“Before We Vanish” review

En Before We Vanish vemos como Narumi Kase tiene una difícil relación con su marido Shinji Kase, un repentino día, Shinji desaparece sin dejar rastro alguno. Al volver unos días más tarde, parece otra persona totalmente distinta. Shinji posee un carácter en nada parecido al anterior, ahora se muestra gentil y bondadoso teniendo la costumbre de ir a pasear cada día. Mientras tanto una familia es brutalmente asesinada haciendo acto de aparición Sakurai, un periodista que cubre la historia de dicho suceso. Es entonces, cuando Shinji le confesará a su mujer que él es un visitante del exterior que ha venido a la Tierra en una misión de reconocimiento como avanzadilla para una invasión alienígena masiva.

Tras un pletórico 2016 con las excelentes Le secret de la chambre noire y Creepy el director japonés Kiyoshi Kurosawa volvía al pasado Festival de Sitges tras haber participado en la sección Un Certain Regard del festival de Cannes de ese mismo año con su último trabajo tras las cámaras, Before We Vanish, un relato de ciencia ficción en donde se parte de una premisa que nos puede remitir inicialmente a medio camino entre las fundamentales Invasion of the Body Snatchers y The Day the Earth Stood Still aunque tratándose de un autor tan personal e irreductible en lo relativo a sus postulados la visión de tal invasión la lleva a un terreno muy propio y singular como no podía ser de otra manera, una tesis expuesta casi a modo de fábula sobre nuestros propios y supuestos valores ofreciéndonos una de las películas más fascinantes y rica en matices que se pudieron ver el pasado año en Sitges.

Volviendo un poco a un tema recurrente que he ido señalando con respecto a algunas películas vistas en el pasado festival de Sitges y por ende extensible al curso anual cinematográfico no hay mejor barómetro que el cine perpetrado por alguien como Kiyoshi Kurosawa para comprobar el actual posicionamiento de ese mayoritario público que invade anualmente los certámenes cinematográficos, como ocurriría el pasado año con las dos películas arriba mencionadas Before We Vanish no tuvo el beneplácito del respetable, evidentemente es un tipo de cine que nunca ha cotizado entre el  mainstream, el problema posiblemente venga dado a que dicho déficit en vez de corregirse parece incrementarse, no se trata ya del gusto personal de cada espectador y si de su supuesta asimilación vaya en la dirección que vaya, que después de su proyección a la que un servidor pudo asistir mucha gente incidiera en que en las dos horas de duración del film este no ofrece prácticamente nada incidiendo mucho en un aparente ritmo lento deja bien claro donde se encuentra actualmente un público que en ningún momento está dispuesto a escarbar o interpretar a través de las propias imágenes (en esta película continuamente presente a través de enormes planos generales sin apenas cortes escénicos en donde cada detalle cuenta y tiene un sentido interpretable), si hay un director que nos habla continuamente a través de ellas ese es indiscutiblemente Kiyoshi Kurosawa, en todo momento nos está diciendo o interpelando cuestiones invariables sobre sociedad, política o cuestiones simplemente sentimentales, del espectador depende aceptar la propuesta a través de tales transparencias, el intentar traducir un estilo autoral en definitiva. Before We Vanish que adapta la novela de Tomohito Maekawa más que hablarnos de una invasión se nos intenta exponer una alienación, la de nuestra propia sociedad en lo concerniente a una visión de clara naturaleza apocalíptica y como a través de dicha dinamización surge la necesidad intrínseca de la regeneración, de hecho Before We Vanish expone una continua y minuciosa observación a la condición humana vista desde los ojos del extraño, no deja de ser una interpretación muy personal de por ejemplo la magnífica Under the Skin de Jonathan Glazer, en este aspecto Kiyoshi Kurosawa lleva a su terreno todo el material del que dispone para discernir y trasladar lo sobrenatural al ámbito cotidiano pese a alguna que otra distracción visual expuesta en dicho planteamiento.

En términos generales Before We Vanish posiblemente se situé un escalón por debajo de los mejores trabajos de su autor, esa amalgama genérica puede provocar de una forma lógica una narrativa algo irregular en lo referente a su desarrollo, no es la primera vez que lo vemos en la trayectoria del realizador nipón, algo que no es óbice ni mucho menos para que volvamos a ser testigos de cómo un autor de la características de Kiyoshi Kurosawa con el inusual acierto que le caracteriza vuelva a indagar a través de la construcción de la propia imagen y de cómo a través de estas consigue llevar esa parcela del fantástico a su irreductible exposición autoral y no al revés como suele ser habitual en la mayoría de directores que intentan indagar a través de un discurso en apariencia propio con respecto a dicha analogía genérica, todo un logro se mire por donde se mire.

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