“Tampopo”, entre el ramen y el western

Un camionero y su compañero prueban la sopa de una viuda, y al ser de las peores que han probado nunca, la cocinera viuda les pide ayuda para mejorar en la elaboración de la sopa. Durante el proceso surgirá entre ellos el encariñamiento con la dulce viuda.

Hace ya unos cuantos años durante la promoción de la algo decepcionante Chocolat de Lasse Hallström, Juliette Binoche su actriz principal declaraba las propiedades casi curativas del chocolate a la hora de valorar de los placeres de la vida de una forma lúdica y desinhibida a través de la emotividad de tal acto, evidentemente no dejaba de ser una frase promocional de la película pero que de alguna manera ponía el énfasis en como el cine ha utilizado el concepto de la comida a modo de excusa percutora en lo referente a su narrativa, a bote pronto podemos recordar como por ejemplo La grande bouffe de Marco Ferreri utilizaba dicho concepto a modo de sátira social acerca del hedonismo con el habitual tono provocativo de su autor como trasfondo, por otra parte en la excelente Babette’s Feast de Gabriel Axel asistimos a una historia que no dejaba de ser una crítica acerca de la religión con el simbolismo del talento culinario de su protagonista a modo de ofrenda de lo que la misma entiende como la interpretación de tal acto, podíamos seguir hablando de otros muchos ejemplos, la pregunta viene dada en si realmente estas películas hablan realmente de la comida como tal o lo hacen de la gente y sus historias que circunvala la acción de tal termino, y aquí es donde entra una película como Tampopo que sí que gira por completo en torno a lo que es la comida y toda las implicaciones que pueden derivar de ella en la sociedad japonesa contemporánea y no al revés como en los ejemplos vistos más arriba, es por ello y por muchos motivos más que la película de Juzo Itami es considerada con toda justicia  como la cumbre del cine culinario entendido como tal.

En Tampopo vemos como dos camioneros conducen camión cisterna por las carreteras de Japón con la impresión de parecer no ir a ningún destino fijo. Una noche de fuerte tormenta se detienen a comer en un pequeño restaurante regentado por una joven viuda. Ella de nombre Tampopo tras perder a su esposo no ha tenido más remedio que hacerse cargo a duras penas del negocio para intentar subsistir de alguna manera y poder así alimentar a su hijo. Sin embargo los dos forasteros bajo esa apariencia de simples camioneros esconden una condición de excelentes gourmets. Inmediatamente, la mujer les suplicara que la ayuden en el negocio sometiéndose a una dura instrucción por parte de ambos en el arte de cocinar ramen. Un aprendizaje que no solo radica en la técnica del cocinero sino en la profundidad del acto como tal, los tres junto a otros peculiares compañeros necesitarán los conocimientos de varios expertos en la materia, entre todos intentarán que el restaurante de Tampopo ofrezca el ramen más popular y delicioso de Tokyo. Tampopo aparte de ser una comedia amable que impregna al espectador de un evidente buen estado de ánimo o de un noodle western como fue promocionada en Japón (en clara alusión paródica a los spaghetti western) no deja de ser una historia amable sobre un aprendizaje, pero en dicho trayecto encontramos muchas acotaciones interesantes acerca del papel de la gastronomía en la sociedad nipona, Juzo Itami se vale aquí de su habitual estilo mordaz, ácido y satírico para indagar en tal concepto, y lo hace curiosamente mediante historias cortas sin ningún lazo argumental con la principal, si en cualquiera otra película esta narrativa digamos invasiva muy seguramente hubiera estropeado el conjunto en Tampopo es todo lo contrario, esas viñetas gastronómicas lo enarbólese de alguna manera, no dejan de ser unos apéndices que se atreven de alguna manera a llegar a donde la historia principal no alcanza, dentro de estas historias cortas hay auténticas maravillas, desde el extraordinario prologo en donde vemos como el maestro instruye al alumno en el arte de cómo saber comer adecuadamente un ramen, la hilarante escena en el restaurante francés, el segmento estructurado en base a una inverosímil belleza plástica en donde encontramos el ensamblaje perfecto entre lo culinario y lo erótico en la historia del gánster y su amante, la madre moribunda y el papel de como las tradicionales convenciones sociales distorsionan lo que entendemos como realidad a favor del impulso humano más natural como es el comer o esa comuna de indigentes instalados en un bienestar moral totalmente alejados de convenciones sociales presentándonoslo como grandes eruditos en la gastronomía local e internacional.

Como colofón a tan exquisita y atípica obra no deja de ser sintomático como esta desde unas bases y coordenadas estrictamente locales se apoya en algo tan occidentalizado como es el western, su estructura base así lo atestigua, se recurren a citas nada disimuladas a referentes del género como pueden ser Shane o The Magnificent Seven, el protagonista principal interactúa a modo de solitario pistolero que socorre a una desvalida mujer a cómo poder defenderse de un escenario hostil como son la dura competencia a la que se enfrenta, enseñándole la habilidad de cocinar perfectos ramen para poder valerse por sí misma en dicho ámbito territorial, como colofón final conscientemente digno del género al que recurre vemos como tras poder cerciorarse de haber cumplido con su cometido el solitario camionero-pistolero se aleja del escenario siguiendo su camino a lomos de un camión que actúa como némesis del caballo de rigor. Tampopo basa su triunfo en lo atípico de su propuesta y como esta logra imponerse en base a esa peculiaridad ya no solo expresada a un nivel narrativo sino también estructural, película tan inusual  como sofisticada para la época en la que está rodada finalmente seremos testigos de cómo todo este batiburrillo de tendencias y conceptos no desvarían en absoluto con lo que es la propuesta, más bien todo lo contrario, parecen confluir a la perfección, pocos films por no decir ninguno encontraremos tan rico en simbolismos sociales y significaciones a través de lo  que es la gastronomía, Tampopo por inusual no deja de ser un pequeño y muy agradable milagro fílmico.

Valoración 0/5:4