Antisocial empieza en la nochevieja de un futuro no muy distante. Cinco amigos de la universidad se reúnen para celebrar el nuevo año. Sin que lo sepan, una epidemia ha estallado, causando brotes en todo el mundo. Sin ningún sitio al que ir, levantan barricadas y se encierran con sus teléfonos, portátiles y otros dispositivos electrónicos. Los usan para intentar averiguar las causas de esta infección. La información empieza a llegar en forma de videos a sus ordenadores, a la vez que el miedo se va convirtiendo en paranoia ¿Quién está a salvo? ¿En quién pueden confiar? La realidad se empieza a enturbiar cuando poco a poco descubren el virus que causa esta enfermedad… y no hay vuelta atrás.
«Antisocial» parte de una premisa argumental que aunque no sea original en su concepto si que es de lo más atractiva, un virus que se va expandiendo de manera vertiginosa convierte a las personas en seres sedientos de sangre, una especie de híbrido entre el zombie y el infectado, el hecho de que el virus se propague a través de las redes sociales hace que dicha premisa resulte actual e interesante, el debate del uso de las nuevas tecnologías y el modo de comunicarnos a través de ellas y como estas consiguen cambiar y trastornar nuestro hábitos invitan a la reflexión.
Al comienzo del film vemos como nuestra protagonista rompe con su actual pareja a través de una fría videoconferencia, más tarde ya en plena epidemia contemplamos como el grupo de jóvenes hacen uso de dichos instrumentos virtuales tabletas, smartphones o portátiles de una manera compulsiva-dependiente para estar sabiendo que está ocurriendo en el exterior.El tema de como el mundo virtual se puede convertir en una amenaza para el individuo ya ha sido llevado al cine en varias ocasiones «Kairo» de Kiyoshi Kurosawa o la más reciente «Pontypool» de Bruce McDonald ,incluso a nivel literato tenemos «La célula«de Stephen King, lo malo es que la ópera prima del canadiense Cody Calahan productor de «Monster Brawl» y «Exit Humanity«,se desentiende y elude por completo cualquier discurso teórico sobre el tema, ofreciéndonos en el desarrollo del film el tan manido slasher de supervivencia de ritmo algo tedioso, con una clara influencia por el J-horror (terror japonés) consiguiendo solo animarse algo en su parte final.
Al final «Antisocial«, bastante inferior a otra producción canadiense de premisa parecida «The Signal» 2007,se reduce a un mero entretenimiento sin ningún tipo de pretensión en su mensaje, de personajes estereotipados, que básicamente es solo disfrutable por fans que enfatizan con este tipo de propuestas modestas de serie b, digerible en su visionado pero perfectamente olvidable una vez has terminado de verla.
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