Crónica festival de San Sebastián 2017. Día 5

The Seeds of Violence

Jooyong, un soldado que sirve en el ejército coreano, intenta denunciar los abusos de uno de sus superiores, pero no lo logra. El día en que el pelotón de Jooyong hace una salida nocturna, el superior trata de encontrar al que intentó denunciarlo. Otro incidente violento termina con un soldado raso con un diente roto, y Jooyong lo lleva a la clínica dental de su cuñado…

El debutante Lim Tae-gue presento en la sección Nuev@s director@s la cinta The Seeds of Violence, como muy bien indica el titulo el film nos plantea el origen que puede dar lugar dicha violencia ya no solo física sino también a un nivel puramente psicológico y sobre todo institucional, en este último apartado nada mejor que ubicar la trama argumental dentro un contexto militar en donde jerarquías y automatismos militares marcan de alguna manera esa tradición de clara raíz autoritaria. Curiosamente el cine surcoreano ha tratado de forma bastante habitual parte de esa violencia como un concepto cotidiano más bastante inherente en el interior de dicha sociedad, raro es por ejemplo que en un film policíaco proveniente de dicha cinematografía no veamos como un superior reprende a un subalterno ya no verbalmente sino físicamente como algo que en cierta manera se considera normal, afortunadamente The Seeds of Violence nos propone un discurso de dicho origen desde una perspectiva diferente y más real, en la película nunca vemos el estallido y si lo que ocasiona el germen, alejada de esos artificios que suelen ser bastante habituales de ver en dicha cinematografía. En la película somos testigos de cómo el protagonista Jooyong va incubando dicha semilla a raíz de diversas situaciones que le resulta muy complicado de manejar, ya no solo en lo referente al estamento militar del que forma parte sino también en el familiar al percibir los maltratos físicos que sufre su propia hermana por parte de su marido, en este aspecto es interesante comprobar cómo se nos muestra la omisión de terceros e incluso de las propias victimas en lo relativo a diversas situaciones. The Seeds of Violence pese a una narración y puesta en escena algo morosa y poco incisiva tiene al menos la virtud de exponer y reflexionar de forma solvente acerca del papel de la sociedad surcoreana como causante, víctima o simple testigo pasivo en dichos comportamientos.

Valoración 0/5: 2’5

 

Borg/McEnroe

Biopic sobre la rivalidad de dos de los más grandes iconos del tenis mundial: el sueco imperturbable Björn Borg y el norteamericano temperamental John McEnroe, y su legendario enfrentamiento en Wimbledon en 1980. Dos deportistas completamente opuestos que se convirtieron en leyenda y el precio que tuvieron que pagar por ello. Fuego y hielo en la pista.

La cuota de comercialización por decirlo de alguna manera que estuvo presente este año en la sección Perlas recayó en el biopic Borg/McEnroe, un retrato tan correcto en lo relativo a sus formas como algo aséptico en lo concerniente a su fondo,  la película nos narra el encuentro de dos personajes en un principio totalmente antagónicos que sirven como base a una disección que se aparta de la simple rivalidad deportiva (expuesta de forma algo esquemática en el film y dejándose en el trayecto apartados ciertamente importantes) para ofrecernos un relato en torno al ambiente y las percepciones que rodea a unos personajes retratado de una forma excesivamente efectista por parte del danés Janus Metz. Hay un intento de trascendencia algo impostada en lo referente a unas imágenes que quieren separarse de la épica, entendible si aceptamos que estamos ante un retrato dual y por lo tanto imparcial, de hecho el enfrentamiento de la final de Wimbledon deviene como anticlimático en lo referente a la emoción deportiva. En este aspecto la dirección por parte de Janus Metz es ciertamente fluida en lo que respecta a un lenguaje cinematográfico que se sustenta básicamente en composiciones visuales ciertamente elaboradas logrando que los apartados de tensión estén bien dosificados en la trama argumental, el problema viene dado en que este tipo de retratos requieren de una empatía casi obligada por parte del espectador hacia unos personajes que es muy difícil de vislumbrar en la película, es en esa falta de emotividad por mucha trascendencia que se le quiera otorgar a la historia en donde somos plenamente conscientes de las evidentes carencias que atesora una películas de las características de Borg/McEnroe, un retrato que funciona más como simple encuentro o hecho histórico mostrado con cierta solvencia visual que como una profunda disección de personajes.

Valoración 0/5: 2

 

From Where We’ve Fallen

Pasada la medianoche. Zhao baja a fumar mientras en casa su esposa, ebria, susurra durante un sueño erótico. Su vecino Lee salta del edificio frente a Zhao, y su suicidio revela un vídeo sexual secreto grabado con un móvil. Sanqing se enamora de su tutor. Ella quiere afianzar su relación con el profesor Sun en un viaje a la costa, pero finalmente se da cuenta de que sus esfuerzos han sido en vano. Hai Long es un viejo compañero de Sun. Él intenta reunir a Sanqing y a su cliente Wang, lo que le da a Sanqing la oportunidad de vengarse. En un oscuro túnel de la isla, Wang cuenta una pesadilla a Sanqing que revela toda la historia.

From Where We’ve Fallen (He ri jun zai lai) ópera prima del director chino Wang Feifei nos vuelve a situar como muchos de los nuevos trabajos provenientes de dicha cinematografía vistos en estos últimos años en una trama en donde el escenario y la ubicación de los personajes devienen como claves a la hora de exponer las aparentemente complejas tramas en la que se sustenta una historia expuesta a través de dos líneas temporales en un principio distintas, un guion vertebrado en sendas historias en donde personajes y situaciones varias en un principio distantes y sin ninguna conexión entre ellas acabarán unidas en un final que no dejar ningún cabo suelto en lo referente a la comprensión de su argumento. Evidentemente ese final orquestado anteriormente a modo de puzle narrativo nos proporcionara toda la información que hemos ido buscando durante todo el trayecto anterior, sin embargo un servidor se preguntó al finalizar la proyección si realmente era necesario o justificado tal dispositivo narrativo para lo que al final se nos termina contando, cuestiones  como la infidelidad, el compromiso sentimental o la venganza quedan en un segundo plano, la sensación de que las formas anulan por completo el fondo queda de manifiesto de una forma palparía, hay un trasfondo ciertamente interesante en la ubicación de la historia, verano de Beijing de 2008), ese contexto de la China contemporánea marcada por la pujanza económica que marca claramente el desarrollo de sus personajes, lástima que solo sea un apunte muy esporádico, muy entrecomillado, al final el espectador se planteará si en verdad ha valido la pena llegar hasta el final del trayecto de un producto que atesora una exploración con demasiados tintes de superficialidad en su haber.

Valoración 0/5: 2

Wonderstruck

Wonderstruck nos cuenta como Ben y Rose son niños de dos épocas distintas, que desean en secreto que sus vidas sean diferentes. Ben sueña con el padre que nunca conoció, mientras Rose lo hace con una misteriosa actriz cuya vida narra en un libro de recuerdos. Cuando Ben descubre una pista en casa y Rose lee un tentador titular en el periódico, ambos comienzan una búsqueda que se desarrollará con una fascinante simetría.

Dentro de la sección Perlas el nuevo trabajo del fundamental Todd Haynes Wonderstruck (El museo de las maravillas) fue uno de los platos fuertes vistos este año en San Sebastián, después de su apabullante Carol había un cierto resquemor por ver el tratamiento que Haynes había optado a la hora de adaptar la novela ilustrada de Brian Selsznick, los precedentes de La invención de Hugo de Martin Scorsese y ese aroma de tono tan Spielberg que rezuma casi toda la obra de Selsznick podía dar a entender una cierta pérdida de personalidad autoral por parte de Todd Haynes. El resultado final en cuanto a intenciones y resultado es tan ambivalente como lo singular que resulta ser lo enfático de dicha propuesta.

Que estemos ante un trabajo que claramente se posiciona algunos escalones por debajo de anteriores películas suyas no significa que estemos ante una rendición hacia lo mainstream por parte de Haynes, en Wonderstruck hay un intento encomiable, en ocasiones muy conseguido, por trasladar en imágenes un particular imaginario infantil, en este aspecto está claro que irremediablemente estamos ante la película con diferencia más formal por parte de su director, un film dotado de un magnifico pulso visual en lo referente a esa estética añeja que tan bien sabe manejar el director estadounidense y en donde la omnipresente música de Carter Burwell es parte sine qua non de la ecuación, también lo son diversos dispositivos formales como incluir por ejemplo una secuencia en stop-motion en la película o el buen manejo de dos estéticas completamente antagónicas, hay momentos en que se tiene la sensación de estar ante un vehículo destinado únicamente al servicio del desarrollo de emociones y eso no deja de ser un arma de doble filo y más si hablamos de un autor que basa sus cualidades en su acertado manejo narrativo. Es posible que en este apartado sea en donde Wonderstruck muestre en algo sus carencias en este ingreso de Haynes en el mundo del cine destinado para niños y no tan niños pues al final de todo lo que se nos cuenta anida a través del concepto más amplio del término descubrimiento.

Valoración 0/5: 3

 

Marrowbone

Jack y sus tres hermanos se esfuerzan por sobrevivir en la decrépita granja Marrowbone. A pesar del golpe que supuso la prematura muerte de su madre, los cuatro hermanos han creado en ese remoto y laberíntico lugar un refugio a su medida, a salvo del mundo exterior y sin ayuda de adulto alguno. Permanecen unidos, siguiendo la última voluntad de su madre, pero el peligro que les acecha no está en el exterior de la granja. Ruidos extraños y sucesos inexplicables empiezan a sacudir las viejas paredes de Marrowbone, como si una antigua maldición les persiguiese. Sin más opciones que permanecer en la mansión, los cuatro hermanos tendrán que encontrar la manera de vencer a la ominosa presencia que los amenaza.

Mucha expectación había suscitado el debut como director de Sergio G. Sánchez,  guionista y colaborador habitual de la mayoría de trabajos de Juan Antonio Bayona (El orfanato, Lo imposible), su acogida fue una de las películas más vilipendiadas durante el certamen por parte de prensa y público, de manera muy justa visto el resultado final aunque quizás las formas de manifestar tal descredito convendría adecuarlas de forma algo más ecuánime.

Siempre he sido de la opinión que el cine perpetrado por Juan Antonio Bayona es posiblemente el globo de cartón piedra más aparatoso que ha dado el cine español en las últimas décadas, seguramente su cine tenga cabida en otro ámbito en un futuro pero no en el que ha dictaminado durante todo este tiempo la academia española o Mediaset de una forma casi invasiva, puedes engañar una, incluso dos veces pero a la tercera vez la falta de talento sale irremediablemente a flote, el principal problema de Marrowbone  es que es fiel heredera de esta corriente, tales son sus conexiones primarias que apenas se preocupa por disimularlas, curiosamente el film parte de ideas a priori ciertamente interesantes, hay un empaque visual potente y un escenario como es esa América rural que coquetea en ocasiones con el gótico fantasmal de forma sugerente pero es en el guion curiosamente en donde se pone de manifiesto todas sus alarmantes carencias, ese redoble de tambores narrativo en lo referente a sus últimos quince minutos de metraje le deriva incluso a ser una comedia involuntaria, sensación reforzada con trompos marca de la casa como la empalagosa y abusiva música o esa imposible mezcla genérica de lirismo dramático y cine de terror, posiblemente no sea del todo justo que Sergio G. Sánchez pague todas las consecuencias de ser el primer bastión de la decadencia y agotamiento que por fortuna se empieza a percibir en todo lo que rodea al cine de Bayona, también es cierto que San Sebastián no fuera posiblemente el marco más idóneo de una película más afín a un certamen como por ejemplo Sitges, mas dado a disimular carencias genéricas, acotaciones estas que sin embargo no justifican la muy dudosa naturaleza de un film que se empeña en abusar hasta la extenuación de tópicos actuales del género de terror de una manera muy poco defendible.

 Valoración 0/5: 2

 

Morir

Morir gira en torno a dos solos personajes,  Luis y Marta, una pareja cuyas vidas se ven paralizadas por la irrupción de una enfermedad que viene acompañada de culpa, mentiras y miedo, poniendo así a prueba la estabilidad y el amor de la pareja.

La primera reacción de un servidor tras la proyección del segundo largometraje de Fernando Franco como director fue el lamentarse de la falta de riesgo por parte del festival en no incluir a competición un film tan sobrado de arrogo como resulta ser Morir, libremente inspirada novela homónima del austriaco Arthur Schnitzler, el nuevo trabajo del responsable de la notable La herida vuelve a incidir en una apuesta autoral tan personal en sus formas como inhabitual en el actual panorama cinematográfico patrio en lo referente a su incuestionable mimetismo.

Morir transita de frente y sin apenas tapujos por una asfixia emocional sin ningún tipo de complacencia de cara al espectador, centrada en el personaje de Marta (esplendida Marian Álvarez), la historia nos cuenta la agonía sufrida en pareja del último trayecto vital por parte de uno de sus integrantes, historia circular de una abnegación en solitario que a través de sus imágenes sobrias y milimétricamente precisas Franco logra construir a partir de simbolismos cotidianos y en base a una amalgama de sentimientos contradictorios resultantes de dicha situación a través de una crónica intimista del que va a dejar de vivir pero sobre todo del acompañante, hay dos puntos de vista pero sobre quien bascula la práctica totalidad del relato es en el personaje de ella. Morir es un tipo de cine extremadamente directo que puede dar lugar a entender que todo lo que se nos cuenta transita en lo relativo a una cierta superficialidad en el tratado de una enfermedad y sus consecuencias, nada más lejos de la realidad, es la mirada del espectador la que tiene que evaluar en su justa medida un tipo de cine que huye de simbolismos manidos tales como el heroicidad o la superación, Fernando Franco se limita con inusual acierto a exponer por una descomposición vital por la que tarde o temprano todos tenemos que pasar de un modo u otro, en base a la exposición de ese doloroso trance transcurre una de las propuestas nacionales más validas vistas este año en el Zinemaldia.

 Valoración 0/5: 4