“Salyut-7” review

Era 1985: la Guerra Fría tenía como uno de sus puntales la carrera espacial. La estación Salyut-7 era una de las joyas de la corona de la industria soviética, sin embargo, de repente dejó de comunicarse debido a un fallo general del sistema eléctrico.

El género de la ciencia ficción espacial en el cine nunca se ha regido por una oferta abundante o digamos continua en lo referente a su temporalidad, ni en tiempos pasados y mucho menos en los actuales, no ha dejado de ser una ramificación del fantástico que ha ido asomando durante muchos años de una forma algo episódica y discontinua, es por esa precariedad en lo referente a sus apariciones que siempre es motivo de interés y celebración, al menos para un reducido grupo de espectadores en los que un servidor se encuentra pues reconozco una devoción especial hacia dicho género que a veces peca de complacencia, que vayan apareciendo títulos que aunque sean a cuentagotas de alguna manera se aproximen a dicha temática, la rusa Salyut-7 fue la aventura espacial que se pudo ver el pasado año en el festival de Sitges y que acaba de estrenarse en los cines de nuestro país, un film que tiene como claros referentes al Apolo 13 de Ron Howard o al Gravity de Alfonso Cuarón, relatos exceptuando a la película del director mexicano que parten de un acontecimiento verídico, en este caso la recreación de un asfixiante rescate de una estación especial soviética que nos es contada a modo de supervivencia llevada al límite, aquí a modo de plegaria dispuesta a enardecer su propia mitología aeroespacial .

Salyut 7 como pulcra muestra del imaginario hiperrealista que es se posiciona como una producción de gran envergadura (siempre dentro de los estándares económicos rusos, 18 millones de dólares al parecer fue su coste final) acerca de la carrera espacial rusa y la odisea que supuso la arriesgada misión del rescate de la Salyut-7 en el año 1985, estación espacial que vagaba sin rumbo a consecuencia de un fallo eléctrico, en este sentido el film del director ruso Klim Shipenko se adentra más en la épica del astronauta que en una prototípica película de ciencia ficción al uso. No deja de ser curioso sin embargo como el film que nos ocupa a diferencia de sus antecedentes patrios (recordemos que la ciencia ficción rusa no se limita al Solaris de Andrei Tarkovsky y que además de haber dado más de un título referencial se constituye casi como un propio subgénero aparte ) se decante más por  una espectacularidad más propia del cine norteamericano contemporáneo, en el film más que mirar unos referentes autóctonos presenciamos varias secuencias que podrían estar perfectamente rodadas por  Michael Bay, con momentos realmente rimbombantes en este aspecto en especial en lo referente a una atronadora y martilleante banda sonora de clara naturaleza intrusiva por no hablar del tratamiento friccionado de los personajes femeninos que aparecen en la acción, en lo concerniente a este apartado no hay lugar a dudas a que se prima más el rigor técnico que al matizado drama humano, es como si de alguna manera la estereotipada ficción del ayer y la actual realidad del hoy de la que parece sustentarse Salyut 7 marcarán de algún modo la globalización en que se ve sumido el género fantástico a día de hoy.

Visualmente excepcional a la hora de manejar moldes hollywoodienses sin ningún tipo de disimulo pero con una puesta en escena bastante discreta y vacía en lo relativo a su supuesta profundidad de conceptos lo mejor que se puede decir de un producto de las características de Salyut 7 es que no engaña a nadie en lo referente a sus intenciones, como muestra de pura evasión cinematográfica da lo que ofrece y cumple con inusitada soltura su cometido de entretenimiento siendo relativamente verosímil a unos hechos verídicos, convirtiéndose en una correcta y aplicada película comercial aunque a un servidor le hubiera gustado algo más de indagación dentro de unos contextos históricos más amplios (guerra fría por poner un solo ejemplo), una historia que intenta arrojar algo de más luz sobre un capítulo de la historia espacial, lástima que el relato, en donde predomina el grado cero y abunda la tendencia al subrayado en prácticamente todas sus facetas, requería de una forma bastante más clara de un tono donde se vislumbraran muchos más apéndices claroscuros.

Valoración 0/5: 2’5