Crónica festival de San Sebastián 2017. Día 3

Le sens de la fête

Para la novia y el novio es la noche más importante de sus vidas. Pero es como cualquier otra noche para Max, de la empresa de cátering, Guy el fotógrafo, James el cantante, y todos los demás que trabajan en el evento. Pierre y Helena han decidido celebrar su unión en un castillo precioso del siglo XVIII a las afueras de París. Seguimos la fiesta desde la preparación hasta la salida del sol, casi a tiempo real, pero solo a través de los ojos de los que trabajan en la boda. Y será una noche llena de sorpresas.

La que diríamos concesión este año dentro de la sección oficial del festival  (decisión ciertamente discutible en lo concerniente a su selección) recayó en la comedia francesa Le sens de la fête de Olivier Nakache y Eric Toledano, dueto responsable de ese muy discutido éxito comercial de hace unos años que fue Intocable, en esta ocasión los directores galos han optado por un camino algo más fácil, permitiéndoles en cierta manera el enmascarar carencias que en caso de anteriores trabajos suyos llegaban a ser ciertamente escandalosas, una postura la de aquí tomada que sin embargo sigue evidenciando de forma muy clara un riesgo 0 en lo referente a una propuesta  que parece más destinada a un pase televisivo de domingo tarde que a una inclusión en la sección oficial de un festival de clase A.

Soy de los que opinan que una buena comedia no se mide por el nivel proporcional de sus carcajadas y si en la comicidad por parte del espectador con respecto a ella, en Le sens de la fête asistimos a un catálogo muy atropellado de gags sin ningún atisbo de desarrollo narrativo, ni en lo concerniente a su insulsa historia ni mucho menos al interés que nos puede proporcionar su coral reparto, no hay lugar al engaño por mucha predisposición que el espectador muestre por lo que esta viendo, al final todo el entramado resulta estar estructurado por medio de un aparatoso cartón-piedra fácilmente adivinable. Posiblemente lo más duro que un servidor tuvo la sensación de percibir tras el visionado de Le sens de la fête fue oír como algunas personas supuestamente influenciados por un timing escénico en donde parecen que encontraron ciertas similitudes al compararla con el The Party de Blake Edwards, un apunte este tan lamentable y poco acertado como lo suelen ser en su práctica totalidad las propuestas naif perpetradas por Olivier Nakache y Eric Toledano.

Valoración 0/5: 1’5

 

Three Billboards Outside Ebbing, Missouri

Después de meses sin que aparezca el culpable de la muerte de su hija, Mildred Hayes da un paso valiente al pintar tres señales que conducen a su pueblo con un polémico mensaje dirigido a William Willoughby, el venerado jefe de policía del pueblo. Cuando su segundo al mando, Dixon, un inmaduro niño de mamá aficionado a la violencia, entra en acción, la guerra entre Mildred y las fuerzas policiales de Ebbing no hace más que empeorar.

Tras su triunfal paso por los festivales de Venecia y Toronto y conseguir en San Sebastián un merecido Premio del Público la nueva película de Martin McDonagh (Escondidos en Brujas, Siete psicópatas) Three Billboards Outside Ebbing, Missouri no solo supone el mejor trabajo realizado hasta la fecha por parte de McDonagh sino que se desvela como la perfecta plasmación fílmica por parte de unos personajes que cohabitan dentro un escenario tan reconocible como es esa América white trash que parece estar situada a medio camino entre la referencia tarantiniana y el explícito homenaje al cine de los hermanos Coen a través de un argumento en donde se nos ofrece una enloquecida  espiral de violencia, humor negro, drama y melancolía recuperando la mejor tradición de un reparto coral capitaneado por una inconmensurable Frances McDormand, una interpretación con claro marchamo de Oscar.

La gran virtud del cine de Martin McDonagh a parte de su hábil manejo del humor negro es la soltura con que utiliza el ensamblaje genérico en sus películas, en Three Billboards Outside Ebbing, Missouri esa máxima esta llevada de manera casi perfecta al extremo, en la película vemos como las continuas transiciones entre drama y comedia se extienden a lo largo de prácticamente todo el metraje, pero el gran triunfo de dicho posicionamiento lo encontraremos en como lejos de contrarrestarse dichos conceptos estos se retroalimentan de alguna manera, es ahí a través de su narrativa y en especial en lo referente a sus muy agudos diálogos en donde se logra enfatizar con la evolución de unos personajes, McDonagh tiene la habilidad de convertir en adorables a unos seres que normalmente y en cualquier otra situación serían tildados de despreciables,  momentos de comedia desmedida que dan paso inmediatamente a temas de índole mucho más complejos sin que el relato se resienta de dicho vaivén genérico en ningún momento, más bien al contrario pues asistimos a un lienzo dotado de muchos claroscuros, lo políticamente correcto y lo que no es separado por una línea que apena podemos percibir, acciones y personajes diversos transitan a través de un retrato que se aleja del trazo redentor para situarnos en el núcleo esa América profunda y criminal como bien nos muestra ese final tan poco amable y de moral tan discutible.

Valoración 0/5: 4

 

Princesita

Una película inspirada en hechos reales sucedidos en el sur de Chile. Tamara, de once años, vive en una secta que está regida por las reglas y creencias de Miguel, su líder, quien le impone un destino a la niña: procrear junto a él a su sucesor. Pero ella se enamora de un compañero y esa relación estará reñida con el propósito de Miguel.

Dentro de la sección Nuev@s Director@s se pudo ver el segundo trabajo como realizadora de la chilena Marialy Rivas, Princesita al igual que su opera prima Joven y alocada transita a través del peliagudo mundo de las sectas y el abuso a menores, la película se presenta a modo de una introspectiva pesadilla interior contada desde la temerosa psique de una niña de doce años que contra viento y marea se verá en la obligación de luchar por una liberación tanto física como emocional.

Princesita más que una denuncia en lo relativo a las sectas es una defensa de la feminidad como tal o al menos así parece desprenderse de unas imágenes que por momentos abusa de una reiteración formal que termina desvirtuando en parte un relato construido a modo de cuento de hadas que va mutando conforme avanza el metraje en algo mucho más siniestro, hay un énfasis muy evidente por parte de la realizadora en lo concerniente a la fabricación de un imaginario propio (el de la joven protagonista) que intenta contrarrestar la amenaza de todo lo masculino que le rodea de una forma no natural, y que sirve al mismo tiempo como metáfora de como las mujeres siempre han estado supeditadas de alguna manera a los deseos y a los sueños masculinos. El posicionamiento de Princesita con respecto a un tema tan sórdido es algo distante, en cierta manera rehúye de lo escabrosa jugándoselo todo a una carta al presentar dos visiones que son estructuradas a través de una doble voz en off, la de la niña protagonista y la del Miguel, el líder de la secta presentado bajo los rasgos siempre inquietantes de un solvente Marcelo Alonso, dicha dualidad tiene la intención de crear una cierta ambigüedad en el espectador en lo concerniente al relato, lo consigue solo a medias pues uno termina teniendo la ligera sensación de estar ante una película que quizás se ampare demasiado en lo preconcebido a la hora de desvelar sus propios recursos narrativos.

Valoración 0/5: 3

 

Ni juge, ni soumise

La extraordinaria y nada convencional jueza Anne Gruwez nos lleva a la trastienda de investigaciones criminales reales. Durante tres años el equipo satírico que está detrás de la serie televisiva de culto Strip-Tease capturó lo que nadie hasta entonces se había atrevido a filmar. Sin concesiones y de un modo políticamente incorrecto. No daréis crédito a vuestros ojos. No es cine: ¡es peor!

Posiblemente lo mejor de un film de las características de Ni juge, ni soumise sea su inclusión en la sección oficial a competición como perfecto ejemplo del cambio realizado por el certamen a la hora de seleccionar formatos como el documental o la animación, algo impensable años atrás, Ni juge, ni soumise supone el salto al medio cinematográfico por parte de Jean Libon e Yves Hinant, reconocidos autores a través del medio catódico belga por su programa de culto Strip-Tease, Ni juge, ni soumise no deja de ser una continuación del mismo esquema televisivo, un trabajo tan sorprendente en lo referente a sus formas como algo cuestionable con respecto a la utilización de ciertos trazados morales con respecto a la supuesta incorrección política que quiere exhibir.

A la hora de intentar evaluar Ni juge, ni soumise no estaría de más retroceder algo en el tiempo y acercarnos a otro film belga como C’est arrivé près de chez vous, un trabajo que de alguna manera reactivo hace ya 25 años lo que se dio a entender como el falso mockumentary, entre las evidentes diferencias entre ambas películas convendría detenerse en una muy particular, la supuesta veracidad por la que transitan ambas, el problema viene dado cuando ese realidad que parece pregonar Ni juge, ni soumise cuando menos se nos presenta cuestionable, no en referencia a los hechos de los que somos testigos y si en la representación que nos ofrece la jueza de instrucción Anne Gruwez, aquí habría que detenerse y preguntarnos si realmente no estamos asistiendo a una interpretación por parte de tan peculiar personaje, hay un énfasis muy evidente por parte de la letrada en subrayar en todo momento su perfil irónico y su supuesta libertad de expresión especialmente en situaciones digámosla de naturaleza complicada, en este aspecto parece claro que los realizadores toman la determinación de seguirle el juego aplicando formalismos muy cuestionables ¿realmente era necesario el ofrecer explícitos planos de la exhumación de un cadáver reciente para ser testigos de la incorreción política de la señora en la que posiblemente fue la escena más desagradable vista durante todo el festival?. En cierta manera la validez de Ni juge, ni soumise viene dada por la frescura de la propuesta como tal y la oportunidad de ver un lado muy poco conocido de la burocracia jurídica, en contra la película apuesta fuerte en referencia  la supuesta empatía por parte del espectador hacia una protagonista con un ego difícilmente asimilable para según quien. Al igual que C’est arrivé près de chez vous  Ni juge, ni soumise se cierra utilizando esquemas y conceptos similares, un testimonio aterrador sirve en parte para borrar la sonrisa cómplice que se había tenido de ella hasta ese momento, una escena por cierto que curiosamente serviría como un inmejorable preámbulo a la notable 12 jours.

Valoración 0/5: 2’5

 

12 jours

Cada año en Francia 92.000 personas son ingresadas en centros psiquiátricos sin su consentimiento. Según la ley, el hospital tiene 12 días para llevar a cada paciente ante un juez. Sobre la base de los historiales médicos y las recomendaciones de un doctor, hay que tomar una decisión crucial: ¿El paciente debe irse o quedarse? Son doce días después de los cuales una vida puede cambiar para siempre. El prestigioso director y fotógrafo Raymond Depardon, que ha tenido acceso por primera vez a esas audiencias, recoge estos extraordinarios encuentros entre la justicia y la psiquiatría. Se trata de un film sorprendente y esclarecedor que da voz a aquellos que hasta ahora no la tenían.

Dentro de ese estimulante cajón de sastre genérico que es la sección Zabaltegi – Tabakalera uno tuvo la suerte de poder perderse por él y descubrir trabajos tan interesantes y fascinantes como 12 jours, documental a cargo del veterano Raymond Depardon en donde asistimos a un demoledor tratado acerca de la locura. Bajo la premisa argumental de esos 12 días en donde un juez a tiene que determinar la salida o el internamiento psiquiátrico del paciente asistimos a unas escenas elaboradas a través de la máxima austeridad formal del testimonio-entrevista de diez hospitalizados que tendrán que exponer su aparente verdad ante el letrado en base a un continuo plano-contra plano más un tercero dispositivo visual de composición neutra.

12 jours pese a su enunciado evita el justificar o adentrarse en el discurso social como tal aunque inevitablemente veamos en el film dos discursos irreconciliables y totalmente antagónicos, ahí sí que podríamos encontrar alguna rendija acerca de la potestad de un clase social a la hora de determinar o legitimidad el destino del paciente, sin embargo este aparente conflicto queda reducido a la nada prácticamente pues al final y al cabo las decisiones que toma el juez encargado no dan lugar en ningún momento al debate. 12 jours por el contrario si constituye un fascinante y por momentos demoledora verbalización del desequilibrado mental, el dar la palabra a individuos que van desde la esquizofrenia más peligrosa hasta la paranoia, pasando por los impulsos suicidas o por un conmovedor sentimiento de persecución, todo una exposición que se desvirtúa de la realidad y en donde se atisba de trasfondo una triste fragilidad humana que en ocasiones intenta ser enmascarada por los propios protagonistas, la extraordinaria cámara fría y neutra de Raymond Depardon terminará desvelándonos toda la cruda realidad.

 Valoración 0/5: 4

 

Wonders of the Sea 3D

Filmada en 3D a lo largo de tres años en localizaciones que van de las islas Fiyi a las Bahamas, la película nos sumerge en un viaje apasionante bajo el agua de los océanos que cubren el 71 por ciento de la superficie de nuestro planeta. Espectacular documental producido y narrado por Arnold Schwarzenegger, el mítico protagonista de Terminator y Desafío total. Una película que busca concienciar sobre los tesoros del mar y la necesidad de preservarlos. Codirigida por el hijo del emblemático pionero de la divulgación científica Jacques-Yves Cousteau.

La cuota de concienciación este año dentro del Zinemaldia vino curiosamente de la mano de Arnold Schwarzenegger que estuvo presente en el certamen presentando el documental Wonders of the Sea 3D, el film parte de la idea de presentar un lujoso y colorido alegato (destinado a ser exhibido en las mejores condiciones técnicas posibles) a favor del medio ambiente marino, una exposición de los océanos marinos que curiosamente ve la luz en un momento adecuado dada el actual posicionamiento del que podríamos considerar como el principal adversario en las redes sociales de Arnold Schwarzenegger, Donald Trump, quien parece mirar con demasiado escepticismo y negación todo lo referente al cambio climático. Wonders of the Sea 3D hace referencia ocasional a tales peligros, pero en líneas generales su discurso se sitúa en el neutral terreno  de lo más estrictamente apolítico, en su lugar y de forma acertada se centra a celebrar la biodiversidad del mundo marino en todas sus posibles formas que dan lugar a un universo tan colorido como extrañamente psicodélico, la apuesta del documental es claramente visual sin ningún lugar a dudas, unas imágenes por cierto que se sitúan muy por encima de su algo infantil dialecto, en especial a todo lo relacionado en la interactuación verbal entre los miembros de la familia Cousteau.

Valoración 0/5: 2