de Sara Gómez, la primera cineasta cubana.
▪ El nacimiento del cine africano en los 60: el cine de Ousmane Sembene (Senegal), Med Hondo (Mauritania) y Djibril Diop Mambety (Senegal).
▪ El cine de la India: de Satyajit Ray al “nuevo cine”. El star system en la India y Bollywood.
BLOQUE 3: Breve recorrido por el experimental y/o underground
▪ Inicios del cine experimental en EE.UU.: Maya Deren, Kenneth Anger, Curtis Harrington y su “cine del psico-drama”.
▪ El New American Cinema: Jonas Mekas, Marie Menken, Stan Brakhage, Bruce Conner, Gregory Markopoulos, etc.
▪ El cine estructural: Peter Kubelka, Hollis Frampton, Michael Snow, Paul Sharits, etc.
▪ El cine militante. Cine y mayo’68. Tercer Cine.
BLOQUE 4: Géneros y subgéneros populares entre los 60 y los 70
▪ Italia: giallo (Dario Argento, Mario Bava, Lucio Fulci, etc.) y spaguetti western (Sergio Leone, Sergio Corbucci, Enzo G. Castellari)
▪ España: la edad dorada del fantaterror (Jess Franco, Paul Naschy, León Klimovsky, Armando de Ossorio…)
▪ EE.UU.: el Blaxploitation y sus estrellas, Pam Grier y Richard Roundtree. Los inicios del gore: el cine de Herschell Gordon Lewis.
▪ Japón: la serie B y los pinku eigas (cine erótico) de Nikkatsu. El caso de Seijun Suzuki (Youth of the Beast, Tokyo Drifter, Branded to Kill)
▪ Hong Kong: los wuxia de los Shaw Brothers. El cine de acción hongkonés.
BLOQUE 5: Cine e identidad(es)
▪ Cine(s) feminista(s). Las pioneras: Agnès Varda, Chantal Akerman. El contracine de Laura Mulvey y Peter Wollen. Born in Flames, de Lizzie Borden. Un caso de estudio: el colectivo de vídeo feminista “Las insumusas” (Delphine Seyrig & Carole Roussopoulos). Otro caso de estudio: Cecilia Bartolomé (España).
▪ Antes del New Queer Cinema: Flaming Creatures de Jack Smith, Derek Jarman. New Queer Cinema: Todd Haynes, Gregg Araki, Rose Troche. El caso de Bruce LaBruce.
BLOQUE 6: Los cines periféricos desde los 80 a la actualidad
▪ El cine iraní desde los años 80 a la actualidad. El cine de Abbas
Kiarostami.
▪ La nueva ola rumana: Cristian Mungiu, Cristi Puiu, Radu Muntean, etc.
▪ El nuevo cine filipino: Lav Diaz, Raya Martin, Brillante Mendoza, etc.
▪ La “nueva” generación de cineastas mejicanos: Carlos Reygadas, Amat Escalante, etc. La “nueva” generación de cineastas argentinos: Lucrecia Martel, Lisandro Alondo, etc.
▪ Corea del Sur y su cine: Bong Jong-hoo, Lee Chang-dong, Na Hong-jing, etc
BLOQUE 7: Breve recorrido por el cine español heterodoxo
▪ Pioneros heterodoxos: Nemesio Sobrevila, Manuel Noriega, Luis Buñuel…
▪ La corriente de “cine telúrico”: Carlos Serrano de Osma. Llorenç Llobet Gràcia y un título de culto: Vida en sombras
▪ José Val del Omar y el Tríptico elemental de España
▪ La Escuela de Barcelona: Joaquim Jordà, Jacinto Esteva, José María Nunes, Gonzalo Suárez, Vicente Aranda…El caso de Pere Portabella y Vampir Cuadecuc.
▪ El cine clandestino catalán: Antoni Padrós, Llorenç Soler, etc. Cine a contracorriente en España: Adolfo Arrieta, Antonio Maenza. Paulino Viota y Contactos.
▪ Cine underground: los cortometrajes (y largometrajes) de Iván Zulueta.
DOCENTES
María Adell, Miquel Echarri, Violeta Kovacsics, Antonio José Navarro, Víctor Esquirol, Mariona Borrull, Adrián Sánchez, Andreu Marves, Bet Giravent, Mar Canet.
Fechas: 9 de enero al 20 de junio 2024
Horario: 19h a 21h (martes y miércoles)
Precio: 700€ (reserva de plaza 300€)

 

Un hombre decente, tráiler para «Perfect Days» de Wim Wenders

Después de algunos años de capa caída, la vuelta del mejor Wim Wenders ha supuesto la aparición de Perfect Days, una de las mejores película de este 2023 que está a punto de finalizar, cuyo primer tráiler norteamericano acaba de ver la luz y podéis ver a final de página junto a su póster oficial. Tras un largo periplo por festivales de cine, Premio a la Mejor Interpretación Masculina para Kôji Yakusho en la pasado edición de Cannes, la película se estrenará en nuestro país de la mano de A Contracorriente Films el próximo 12 de enero de 2024.
En Perfect Days vemos como Hirayama parece totalmente satisfecho con su sencilla vida de limpiador de retretes en Tokio. Fuera de su estructurada rutina diaria, disfruta de su pasión por la música y los libros. Le encantan los árboles y les hace fotos. Una serie de encuentros inesperados revelan poco a poco más de su pasado.
La película, candidata japonesa a los Oscar de este año, cuenta con un guion a cargo del propio Wim Wenders junyo a Takuma Takasaki, estando protagonizada por Kôji Yakusho, Tokio Emoto, Arisa Nakano, Aoi Yamada, Yumi Asou, Tomokazu Miura, Min Tanaka y Sayuri Ishikawa.

Filmin estrena la versión restaurada en 4K de «Let’s Get Lost», de Bruce Weber

El próximo 24 de noviembre llega a Filmin el documental sobre Chet Baker nominado al Oscar, junto a otros cinco títulos del gran fotógrafo y director estadounidense.
35 años después de su celebrado estreno en el Festival de Venecia, donde se llevó el Premio de la Crítica, llega a Filmin el documental de Bruce Weber «Let’s Get Lost», esta vez en una versión restaurada en 4K. Una copia prodigiosa que se estrenó el pasado mes de octubre en el Lumiére Film Festival de Lyon y que ha sido realizada por la empresa neoyorquina Cineric y distribuida internacionalmente por HanWay Films.

Muchos consideran «Let’s Get Lost» como el mejor documental musical de todos los tiempos. Nominado al Oscar en 1988, el film es un retrato del último año de vida del genial trompetista, cantante y músico de jazz Chet Baker, valiéndose de material rodado durante la última gira del músico, con entrevistas con el propio Baker, sus esposas, hijos, amigos y novias, así como extractos de antiguas películas italianas de serie B. La película es un documento explícito que presenta, a modo de advertencia, las trampas en las que pueden caer los personajes famosos y llenos de talento, y adquirió una dimensión adicional cuando, durante la etapa de montaje, el artista murió al precipitarse por la ventana de un hotel en Ámsterdam.

«Let’s Get Lost» llegará a Filmin junto a otros títulos de Bruce Weber, uno de los fotógrafos de moda más importantes del mundo gracias a su trabajo con firmas como Calvin Klein, Abercrombie & Fitch y Ralph Lauren. En su faceta como cineasta encontramos títulos como «Nice Girls Don’t Stay for Breakfast», un retrato del actor Robert Mitchum; «Chop Suey», en el que documenta el paso de la niñez a la edad adulta de un joven llamado Peter Johnson; o «Broken Noses», su ópera prima, en la que sigue al boxeador profesional Andy Minsker y a sus jóvenes pupilos en un pequeño club de boxeo en Portland, Oregon.

Títulos que integran el ciclo:
– «Let’s Get Lost (4K)» (1988)
– «Broken Noses» (1987)
– «The Beauty Brothers» (1987)
– «Chop Suey» (2001)
– «Nice Girls Don’t Stay for Breakfast» (2018)
– «Las fotografías de Paolo di Paolo, el tesoro de su juventud» (2021). Ya disponible en Filmin.

Crónica Festival de Sitges 2023 (III)

Noves Visions: El fantástico intuido

Noves Visions, sección ya con veinte años de existencia, volvió a ser un año más ese agradecido reducto temático destinado a cinematografías y autorías distantes de convencionalismos, algo que en la mayoría de los casos se materializa en un apartado con cierta autonomía con relación a articular según qué tipo de coordenadas apartadas en un principio de lo preestablecido. Estamos pues ante una serie de películas en donde el concepto genérico tiende a esparcirse hacia parcelas supuestamente colindantes al fantástico, abriendo nuevas vías discursivas que devienen tan infinitas como complejas, especialmente en lo concerniente a las relecturas conceptuales que nos llegan a ofrecer.
De cinematografías poco proclives al fantástico, como la chipriota, pudo verse la estimulante Embryo Larva Butterfly de Kyros Papavassiliou, relato utópico de narrativa fragmentada que indaga en lo relativo a existencias no lineales, a través de una historia que gira en torno a la paradoja temporal. Al igual que la comedia fantástica referencial Groundhog Day de Harold Ramis, pero pasado por el filtro argumental del Kramer vs. Kramer de Robert Benton, la temporalidad arbitraria no deja de ser una excusa en donde los protagonistas deben descifrar el momento exacto de su vida: pasado, presente y futuro en el que se despiertan cada día. Lo realmente importante vendrá dado por las complicaciones que se derivan de ello, aquí centradas en un drama sobre problemas y decisiones adyacentes a la pareja, premisa sobre anomalías que recuerda en algo a los primeros trabajos de Yorgos Lanthimos, especialmente con relación a una puesta en escena aséptica y minimalista que hace que estemos ante una gélida historia de amor, aquí encaminada hacia un tono filosófico que explora conceptos supuestamente trascendentales como la mortalidad y la existencia. Como buen relato de características weird, su tratado sobre lo insólito hubiera requerido algo más transgresor. Por su parte, el sangriento cuento de hadas In My Mother’s Skin de Kenneth Dagatan, se adentra en texturas cercanas a la tradición regional mediante un relato colindante a un folk horror, que evoca oscuras fabulas de la infancia situadas a medio camino entre la pesadilla de los cuentos y la alegoría histórica. También interesante por su adscripción al gótico familiar, la acción se sitúa en una finca rural de Filipinas durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, poco antes de la derrota de las fuerzas de ocupación japonesas, ese subtexto sobre el fascismo, adherido al imaginario fantástico de seres mitológicos, nos deriva inevitablemente al El laberinto del fauno de Guillermo del Toro o a una suerte de analogía oriental del concepto de Hansel y Gretel, con relación a una película que tiene la virtud de no perder nunca de vista el contexto en el que se inscribe. Otro relato sugerente, aunque algo menos afortunado, vendría a ser Moon Garden. Con la excusa argumental de ver a una niña de cinco años en coma a causa de un accidente, y partiendo de ese postulado universal que es Alice in Wonderland respecto a imaginarios escapistas de infantes, el film de Ryan Stevens Harris articula una variante de referentes visuales que van desde el Labyrinth de Jim Henson,  MirrorMask de Dave McKean, Silent Hill, Alice de Švankmajer o Mad God, del homenajeado en el festival este año Phil Tippett, entre otros. Es una lástima vertebrar la historia a través de dos conceptos: fantasía y realidad, demasiado equidistantes, ocasionando un cuestionable desequilibrio de narrativas, si el primero funciona en lo concerniente a su condición de stopmotion pesadillesca expuesta a modo de versión Steampunk de la magnífica Paperhouse de Bernard Rose, el segundo apartado naufraga casi por completo con relación a una mal disimulada redundancia que transita lo real.
La representación patria en la sección de este año vino de la mano de la modesta, pero estimable La última noche de Sandra M. de Borja de la Vega, película que se sumerge en el relato de ficción especulativo sobre las últimas horas de vida de la malograda actriz del destape Sandra Mozarowsky. De un talante teatral a nivel escénico, y más próximo a un ejercicio de imaginación objetiva que un biopic al uso, el film encierra bajo los postulados de crónica negra una sugerente doble lectura a modo de tratado de terror como noción básica, en donde visitas y llamadas amenazantes de origen anónimo actúan como una herramienta simple y efectiva a la hora de mostrar la transición española, o el tardofranquismo como una entidad no material que imposibilita los sueños de la joven protagonista. Reinterpreta de forma curiosa conceptos ya vistos en Blonde de Andrew Dominik, funcionando relativamente bien, como obra opresiva y claustrofóbica próxima a una pesadilla que nos traslada a una especie de home invasión anclada en un perpetuo y poco complaciente estado mental. Por relatos femeninos fragmentados también discurrieron dos propuestas lastradas por modismos del presente como fueron Humanist Vampire Seeking Consenting Suicidal Person y My Animal, ambas películas lo hicieron a través de unas coordenadas genéricas bastante predecibles. La ópera prima de Ariane Louis-Seize recurre al relato vampírico desde una vertiente moderna que recoge lo peor de subvertir dicha mitología a un cine independiente contiguo a la comedia adolescente de tono naif. Dilema existencial sobre inadaptados, la incomprendida vampira y el suicida, más cercano a la intrascendencia de productos tan en boga hoy en día como A Girl Walks Home Alone at Night o What We Do in the Shadows, ambas del 2014, que a la transgresión inherente en dicho subgénero visto en películas como The Velvet Vampire (1971), Martin (1977), Nadja y The Addiction (1995), por citar solo cuatro ejemplos que nos venían a decir que desmitificar leyenda y realidad era un signo de valentía y originalidad, postulado situado en las antípodas de un producto tan complaciente y, por momentos cursi, como es Humanist Vampire Seeking Consenting Suicidal Person. Algo menos irritante pero igual de fallida resultó My Animal, otro debut en el largometraje por parte de la realizadora Jacqueline Castel, sobre gente marginada adherida al relato fantástico, en esta ocasión amparándose en el concepto de la licantropía, como eje narrativo por donde circula la alegoría del despertar sexual adolescente. Articulaciones narrativas que representan un subgénero en sí mismo, al vincular el consabido coming of age made in Sundance a una historia de trasformación animal, aquí consagrada a la manida historia sobre jóvenes con problemas de adicción, o con inclinaciones LGBTQ+ que se ven obligados a quedar al margen de una sociedad que no comprende sus necesidades o deseos, el elemento fantástico hará acto de presencia a modo de catarsis, en un relato carente de cualquier tipo de ambigüedad, algo que la sitúa a años luz, con respecto a su complejidad, de la mejor película de hombres lobo centrada en mujeres, Ginger Snaps (2000), cinta curiosamente también filmada en Canadá.
El western, o algunos de sus conceptos contiguos, tuvo una doble presencia en Noves Visions, por un lado The Last Ashes vino a confirmar una preocupante tendencia en un género hoy entendido como residual, el film de Loïc Tanson, un neo wéstern vinculado al folk que nos sitúa en el Luxemburgo de 1854 al igual que Brimstone (2016), también presente en el certamen hace unos años, utiliza unas coordenadas genéricas preestablecidas a la hora de orbitar por una serie de demandas actuales que intentan indagar en relación con la yuxtaposición de tramas de índole feminista víctimas de un patriarcado representado en la historia como atroz. Más próxima a un relato colindante al militarismo que a lo entendible como Weird, lógica definición que hibrida dos géneros en un principio tan antagónicos como el western y el fantástico, la película se desarrolla a modo de un convencional rape & revenge, que termina siendo bastante más complaciente de lo que pretender dar a entender en principio. Más lógica, dado su riesgo conceptual, fue la presencia en la sección de Where the Devil Roams, un American Gothic de claras resonancias performativas, a cargo de la familia Adams, la madre Toby Poser, el padre John Adams y las hijas Zelda y Lulu, involucrados en diferentes parcelas de la producción. Relato tan vanguardista como autoral, que hace uso de una fantasmagoría casi artesanal salpicada de barro, con relación a una historia narrada a modo de road movie que nos muestra la travesía sangrienta de una familia de artistas ambulantes por los Estados Unidos en plena época de la Depresión. Cambiando continuamente de texturas en blanco y negro a tonalidades descoloridas y subexpuestas, Where the Devil Roams atesora la virtud de darle un sentido al término cine independiente, y lo hace en lo concerniente a la aproximación que hace de lo temático desde el ángulo estrictamente más estético. Por su parte la estimable The Vourdalak de Adrien Beau, como hizo en su día Mario Bava en la estupenda I tre volti della paura, adapta el clásico cuento de Alekséi Tolstoi con el encanto que puede proporcionar la posibilidad de ver en una pantalla de cine una pieza de naturaleza casi arqueológica que se desarrolla en lo relativo a audaces formas escénicas, la mayoría de ellas derivadas de una teatralidad, en donde los actores se expresan más a través de los cuerpos que de las palabras. Película extravagante, en el buen sentido de la palabra, con cierto aroma a experimento de texturas retro que enlaza con ese terror gótico clásico del Este europeo de los años 60, en donde solía imperar una fuerte noción de la artesanía entendida como arte escénico. Con un sentido incuestionable de la honestidad, Adrien Beau se muestra hábil en lo relativo al ensamblaje de ciertos códigos del género de terror autoral, aquí desarrollados a través de una oscura sinergia que conecta la institución familiar con el vampirismo.
Al igual que la estupenda y algo más sofisticada Zora de Dalibor Matanic, presente en el festival en 2021, la también croata The Uncle de David Kapac y Andrija Mardesic (Premio a la Mejor Dirección) vino a ser una de las grandes películas metafóricas vistas este año en Sitges, especialmente en su exposición de una forzada disfuncionalidad familiar dentro de un contexto histórico, que conecta tanto con Croacia, como con Serbia y el posterior descontrol de la extinta Yugoslavia. Bajo la apariencia de un oscuro thriller con toques de un humor asfixiante, que mira sin disimulo a imaginarios que parecen surgidos de la mente de unos primerizos Michael Haneke, en especial su Funny Games, o Ulrich Seidl, el relato, que juega en todo momento al desconcierto y la incomodidad, nos muestra una celebración familiar navideña situada en la Yugoslavia de los años 80, en la que el tío llega desde Alemania, premisa que resulta ser cualquier otra cosa de lo que en un principio da a entender. El mérito de la propuesta vendrá dado por su función alegórica en diversos frentes que terminan por entrelazarse, especialmente el relacionado con una serie de dinámicas familiares origen de la autodestrucción, también en mostrar la Navidad como concepto subliminal que ataca nuestro subconsciente. Menos justificación en la sección tuvo Pandemonium, cinta del artista multidisciplinar francés conocido con el seudónimo de Quarxx. Presente hace unas ediciones con la interesante Tous les Dieux du ciel (2018), Pandemonium nace de la unión de tres cortos del autor, que pretende a través de curiosas referencias pictóricas tener una conexión argumental sobre el tránsito y origen de almas condenadas al infierno. Tomando en consideración la estructura episódica insertada en el largometraje que siempre ha sido irregular dada su propia naturaleza, el film de Quarxx lo es doblemente. La unión de sus segmentos, en términos de agrupación temática resulta muy cuestionable, en especial en lo concerniente a tonos y narrativas que terminan siendo demasiado equidistantes entre sí; uno de los episodios podría pasar perfectamente como anuncio concienciador contra el bullying, mientras que el otro, el más afortunado, parece surgido de estéticas propias de imaginarios cercanos a Clive Barker. Obra fallida que solo despierta cierta curiosidad en relación con su vocación de experimento. Puestos a buscar semejanzas, queda muy alejada en conceptos y resultados de las películas de antología de la Amicus, relatos que venían a explicar prácticamente lo mismo desde una perspectiva más simple y efectiva. El cierre de la sección vino de la mano de Kim Jee-woon con Cobweb; el autor, viejo conocido del festival y responsable de obras referenciales del cine coreano moderno como A Tale of Two Sisters (2003) o I Saw The Devil (2010), cuya presencia en Noves Visions fue percibida como algo controvertida, tanto en relación a su dudosa adscripción al fantástico, como por ser la obra supuestamente subversiva que algunos han querido ver en ella a modo de ejercicio de fabulación metafílmica, contada a través de una trama situada en los años 70, en donde se muestra a un director de cine obsesionado con volver a rodar el final de su película recién terminada. En realidad Cobweb, producto cercano a ser una metafarsa de condición supuestamente terapéutica, con relación a la creación cinematográfica, no deja de ser la deriva de un autor que ha intentado volver de forma infructuosa a unos parámetros de comedia algo más sofisticados con respecto a los que debutó, The Quiet Family (1998) o The Foul King (2000), para terminar ofreciendo un ejercicio poco convincente y de excesiva autocomplacencia que dejará a la mayoría de espectadores preguntándose sobre el significado real de lo que trata de contar.

 

 

Mistress of Fan. Monstruos, criaturas y pesadillas engendrados por ellas

¡Por un nuevo mundo de diosas y monstruos! Y recordemos, parafraseando a Vampira, los demonios pueden ser los mejores amigos de una mujer.
Este libro recorre la trayectoria más o menos acreditada de títulos relativos a tradiciones como el extremismo, el rape and revenge (venganza tras una violación), el slasher, la ciencia ficción y los zombis, como muestra del talento femenino en obras capitales (o no tanto) del género fantástico.

Puestos a rendir tributo a la creación, hemos decidido añadir la trayectoria de las célebres «Horror TV Hosts» (anfitrionas de programas de terror de televisión), auténticas prescriptoras del amor por el género y que con su sola presencia en la gran pantalla alumbraron verdaderos iconos de la cultura popular. Nos referimos, por supuesto, a Vampira (Maila Nurmi), Moona Lisa o la incombustible Elvira, que sigue en activo liderando su Queen B Productions y elevando su macabra femineidad a los altares del ‘merchandising’.

Autor: Mònica Garcia Massagué, Ángel Sala, Jordi Sánchez-Navarro, Alexandra West, Alexandra Heller-Nicholas, Mikko Aromaa, Alan Jones, Editorial: Hermenaute, Páginas: 192

La maldición Von Erich, primer tráiler para «The Iron Claw» de Sean Durkin

Con tan solo dos largometrajes en su haber, Martha Marcy May Marlene (2011) y The Nest (2020), Sean Durkin se ha convertido en uno de los realizadores más interesantes del momento. Con su tercer trabajo tras las cámaras titulado The Iron Claw, cuyo primer tráiler acaba de ver la luz de la mano de A24 y podéis ver a final de página junto a su póster oficial, Sean Durkin se adentra en el biopic de la legendaria familia de lucha libre Von Erich, dinastía que revolucionó dicho deporte a partir de la década de los sesenta con una trágica historia personal a sus espaldas. La película llegará a los cines de Estados Unidos el próximo 22 de diciembre, teniendo previsto su estreno en España para febrero de 2024.
The Iron Claw nos cuenta la vida de los inseparables hermanos Von Erich, que hicieron historia en el competitivo mundo de la lucha libre profesional a principios de la década de los 80. A través de la tragedia y el triunfo, y bajo la sombra de su dominante padre y entrenador, los hermanos buscan el éxito en el escenario de dicho deporte.
La película, con guion a cargo del propio Sean Durkin, está protagonizada por Zac Efron, Jeremy Allen White, Harris Dickinson, Maura Tierney, Stanley Simons, Holt McCallany,  Lily James, Kevin Anton y Cazzey Louis Cereghino.