Previa D’A 2019: L’homme fidèle/Asako I & II/ Coincoin et les z’inhumains/ Cómprame un revólver/ Sophia Antipolis

A poco menos de dos semanas para que dé comienzo una nueva edición del D’A Film Festival Barcelona (25 abril – 5 mayo) y a modo de previa  recuperamos  en un primer artículo las reseñas de algunas de las películas vistas en la pasada edición del Festival de San Sebastián que estarán presentes en el que se ha convertido en una de las citas imprescindible del año a la hora de poder testear lo más importante que nos ha dado este curso en referencia al cine independiente y de autor. Como cada año Fantasicine estará presente en un certamen de cual una vez finalizado publicaremos un amplio repaso a modo de crónicas con todo lo mas destacable que ha dado de sí.

 Asako I & II

Asako es una joven de 21 años que vive en Osaka. Se enamora de Baku, que es un espíritu libre, pero éste desaparece de repente. Dos años más tarde, Asako vive en Tokio y conoce a Ryohei, que se parece extraordinariamente a Baku, aunque tiene una personalidad totalmente diferente. Asako acaba enamorándose de Ryohei.

Igual que en la sección oficial otra historia romántica fue la encargada este año de inaugurar Perlas, Asako I & II el nuevo trabajo tras las cámaras del realizador nipón Ryusuke Hamaguchi deviene como un paso atrás en relación a su anterior y notable Happy Hour, posiblemente en esta ocasión las expectativas estaban demasiado altas, Hamaguchi vuelve a mirar sin disimulo a la cultura de la actual juventud japonesa a través del trazo sentimental, lástima que este en teoría atractivo enunciado no acabe de estar en su desarrollo a la altura de todo lo que en un principio parecía prometer.

Es indudable la buena mano y sutileza de Ryusuke Hamaguchi en los detalles, Asako I & II basada en la novela de Tomoka Shibasaki es una película que transita a través de un pensamiento dual, la de su protagonista interpretada con una desmedida alienación por parte de Erika Karata, una dicotomía del pensamiento sentimental que sin embargo y como indico más arriba no logra ir mucho más allá de lo que es su planteamiento inicial, posiblemente el gran lastre del film lo encontremos en la negativa de su autor a la hora de abandonar unas ciertas claves en apariencia manidas dentro del melodrama al uso, esto ocasiona que por momentos lo que en un principio puede parecer ciertamente atractivo en relación a ese juego de identidades dobles y dualidades termine derivando de forma algo peligrosa en el terreno del culebrón con todo lo que conlleva dicha catalogación, con todo Ryusuke Hamaguchi es de esos autores que saca petróleo ante la falta de recursos, seguramente en futuros trabajos haga gala de ello pues el talento suele ser inherente aunque en esta fallida Asako I & II cueste algo el poder visualizarlo.

Valoración 0/5: 2

 

Coincoin et les z’inhumains

Coincoin et les z’inhumains nos muestra como Quinquin es ahora adulto y se hace llamar CoinCoin. Deambula por la Costa de Ópalo y asiste a reuniones del Partido Nacionalista con Fatso, su amigo de la infancia. Su antiguo amor, Eve, lo ha abandonado por Corinne. Cuando cerca del pueblo encuentran un magma extraño, de repente los habitantes comienzan a comportarse de una manera muy rara. Nuestros dos héroes, el capitán Van Der Weyden y su leal ayudante Carpentier, investigan dichos ataques alienígenas. La invasión extra-humana ha comenzado.

Uno de los platos fuertes este año de esa sección tan en alza en estos últimos años como es Zabaltegi-Tabakalera fue la nueva creación televisiva a cargo de Bruno Dumont titulada Coincoin et les z´inhumains, miniserie de cuatro episodios con una duración total de 200 minutos que viene a ser una secuela cuatro años después de su anterior y aclamada P´tit Quinquin, en este nuevo trabajo tras las cámaras el realizador francés vuelve a incidir en la comedia, aunque claro, tratándose de un autor de las características de Dumont este como tal se podría denominar ya de por si como un género en sí mismo.

Coincoin et les z’inhumains como en casi toda la filmografía del director galo (en especial sus últimos trabajos) apuesta por una deriva formal llevada hasta las últimas consecuencias, no se trata de elevar el slapstick y los gags al absurdo de lo que es en teoría más allá de su cometido, tampoco un servidor es de los que piensan que esa alegoría social de trasfondo expuesta en medio de tanta locura sea el mensaje y la función primigenia del film, lo que nuevamente Bruno Dumont  intenta es llevar al espectador hasta el límite, para ello las interpretaciones de ese dúo de policías formado por Bernard Pruvost y Philippe Jore resulta clave ante tal ecuación. De alguna manera Coincoin et les z’inhumains no deja de ser una excéntrica vacuna contra el mal actual que nos rodea en nuestro día a día, problemas tales como pueden ser la inmigración o el auge de la extrema derecha, deformidades de la actual sociedad tratadas en esta ocasión por un Bruno Dumont que toma distancia narrativamente de tales consonancias argumentales para revertir en parte sobre ellas claves habituales del género fantástico, referencias de las que se nutre principalmente en su discurso con el fin de hablar entre otras cosas del miedo al diferente o los prejuicios hacia lo que no consideramos como propio, todo ello expuesto en un escenario en donde caben desde el Apocalipsis hasta el doppelgänger o incluso el subgénero zombie, el número musical final en donde se aglutina todo estos temarios anteriormente expuestos no deja de ser una honesta declaración de intenciones por parte de Bruno Dumont hacia el espectador, en el vemos una de las miradas y discursos más libres, personales y por ende valientes que podemos encontrar en el actual panorama cinematográfico europeo.

Valoración 0/5: 4

 

Cómprame un revólver

En un Mexico atemporal una niña se viste de una manera extraña para ocultar su género, usa una máscara de Hulk y ayuda a su atormentado padre a cuidar un campo de béisbol abandonado donde juegan traficantes de drogas.

Presentada en la sección Horizontes Latinos la nueva película de Julio Hernández Cordón Cómprame un revólver vino a constatar cómo según qué tipo de cine proveniente de Latinoamérica intenta alejarse, con mayor o menor fortuna, de ese hiperrealismo social tan característico visto en estos últimos años, el responsable de Te prometo anarquía nos introduce en una por momentos estimable fábula futurista que nos pone sobre aviso de lo que nos puede acechar en un futuro que vistas sus imágenes se antoja como no muy lejano.

En Cómprame un revólver, que en prácticamente todo momento da la impresión de querer alejarse de los tópicos más manidos del género, detectamos al poco tiempo que los simbolismos narrativos utilizados por parte de Julio Hernández Cordón a la hora de describirnos una utopía futurista con algún que otro retazo de ciencia ficción distan mucho de ser meramente imaginarios a nuestra realidad, de algún manera fricciona un presente en base a un efecto que pretende ser disuasivo, a través de ellos percibimos o logramos intuir una realidad que de alguna manera nos es latente, un México dominado por los narcos y que está perdiendo un número considerable de habitantes a causa de la continua desaparición de las mujeres, estas como bien preciado y dada sus escases son objeto de búsqueda y codicia, un padre intenta hacer pasar a su pequeña hija por varón ante el peligro que supone que descubran su auténtica condición, será a través de ella en donde atisbemos dos mundos bien diferenciados en el relato, el adulto como un fiel reflejo de la destrucción o desazonada radiografía del presente y el infantil, de un tono mucho más contemplativo y por ende derivativo en lo referente a su condición genérica, expuesto a modo de fábula que intenta reinventar nuevos códigos de supervivencia a la hora de asegurarse una existencia que en la actualidad del relato deviene como ciertamente complicada. A su particular manera y lejos de convencionalismos al uso Cómprame un revólver guiada a través de la supuesta lógica de sus desoladoras pesadillas nos viene a contar la historia de un debacle que esperemos no se llegue a materializar.

Valoración 0/5: 2’5

 

L’homme fidèle

Marianne abandona a Abel por Paul, su mejor amigo y padre del hijo que espera. Ocho años después, Paul fallece. Abel y Marianne vuelven a estar juntos, lo que provoca los celos tanto del hijo de Marianne, Joseph, como de la hermana de Paul, Eva, secretamente enamorada de Abel desde su infancia.

Una de las primeras películas a tener en cuenta este año dentro dela sección oficial a competición fue el nuevo trabajo tras las cámaras del francés Louis Garrel con L’homme fidèle, un por momentos bríllate y ameno estudio acerca de los roles de pareja actuales dentro de las relaciones amorosas a través de un triángulo en donde se nos expone como la atracción y posterior compromiso pueden erosionar e incluso desvirtuar cualquier tipo de relación sentimental.

En esta continua historia de amor y desamor que es L’homme fidèle con guion del indispensable Jean-Claude Carrière somos testigos de cómo el personaje masculino interpretado por el propio Louis Garrel es constantemente utilizado en mayor o menor medida por parte de los designios de los dos personajes femeninos con los que interactúa, Laetitia Casta y Lily-Rose Depp, de alguna manera dicho personaje se encuentra muy a pesar suyo ante un continuo enfrentamiento ante unos nuevos códigos de comportamiento que desconoce por completo y que no llega a comprender a la perfección en ningún momento de la trama pues siempre da la impresión de ir varios pasos por detrás de sus amantes ocasionales, una argumentación en apariencia compleja que es resuelta a partir de una sencilla compresión narrativa. Posiblemente una de las mayores virtudes que atesora el film se encuentre en ver como en su desarrollo se va jugando de forma no caprichosa con los géneros adyacentes a la acción argumental, comedia, un surrealismo que termina derivando en un juguetón cine negro y ligeros trazos de dramatismo son algunos puntos de ingenio elaborados con cierta espontaneidad e incluso solvencia, las constantes voces en off aparte de aligerar y clarificar la narrativa actúan como referente casi  bressonianos en una acción que termina siendo tan fluida en su desarrollo como poco trascendente una vez finiquitada.

Valoración 0/5: 3

 

Sophia Antipolis

Sophia Antipolis es un parque tecnológico en la Riviera francesa, un lugar donde los sueños deberían hacerse realidad. Pero el miedo y la desesperación acechan bajo la superficie. Bajo un sol engañoso, cinco vidas trazan la inquietante historia de una mujer joven: Sophia.

Dentro de ese interesante cajón de sastre temático que es la cada vez más importante sección Zabaltegi Tabakalera tuvo lugar la presentación de Sophia Antipolis, segunda película de Virgil Vernier tras su notable Mercuriales, este su nuevo trabajo tras las cámaras resulto ser uno de los films más complejos y fascinantes vistos este año en San Sebastián, en el somos testigos de un relato de connotaciones  nada halagüeñas con respecto a nuestro propio presente, una historia que sirve a modo de perfecta cartografía, por momentos formulada de manera algo criptica, acerca del actual estados de las cosas mediante personajes y situaciones corales en parte expuestas de una manera circular, estos terminan confluyendo a través de un misterioso caso de una joven mujer que fue quemada viva, dicho asesinato tuvo lugar en un epicentro territorial denominado Sophia Antipolis, un parque tecnológico que deviene tan fantasmal como los individuos que transitan a través de él, de alguna manera es una ciudad que parece no está hecha para la cotidianidad de las personas, a través de la falta de ella asistimos al devenir de un variopinto grupo de personajes nos son presentados a modo de hiperrealismo en una utopía pretérita que nunca llego a materializarse dando la impresión de estar ante una película de residuos, por el contrario hoy dicha ubicación deviene con un artilugio de la insatisfacción y origen del mal en nuestro presente, en este aspecto y como película de fantasmas Sophia Antipolis se queda en algún punto intermedio entre el A Ghost Story de David Lowery y el 71 fragmentos de una cronología del azar de Michael Haneke , evidentemente entre estas películas existe un abismo muy considerable en lo referido a su narrativa no así en lo concerniente a unas coordenadas geográficas que evoca diferentes ecos imaginarios ubicados entre la fantasía y la realidad. Dicho escenario termina siendo un símbolo del vacío contemporáneo, los múltiples simbolismos a modo de crónica testimonial que terminamos interpretando en esta sugerente Sophia Antipolis nos indican lo perdido que parece encontrarse la sociedad confirmando a Virgil Vernier como uno de los talentos más prometedores surgidos del país vecino en estos últimos años.

Valoración 0/5: 3