Crónica Festival de Sitges 2019. Día 10

El Camino: A Breaking Bad Movie

Tiempo después de los eventos sucedidos tras el último episodio de la serie “Breaking Bad”, el fugitivo Jesse Pinkman (Aaron Paul) huye de sus perseguidores, de la ley y de su pasado.

Netflix como claro paradigma omnipresente de esta edición en la última jornada del festival volvió a estar presente con El Camino: A Breaking Bad Movie de Vince Gilligan, una proyección que certifica como el gigante del streaming fue un agarradero de ultima hora por parte del certamen en referencia a suplir ese hueco dejado por las Majors en la medida de encontrar un equilibrio de contenidos cada vez más difícil de conceptuar, poco importo que el film estuviera desde el día anterior a disposición en la plataforma televisiva, el objetivo no dejaba de ser el de engalonar un entorno que diera algo de vida mediática al certamen más allá de las pantallas de cine, la presencia del actor Aaron Paul y la imaginativa publicidad del film que rodeaba el Auditorio se encargaron en parte de dicho cometido.

Centrándonos en El Camino: A Breaking Bad Movie decir en un primer lugar que este vuelve a estar expuesta a modo de un apéndice que el creador de una obra determinada creyó que no había estado lo suficientemente desarrollada, o más bien en el tema que nos ocupa finiquitada, a tal respecto pese a estar ante el mismo creador existe una gran diferencia en el desarrollo narrativo con respecto a esa otra ramificación surgida de Breaking Bad que es Better call Saul, si en aquella ocasión también se partía de un patrón que seguía los cánones de la secuela esta en realidad transitaba a modo de precuela en referencia a la construcción de un personaje que ya sabemos de antemano en que se va a convertir, la valía de la serie pues y amparándose en la buena mano de Vince Gilligan consistía básicamente en un trayecto en el que se recrea como viene siendo habitual y no una finalidad ya conocida. El Camino: A Breaking Bad Movie difiere de este estatus narrativo al privarnos de la elipsis y funcionar como una continuación pura y esquemática a modo de epilogo de la obra original en donde se es extremadamente fiel a sus líneas estéticas y narrativas, a tal respecto no hay tiempo ni espacio a la hora de abrir nuevas vías y personajes en la trama, aquí lo que prima es cerrar el capítulo y no extenderlo. En este aplicado día después no se cuenta una historia entendida como tal sino que en realidad está concebida a modo de final, en sus líneas narrativas detectamos un tono que al final nos dirige a la nostalgia en referencia básicamente a la proliferación de flashbacks, su cuadratura pues no deja de ser dual, una mirada hacia delante que se sustenta a través de otra mirada en este caso hacia atrás, los postulados en este caso son tan simples como efectivos, el cerrar heridas a la hora de afrontar un nuevo presente. El regusto final termina siendo tan complaciente como algo amargo al intuir que estamos ante un producto correcto que transita con seguridad por unas coordenadas que funcionan con la precisión de una maquinaria de relojería y en donde la identidad preterida sigue intacta al saber captar la esencia del material original pero que al mismo tiempo se abstrae en el cometido de ser más ambicioso otorgándole al film una funcionalidad correcta a modo de epilogo de una serie pero insuficiente en lo que respecta a su valía como largometraje independiente que intenta ir más allá de un universo ya fabricado con anterioridad.

Valoración 0/5: 2’5

Sadako

Mayu es la encargada de cuidar a una chica que sufre de amnesia. La paciente está bajo custodia policial y es de especial interés para las autoridades. Sin embargo, sus allegados desconocen el porqué de esta situación, e incluso la propia sospechosa ignora los motivos por los que está siendo vigilada 24h. Mientras Mayu se desvive por realizar su trabajo, su hermano, un aspirante a convertirse en un personaje famoso en redes sociales, comienza a darse cuenta de que ha dado con un filón que tratará de aprovechar a toda costa.

Si existe un tipo de películas y autores en donde convendría contextualizar su trasfondo de forma algo detenida antes ser despacharlas alegremente en base a sus, por otra parte evidentes carencias, esta sería sin lugar a dudas esta nueva entrega de Sadako orquestada por Hideo Nakata. Un servidor recuerda la visita del director japonés a Sitges en el año 1999 para presentar el díptico The Ring 1 y 2, pese a venir con un año de retraso el impacto de la primera parte fue fulminante dando vía libre a ese nuevo concepto que estaba por aparecer y que se encontraba en sus inicios y que algunos llamaron como el J-Horror. En las entrevistas concedidas por Hideo Nakata por aquel entonces este insistía sin embargo en la necesidad de reivindicar un cine anterior proveniente de su país que no dejaban de ser la auténtica estructura en donde se sustentaban estas nuevas propuestas que estaban a punto de ver la luz, el  kaidan eiga, películas fantasmales por excelencia que eclosionaron de los años 60 hasta finales de los 70 y en donde podemos encontrar nombres tan representativos como Yoshihiro Ishikawa, Nobuo Nakagawa o Satoru Kobayashi a la hora de ofrecernos auténticas joyas dentro del subgénero, muchas de ellas aún desconocidas entre el público occidental.

La comparativa viene dada en la medida de una cierta semejanza existente en Hideo Nakata con los realizadores arriba citados, salvando las evidentes distancias la sensación deviene en este caso en la aplicación de un tono que se percibe como artesanal, no tanto en lo concerniente a indagar en unas constantes autorales y si a la hora de realizar un tipo de cine que da la impresión de abstraerse de cualquier tipo de modas. Hideo Nakata más que fiel a unos determinados géneros cinematográficos lo ha sido a una manera de poder concebirlos, si repasamos brevemente su trayectoria dentro del fantástico veremos cómo tras la celebrada The Ring consigue realizar la que es con toda seguridad su mejor película realizada hasta la fecha, Dark Water, después de su experiencia estadounidense en donde vuelve a incidir en el imaginario de Sadako realiza la notable y poco reivindicada cinta titulada Kaidan, una muy aplicada reformulación de los conceptos del kaidan eiga. Es a partir de ese momento es en donde Hideo Nakata de alguna manera se deja llevar por trabajos que muchos pueden confundir como alimenticios pero que en realidad no dejan de ser una manifestación de tropos genéricos muy característicos que a riesgo de no lograr una aceptación en los nuevos públicos si consiguen ser al menos coherentes en referencia a un tipo de cine que da la impresión de no entender de etiquetas, trabajos como The Complex, Ghost Theater o esta peculiar reinicio de la famosa saga que intenta expandir este universo más allá de una cinta de video que es Sadako dan la sensación de ser productos letárgicos e incluso apáticos para con el espectador en referencia a unas narrativas que se niegan sistemáticamente a innovar, películas que parecen haberse quedado ancladas en lo analógico no a modo de reivindicación nostálgica y si más en lo relativo querer obviar conscientemente lo digital o la modernidad mal entendida en la que se apoya. Sadako no es ni mucho menos una gran película pero a menos atesora esa extraña virtud de ser algo atemporal en lo concerniente a una reinvención que no quiere abrazar a unas actuales conceptualidades liquidas que poco hubiera favorecido a un producto y un material ya de por sí bastante explotado.

Valoración 0/5: 2

 

The Wild Goose Lake

Zhou Zenong es un gánster que acaba de salir de la cárcel y se convierte en fugitivo esa misma noche, después de que una reunión de bandas acabe mal y provoque la muerte de un policía. Tratando de esconderse mientras se recupera de sus heridas, Zhou se encuentra con Liu Aiai, una prostituta que puede haber sido enviada para ayudarle, o bien para entregarlo al capitán de la policía a cambio de una cuantiosa suma. Perseguido por las bandas y por un dispositivo policial que parece abarcar toda la ciudad de Wuhan, Zhou deberá enfrentarse a los límites de lo que está dispuesto a sacrificar tanto por esa extraña como por la familia que dejó atrás.

El realizador de origen chino Diao Yinan con tan solo cuatro trabajos detrás de las cámaras en su haber se ha convertido en todo un referente de ese actual panorama genérico que transita por el llamado noir chino, su anterior y notable Black Coal, con la que consiguió ganar el Oso de Oro en Berlín hace cinco años, no dejaba de ser una brillante y sofisticada vuelta de tuerca de dicho genero sin perder de vista una indagación en el contexto social, su nuevo trabajo proveniente de Cannes y de la sección Perlas del Festival de San Sebastián titulado The Wild Goose Lake sigue transitando por una misma senda temática que al igual que en su anterior film tiene como principal activo el atesorar un asombroso virtuosismo visual.

The Wild Goose Lake es indiscutiblemente una de las películas del año provenientes de la nueva cinematografía china, Diao Yinan en esta ocasión vuelve a incurrir en esa infografía visual que parece estar en una catarsis permanente en relación a apostar por un propio virtuosismo que parece situarse constantemente en ese peligroso territorio que delimita de forma muy difusa la brillantez estética con una cierta artificialidad que en parte puede diluir el trazo dramático del relato. Diao Yinan sin embargo sale bastante airoso del envite, The Wild Goose Lake resulta ciertamente fascinante en la medida de estar ante una obra bien orquestada, de una naturaleza claramente hiperactiva que no conceder ningún tipo de tregua para con el espectador al quedar expuesta a través de una revisión de los arquetipos del noir en donde el lenguaje visual se sitúa en todo momento por delante de los diálogos, en cierta manera su premisa argumental, un par de personajes que por uno u otro motivo han de escapar de controles policiales y criminales, no deja de ser una excusa, la argumentación de los continuos itinerarios de fugas, persecuciones, traiciones y conceptos propios del cine negro no parecen una prioridad para un Diao Yinan que parece encontrarse mucho más cómodo a la hora de retratar o más bien contemplar unos escenarios de índole laberintico, nocturnos, lluviosos y bellamente iluminado a través de los neones, un conclave estético que parece de alguna manera asalvajado y que no dejan de ser una durísima radiografía o si se prefiere alegoría de una actual China en donde las brechas sociales existentes entre sus habitantes son cada vez mayores, a través de todo ello subsisten en ese escenario, de fantasmal ambiente turístico y connotaciones casi utópicas, unos habitantes en continuo movimiento cuya compulsividad y aparatosidad parecen remitirnos a cierto cine perpetrado en su día por Sam Fuller, de alguna manera son seres que viven cercenados en reductos que dan la sensación de ser limítrofes con el resto de la población, será en la nocturnidad de la acción en donde percibamos una suerte de sueño a modo de triste elegía en relación a una urbe desproporcionada a todos los niveles que se manifiesta como un animal salvaje en una historia en donde a fin de cuentas se nos cuenta una redención cuya consecuencia final volverá a poner en equilibrio las cosas. Un film planificado y ejecutado de forma excelsa, la fotografía  a cargo de Dong Jinsong otorga a The Wild Goose Lake la inequívoca condición de ser un producto gran calado fílmico en donde podemos atisbar detrás de las cámaras un talento muy a tener en cuenta en los próximos años.

Valoración 0/5: 4

 

Cosmic Candy

Anna es una cajera de supermercado excéntrica y neurótica que vive sola en Atenas, en el espacioso piso de sus padres. Un día, se ve forzada a acoger a la hija de un vecino, después de que este desaparezca súbitamente. En paralelo, Anna debe lidiar con la posibilidad de que la echen del trabajo y con un romance potencial para el que no parece preparada. Todo esto, mientras consume compulsivamente chucherías Cosmic Candy.

Como cierre de la sección Noves Visions la producción griega Cosmic Candy, opera prima de la realizadora Rinio Dragasaki nos ofreció ese tipo de relatos que parten de la premisa de ser, o intentan serlo, inclasificables a un nivel genérico e incluso narrativo, el problema en este caso vendrá en la medida de ver como Cosmic Candy llega tarde a una ecuación o postulado que en los años noventa daba resultado pero que hoy en día requieren de algo más en su armazón para poder llegar a sorprender al respetable.

Si hay un referente bastante claro al que mira sin ningún tipo de disimulo Cosmic Candy ese es sin lugar a dudas Le fabuleux destin d’Amélie Poulain de Jean-Pierre Jeunet, al igual que el film francés Cosmic Candy no se adhiere ningún género cinematográfico especifico, bajo un tono de claras consonancias kitsch la historia deambula por varias ensoñaciones coloristas a través de la comedia naif y extravagante, el musical, la trama romántica y el drama. A grandes rasgos la película de Rinio Dragasaki no deja de ser una elegía acerca del abandono infantil y las figuras paternas ausentes, también del trauma que todo ello acarrea y que de alguna manera nos impide dar el paso adelante en nuestras vidas adultas, también se indaga especialmente en la abstracción mental ocasionada por este déficit que da lugar a fugas oníricas con todo lo que ello puede conllevar, evidentemente la ornamentación impuesta al film pretende darle un status al producto que le otorgue un tono inclasificable o diferencial con respecto a sucedáneos, consiguiéndolo solo de una forma muy superficial. Las imágenes coloristas nos dan a entender una suerte de autenticidad trabajada en sus imágenes pero no tanto en el fondo o en la finalidad pues esta transita por recovecos que devienen ya como muy manidos, el envoltorio en esta ocasión no logra disimular las carencias de un producto que da la sensación de haber visto la luz con cerca de veinte años de retraso.

Valoración 0/5: 1’5

 

Palmares

Secció Oficial Fantàstic a competició

Millor pel·lícula / Mejor película / Best Feature Length Film
El hoyo, de Galder Gaztelu-Urrutia

Millor direcció / Mejor dirección / Best Direction (sponsored by XAL)
Kleber Mendonça Filho & Juliano Dornelles (Bacurau)

Millor interpretació masculina / Mejor interpretación masculina / Best Actor (sponsored by Jeep Turiauto)
Miles Robbins (Daniel Isn’t Real)

Millor interpretació femenina / Mejor interpretación femenina / Best Actress (sponsored by Mistinguett Sparkling)
Imogen Poots (Vivarium)

Millor guió / Mejor guion / Best Screenplay (sponsored by Caixabank & La Caixa)
Mirrah Foulkes (Judy & Punch)

Millors efectes especials / Mejores efectos especiales / Best Special Effects (sponsored by Deluxe)
Iñaki Madariaga (El hoyo)

Millor fotografia / Mejor fotografía / Best Photography (sponsored by Moritz)
Manu Dacosse (Adoration)

Millor música / Mejor música / Best Music
Dan Levy (J’ai perdu mon corps)

Premi especial del jurat / Premio especial del jurado / Special Jury Prize
Adoration, de Fabrice du Welz

Gran Premi del públic a la millor pel·lícula / Gran Premio del público a la mejor película / Audience Award Best Motion Picture (sponsored by La Vanguardia)
El hoyo, de Galder Gaztelu-Urrutia

Millor curtmetratge de gènere fantàstic / Mejor cortometraje de género Fantástico / Best Fantastic Genre Short Film (sponsored by Fotogramas)
Polter, de Álvaro Vicario

Menció als nens d’Adoration / Mención a los niños de Adoration /Mention to the kids of Adoration
Thomas Gioria & Fantine Harduin

Menció a la pel·lícula Achoura / Mención a la película Achoura / Mention to the Film Achoura
Achoura,
de Talal Selhami

 

Noves Visions

Millor pel·lícula / Mejor película / Best Feature Film
Dogs Don’t Wear Pants, de J-P Valkeapäa

Millor direcció / Mejor dirección / Best Direction
Mattie Do (The Long Walk)

Millor curt Noves Visions Petit format / Mejor corto Noves Visions Petit Format / Best Noves Visions Petit Format Short                     
Lucienne mange une auto, de Geordy Couturiau

Menció 1 / Mención 1 / Mention 1
Nina Wu, de Midi Z

Menció 2 / Mención 2 / Mention 2
Jesus Shows You the Way to the Highway, de Miguel Llansó

Menció 3 / Mención 3 / Mention 3
Hail Satan?, de Penny Lane

 

Panorama Fantàstic

Premi del públic a la millor pel·lícula / Premio del público a la mejor película / Audience Award Best Motion Picture   
Extra Ordinary, de Aike Ahern y Enda Loughman

 

Midnight X-treme

Premi del públic a la millor pel·lícula / Premio del público a la mejor película / Audience Award Best Motion Picture   
The Devil Fish, de David Chuang

 

Focus Àsia

Premi del públic a la millor pel·lícula / Premio del público a la mejor película / Audience Award Best Motion Picture    
The Gangster, the Cop, the Devil, de Lee Won-Tae

 

Sitges Documenta

Premi del públic a la millor pel·lícula / Premio del público a la mejor película / Audience Award Best Motion Picture     
La venganza de jairo, de Simón Hernández

 

Méliès Awards

Méliès d’Argent a la millor pel·lícula / Méliès d’Argent a la mejor película / Méliès d’Argent to a Feature Film   
Adoration, de Fabrice du Welz

Méliès d’Argent al millor curt / Méliès d’Argent al mejor corto / Méliès d’Argent to a Short Film        
Children of Satan, de Thea Hvistendahl

 

Blood Window

Premi Blood Window / Premio Blood Window / Blood Window Best Film
Breve historia del planeta verde, de Santiago Loza

 

Òrbita

Millor pel·lícula Òrbita / Mejor película Òrbita  / Best Òrbita Film
Huachicolero, de Edgar Nito

 

Jurat de la crítica

Premi de la crítica José Luis Guarner / Premio de la Crítica José Luis Guarner / José Luis Guarner Critic’s Award   
Bacurau, de Kleber Mendonça Filho & Juliano Dornelles

Premi Citizen Kane al director revelació / Premio Citizen Kane al director revelación / Citizen Kane Award for Best New Director  
Galder Gaztelu-Urrutia (El hoyo)

 

Carnet JOVE

Premi Jurat Carnet Jove al millor llargmetratge de gènere fantàstic  /  Premio Jurado Carnet Jove al mejor largometraje de género fantástico / Carnet Jove Award for Best Fantasy Genre Feature Film                  
Bacurau, de Kleber Mendonça Filho & Juliano Dornelles

Premi al millor llargmetratge d’animació / Premio al mejor largometraje de animación / Award for Best Animated Feature Film             
Ride Your Wave, de Masaaki Yuasa

Premi al millor curtmetratge d’animació / Premio al mejor cortometraje de animación / Award for Best Animated Short  Film   
The Lonely Orbit, de Frederic Siegel & Benjamin Morard

 

Brigadoon

Premi Brigadoon Paul Naschy /  Premio Brigadoon Paul Naschy / Paul Naschy Brigadoon Award     
Marc Martínez Jordán (Tu último día en la Tierra)

 

Sitges Cocoon

Premi a la millor pel·lícula Sitges Cocoon / Premio a la mejor película Sitges Cocoon / Best Sitges Cocoon Film          
Gloomy Eyes, de Jorge Tereso & Fernando Maldonado