“As In Heaven” review

El debut en la dirección de la joven realizadora danesa Tea Lindeburg fue una de las pocas cintas de las varias presentes en la pasada edición del festival  de San Sebastián que logro de alguna manera solventar la pobreza de un mensaje alegórico que pareció estar presente hasta la saciedad en el certamen, metáfora sobre la mujer del hoy y del ayer tan manida como poco consistente que aquí es solventada gracias a un ejercicio de estilo cinematográfico de tono potente en relación al retrato que se nos hace de un asfixiante drama psicológico, a tal respecto el premio a la mejor dirección fue posiblemente el galardón más coherente otorgado este año en el festival.
As In Heaven nos sitúa a finales del siglo XIX, la vida de Lise, de 14 años, cambia para siempre. Es la mayor de sus hermanos, la primera de su familia en ir a la escuela y está llena de esperanza y confianza en la vida. Pero cuando su madre se pone de parto, pronto algo parece ir mal. A medida que cae la noche y el parto avanza, Lise empieza a comprender que el día que comenzó siendo una niña podría terminar con ella convertida en la mujer de la casa.
As In Heaven vuelve a incidir mediante la tiranía estructural del patriarcado en la precariedad de la mujer del pasado extrapolable a según qué circunstancias del presente, en realidad el mensaje que se expone en la película no va mucho más allá de dicho enunciado, en un escueto periodo de 24 horas, espacio temporal que cambiará la existencia de la protagonista para siempre, asistimos al complicado parto de una madre, mientras tanto la hija mayor del clan familiar se debate en quedarse en el hogar o irse a estudiar a un internado de la ciudad y desligarse de alguna manera de ese universo opresivo en el que parece estar condenada a subsistir, llegados a este punto lo realmente interesante que vemos en As In Heaven no es tanto el mensaje, por momentos bastante obvio, y si como este queda plasmado en la pantalla a través de un preciosismo visual que por momentos puede colindar peligrosamente con lo ostentoso de dicho posicionamiento. Hace un par de años Malgorzata Szumowska intento de forma defectuosa hacer algo parecido aplicando el concepto me too en la fallida The Other Lamb, en este sentido Tea Lindeburg recurre a través de la imagen y el sonido a estilismos más propios del cine de terror premonitorio con reminiscencias telúricas a la hora de mostrarnos un oscuro imaginario onírico que orbita principalmente sobre los miedos y los sentimientos de culpa que parecen anidar en la psique de la protagonista.
Una película que pese a atesorar un continuo conflicto de intereses en referencia a lo que es su fondo y sus formas tiene la innegable virtud de no recurrir a proclamas gravitatorias de índole gratuitas en lo concerniente a la negación del consabido coming of age expuesto aquí a modo de sacrificio por parte de esas mujeres que convivían en ese perturbador y marginal mundo rural de finales del siglo XIX en donde era habitual el dogmatismo religioso y la explotación femenina.

Valoración 0/5:3’5