“The Childhood of a Leader” review

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“The Childhood of a Leader” nos narra la historia de una familia norteamericana que vive en Francia durante el periodo de posguerra de la Primera Guerra Mundial. La situación del país será el germen del fascismo que surgirá en varios países, y el más joven de la familia será uno de sus futuros líderes.

Con tan solo 27 años el debut en la dirección del actor norteamericano afincado en Europa Brady Corbet con “The Childhood of a Leader” (Premio a la Mejor Ópera Prima y Mejor Director de la Sección Orizzonti en la pasada edición del festival de Venecia) ha supuesto una de las óperas primas más estimulantes que pudimos presenciar la pasada temporada, un film de un ímpetu visual avasallador cuyos mimbres formales utilizados por parte del director hacen que asistamos a una muy atípica primera película, da la sensación que el joven Corbet se haya saltado varios escalones del consabido aprendizaje directoral, un por momentos apabullante dispositivo formal encabezado en un primer lugar por un rodaje en unos esplendorosos 35 mm, una brillante planificación de su puesta en escena  o una utilización de su banda sonora a cargo del genial Scott Walker a medio camino entre lo atronador, estridente y lo psicopático en lo concerniente y como un elemento más de un estado mental colectivo determinado y lo operístico y sublime como fiel retrato de una época muy determinada (principios del siglo XX, finalizada la I Guerra Mundial y en plena elaboración del Tratado de Versalles en Paris, una época que da lugar a un patriotismo y una religiosidad muy exacerbadas), hacen una ópera prima que destila a partes iguales descaro, seguridad y una quizás elevada dosis de cálculo a la hora de presentar una estructura supuestamente autoral, algo que esto último juega en ocasiones en contra de la película.

16-CTEK-1118_cfest_childhoodofaleader_613x463Dividida en tres actos (encabezadas estos por sendas rabietas del niño protagonista, un ceñido y prometedor Tom Sweet que pasa a formar parte por méritos propios en la catalogación de niños entendiblemente  hostiables de la historia del cine) acompañados de un prólogo y epílogo “The Childhood of a Leader” nos muestra la formación, evolución y supuesto germen de un futuro dictador a través de una estricta disfuncionalidad de un entorno familiar incapaz de detener esa especie de embrión del mal, basada en un relato corto de Sartre y levemente inspirada en la infancia de Benito Mussolini el film se mueve dentro de conceptos casi freudianos, un estudio de ese caldo de cultivo del totalitarismo que parece moverse más en intentar narrar un devenir en concreto que en profundizar en las consecuencias del mismo, en este aspecto sale de forma visible a flote uno de los lastres del film, una cierta inclinación involuntaria hacia lo supuestamente obvio del mensaje o una cierta incapacidad por parte de Brady Corbet de intentar ahondar en esa supuesta génesis o semilla del mal en clara contraposición con una habilidad muy a tener en cuenta por parte del director a la hora de manejas conceptos genéricos de forma notable, la puesta en escena de la decrépita mansión donde transcurre la mayor parte de la acción nos deriva de forma clara a una atmósfera tenebrista que remite tanto al thriller psicológico como al gótico italiano de terror de los años 60-70, más que mostrarnos una hechos físicos determinados el mérito consiste en sugerir una contante contención de la violencia global dentro de un ambiente de clara raíz malsana.

Hoy más que nunca y dado el muy preocupante actual devenir político del viejo continente, “The Childhood of a Leader” cobra dimensiones casi de obra premonitoria, curiosamente hablándonos y desviando la mirada hacia el pasado, aunque es bastante evidente que no es la intención por parte de Brady Corbet el de ofrecernos una consensuada disección política- social de la historia, lo suyo básicamente es puro virtuosismo técnico a través de una supuesta transgresión partiendo de lo más puramente académico, no es casualidad que como actor Brady Corbet haya trabajado con directores de la concepción autoral de Olivier Assayas, Lars von Trier, Bertrand Bonello, Mia Hansen-Løve o Michael Haneke cuya “La cinta blanca” podríamos catalogar como hermana de sangre de este preciosista y ampuloso retrato de la premonición de lo incomodo que por momentos llega a ser “The Childhood of a Leader

Valoración 0/5:4

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