Crónica D’A 2019. Día 9: Jesus/Paul Sanchez est revenu!

Jesus

Jesus nos cuenta como Yura es un joven cuya familia deja Tokio para irse a vivir con su abuela a una nevada zona rural. No solo ha de integrarse en su nuevo colegio; además, es un centro cristiano. Al principio le sorprende que a él y a sus compañeros de clase se les llame a rezar, pero poco a poco se adapta a su nuevo entorno. Un día, en medio de una oración, ve como se le aparece un pequeño Jesús. Cada deseo que Yura pide a Jesús se convierte en realidad y comienza a tener fe en el poder del Señor.

Avalada con el premio a la Mejor Película en el pasado Festival de San Sebastián dentro de la siempre interesante y muy válida sección Nuevos Directores la opera prima del japonés Hiroshi Okuyama Jesus volvía a incidir en ese tipo de películas que indagan de alguna manera en el consabido coming of age aquí expuesto a través de una visión que deviene tan personal como original con la premisa argumental de cómo afrontar el concepto de la fe desde la mirada aun inocente y limpia de influencias de un infante.

Posiblemente la mejor virtud que podemos visualizar en una película de las características de Jesus la encontremos en la aparente sencillez en la que se mueve un relato en donde todo deviene como austero, tanto a un nivel formal como narrativo, bastante diáfana en lo relativo a sus supuestas intenciones y provista de un acabado técnico ciertamente meritorio en base a una historia en donde por fortuna no percibiremos un discurso provisto de unas connotaciones existencialistas que intente abarcar en lo concerniente a la trascendencia del mensaje más de lo que en un principio promete su enunciado. Ubicado en un Japón rural de alguna manera el film de Hiroshi Okuyama no deja de ser a través de un fino humor y un ligero discurso mordiente algo sutil una pequeña alegoría sobre el despertar religioso de un niño, una historia desgranada a través de su narrativa en arquetipos característicos del cine nipón como por ejemplo el estudio de las propias relaciones familiares. La aparición de Jesucristo, bajo los rasgos de un ser juguetón y diminuto, en la vida de un niño alterara por completo la cotidianidad del joven protagonista, en un principio haciendo cumplir los deseos del infante, será a raíz de un repentino hecho traumático cuando este ponga en duda una fe recién adquirida que queda cuestionada cuando la dura realidad con sus habituales circunstancias hagan mella en la vida del personaje principal. Al final la metáfora de esa capa traslúcida colocada en una ventana que da al exterior, imagen con que se abre y cierra el film, que no nos deja el visionar con claridad que hay más allá de lo supuestamente aparente será la principal reflexión y funcionalidad de un relato cuyo drama emocional siempre quedará expuesto de una manera soterrada a la hora de intentar abordar temas ciertamente complejos.

 Valoración 0/5: 3

 

 

Paul Sanchez est revenu!

Paul Sánchez, un criminal en paradero desconocido desde hace diez años ha sido visto en la estación de Les Arcs sur Argens. Los gendarmes no dan crédito a la noticia, excepto la joven Marion. En el soleado pueblecito del sur de Francia donde ocurre la acción y al mismo tiempo un periodista que busca la exclusiva.

La cinematografía francesa estuvo muy presente este año en el D’A, entre la nutrida representación gala en el certamen se pudo ver el quinto largometraje de la realizadora y guionista Patricia Mazuy titulado Paul Sanchez est revenu!, un curioso relato con banda sonora a cargo de John Cale expuesto en base a un juego de identidades que devienen como equivocadas provista al mismo tiempo de una algo empalagosa fusión genérica.

Paul Sanchez est revenu! elegida como uno de las 10 mejores films de 2018 por la revista Cahiers du Cinéma como buen relato que transita a través de las apariencias da la sensación de desarrollarse en función de la confusión narrativa, no ya en lo referente a su argumento, hasta cierto punto tan anecdótico como falto de cualquier atisbo de trascendencia, y si en lo concerniente a su supuesta y algo confusa adscripción de géneros, para ello Patricia Mazuy se vale de una amalgama que va desde un thriller policial con evidentes ecos al polar francés hasta un ligero tamiz de wéstern pasando por una comedia de equívocos e incluso de sátira social, la asimilación de todos estos conceptos nos otorga un conjunto ciertamente delirante, posiblemente más de lo que hubiera pretendido en un primer lugar la responsable de Saint-Cyr, pues un servidor detecta un muy notorio conflicto de intereses existente en por ejemplo el trazo social y su inherente trazo realista al quedar confrontado de una forma algo aparatosa con la extravagancia siempre burlesca que vemos en el film. Una película de evidentes e ineludibles contrastes que en definitiva da la impresión de querer huir conscientemente de lo que podríamos llamar el concepto de la homogeneidad entendida como tal dando lugar a una apuesta tan ligeramente arriesgada como discordante, al final la sensación de desconcierto está demasiado presente en un relato en donde de alguna manera percibimos como sus personajes (notable Zita Hanrot) se salen de unas coordenadas preestablecidas dando como resultado final la total ausencia de arquetipos y etiquetas genéricas, un posicionamiento que por mucho que de la sensación de ser valiente y en parte original no significa que termine siendo del todo satisfactorio.

Valoración 0/5: 2

 

Palmares

PREMIO TALENTS

– Familia sumergida de María Alché

PREMIO OPENCAM

– Hamada de Eloy Domínguez Serén

PREMIO DE LA CRÍTICA

– Familia sumergida de María Alché

PREMIO MOVISTAR+

– Letters to Paul Morrisey de  Armand Rovira y Saida Benzal  

PREMIO DEL PÚBLICO SECCIÓN OFICIAL

– An elephant sitting still de Hu Bo

PREMIO DEL PÚBLICO SALA JOVE

– Ruben Brandt, coleccionista de Milorad Krstic

PREMIO DEL PÚBLICO CORTOMETRAJE

– Suc de síndria de Irene Moray