“American Animals” review

Nunca seremos tan especiales como soñábamos cuando éramos pequeños. Este es el chasco que se llevan Warren y Spencer, dos chicos de clase media sumidos en el desencanto de la vida común y que se rebelarán contra el sistema planeando un robo… a una biblioteca de universidad.

Mucha expectación había suscitado el segundo trabajo tras las cámaras de Bart Layton tras aquel fascinante y oscuro tratado sobre la suplantación de identidades que era el documental The Imposter (2012), en la también estimulante American Animals el realizador estadounidense se adentra en esta ocasión en el subgénero de atracos volviendo a indagar en la dramatización y quién sabe si manipulación de un acto anómalo o cuanto menos chocante dada su naturaleza, en este caso un hecho criminal real acontecido en la Transylvania University de Lexington en el año 2004, y lo vuelve a hacer a través de una muy interesante y hasta cierto punto curiosa dialéctica entre el documental y la ficción que lo genera.

Bajo la apariencia de esa clase de historias desafortunadas sobre atracos predestinados desde un primer momento a salir mal American Animals esconde en su subtexto una muy interesante reflexión acerca de las frustraciones de una concreta generación de jóvenes estadounidenses en lo relativo a intentar justificar una serie de acciones de difícil explicación, los protagonistas de esta en ocasiones extravagante historia real que da la sensación de transitar casi en la totalidad de su metraje entre el dama criminal y la comedia involuntaria no recurren al hecho delictivo a consecuencia de una precariedad en su día a día, al menos material aunque si moral,  llegados a este punto el espectador se pregunta qué es lo que lleva a alguien a cometer un acto criminal de estas características, todos ellos pertenecen a una hasta cierto punto acomodada clase media, de alguna manera todo fluctúa a través de la experimentación de una inexistente identidad, no hay una necesidad monetaria ante tal hecho si acaso el encontrar una supuesta emoción vital o búsqueda de objetivos que hasta ese momento parece que desconocen a través de la desmotivación de su día a día, poniendo en evidencia nuevamente el modelo social norteamericano que nos termina remitiendo a ese sueño Americano de cuya esencia surge la idea de que algunos son especiales y que llegaran hasta a donde haga falta para poder demostrarlo. Bart Layton al igual que en su anterior The Imposter recurre a un camino cuanto menos poco frecuentado en lo concerniente a su desarrollo, el aplicar una narrativa que aparte de anidar en el difuso terreno de los cambios temporales da la impresión de redimensionar los límites existentes entre la ficción y la realidad, hay un continuo y en ocasiones algo irregular e incluso abrupto dialogo entre ambos planteando el relato en base a una serie de testimonios de los cuatro personajes implicados en los hechos,  dicha interacción a modo de juego de máscaras hace que estemos ante una historia genéricamente mutante, pasamos del drama a la comedia y viceversa  en la práctica totalidad del metraje.

Un relato el de American Animals en donde se hace especial hincapié sobre las consecuencias de según qué actos, el contado por parte de Bart Layton que intenta estar narrado desde dentro a través de diferentes puntos de vista, en el los protagonistas reales y ficticios nos dan una versión de los hechos en donde los recuerdos vienen a ser recreados por ellos mismos, o lo que ellos creen que interpretan como propios, en este sentido dicha perspectiva que no es unísona otorgando a los personajes diferentes capas a la hora de profundizar en un supuesto estudio de dicha motivación, a tal respecto y como unos de los puntos más interesantes que se abordan en el relato nos volvemos a plantearnos varias interrogantes acerca de la posible subjetividad y arbitrariedad existente en el testimonio como tal en esta por momentos peculiar e interesante American Animals.

Valoración 0/5: 3