After Blue (Paradis sale) review

After Blue nos sitúa en un futuro lejano a través de un planeta salvaje en donde solo las mujeres pueden sobrevivir en medio de una particular flora y fauna. La solitaria adolescente Roxy libera a una criminal que estaba enterrada en la arena. Una vez libre, la mujer vuelve a sembrar el terror y la muerte. Roxy y su madre, Zora, serán consideradas por este hecho responsables,  algo que hará que se les exilia de su comunidad y se les condena a localizar a la asesina. Así, comienzan un peligroso periplo por los territorios fantásticos y fantasmales de su sucio paraíso.
Mucha expectación había generado en según que determinados círculos el nuevo largometraje del realizador  francés Bertrand Mandico tras su reconocida a nivel crítico Les garçons sauvages (mejor película de 2018 según Cahiers du Cinema), After Blue, cuya premier mundial tuvo una lógica acogida en el pasado Festival de Locarno (Premio FIPRESCI), nos trasporta a una cinematografía de naturaleza cada vez más extinta, de muy complicada catalogación genérica en lo relacionado a poner a prueba la paciencia de un tipo concreto de espectador que si consigue entrar en dicho entramado narrativo, y sobre todo conceptual, se verá recompensado de sobras con una de las propuestas más estimulantes e inclasificables realizadas el pasado 2021.
Según palabras del propio Bertrand Mandico After Blue nace del propósito de ensalzar, y en gran parte reconfigurar, la presencia de la mujer en un determinado cine genérico tomando como principales conceptos su papel en el western, también en lo relacionado a derivas adyacentes a la crueldad que suele existir en los cuentos de hadas clásicos y al lirismo que a veces atesora según que parcelas de la ciencia ficción, dicho posicionamiento no deja de ser expuesto a través de una mirada bastante particular pues en After Blue las referencias a los géneros cinematográficos que aborda se alejan de esa estigmatización que suelen sufrir a día de hoy de forma tan habitual por ejemplo el western o la ciencia ficción. Para ponernos algo en contexto al igual que en el cine perpetrado por Hélène Cattet y Bruno Forzani Bertrand Mandico se muestra totalmente irreductible a la hora de crear un imaginario, aquí mostrado a modo de una especie de anti paraíso poblado únicamente por mujeres, percibido como único y expuesto a medio camino entre lo poético y lo cruel sin llegar a atesorar ninguna concesión a convencionalismos de índole genéricos, en el podemos intuir, apelando a cierta estética de los años setenta, a conceptos propios del western post-apocalíptico provistos del delirio visual cercanos a nivel conceptual de por ejemplo el Fando y Lis o La montaña sagrada de Alejandro Jodorowsky, también a componentes surrealistas de tono kitsch, cutres supuestamente a propósito, relativamente semejantes por poner otro ejemplo al Flash Gordon de Mike Hodges.
Ante tales referentes en relación a su abstracción meditativa After Blue como relato que desafía en todo momento la zona de confort del espectador pude ser interpretado entre otras muchas cosas a modo de grotesca fabula que transita basicamente sobre la naturaleza salvaje que anida en el interior de las mujeres, todo ello expuesto a través de una película provista de claras connotaciones catárticas dada su poca disimulada tendencia al exceso otorgando a Bertrand Mandico y a su cine de esa etiqueta, cada vez más difícil de encontrar hoy en día, de autor único y de culto que recicla y se apropia de conceptos ajenos a cual más dispares para de alguna manera hacerlos suyos en base a una de las miradas más sugerentes y relevantes surgidas en estos últimos años en el actual panorama de cine europeo de autor.

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